viernes, 31 de julio de 2015

Creación del FSLN y el contexto histórico en el que se desarrollan sus miembros; Equipo de Bitácora (M-L), 2015


«Como veremos de ahora en adelante, tanto por la teoría como por la acción, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) nacería como un grupo político-militar antisomocista de origen pequeño burgués:

«¿Podrías señalar cuál fue el origen social de este destacamento inicial? Wheelock: La mayoría del grupo era intelectual, de origen muy humilde, pero la base combatiente era campesina y artesana de la ciudad». (Jaime Wheelock; Vanguardia y revolución en las sociedades periféricas; Entrevista de Marta Harnecker, 1986)

Y se nutriría de ese mismo origen cuando fue dándose a conocer:

«El FSLN con la acción de Bocay, ejerce un papel aglutinador de los diferentes brotes rebeldes que, desde distintas direcciones y sectores, venían produciendo en el movimiento popular antidictatorial desde finales de los 50 y principios de los 60. Por esos años hay movilizaciones sin precedentes en el país y un estado intenso de agitación social. Hay tomas de tierras violentas y enormes manifestaciones estudiantiles; nace la Juventud Patriótica Nicaragüense, que arrastra aún inorgánicamente, a decenas de miles de jóvenes en varias ciudades. Surgen agrupaciones un poco espontáneas pero radicalizadas y politizadas de estudiantes y artesanos, que, incluso realizan acciones armadas. Todo aquello, sin embargo, sin organicidad y consistencia. De estos movimientos surgieron cuadros que también, con Bocay, entraron en la vertiente del FSLN para ayudar a su forja y a fortalecerlo». (Jaime Wheelock; Vanguardia y revolución en las sociedades periféricas; Entrevista de Marta Harnecker, 1986)

Esto es lo primero que debe ser entendido para ver la evolución del FSLN hasta el triunfo de 1979, y de ahí hasta nuestros días. El hecho que acabara siendo el refugio de la burguesía nacional años después no significa que haya que ignorar su origen que además nos permitirá entender sus desarrollos sobre todo iniciales.

Como ya expresamos con anterioridad, desde el punto de vista ideológico, Nicaragua sufrió un retraso gravísimo y el liberalismo se mantuvo como la ideología más avanzada por décadas, este queda momentáneamente interrumpido con la irrupción de Sandino, pero que tras su asesinato, en 1934, se vuelve a instaurar a través de la dictadura liberal dinástica somocista hasta que en 1961, cuando se funda el FSLN, y en base a la influencia de ciertos miembros se produce el «redescubrimiento» para el pueblo nicaragüense del marxismo-leninismo como ideología superadora.

Hablamos de «redescubrimiento» del marxismo en la sociedad nicaragüense en el sentido de que el marxismo aparecería en la sociedad nicaragüense hacia 1944 con la fundación del Partido Socialista de Nicaragua de pretendía línea marxista, pero lo cierto es que la línea de esta partido estaba a años luz del marxismo. Este partido se constituyó aparentemente como marxista pero su debilidad teórica le hacía prestar respaldo a la dictadura somocista ostentando en todo momento posiciones pacifistas, vacilantes, oportunistas, reformistas y hasta retardatarias, impregnadas todas ellas de los lineamientos teóricos del «revisionismo estadounidense o browderiano» –estructurado por el líder revisionista estadounidense Earl Browder–, y que por entonces gozaba de una amplia incidencia en las organizaciones latinoamericanas. Para que el lector nos entienda, a este partido le ocurrió algo similar a lo que ocurriría en Latinoamérica con las dictaduras militares y sus relaciones con ciertos partidos comunistas de corte jruschovista: es el caso del Partido Socialista Popular de Blas Roca en Cuba que mantenía posiciones vacilantes y oportunistas respecto a la dictadura de Fulgencio Batista.

Carlos Fonseca Amador dejaría constancia del nefasto papel jugado por los pseudomarxistas del Partido Socialista Nicaragüense (PSN):

«Durante largos años, la influencia del sector marxista en la oposición al régimen de Somoza fue extremadamente débil. La oposición antisomocista estuvo bajo la hegemonía casi total del sector conservador, fuerza política representante de los intereses de un sector de la clase capitalista. Una de las causas que contribuyó a la debilidad del sector marxista se originó en las condiciones en que fue constituido el Partido Socialista Nicaragüense –organización comunista tradicional de Nicaragua–. Esa organización nació en junio de 1944, cuando aún no había concluido la Segunda Guerra Mundial y en una época en que estaba en pleno vigor la tesis de Earl Browder, secretario del Partido Comunista de Estados Unidos, quien propugnó la conciliación con la clase capitalista y con el imperialismo estadounidense en América Latina. En aquellos años, el movimiento obrero nicaragüense estaba integrado básicamente por artesanos y esto fue una base para incurrir en desviaciones antiobreras. Paralelamente, la dirección misma del Partido Socialista era de origen artesanal y no de raíces proletarias, como demagógicamente se afirma en el Partido Socialista Nicaragüense. Se trataba de una dirección que padecía de un bajísimo nivel ideológico. Durante muchos años, en Nicaragua el intelectual revolucionario fue una rara excepción. Los intelectuales radicales y librepensadores de los años de la intervención armada de Estados Unidos, que como clase representaban a la burguesía que terminó claudicando, no pudieron ser relevados por intelectuales identificados con la clase obrera, en virtud de las razones expuestas anteriormente. En consecuencia, en Nicaragua el movimiento intelectual pasó a ser el monopolio de un elemento católico, que durante un período llegó incluso a identificarse abiertamente con el fascismo. De ese modo, permaneció cerrada para el movimiento revolucionario la puerta del pensamiento. El Partido Socialista Nicaragüense nació en un mitin cuyo objetivo era proclamar el apoyo al gobierno de Somoza. Esto aconteció el 3 de julio de 1944 en el gimnasio de Managua y para ser rigurosamente objetivos es necesario explicar este gravísimo error, no como producto de la simple mala fe de los dirigentes, sino tomando en cuenta los factores que lo propiciaron. La dirección marxista no guardo la debida serenidad ante la hegemonía que el sector conservador tenía sobre el movimiento antisomocista; no supo distinguir entre la justeza de la oposición antisomocista y las maniobras del sector conservador. Una vez que Somoza utilizó a su favor al sector pseudomarxista, desató una persecución contra el movimiento obrero que, debido a las condiciones de comodidad en que había nacido, no supo defenderse con la firmeza propia de los revolucionarios». (Carlos Fonseca Amador; Volviendo a Carlos [Recopilación Documental]: Nicaragua Hora Cero, 1969)

El PSN siempre ha sido un partidos autodenominados marxistas, y es además el partido político que más y mayores posturas derechistas ha albergado. En realidad la influencia de este tipo de partidos carcomidos por el revisionismo que en muchas ocasiones se presentaban por primera vez al público de la sociedad nacional, como es el caso del PSN, revistió de una visión negativa al comunismo.

El PSN sufriría en 1967 una escisión llamada Partido Obrero Socialista (POS) –luego denominado Partido Comunista de Nicaragua (PCN)–, una escisión de corte prosoviético que consideraba a la Unión Soviética revisionista, capitalista y socialimperialista de Leonid Brézhnev como país «socialista», «internacionalista» y posible aliado de la futura Nicaragua sin Anastasio Somoza. Este partido sería el «ala izquierda» del revisionismo soviético en Nicaragua –pues el FSLN siempre apoyó y demandó apoyo del revisionismo soviético y del campo revisionista–, y en algún momento pidió un programa más revolucionario que el del FSLN, y pese a albergar una fraseología «izquierdista» en comparación a los partidos prosoviéticos de la época, lo cierto es que era igualmente revisionista –como se ve en muchas de sus reivindicaciones de entonces–. En los 90, demostró su «inconsistencia revolucionaria» y con motivos meramente electorales, realizó una alianza sin principios con las fuerzas libero-conservadoras de la burguesía somocista con el objeto de desplazar del gobierno al FSLN, esa alianza fue: la Unión Nacional Opositora (UNO).

En la sociedad nicaragüense, todo esto, aunado a la propaganda anticomunista que se desarrollaba –y se desarrolla– desde las metrópolis y que la burguesía nicaragüense en su conjunto propagaba a través de sus órganos de comunicación, suponía un enorme obstáculo que impedía que las masas entendieran la trascendencia del marxismo-leninismo como la herramienta emancipadora que es para los explotados. Cabe expresar que el Frente Sandinista por obvios motivos jamás educó ideológicamente a la militancia y a la masa para que estas comprendieran que el Partido Socialista de Nicaragua y sus escisiones eran renegados, oportunistas, muy alejados de lo que considerar marxista; de hecho y mirando en perspectiva, al FSLN y a sus dirigentes más oportunistas, eclécticos, y revisionistas, les beneficiaba el viejo actuar browderista del PSN sobre todo durante su etapa en el gobierno de los 80, ya que debido a la desviaciones oportunistas del PSN, ellos podían presentarse ante las masas como verdaderos marxista-leninistas, como revolucionarios sin vacilaciones. En cualquier caso, debemos expresar que esas agrupaciones políticas eran minúsculas organizaciones cuasi esnobistas, pequeño burguesas y no correspondían a auténticas organizaciones de clase proletaria como ya hemos descrito.

