«Nuestros enemigos utilizan también en su propaganda el estribillo de que el Partido Socialista y el Partido Comunista, los obreros en general, son enemigos, no sólo de la monarquía, sino también de la República. Es una mentira más. Nosotros no somos enemigos de la República; nosotros, aunque seamos partidarios de la dictadura del proletariado, defendemos a la República. Pero una República que dé al pueblo todo lo que el pueblo necesita. Hay en el mundo una República –¿para qué hablar en teoría?– que ha hecho ya lo que aquí pedimos, que ha puesto en práctica todo lo que nosotros queremos y necesitamos, que ha hecho de un pueblo analfabeto, de un pueblo atrasado, de un pueblo sin industria básica, de un pueblo pobre –a pesar de sus grandes riquezas naturales–, de un pueblo que era, si cabe, tan atrasado como España, la verdadera República de trabajadores –no de «todas clases» como la nuestra–, que ha hecho de esta República la patria del proletariado del mundo entero. ¿Por qué no seguir su ejemplo? Esa sí que es una República de la cual se puede enorgullecer el pueblo. Un pueblo inculto, sin industria fundamental, con un ejército que los zares habían adiestrado para las derrotas, se ha convertido en el primer país del mundo en cuanto a cultura –porque la cultura de los obreros de la Unión Soviética está por encima de la de todos los demás países–; ha pasado a ser el segundo país industrial del mundo –el primero de Europa–, y dentro de poco será también el primero del mundo; ha dado el bienestar a los campesinos, y hoy tiene un ejército, el glorioso Ejército Rojo, que se hace respetar por el mundo entero». (José Díaz; La España revolucionaria; Discurso pronunciado en el Salón Guerrero, de Madrid, 9 de febrero de 1936)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
«¡Pedimos que se evite el insulto y el subjetivismo!»