La teoría marxista-leninista –o lo que se creía era marxismo-leninismo producto de la propaganda revisionista– haría presencia masiva en la sociedad nicaragüense ya entrados los años 60 de la mano del FSLN y sus ideólogos. Carlos Fonseca Amador como fundador de la organización, tenía una gran simpatía e hizo un gran esfuerzo en el estudio del marxismo-leninismo para intentar comprenderlo y aplicarlo a la realidad nicaragüense. Pero para entonces muchas de las publicaciones, y muchos de los documentos a los que se podía acceder para estudiar el marxismo habían sido profundamente intoxicados por el revisionismo de todo tipo: contenido práctico-teórico amputado o desvirtuado. Estos hechos tendrían una repercusión negativa en los miembros del FSLN:

1) Estamos convencidos de que la dirigencia, y muchos de los teóricos del FSLN, tampoco tenían la necesaria formación ideológica, y documentación, que les permitiera diferenciar entre la Unión Soviética socialista e internacionalista y la Unión Soviética capitalista y socialimperialista; todo esto también era una resultante de la influencia temprana del revisionismo cubano –apologista del revisionismo soviético, encuadrado en la órbita socialimperialista soviética– en el FSLN debido al eco de la «Revolución Cubana» de 1959; tal situación hacía más difícil si cabe que los cuadros del FSLN realizaran un estudio dialéctico del revisionismo soviético como paso esencial para diferenciar marxismo-leninismo del revisionismo, no es ningún secreto que los revisionistas cubanos siempre han mostrado ese defecto producto de su oportunismo; y está claro que contagiaron ese gran defecto a los nicaragüenses del FSLN. Eso llevó a los nicaragüenses a fijarse en la organización partidista del revisionismo soviético, «a golpe de bastón», existente gracias a la metodología del centralismo burocrático que regía los partidos del revisionismo soviético. Pero por supuesto también a aceptar como teorías marxistas a esperpentos teóricos como la «división socialista internacional del trabajo» –vieja teoría burguesa imperialista para mantener el monopolio industrial sobre los países dependientes–, la de «los países no capitalistas y de orientaciones socialistas» –recordemos que en los manuales revisionistas soviéticos Nicaragua aparecía encuadrada en esta lista–, o defender la aplicación de la teoría de la «soberanía limitada» –como fue el caso de Checoslovaquia en 1968 o Afganistán en 1979–.

2) La influencia del revisionismo cubano fue altísima: debido en lo fundamental a lo ya comentado: el hito latinoamericano de la revolución de 1959, así como a las figuras mitificadas de Guevara-Castro. Esta influencia fue tan grande que muchos de los cuadros del FSLN fueron a instruirse a Cuba en estrategia militar que resultó en las fallidas incursiones foquistas del FSLN en la Nicaragua de los 60. De aquí arraigó la tendencia a una organización político-militar sin necesidad de que estuviera supervisada por el partido de la clase obrera, la negación del rol de la clase obrera y la postergación del trabajo en la ciudad considerándolo como algo secundario. A esto se sumaba la concepción militar del foquismo que tanto influenció al FSLN en los 60 que negaba la necesidad de evaluar las condiciones objetivas y subjetivas a la hora de organizar la lucha armada, también el «tercermundismo» y el «no alineamiento» como brújulas en la política exterior, una brújula» sin contenido de clase proletario.

3) La influencia del revisionismo yugoslavo es notoria: en el FSLN varios de los llamados «marxistas heterodoxos» –un nombre-disfraz para su revisionismo– reivindicaban la experiencia del revisionismo yugoslavo, y en especial estaban sorprendidos por el papel de Tito como jefe de los «no alineados», de ahí podemos entender que los miembros del FSLN copiaran la concepción de tomar al frente como un tipo de organización que prima ante el partido en la etapa de lucha de liberación nacional y de construcción socialista, la conciliación con las clases explotadoras nacionales a las que se tildan de «antiimperialistas» o la teoría de la posibilidad del «tránsito pacífico» e inclusión de los explotadores en el socialismo. La intromisión de las ideas de la «vía específica» –negación de los axiomas generales de la revolución bajo la excusa nacional– de los miembros del FSLN en los próximos años, partiría en gran parte de las teorizaciones yugoslavas. De igual modo se toma como referencia la teoría de los «países no alineados» como pilar de la política exterior del FSLN, así como la idea anarco-sindicalista de la «autogestión» en lo económico: esta última desviación se agudizaría enormemente en el ejercicio del poder en los 80, y más si cabe tras la vuelta al poder vía electoral de 2006.

4) La influencia del revisionismo chino fue alta: debido al hito propagandístico de la Revolución China de 1949 y la propia propaganda del revisionismo chino que vendía a Mao Zedong como presunto gran teórico marxista, que el «Pensamiento Mao Zedong era el marxismo de nuestra época» e incluso que el llamado «Pensamiento Mao Zedong» era la superación del marxismo-leninismo. De aquí podemos ver que se tomaron las teorías negacionistas del papel de la clase obrera en la revolución, la negación del trabajo en las ciudades, la supeditación de la lucha armada a la acción del campesinado dirigido por la vanguardia multiclasista foquista que poco a poco, y dados los fracasos, dio lugar a la adopción de una posición militar defensiva en las tácticas militares bajo lo que se denominó la «lucha popular prolongada», la consideración de las clases explotadoras nacionales como posibles aliados en la construcción del socialismo y la posibilidad de su «transformación pacífica», la recuperación de la teoría  menchevique de las «fuerzas productivas» que negaba la construcción del socialismo en los países poco desarrollados, la permisión de fracciones en el partido, la adopción de la idea «tercermundista» sin contenido de clase revolucionario en la política exterior, y la idea absurda de «país socialista con economía de mercado».

5) La influencia del revisionismo argelino fue vital: las tan en boga luchas de liberación nacional en el momento fueron un ingrediente claro en la evolución ideológica de los miembros del FSLN. Y es que partiendo de la idea de Ben Bella se adopta la visión de crear un frente y de disolver a los pretendidos comunistas en el mismo como ocurrió en Argelia, de imitar la «autogestión yugoslava», y de apostar por el «no alineamiento» y el «tercermundista», los lazos de amistad con el socialimperialismo soviético, la consideración de la burguesía nacional como un aliado hasta el comunismo, y en especial el tomar a la religión local como ingrediente para completar el componente ideológico de la organización, identificando marxismo y religión como compatibles. Vale decir que el FSLN se fundó bajo el nombre de «Frente de Liberación Nacional» en imitación al «Frente de Liberación Nacional» de Argelia (FLNA), posteriormente se le añadió, a iniciativa de Carlos Fonseca Amador, el nombre de Sandinista quedando conformado el nombre de Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

6) La influencia del revisionismo vietnamita fue significativa: como dijimos, a influjo de las luchas de liberación nacional los miembros del FSLN también se fijaron en la experiencia vietnamita. De aquí ciertos miembros tomaron la llamada «guerra popular prolongada», la identificación de la burguesía nacional como una clase antiimperialista y dispuesta a «pasar pacíficamente al socialismo», el carácter «tercermundista», los lazos de amistad con el socialimperialismo soviético, e incluso la tendencia a disolver el partido comunista en el frente como harían los vietnamitas en 1945. Creemos que uno de los rasgos más notables es que los revisionistas nicaragüenses pensaban como los revisionistas vietnamitas: que al haber llegado al poder por la vía armada nadie tenía derecho a juzgar su política ni a exigir muestras revolucionarias, una vieja desviación titoista absurda que como ya advertían los marxista-leninistas en aquel entonces no se sostiene, pues ser un gran jefe militar no te hace automáticamente un marxista-leninista.

7) La influencia del revisionismo browderista fue escasa pero decisiva: ya que pese a que el FSLN criticaría en los a 60 a varias organizaciones llenas de browderismo en sus extrañas desde los 40, lo cierto es que nunca superó la mancha que este dejó en la sociedad nicaragüense y latinoamericana, y adoptó posturas similares a las del browderismo bajo la teorías de que presuntamente «como los intereses de casi toda la sociedad y los comunistas eran los mismos  –en esta etapa la lucha contra Somoza– no era necesaria la organización del partido comunista marxista-leninista», es decir una tendencia liquidacionista del partido comunista y su rol, así mismo se manifestarían en el FSLN varias de las concepciones de constante búsqueda de la conciliación con la burguesía nacional o la prédica de los héroes nacionales como figuras superiores cualitativamente a los marxista-leninistas, también todo argumento presuntamente «antidogmático» generalizado y de manera consciente o inconsciente venía de las ideas revisionistas del browderismo.

8) La influencia del revisionismo trotskista fue escasa pero estuvo presente: influyó enormemente la teoría de la recuperación de la teoría  menchevique de las «fuerzas productivas» que Trotski hizo suya, y el concepto trotskista de organización se puede en el ver FSLN en la permisión de tendencias y fracciones en la organización, el antistalinismo y el rechazo a lo que denominaban «modelo soviético o stalinista» –es decir la repulsa a los axiomas básicos del marxismo-leninismo en la revolución y la construcción del socialismo– tendría una importancia vital. Con el devenir de los años esta tendencia se haría más notable pues el trotskismo y el rechazo al «stalinismo» era una forma de dar vía libre al modelo específico de pseudosocialismo nicaragüense. En las últimas décadas el FSLN se ha apoyado en todos los ideólogos neotrotskistas para combatir lo que ellos llaman los viejos «dogmas» del marxismo.

Como ha quedado claro: el tipo de desviaciones se repiten una y otra vez, algo comprensible pues cada revisionismo –como agencia ideológica burguesa en el seno del movimiento obrero– se alimenta de otros anteriores y contemporáneos. Claro está que el estudio de los miembros del FSLN del contenido práctico-teórico del marxismo-leninismo amputado por la influencia de estas corrientes, tendrían una repercusión negativa en los miembros del FSLN. Creemos que la inoculación del veneno revisionista de todas estas corrientes se podría haber detenido si el FSLN hubiera tenido una buena formación ideológica; y para empezar si sus líderes hubieran estado capacitados para entender los sucesos de su época bajo la herramienta del materialismo dialéctico. Estamos convencidos que todas sus desviaciones parten en gran medida de la no compresión de la regresión del primer Estado socialista: la Unión Soviética. Si los líderes nicaragüenses no supieron, o no quisieron, entender el destino al que fue llevado por los contrarrevolucionarios revisionistas como Nikita Jruschov y Leonid Brézhnev, no creemos que pudieran ser capaces de entender cualquier otro revisionismo. Expliquémonos:

En el caso concreto del revisionismo soviético –que emergió a la muerte de Iósif Stalin, cuya cabeza visible fue Nikita Jruschov en el Partido Comunista de la Unión Soviética– se podría tomar como punto de partida cronológico y oficial el infausto XXº Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética de 1956; pero lo justo sería investigar movimientos de 1953-1956, veamos:

Primero; en la política interior; las irregularidades sobre los nuevos nombramiento de cargos aprovechando para anular las últimas decisiones tomadas por el partido en vida de Stalin–; las disputas entre los dirigentes como el caso de Beria-Jruschov; las tendencias hacía la reforma económica como la acción de descentralizar la planificación y dar más poder a los ministerios, vender los medios de producción como tractores propiedad del Estado a los koljoses en el campo y promover la rentabilidad a toda costa bajo la ley del valor; la blandenguería hacía las nuevas corrientes burguesas en las artes de Occidente como el cosmopolitismo burgués o el arte y literatura decadente y anticomunista; la rehabilitación de desviacionistas purgados en el Partido Comunista de la Unión Soviética; la publicación del «Manual de economía política» en 1955 con la distorsión de varias tesis marxista-leninistas así como la introducción de nuevas teorías revisionistas como la «división «socialista» internacional del trabajo» o su apoyo a las tesis concretas del revisionismo yugoslavo y chino.

Segundo; en la política exterior; el acercamiento de Jruschov a Tito en 1954; la forma irregular con que se anularon las resoluciones de la Kominform sobre el revisionismo yugoslavo; la formulación de la «necesidad de la relajación de la tensión internacional», la «existencia del peligro nuclear», y otros eslóganes que derivaban en la búsqueda del entendimiento y paz a toda costa con el imperialismo que se traducirían en claudicaciones como la de Corea en 1953 o Vietnam en 1955; las exigencias de Jruschov a otras dirigencias comunistas de rehabilitación de desviacionistas que luego promocionaría para dirigir dichos partidos: Nagy, Kádar, en Hungría, Husák, Svoboda en Checoslovaquia, Spychalski y Gomułka en Polonia y un sucesivo etc.

Todo esto son muestras claras de que el revisionismo es previo al XXº del PCUS de 1956, y que ese congreso fue sólo la confirmación de que las fuerzas que comandaban realmente al partido ya no eran marxista-leninistas. ¿Eran cuestiones tan difíciles de comprender? Algunos aludirán a la falta de información, bien aceptemos esa premisa, sigamos con el desarrollo del revisionismo soviético:

El revisionismo soviético con Nikita Jruschov primero, y Leonid Brézhnev después, inventaron o recuperaron un surtido de teorías oportunistas para defender su «nueva» línea. Las teorías como el «tránsito pacífico al socialismo» eran viejas teorías sacadas del arsenal claudicador de la vieja socialdemocracia, la distorsión de la teoría leninista sobre «la coexistencia pacífica entre regímenes capitalistas y socialistas», la invención de teorías como los países de «orientación socialista», el «Estado y partido de todo el pueblo», y su inclusión en el primer Estado socialista, hacían de este revisionismo, un colosal problema para el marxismo-leninismo.

En el plano exterior, como los anteriores revisionismos de los que se nutría, sufrió de una sumisión y política de concesiones hacía el imperialismo estadounidense, también aquí irían inventando teorías como la teoría de la «soberanía limitada», o la «división socialista internacional del trabajo», que demostraban el hecho de que la Unión Soviética, había dejado de ser un país socialista, era ahora capitalista y abiertamente imperialista, y que tenía bajo su control, a muchos países revisionistas-capitalistas que giraban en torno a su política a través de sus organismos económicos –Consejo de Ayuda Mutua Económica– y militares –el Tratado de Varsovia–.

¿Por qué entonces los pretendidos «marxista-leninistas nicaragüenses» del FSLN no denunciaron ni en los 60 ni 70 ni 80 sino que encubrían el cambio cualitativo regresivo dado en la Unión Soviética? ¿Temían perder el apoyo de Moscú y de los países del campo revisionista soviético? ¿La horrible verdad del destino del socialismo tirado por la borda les superaba? Excusas y pamplinas varias para unos autodenominados comunistas que no enfrentan con franqueza la realidad.

¿Es acaso posible combatir a otros revisionismos si pese a estos datos, hechos y documentos sobre el revisionismo soviético, de los que se están al tanto no se comprenden o no se quiere ver su naturaleza? Está claro que no, y no hablamos solo de los partidos, gobiernos y regímenes revisionistas prosoviéticos como Angola, Cuba, Afganistán, sino que hablamos de otros no prosoviéticos, pues como hemos visto el mismo revisionismo soviético mantiene nexos ideológicos innegables con otros revisionismo como el yugoslavo o chino, de ahí que resulta normal que si los miembros del FSLN aplaudieran y siguen aplaudiendo las teorías y acciones imperialistas, revisionistas reaccionarias y regresivas de Brézhnev, también hicieran lo propio con Castro, Mao Zedong o Tito. Sencillamente ¡si no entendían el carácter y la idiosincrasia del primero, tampoco estaban en capacidad de ver las similitudes antimarxistas del resto!». (Equipo de Bitácora (M-L)¿Qué fue de la «Revolución Popular Sandinista»?: Un análisis de la historia del FSLN y sus procesos, 19 de julio del 2015)

martes, 28 de julio de 2015

Los pueblos deben aprender a comprender el carácter de los bloques imperialistas y dejar de servir de marioneta de uno u otro



«Nuestro partido presenta y defiende la tesis que tanto cuando las superpotencias se acercan entre ellas como cuando se riñen, son otras naciones las que pagan los platos rotos. La colaboración y la rivalidad entre las superpotencias presentan ambas caras de una realidad contradictoria, son la principal expresión de la misma estrategia imperialista que tiende a encantar a los pueblos su libertad y a dominar el mundo. Constituyen el mismo peligro, y es para esto que ambas superpotencias son los principales y los enemigos más peligrosos de los pueblos, es para esto que jamás se puede apoyar en un imperialismo para combatir el otro o para escapar de él.

Ciertos Estados, siendo amenazados por una u otra de las superpotencias, ligan su propia defensa a la protección militar de los Estados Unidos o de la Unión Soviética. Pero la protección militar de las superpotencias es una protección ilusoria, ya que tiene como objetivo hacer del país «protegido» un protectorado. La posición de dicho país bajo el «paraguas protector» de las superpotencias se acompaña siempre de concesiones políticas y económicas, de concesiones en el dominio de la soberanía nacional y de restricciones en la capacidad de decisión tanto sobre las cuestiones intentas como en las cuestiones externas.

Los pueblos no deben caer en la trampa del pretendido «frente antiimperialista» predicado por el socialimperialismo soviético, el cual desea comprometer y manipular a los que están en contra del imperialismo estadounidense y lo combaten. Unirse a este «frente» significa sacrificar los intereses superiores del país, exponer al pueblo al pueblo, de convertirse en siervo del socialimperialismo soviético y servir como carne de cañón para la realización de sus designios. Contrariamente a lo que pretende hacer creer Moscú, las contradicciones que oponen a los Estados Unidos con la Unión Soviética no se tratan de contradicciones entre imperialismo y socialismo, sino de contradicciones entre dos potencias imperialistas.

A la vez que se rechazan la demagogia y las tácticas engañosas sobre «el antiimperialismo» de los revisionistas soviéticos, es menester rechazar al mismo tiempo el «antisocialimperialismo» que propagaba los Estados Unidos y la burguesía monopolista mundial. Los pueblos no pueden permitirse convertirse en las víctimas de las rivalidades entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, ni en juguete de sus maniobras imperialistas». (Enver Hoxha; Informe en el VIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1976)

lunes, 27 de julio de 2015

Augusto Cesar Sandino; Equipo de Bitácora (M-L), 2015


«Sandino es el sujeto histórico en el que se funda el sandinismo, de hecho, es quién incorpora el elemento emancipador de las clases explotadas hasta entonces desconocido en la sociedad nicaragüense. Pero Sandino no es un teórico, sino un líder obrero-campesino que se forma a la luz de las contradicciones de la sociedad nicaragüense y del intervencionismo imperialista estadounidense, que logra escalar en posiciones ideológicas transitando desde el liberalismo, pasando por elementos anarco-sindicalistas hasta rozar el marxismo-leninismo; si bien se ha de comprender que no llegó a adherirse completamente a las tesis del socialismo científico, aunque hace declaraciones dirigidas a que los obreros latinoamericanos se organizaran en órganos de la Komintern –Internacional Comunista–:

«Compañeros nicaragüenses y todos aquellos que todavía se encuentran desorganizados y fuera de la Confederación Sindical Latinoamericana; en nombre de los heroicos soldados del Ejército Defensor de la Soberanía de Nicaragua, os gritamos: ¡Organizaos!, vuestro puesto está en las filas de la Confederación Sindical Latinoamericana, única organización sindical defensora de los intereses de la clase trabajadora». (Augusto Cesar Sandino; A los obreros del campo y de la ciudad de Nicaragua y de toda la América Latina, 26 de febrero de 1930)

Aquí Sandino hace mención a la Confederación Sindical Latinoamericana fundada en 1929 en Montevideo en el marco de las resoluciones del Congreso Mundial Antiimperialista de Frankfurt celebrado por la Internacional Sindical Roja, órgano de la Komintern.

Este proceso ideológico que queda evidenciado en el pensamiento de Sandino no puede ser entendido sin comprender la evolución de la sociedad nicaragüense en cuanto a los elementos económico-políticos desde su constitución como Estado, y en especial desde la irrupción del liberalismo en Nicaragua.

Situándonos en el desarrollo histórico, cabe expresar que Nicaragua se constituyó en un baluarte del liberalismo latinoamericano hacia mediados del siglo XIX, y que alcanza su clímax con el asenso al poder de José Santos Zelaya López mediante golpe militar que la historiografía burguesa nicaragüense comprende y describe como «Revolución Liberal»; se le considera el creador del Estado nicaragüense tanto en lo político como en lo territorial con la incorporación por la fuerza de la Mosquitia –hoy denominada «Costa Caribe Nicaragüense»–, por entonces convertida en colonia-protectorado del imperio británico tras la independencia del Reino de España. Zelaya desarrolló una política social desconocida hasta entonces en la región –desde el punto de vista de la legislación–, instauró la educación pública y hasta cierto punto gratuita y obligatoria, desarrolló el sistema educativo, puso en marcha una reforma agraria de carácter burgués e intentó industrializar la economía nicaragüense, etc., a la vez que trató de independizarse de la tutela estadounidense practicando una suerte de «nacionalismo», aunque en la práctica esto supuso que se entregara en brazos de las potencias imperialistas europeas. Este hecho hace que el imperialismo estadounidense intervenga en Nicaragua vía militar y diplomática –la famosa «Nota Knox»– obligando a Zelaya a exiliarse, e instalando en el poder a un gobierno títere, y ocupando el país desde 1909 a 1933 cuando son expulsados por el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional dirigido por el General Sandino.

Esa intervención del imperialismo estadounidense tiene un efecto desbastador sobre la sociedad nicaragüense en lo ideológico, y es que a consecuencia de ello el liberalismo se quedaría enquistado en la conciencia colectiva como un procurador de bienestar general y pasaría a formar parte de la cultura general del pueblo –de sus miembros progresistas–, con el agregado de que la identificación en las corrientes liberales o conservadoras estaba ligado esencialmente a la herencia familiar, es decir no respondía a cuestiones racionales de identificación, e incluso jugaba un papel determinante la ubicación geográfica siendo sus centros principales la ciudad de Granada para los conservadores y León para los liberales; de hecho, si se observa detenidamente la mayoría de los movimientos antisomocistas son de carácter liberal y tienen su epicentro en la ciudad de León.

Sandino surge en esa realidad, y en un momento en que está en desarrollo la «revolución libero-conservadora» resultante del derrocamiento de José Santos Zelaya y sus sucesores, en contra del sátrapa Adolfo Díaz de quién Burton K. Wheeler –senador estadounidense– escribiría en una carta a John Calvin Coolidge: «Ningún gobierno que se respete podría honradamente reconocer a un hombre tan subordinado a un poder extranjero. El lenguaje de Díaz respira traición a su propio pueblo».

Sandino es testigo del patriotismo desplegado por las fuerzas lideradas por Benjamín Zeledón y escribe al respecto:

«En esa ciudad de Masaya, a la que Rubén Darío llamó la ciudad de las flores, se encuentra la fortaleza de la barranca, donde estaban atrincheradas las fuerzas del General Benjamín Zeledón contra los invasores norteamericanos y los vende-patria nicaragüenses encabezados por los esbirros Emiliano chamorro y Adolfo Díaz. El 4 de octubre, en la madrugada, yendo yo en camino a una de las haciendas de mi padre, escuché descargas de fusilería y ráfagas de ametralladoras en las hondonadas del cerro de pacaya; consecutivamente se oía arreciar un formidable combate que se había entablado entre dos mil soldados de infantería de la marina norteamericana unidos a quince mil vende-patria nicaragüenses contra quinientos hombres del General Zeledón, que se defendían heroicamente contra aquella oprobiosa avalancha humana, después de un prolongado sitio que habían sufrido los autonomistas nicaragüenses, en aquella ciudad, donde tuvieron que comer hasta sus cabalgaduras. Nuestros sentimientos patrióticos y nuestro corazón de hombre joven se encontraban en desesperante inquietud, pero nada pude hacer en bien de aquella noble y grandiosa causa sostenida por el General Benjamín Zeledón y a las cinco de la tarde de ese mismo día, aquel apóstol de la libertad había muerto y en una carreta tirada por bueyes fue conducido su cadáver al pueblo de Catarina, convecino del mío, en donde hasta por hoy, bajo una lápida lamosa y semidestruida por la intemperie del tiempo se encuentran los restos de nuestro máximo héroe y gran patriota General Benjamín Zeledón». (Augusto Cesar Sandino; Benjamín Zeledón, 4 de octubre de 1929)

Como vemos Sandino se siente parte de ese liberalismo nacionalista en su juventud, añadido al hecho de que provenía de una familia en la órbita del «liberalismo tradicional», pero que ya desde edad temprana empieza a cristalizar en él un cierto sentimiento antiimperialista, antiintervencionista. No es hasta su estancia en México en donde entra en contacto con el factor anarco-sindicalista, además de las reivindicaciones emancipadoras de la Revolución Mexicana de 1910, que incorpora a su ideario reivindicaciones sociales que propician que renuncie explícitamente al liberalismo al entenderlo como parte esencial de los problemas de Nicaragua:

«Estaba en México y mi liberalismo me grito dentro del pecho cuando supe lo que estaba aconteciendo en Nicaragua (…) Pero Moncada nos traicionó en Tipitapa. Allí quedó también sepultado mi liberalismo. Tomé la decisión de luchar por la patria, de liberarla de esos perros, y también de luchar contra esos politicastros, liberales y conservadores, corrompidos y zánganos; Construir una nueva Nicaragua sin toda esa podredumbre». (Augusto Cesar Sandino; Conversación en Niquinohomo relatada por Nicolás Arrieta, noviembre de 1933)

Cuando habla de la traición de Tipitapa se refiere al Pacto del Espino Negro celebrado en Tipitapa –municipio del departamento de Managua– entre Henry L. Stimpson como representante de los EEUU y el general liberal José María Moncada que supuso el fin de la Guerra Constitucionalista y marca el inicio de la lucha antiimperialista liderada por Sandino.

El pacto recogió los siguientes puntos:

a) Se pone fin a la guerra constitucionalista y reconoce pro tempore al presidente Adolfo Díaz.

b) Desarme de los dos ejércitos, el rebelde y el del gobierno mediante la paga de 10 dólares por cada rifle y 20 dólares por cada ametralladora.

c) Se conviene en elecciones supervisadas por la marinería yanqui para el 4 de noviembre de 1928 con un marino presidiendo cada mesa electoral.

d) Se crea la guardia nacional con oficiales y soldados de los dos bandos desarmados.

e) Se repone a los magistrados liberales y a los diputados que habían sido removidos por el Lomazo de El Cadejo.

Finalmente Sandino entra en contacto con las teorías marxistas-leninistas por intermediación del salvadoreño Farabundo Martí, es entonces en donde vemos claramente la aparición de un explícito carácter de clase en algunas de sus declaraciones como: «Sólo los obreros y campesinos irán hasta el final, sólo su fuerza organizada logrará el triunfo»; «soy partidario de que la tierra sea del Estado».

Al respecto de Farabundo declara en 1933; un año antes de ser asesinado:

«Con Farabundo converse muchas veces sobre cuestiones políticas y sociales. Insistía en transformar mi lucha en una lucha por el socialismo. Estaba de acuerdo con todas sus ideas y admiraba su talento, su sinceridad, pero le explicaba que por el momento no era eso lo que cabía y que mi lucha debía seguir siendo nacionalista y antiimperialista. Le explicaba que lo primero era defender al pueblo nicaragüense de la garra imperialista, librarlo de ella, echando de nuestro suelo a esos perros y a las compañías yanquis, y que el siguiente paso era organizar a los obreros. Su entusiasmo y buena fe me dejaron una viva impresión y lamenté mucho su muerte». (Augusto Cesar Sandino; Conversación en Niquinohomo relatada por Nicolás Arrieta, noviembre de 1933)

Analizando el momento histórico, queda claro que el desarrollo práctico de la lucha de Sandino se desarrolló con acierto y en función del mismo, pero a su vez su planteamiento teórico se nutria de varias concepciones ideológicas, esto le confirió un sentido ecléctico, aunque ciertamente podemos caracterizarlo por su fuerte sentido emancipador-soberanista producto de su desarrollo ideológico autodidacta». (Equipo de Bitácora (M-L); ¿Qué fue de la «Revolución Popular Sandinista»?: Un análisis de la historia del FSLN y sus procesos, 19 de julio del 2015)

Antonio Machado sobre la defensa antifascista de Madrid y la naturaleza del pueblo español


«En efecto, soy viejo y enfermo, aunque usted por su mucha bondad no quiera creerlo: viejo, porque paso de los sesenta, que son muchos años para un español; enfermo, porque las vísceras más importantes de mi organismo se han puesto de acuerdo para no cumplir exactamente su función. Pienso, sin embargo, que hay algo en mí todavía poco solidario de mi ruina fisiológica, y que parece implicar salud y juventud de espíritu, si no es ello también otro signo de senilidad, de regreso a la feliz creencia en la dualidad de sustancias.

De todos modos, mi querido Vigodsky, me tiene usted del lado de la España joven y sana, de todo corazón al lado del pueblo, de todo corazón también enfrente de esas fuerzas negras –¡y tan negras!– a que usted alude en su carta.

En España lo mejor es el pueblo. Por eso la heroica y abnegada defensa de Madrid, que ha asombrado al mundo, a mí me conmueve, pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos –nuestros barinas– invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva. En España, no hay modo de ser persona bien nacida sin amar al pueblo. La demofilia es entre nosotros un deber elementalísimo de gratitud». (Antonio Machado; Carta a David Vigodsky, 20 febrero de 1937)

viernes, 24 de julio de 2015

Una ajustada descripción del carácter del imperialismo estadounidense que mantiene toda su actualdiad


«El mundo sigue enfrentando al imperialismo estadounidense agresivo y expansionista. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta hoy, el imperialismo estadounidense ha llevado a cabo una política y actividad criminal en contra del comunismo, la libertad, y la independencia de los pueblos. Él fue el que desencadenó la agresión bárbara en Corea y Vietnam, cometiendo además los crímenes más atroces que haya conocido la humanidad. Es él quien intervino en el Congo, que asfixió la Revolución Dominicana, que llevó la guerra en Laos y a Camboya, que prendió fuego a Oriente Próximo y organizó el putsch fascista en Chile y Argentina. El imperialismo estadounidense, como imperialismo que es, plantó sus uñas sobre todos los continentes, y refuerza por todas partes sus posiciones de todas las maneras; ya sea mediante «ayudas», esclavizando con créditos al deudor, con acuerdos y tratados de todo género, con la instalación de bases militares que han sido extendidas en numerosos países que han realizado brutales y descaradas intervenciones en los asuntos interiores de esos mismos países llegando incluso al punto de realizar abiertamente agresiones armadas. Todos estos son los rasgos del despiadado imperialismo estadounidense. Los compromisos múltiples y las concesiones sin principio del jruschovismo no lo han suavizado. Permanece siendo la ciudadela política y económica del sistema capitalista de explotación, el gran defensor del colonialismo y del neocolonialismo, el inspirador del racismo y el más grande gendarme de la reacción internacional. Nuestro partido se reitera constantemente en el prisma de que el imperialismo estadounidense es agresivo y que lo seguirá siendo mientras le quede un sólo un solo diente. A consecuencia de las luchas revolucionarias y de liberación, a consecuencia de la degeneración continua y a consecuencia de las contradicciones interiores inconciliables que lo roen, el imperialismo mundial ha perdido gran parte de sus posiciones. Nos basta con citar la descomposición del sistema colonial y el acceso de numerosos países a la independencia. Y en el futuro va a perder mucho más. Pero al mismo tiempo, el imperialismo, y en particular el imperialismo estadounidense, redoblará los esfuerzos para reconquistar las posiciones perdidas y para ocupar otras nuevas. Esta es la dialéctica del desarrollo y la decadencia del imperialismo. Por lo tanto hoy como en el pasado, continúa la lucha constante para denunciar la política del imperialismo, con el imperialismo estadounidense a la cabeza, para poder aniquilar los planes agresivos de este, esto constituye una condición indispensable para defender la libertad y el socialismo, así como también lo es para asegurar la victoria de la revolución y la liberación de los pueblos». (Enver Hoxha; Informe en el VIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1976)

jueves, 23 de julio de 2015

El lenguaje con el que los marxista-leninistas nos debemos dirigir a las masas

Liliana dicheva - «Georgi Dimitrov entre la juventud trabajadora»

«El camarada Stalin señalaba que una de las peculiaridades en la táctica de los bolcheviques rusos, en el periodo de la preparación de la insurrección de la revolución de octubre del 1917, fue la de que supieron determinar con exactitud los caminos y recodos que podían vincular, naturalmente, a las masas con las consignas del partido, conduciéndolas al «umbral mismo de la revolución», ayudándolas a sentir, valorar y reconocer por su propia experiencia la exactitud de esas consignas; que no confundían la dirección del partido con la de las masas y tenían la clara conciencia de la diferencia que existe entre estas dos categorías de dirección, con lo cual elaboraron la táctica, no sólo como una ciencia para la dirección del partido, sino también para la de millones de trabajadores.

Además debemos tener en cuenta que imposible que las amplias masas comprenderán nuestras resoluciones sino aprendemos a hablar su propio lenguaje. No siempre, ni mucho menos, sabemos hablar de un modo sencillo, concreto, con conceptos familiares y comprensibles para ellas. Todavía no sabemos renunciar a las fórmulas abstractas, aprendidas de memoria. En efecto, fíjense en nuestros manifiestos, periódicos, resoluciones y tesis, y verán que están escritos muy a menudo en un lenguaje y en una redacción tan pesados, que su comprensión resulta inclusive difícil para los militantes responsables de nuestros partidos, y no digamos para nuestros militantes de fila.

Si pensamos camaradas, que en los países fascistas los obreros, que difunden y leen estas hojas, se juegan la vida, salta a la vista con toda claridad la necesidad de escribir para las masas en un lenguaje comprensible para ellas, a fin de que también los sacrificios que se realicen no sean estériles. (...)

Mientras yo pronunciaba mi informe, el presidente, el camarada Otto Kuunisen, recibió de la sala una carta muy significativa dirigida a mí. Voy a leerla:

«Le ruego que en su intervención en el congreso toque un problema, a saber: que de aquí en adelante todos los acuerdos y decisiones de la Internacional Comunista se redacten de tal modo que puedan entenderse no sólo por los comunistas preparados, sino también cualquier trabajador, sin preparación alguna, que leyendo los materiales de la Internacional Comunista vea en seguida lo que quieren los comunistas y qué beneficio aporta el comunismo a la humanidad. Es cosa que olvidan algunos dirigentes del partido. Hay que recordárselo con más energía aún. Y desarrollar la agitación por el comunismo en un lenguaje comprensible». (Carta anónima dirigida a Georgi Dimitrov presentada por él en su discurso del 13 de agosto de 1935)

No sé a ciencia cierta quién es el autor de la carta. Pero no hay duda que este camarada refleja en ella el sentir y deseo de millones de obreros. Muchos de nuestros camaradas piensan que su agitación y su propaganda son mejores cuantas más palabras altisonantes, fórmulas y tesis incomprensibles para las masas se empleen; olvida que Lenin, el jefe teórico de la clase obrera más grande de nuestro tiempo, hablaba y escribía siempre en un lenguaje muy comprensible para las amplias masas.

Es menester de cada uno de nosotros asimile con firmeza, como ley bolchevique, esta regla elemental:

¡Cuando escribas o hables, piensa siempre en el obrero sencillo que tiene que entenderte, creer tus llamamientos y estar dispuesto a seguirte! ¡Piensa en aquellos para quienes escribes o a quienes hablas!». (Georgi Dimitrov; Por la unidad de la clase obrera contra el fascismo; Discurso de resumen en el VIIº Congreso de la Internacional Comunista, 13 de agosto de 1935)

domingo, 19 de julio de 2015

¿Qué fue de la «Revolución Popular Sandinista»?; Equipo de Bitácora (M-L), 2015

[Enlaces de DESCARGA del texto en PDF al final del documento]

«Y para que el movimiento marxista-leninista se afiance y pueda lograr desembocar en la revolución socialista en Nicaragua, deberá enfrentarse y derrotar tarde o temprano a la dirigencia burguesa del FSLN y revelar su carácter reaccionario ante las masas alienadas, por eso para tal trabajo se tendrá que exponer desde los temas de mayor enjundia hasta los más banales, desde los históricos a los presentes. Para ello el partido marxista-leninista nicaragüense deberá acabar con los mitos construidos por el revisionismo en la historia de Nicaragua e inclusive en la historia del propio FSLN, así como mantener una lucha constante tanto contra el imperialismo como contra cualquier rama oportunista del exterior de la que se alimentan los oportunistas locales, y que refuerza la dominación neocolonial de los imperialismos y el sistema capitalista en su totalidad en Nicaragua». (Equipo de Bitácora (M-L);  ¿Qué fue de la «Revolución Popular Sandinista»?; Un análisis de la historia del FSLN y sus procesos, 19 de julio de 2015)



Preámbulo

Han transcurrido casi cuatro décadas desde el triunfo de la Revolución Popular Sandinista de 1979, y al momento no se ha hecho un análisis científico del proceso que nos permita alcanzar respuestas a las grandes y necesarias preguntas que debemos de formularnos más allá de sentimentalismos, de la propaganda, y de las simples justificaciones históricas de los hechos. En ese sentido este nuestro análisis es ambicioso y en el pretendemos analizar los desarrollos del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) desde sus inicios hasta la actualidad.

Se nos plantean pues, algunas preguntas esenciales a las cuales debemos de dar respuestas desde el marxismo-leninismo:

¿Por qué en el FSLN no se pudo comprender desde la «dialéctica materialista» que en el momento del triunfo, dentro de la realidad nicaragüense, los sectores somocistas y antisomocistas ya no eran la tesis y la antítesis de las luchas, que el eje de las luchas se había desplazado a una expresión superior, la lucha de clases: explotadores contra explotados –la fuerzas somocistas que se organizaron después del triunfo ya no podían restaurar la dictadura como tal, de allí que su pretensión era únicamente perpetuar el sistema de explotación asalariada empleado por el dictador como efectivamente ocurrió–, y que en consecuencia, ya no había lugar para la unidad entre clases sociales antagónicas?

¿Por qué el FSLN no pudo desarrollar el socialismo [1] en Nicaragua?

¿Por qué se practicó el pluralismo político y multipartidista clásico de la democracia burguesa y del programa socialdemócrata? ¿Por qué la constitución de 1987 tenía en sus artículos los pilares para apuntalar el régimen democrático-burgués? ¿Hacía donde vira el actual sistema político nicaragüense?

¿Por qué se estableció la economía mixta, ese engendro capitalista inspirado en el keynesianismo [2] y la socialdemocracia en lugar de una economía regulada y centralizada propiamente socialista? ¿Por qué nunca ha llegado a ser un país desligado de la dependencia de los distintos imperialismos? ¿Ha cambiado esa visión económica desde entonces?

¿Por qué se sumo al hipócrita y falso movimiento del los «países no alineados» y que significaba formar parte del mismo? ¿Por qué el apoyo a todo tipo de revisionismo internacional sin analizar el contenido de clase de esos partidos y gobiernos? ¿Qué papel cumple hoy en la política exterior?

¿Qué reglas han regido y rigen la vida interna del partido en lo organizativo e ideológico? ¿Sería posible cambiar la tendencia autodestructiva, en el campo ideológico, con un hipotético cambio de dirigencia? ¿Es posible acaso cambiar a esa dirigencia? ¿Qué ocurre con el aperturismo de las filas dirigida a captar elementos con pobre o ninguna formación ideológica y de todas las clases y capas sociales? ¿Qué pasó con los estatutos históricos del FSLN? ¿Por qué la «formación política-ideológica» de la militancia y de las masas dejó de ser una prioridad en 1988, fue extinguida dentro del «periodo revolucionario»? ¿Por qué el FSLN se declara hoy seguidor del tan de moda «socialismo del siglo XXI» como modelo organizativo e ideológico?

¿Por qué el «sandinismo ideológico» se ha convertido en un vórtice que atrae a posiciones ideológico-filosóficas enfrentadas? ¿Qué ocurre con el «socialismo» «cristianizante» cuasi esotérico, con ingredientes del «hippismo» que ahora proyecta el FSLN? ¿Por qué el FSLN tiene un discurso de reafirmación religiosa? ¿Por qué el FSLN ha hecho de Nicaragua una república teocrática, por mandato constitucional, al uso de la dictadura de la burguesía? ¿Por qué el argumento religioso de manos de una fuerza política que en otro momento planteó la necesidad del Estado laico lo que derivó en un enfrentamiento virulento con la iglesia católica? ¿Qué papel juegan el populismo y el nacional-chovinismo en el FSLN?

¿Qué queda actualmente de la organización político-militar, luego partido político, de la que se presumía pretendía la construcción del «socialismo» en Nicaragua? ¿El FSLN sigue siendo la repuesta a los problemas elementales de la sociedad nicaragüense o hace largo tiempo que «ese barco zarpó», o nunca fue una organización destinada para tal fin? ¿Qué opciones tiene el FSLN como organización política llamada a transformar a la sociedad nicaragüense? ¿Qué opción tiene el pueblo nicaragüense? ¿El FSLN está en condiciones de desencadenar una revolución socialista como planteaban teóricamente en los primeros momentos de su existencia o como se plantea en la actualidad en los discursos de sus líderes?

¿Hubo otras fuerzas político-militares que quisieron emprender el socialismo en Nicaragua? ¿Qué hay del Movimiento de Acción Popular Marxista-Leninista (MAP-ML)? ¿Qué fue de él? ¿Es posible emprender en Nicaragua de una vez por todas un proceso al socialismo?

¿Es correcto entender al FSLN como expresión de la «izquierda»? ¿Ha sido o es el FSLN un pivote a favor o en contra de los desarrollos socialistas? ¿Qué papel juega el FSLN en nuestros días?

En adelante trataremos de dar una opinión basada en el análisis de los hechos con el objeto de dar respuestas científicas a todas estas cuestiones; pues como ya hemos expresado, hasta el momento no se ha llegado a la medular del asunto, y es así porque en gran medida las argumentaciones para resolver estas cuestiones disponibles fueron y son aportadas y soportadas por parte de las fuerzas que evitaron –y que siguen evitando– que Nicaragua alcanzara superiores formas de relaciones sociales. En ese sentido nos llama la atención que en el exterior muchos de los pretendidos partido marxista-leninistas hayan ignorado analizar más o menos en profundidad la revolución nicaragüense de 1979; esto nos dice mucho del internacionalismo, del antirevisionismo y del nivel teórico de estos partidos. En cualquier caso la revolución afectó de uno u otro modo a todo el tejido social nicaragüense, el FSLN reclamaba formarse en las teorías científicas del marxista-leninismo. ¿Dónde están por tanto los valientes internacionalistas, antirevisionistas y grandes teóricos que analizaron en profundidad la Revolución Nicaragüense? ¿O acaso sus líderes eran de aquellos que saludaban a todo partido y gobierno que aceptaran a su partido con una sonrisa y un par de frases bonitas y por eso nunca analizaron lo acontecido en el país centroamericano?

Así pues, invitamos al lector a hacer un análisis objetivo del desarrollo del sandinismo desde su origen, pasando por el periodo revolucionario, la pérdida del poder, hasta la inserción en un sistema democrático-burgués de índole partidocrático, en donde actúa como legitimador de las formas propias de la democracia burguesa como expresión de la dictadura de la burguesía; toda vez que se trata de elementos de un mismo proceso histórico que encuentra su explicación en los acontecimientos condicionales y resultantes de cada etapa de su desarrollo en donde el FSLN siempre se ha comportado como una organización multiclasista –o al menos la mayor parte de su historia–, lo que ha evitado que cristalizara en lo que estaba llamado a convertirse, en la fuerza conductora de una revolución proletaria, en una fuerza de emancipación que dirigiría la construcción del socialismo como sistema económico-político encaminado a suprimir las contradicciones originadas por las relaciones sociales engendradas por las relaciones de producción capitalistas, así como la tenencia y concentración de los medios de producción en manos de la burguesía nicaragüense.

Entendemos que este análisis postergado demasiado tiempo permitirá comprender al lector en alguna medida los elementos que han condicionado el proceso mismo y sus ulteriores consecuencias, tomando como elemento central el por qué, en términos objetivos, el sandinismo, el FSLN, no logró desarrollar y consolidar un proceso socialista desde el punto de vista de los principios ideológicos que rigen el marxismo-leninismo; muy a pesar de que existieran por entonces condiciones objetivas y subjetivas para una transformación revolucionaria de la totalidad de la estructura y superestructura.

Veremos que a pesar de que se hizo una interpretación oportuna, objetiva y acertada, de la realidad histórica de la sociedad nicaragüense, al menos hasta el momento del triunfo de la revolución, y si se quiere hasta la fractura ocurrida con las fuerzas retardatarias que formaron parte del FSLN como fuerzas antisomocistas, no se pudo distinguir claramente un serie de desviaciones en la etapa previa al triunfo que indicaban que el FSLN no iba a llevar al país a ninguna revolución socialista por más que insistiera la propaganda nacional e internacional, apologética o crítica.

Expresar que en las siguientes líneas nos reduciremos al análisis concreto de Nicaragua pero apoyándonos en la teoría y práctica marxista-leninistas, aunque entendemos que esta degeneración sufrida por el FSLN está íntima e indisolublemente ligada a los acontecimientos externos desencadenados y sufridos por el revisionismo galopante instalado en la mayoría de los partidos comunistas, tanto en el poder como en oposición al mismo, que el FSLN terminaría reproduciendo sin complejos. Asúmase que esta degeneración a su vez es recíproca, y se ha hecho posible a efectos de los intereses de clase de la dirigencia que propició que las masas no llegaran a formarse política e ideológicamente en los clásicos del marxismo-leninismo, llegando incluso a suprimir la total formación ideológica. La militancia y las masas sencillamente fueron arrastradas por la «ola revisionista» elevada a «dogma» sin siquiera comprender el carácter de clase de la misma, y que hoy se encuentran ligadas al FSLN debido al sentimentalismo histórico por el cual se siente vinculadas a una dirigencia que dados los hechos les ha traicionado; o más bien, nunca les ha representado.

Permítasenos hacer una afirmación inicial que no solo caracteriza al proceso nicaragüense sino a todas esas experiencias revisionistas que insisten en llamarse marxistas-leninistas y de haber emprendido la construcción del socialismo: «El problema del socialismo está en que en ausencia –más bien baja presencia– de verdaderos marxistas-leninistas se multiplicaron y se siguen multiplicando las caricaturas».

***

Para completar la visión de la ideología que rige en el FSLN desde los últimos años. Recomendamos dos lecturas:

1) Equipo de Bitácora (M-L); El revisionismo del «socialismo del siglo XXI», 2013

2) Equipo de Bitácora (M-L); ¿Es Alexis Tsipras el nuevo Enrico Berlinguer?, 2015

Pedimos así mismo que se tenga en cuenta, que debido a la extensión del siguiente documento que va a disfrutar, es posible que tenga ciertas erratas ortográficas, las que pedimos se nos comunique para ir corrigiéndolas de cara a reediciones.

Notas

[1] Al lector inexperto, al no marxista-leninista: aclarar que el socialismo es un planteamiento de clase que supone la primera etapa de un proceso de transformación revolucionaria donde se destruyen las clases explotadoras, y las clases explotadas lideradas por el proletariado van convergiendo en los mismos intereses, proletarizándose, reduciendo sus diferencias de clase, preparando el terreno para poder pasar a la segunda o última etapa, el comunismo; es decir el socialismo es una etapa obligatoria previa a la construcción de una sociedad sin clases: el comunismo. Es en ese sentido que ha de ser comprendido en este documento. Los socialdemócratas hablan de socialismo –y otras tendencias ideológicas burguesas y pequeño burguesas–, pero se trata de un socialismo que no es tal, pues no parte de un planteamiento de clase como ya hemos expresado, no es el socialismo de Marx, Engels, Lenin y Stalin. El verdadero planteamiento de clase responde a los intereses de los explotados frente a los explotadores, teniendo a la clase obrera como vanguardia de dicho proceso.

[2] El keynesianismo o economía keynesiana es una teoría económica desarrollada por el estadounidense John Maynard Keynes, plasmada en su documento «Teoría general del empleo, el interés y el dinero» de 1936, cuya pretensión era dar respuesta a las contradicciones que dieron lugar a «Gran Depresión» de 1929. Su idea central es el control de la economía en épocas de crisis a través de instituciones nacionales o internacionales creadas con ese fin; e instrumentalizado a través de lo que se ha denominado como «política fiscal», es decir a través del gasto presupuestario del Estado. Su objetivo era crear demanda agregada y con ello estimular el crecimiento económico y el empleo. En esencia se trata de una economía capitalista desregulada pero centralizada en aspectos concretos; algo que es preciso que quede claro de cara a este documento.

[*] Lectura Online AQUÍ [SCRIBD] ó Descarga en PDF AQUÍ [MEGA].

[**] Todos los documentos en el Blog de Equipo de Bitácora (M-L) AQUÍ.

[***] Todos los documentos en PDF editados por el «Equipo de Bitácora (M-L)» en el apartado BIBLIOTECA.

jueves, 16 de julio de 2015

La segunda «bajada de pantalones» de SYRIZA y la respuesta espontánea del pueblo griego [Recopilación documental]; Equipo de Bitácora (M-L), 2015

SYRIZA tan solo lleva en el gobierno seis meses y ya ha traicionado abiertamente dos veces su propia línea programática, ya son dos veces las que ha tomado el pelo y traicionado los intereses de las clases trabajadoras griegas. Repasemos los acontecimientos brevemente desde enero hasta aquí:

1) Sin duda el triunfo electoral de SYRIZA en enero de 2015 atrapó en euforia a muchos sin formación ideológica, o simples seguidistas de los medios de comunicación, y en consecuencia creyeron realmente en SYRIZA como el partido que resolvería de modo revolucionario la crisis económica griega, e incluso como un partido para navegar hacia aguas socialistas. Así lo registramos:

«Con el triunfo de SYRIZA –en español: Coalición de Izquierdas Radical– de Alexis Tsipras en las recientes elecciones al parlamento del 25 de enero de 2015, queríamos repasar ciertos fenómenos acaecidos en Grecia, de sus partidos, y hacer un repaso histórico de todo este contexto. Y dado el hecho de que no son pocos pseudorevolucionarios que han caído en la euforia del triunfo de este partido –a causa de su endeble preparación ideológica que es explotada por los medios de comunicación de la pseudoizquierda en favor de SYRIZA y de los medios más conservadores en contra de SYRIZA–, y que insisten en un pretendido cambio de dirección política hacia la «izquierda», e incluso existen los que se atreven a emplear el apelativo de que es un partido revolucionario, antiimperialista, rupturista con el sistema capitalista, en pro del socialismo –nada más lejos de la realidad–, se hace necesario pues, este documento, similar al que en su día hicimos con el ascenso gradual de Podemos en la política española». (Equipo de Bitácora (M-L); Syriza y la euforia de la llamada «izquierda» [Recopilación Documental], 28 de enero de 2015)

2) La primera «bajada de pantalones», claudicación, capitulación, traición, o como quiera llamarse vino con el listado de reformas del Gobierno Griego al Eurogrupo el 20 de febrero de 2015, este listado incluía:

«Consolidar los planes privados de pensiones como forma de reducir los gastos de la Seguridad Social: Sí, ha leído bien, Syriza promoverá el uso de los planes privados de pensiones para evitar que los gastos en la Seguridad Social sigan creciendo. Supongo que a esto se referirán muchos cuando hablan de «desmantelar y privatizar por la puerta de atrás el Estado de Bienestar para promover el negociete de los bancos». Bueno, si es así, en Grecia disponen de todo un referente al respecto. No readmisión de los funcionarios despedidos por los anteriores gobiernos: Syriza se compromete a no bajar los sueldos de los funcionarios pero tampoco tiene permitido incrementar el gasto total en salarios públicos. O dicho de otra forma, ni subidas salariales ni nuevas contrataciones –salvo para reponer la plaza de algunos de los funcionarios que se vayan jubilando–. Como Rajoy, vaya. Recortes en educación, sanidad y asistencia social: Syriza se compromete a «revisar y controlar el gasto en todas las áreas de la administración –educación, defensa, transporte, ayuntamientos y beneficios sociales–». Asimismo, también habla de «controlar el gasto sanitario y mejora la provisión de servicios de calidad, asegurando el acceso universal». El lenguaje típicamente troikiano –idéntico al utilizado por Rajoy para aprobar sus propios recortes– apunta, como poco, a que los recortes anteriores se mantendrán cuando no ahondarán. No habrá más gasto en servicios sociales, de modo que es de suponer que la «crisis humanitaria» provocada por el austericidio en materia de política social seguirá tal cual. Mantener todos los compromisos de privatizaciones de activos públicos: Las privatizaciones ya acordadas se mantendrán en las condiciones aprobadas por los anteriores gobiernos –¿Syriza ratifica el reparto caprichoso de «lo público» acometido por la cleptocracia anterior?–. Los proyectos de privatización no se cancelarán, si bien podrán revisarse las condiciones preliminarmente acordadas. La Troika decidirá cuándo se sube el salario mínimo: Aquí sí son bastante claros cuando dicen que «la magnitud y el momento de cambiar el salario mínimo se consultará con los socios europeos y las instituciones internacionales, incluyendo la OIT, así como de una nueva autoridad independiente que evaluará si los cambios en los salarios van en línea con la mejora de la productividad y de la competitividad». Primero aumento de la productividad, luego aumento de los salarios mínimos. Lo mismo que hemos venido escuchando en España desde hace años». (Libremercado; Syriza se arrodilla ante la Troika, 25 de febrero de 2015)

3)  SYRIZA, el presunto partido que llego al poder bajo los lemas «antiausteridad» pensó en convocar un referéndum el 5 de julio de 2015 para ver si se votaba el «» y de nuevo el gobierno llegaba a un nuevo acuerdo de rescate con la Troika, o si se votaba el «NO» y rechazaba el mencionado nuevo rescate, y sus condiciones, y en su lugar presumiblemente el gobierno tomaría otras medidas económicas necesarias para acabar con la crisis económica y el sufrimiento del pueblo griego. Con una participación del 62,50% se consiguió un NO rotundo respaldado por el 61,31%. ¿Pero que hizo el partido abanderado del «NO» y de la «antiausteridad»? Cometer una segunda barrabasada de cara al pueblo griego y aceptar un nuevo rescate el tercero para Grecia– a cambio de aceptar como condiciones subir los impuestos y las bajar las pensiones. ¡Lo gracioso es que encima Tsipras ha tenido que sacar tales reformas en el Parlamento Griego con la ayuda de los votos de Nueva Democracia y el PASOK!, pues 32 diputados de su propio partido –SYRIZA se han negado a votar a favor de las reformas que la Troika exige para el nuevo rescate. ¡Penosa y patética situación surrealista la que nos regala para los anales de la historia el señor Tsipras!

¿Y muchos lectores aún se preguntaran pues de donde salía esa actitud tan demagógica, claudicante, voluble e inestable? 

a) Pues de las concepciones económicas revisionistas de la economía mixta, promulgadas ya en su momento por los revisionistas del eurocomunista Partido Comunista de Santiago Carrillo en su programa, o de las recetas económica del Frente Sandinista de Liberación Nacional de Daniel Ortega de los 80, ¡O de la economía mixta de la Nicaragua actual, pues recordemos que Tsipras se declara admirador y seguidor del «socialismo del siglo XXI»:

«También, entre otros, es de vital importancia para redefinir el papel y la contribución de todas las formas económicas, las empresas públicas, las pequeñas empresas privadas, grandes empresas privadas, cooperativas e iniciativas económicas solidarias basadas, en el marco de una economía mixta, para un planeado y específica transición a un nuevo sistema productivo, socialmente justo y ambientalmente sostenible. (...) Vamos a investigar directamente las opciones para la formación de colaboraciones programáticas entre el sector público y las empresas privadas, locales y extranjeras, destinados a desarrollar las empresas y la expansión en nuevos sentidos de maniobra tanto en Grecia como en el extranjero». (Yannis Dragasakis; El Programa Económico de SYRIZA-EKM, 2012)

b) Del propio concepto de los líderes de SYRIZA sobre la Unión Europea:

«En la cuestión de la Comunidad Económica Europea, que es lo que hoy conocemos como Unión Europea, el partido griego de SYRIZA es favorable a que Grecia participe en ella, y propone como el Partido Comunista Italiano –y otras organizaciones revisionistas– en su momento cambiarla en pro del socialismo desde dentro a través del Parlamento Europeo. Para tal propósito SYRIZA se une a otros partidos de «izquierda» como Izquierda Unida de España y Podemos de España, el Partido de la Refundación Comunista en Italia –uno de los sucesores de mantener el PCI de Berlinguer– entre otros, y forman el Partido de la Izquierda Europea en el Parlamento Europeo». (Equipo de Bitácora (M-L); ¿Es Alexis Tsipras el nuevo Enrico Berlinguer?, 2015)

c) De la propia estructura organizativa e ideológica de su partido:

«Por supuesto un partido que no tiene claridad en lo ideológico da pie a la introducción de manifestaciones e institucionalización de ideologías burguesas y pequeño burguesas en su seno, eso incluye desde desviaciones anarquistas, reformistas, revisionistas, sindicalistas, y todas las imaginables, y a que cada grupo presente su plataforma ideológica y organizativa, traduciéndose en el surgimiento de fracciones y líneas. Todo ello es consecuencia de que en dicho partido no se deje claro de qué ideología rige el partido y eso redunda en que entre sus miembros nunca estén de acuerdo ni siquiera en cuáles son los objetivos de militar en tal partido, pues cada uno tendrá los suyos según su ideología particular; ni cuáles son los objetivos mínimos y máximos cuando el partido tenga el poder en sus manos; pues cada uno tendrá su visión de sociedad a construir». (Equipo de Bitácora (M-L); ¿Es Alexis Tsipras el nuevo Enrico Berlinguer?, 2015)

4) Recordemos la reacción y postura de las organizaciones aliadas de SYRIZA en el Parlamento Europeo como Podemos durante el 23 de febrero ante el acuerdo entre SYRIZA y la Troika. Allí Pablo Iglesias dijo aquello de «Por fin hay un gobierno del sur de Europa que negocia y no obedece». Esto como comentamos significaba que:

«O lo que es lo mismo, está contento de que el nuevo gobierno griego haya podido «negociar» para acabar haciendo lo mismo que los gobiernos que no «negociaban sino directamente obedecían»: esto es, realizar reformas en detrimento de las clases trabajadoras y en pro de la burguesía nacional y extranjera por exigencia y presión directa de la Troika –Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional–. Con este ejemplo sencillo nos preguntamos: ¿qué credibilidad le puede quedar a Pablo Iglesias cuando declaraba en esa misma entrevista que «hay varios sectores que creo que deberían ser desprivatizados» cuando apoya el listado de reformas de Alexis Tsipras del 20 de febrero que reniega del programa desprivatizador de SYRIZA con el que acababa de llegar al poder? ¿Quién va a creer en cualquiera de las otras propuestas similares a las de SYRIZA que ha prometido Podemos? ¿Quién va a creer entonces a este Tsipras español sino los que se benefician de la falsa apariencia de «cambio» con Podemos?». (Equipo de Bitácora (M-L); El desgaste paulatino de la credibilidad de Podemos, 23 de marzo de 2015)

El 5 de julio de 2015 tuvo lugar el referéndum griego de 2015. Con un 62.50 % la opción del NO triunfó. El pueblo griego rechazó abiertamente las condiciones del rescate propuesto por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo. Bien, ¿y cuál ha sido la postura de Podemos en este nuevo acuerdo para el rescate? Como en febrero de 2015, Podemos ha adoptado un patético seguidismo carente de análisis y crítica. ¿Qué ha dicho Pablo Iglesias ante el último show de Tsipras de aceptar pese a todo las condiciones de la Troika desoyendo a sus votantes y su pueblo? Iglesias le ha justificado diciendo que «Tristemente lo único que podían hacer» y que ellos  ya dijeron que apoyarían «lo que apoye el Parlamento griego» y que serían «respetuosos con lo que apoyaran ellos». ¡¿Y ya está?! ¿Eso es todo el análisis de este «gran adaptador de las ideas leninistas a nuestros tiempos» como le califica Anguita para risa de todos? Este tipo de respuestas cortas y oportunistas ante una situación tan sumamente capituladora nos recuerda enormemente a cuando Andréi Zhdánov respondía ante las justificaciones del revisionista italiano Luigi Longo, diciéndole que para ser un «revolucionario» quería ser «más parlamentarista que los propios parlamentarios» demócrata-burgueses en sus soluciones para Italia.

5) Los oportunistas «cuentacuentos» ahora, ante el ridículo histórico y monumental de su ídolo de barro Alexis Tsipras, nos intentan vender que la «opción revolucionaria griega» puede que pase por Yanis Varufakis, ¡si señores, según esta gente los destinos del proletariado griego para algunos pasan por el antiguo asesor del socialdemócrata Yorgos Papandreu del PASOK y del hombre que entregó la claudicación al Eurogrupo de febrero de 2015! Pongamos el ejemplo sencillo de cuando los mismos «cuentacuentos» nos decían que el giro a la derecha constante de Podemos en marzo eran a causa de que un solo hombre, Juan Carlos Monedero, que el pobre había sido «forzado a  dimitir» obgliando al partido a quedar a merced de los menos revolucionarios, ¿cuál fue nuestra respuesta ante tal teoría?:

«No hay que ver la dimisión de los cargos de dirección de Monedero equivocadamente; no significa que se haya acabado la «única posibilidad que había de que alguien comandara Podemos para que este deviniera en una organización marxista o mínimamente aceptable para los intereses del proletariado», ¡no!, como decimos, Monedero ha sido víctima de sus propias convicciones, decisiones y desviaciones por meterse en un partido basado en la libre proliferación de principios liberales de organización y de libre eclecticismo ideológico, y en este mar de fuerzas revisionistas ha resultado perdedor en este choque de olas de las distintas tendencias, pero Monedero no es ningún referente marxista del panorama español, no hay que ver más que su reivindicación de Eduardo Galeano –conocido trotskista y antistalinista ahora llorado por los revisionistas–, su asesoría al gobierno venezolano –del socialismo del siglo XXI–, su asesoría al ex coordinador de Izquierda Unida Gaspar Llamazares –más derechista si cabe que el viejo revisionista de Julio Anguita–  o su propagación «machacona» de la teoría de Pablo Iglesias del «precariado» –teoría degenerada que niega al proletariado como tal– demuestran que estamos ante una de las figuras más despreciables del revisionismo contemporáneo español. No dudamos que si este partido u otro de la burguesía le da la oportunidad, le volverán a aupar para seguir trabajando en primer plano en el engaño de las masas trabajadoras». (Equipo de Bitácora (M-L); Y cuanto más se acercan las elecciones generales, Podemos recula más y más en su programa y discurso [Recopilación de documentos], 2 de mayo de 2015)

¿Y bien? ¿Cuanto ha durado el supuesto ostracismo del mismo? ¿Acaso Monedero no sigue dentro de Podemos, no ha estado en primera fila aplaudiendo a Pablo Iglesias en el Foro del Cambio en Vallecas el 11 de julio de este año? ¿Pese a sus «denuncias revolucionarias» no sigue apoyando en la práctica todo lo que ha denunciado? ¿Y lo que nunca ha denunciado? ¿No sigue siendo cómplice de toda la parafernalia «engañabobos» de Podemos? 

6) Eso nos lleva a otro punto. ¿Es cierto que existe división en SYRIZA, que incluso SYRIZA cualquier día se puede resquebrajar ante sus contradicciones y constante pérdida de influencia? Ciertamente, hemos visto que esto puede pasar ya que hemos sido testigos de las dimisiones del secretario general de Seguridad Social, Yorgos Romaniás, el secretario general de Economía, Manos Manusakis, o la propia negativa de varios diputados a votar a favor de Tsipras y las reformas de la Troika para el nuevo rescate. Pero esto es un problema inherente a cualquier organización revisionista de este tipo:

«Ya en las primeras semanas de su mandato en el gobierno, hemos podido ser testigos de la crítica interna de varios miembros de SYRIZA a la cúpula, los cuales están descontentos con su organización y con la actuación de Alexis Tsipras. Algunos personajes que habían apoyado la formación se han indignado apoyándose en que el gobierno de SYRIZA ha rebajado el lenguaje contra las instituciones que decía luchar, y que ha renunciado a cumplir con su programa a cambio de conseguir un nuevo rescate. (...) Con estos reclamos nadie debería asustarse si SYRIZA, como «partido multitendencia», le pasa como a otros partidos revisionistas que en su proceso de degeneración hacia la institución oficial como partido reformista socialdemócrata y el devenir de los acontecimientos hace que dicho partido se comprima el solo en una lucha de fracciones y líneas que de pie a que el partido: 1) se autodisuelva; 2) que se disuelva en un partido oficialmente socialdemócrata; 3) que veamos al viejo partido revisionista refundando en un nuevo partido bajo la oficialidad socialdemócrata; 4) o que seamos testigos de una nueva unión de partidos. Una crisis por la mala gestión gubernamental, o la pérdida del poder en las próximas elecciones, o la no vuelta al poder y la sucesión de años en la oposición podría azuzar la lucha interior en SYRIZA y derivar en lo ya expresado». (Equipo de Bitácora (M-L); ¿Es Alexis Tsipras el nuevo Enrico Berlinguer?, 2015)

7) ¿Era por tanto SYRIZA en enero o ahora en julio una opción plausible de garantía para los intereses de la clase obrera griega y el resto de las masas populares? ¿Iba o va a plantar cara a la Troika? No:

«SYRIZA no supone una ruptura con el sistema, sino su regeneración, bajo máscaras, de pseudoizquierda y pseudoprogresismo: dicho partido sencillamente administrará el Estado burgués-capitalista en la crisis existente. Es decir; SYRIZA no supone, ni puede suponer un factor de cambio en la sociedad griega; que la misma mantendrá a los griegos atados a los monopolios, a las directrices del la Troika –Comisión Europea + Banco Central Europeo + FMI–; del mismo modo que mantendrá la dependencia de la OTAN que está entre los factores de la crisis griega». (Equipo de Bitácora (M-L); Syriza y la euforia de la llamada «izquierda» [Recopilación Documental], 28 de enero de 2015)

8) ¿Qué ha provocado Tsipras y SYRIZA con estos viejos y nuevos oprobios que afectan a la dignidad de los griegos y a la soberanía griega? Desde luego la continuación de la crisis económica,  la pauperización del nivel de vida, la subida de los precios, el «corralito» en los bancos, y ahora la subida de impuestos, bajada de pensiones, ¿Y cómo le han devuelvo el gesto del gobierno las masas populares? Con nuevas huelgas y disturbios espontáneos de la población, que por supuesto están lejos de ser aprovechados por un partido marxista-leninista inexistente en el país heleno.

9) ¿Acaso la vieja organización revisionista del Partido Comunista Griego podrá pescar en aguas revueltas? Esta organización ni ha aprovechado los acontecimientos desde que se inició la crisis a finales de 2009 ni se espera que lo haga, no porque no tenga la oportunidad manifiesta, sino porque sus movimientos son insuficientes como para captar la atención de las masas y tomar el poder, con lo que logra quedarse en tierra de nadie no sabiendo ni refutar la influencia de los viejos partidos ND-PASOK, ni del «socialismo del siglo» XXI de SYRIZA, ni siquiera la del neofascismo de Amancer Dorado; queda atrapado en una triple pinza donde su discurso es torpe y poco interesante y donde sus acciones son todavía más paupérrimas –sobre todos al estar inundados de un profundo respeto por la legalidad burguesa, el cretinismo parlamentario y el economicismo–, de hecho este partido revisionista lejos de avanzar en influencia está quedando relegada. El panorama griego más bien parecer ser que ante una caída de SYRIZA se harán con el poder –en este orden–: 1) de nuevo el PASOK o Nueva Democracia –bien por dimisión del gobierno de SYRIZA o por elecciones anticipadas–; ó 2) se dé un repunte del fascismo bien por medio de Amanecer Dorado o que se dé un golpe militar.

10) ¿Pueden existir 
«a estas alturas de la película tanto dentro como fuera de Grecia defensores acérrimos o apologistas del «mal menor, que sigan manteniendo su apoyo a SYRIZA? Por supuesto, como el sabio refranero español dice: «Cuando un tonto coge un camino el camino se acaba y el tonto sigue».

El documento:

Podemos respalda el acuerdo de Tsipras con la troika: "Apoyamos lo mismo que el Parlamento griego"

Íñigo Errejón y Pablo Iglesias. / Efe

Andrés Gil/Irene Castro 
16/07/2015 - 13:05h

"Es tristemente lo único que podía hacer". Así ha descrito el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, el acuerdo alcanzado por el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y la troika: "La política es abyecta".

"¿Hacemos política o nos volvemos todos a la acaldemia a seguir haciendo análisis estupendos?", se ha preguntado Iglesias al entrar en la presentación del libro Redes de indignación y esperanza, de Manuel Castells, este jueves al mediodía, en la que Iglesias ha aceptado tres preguntas: "Si la mayoria de los griegos aceptaban.. Los que mandan en Europa son antidemócratas, pero tienen medios de comunicación diciendo: 'los democratas son estos, los antidemócratas son los que hacen populismo'. En políticapolítica no cuentan las razones, tu capacidad de diagnóstico, cuenta el poder y un país del sur tiene muy poquito poder".

"Lo que ha ocurrido en Grecia es la verdad del poder", ha insistido Iglesias: "Si se articula una suerte de nuevos gobiernos en Europa con políticapolíticas keynesianas, si conseguimos doblar el brazo a los socialdemócratas y que cambien de bando habrá una posibilidad. Y, si no, vendrá Marine Le Pen y dirá: 'Hemos ganado las elecciones en Francia, tenemos armas nucleares y nuestro principal aliado es Rusia. Ni Unión Europea ni OTAN. Si ganamos aquí, el enemigo son las élites locales a las que vamos a hacer llorar un poquito. Y si no, ¿la alternativa es Marine Le Pen? Alianzas con Rusia, vísperas de la tercera guerra mundial. La políticapolítica es abyecta".

El Congreso de los Diputados votará el acuerdo alcanzado entre Grecia y las instituciones europeas para un nuevo rescate. "El Parlamento español no ha votado el rescate a la banca", ha explicado este jueves el secretario político de Podemos, Íñigo Errejón, "que ni siquiera se ha comprometido a devolver las ayudas públicas. Cuando las deudas las tienen banqueros y eléctricas, se perdonan. Es una maniobra electoral y un fraude, nadie preguntó a los españoles si quierían que se cambiara la Constitución, y ahora hay cosas que parecen urgentes por debatir. Hay sobreactuación y se quiere apretar en discusiones y reformas legislativas para apurar los últimos meses en este Parlamento, que se van a cambiar en el siguiente, como la ley Mordaza".

Pero, ¿qué votaría Podemos? Errejón responde: "Los líderes europeos han dado una patada hacia adelante al problema, debilitan a un Gobierno salido de las urnas, porque si no lo hicieran se caería la excusa de que no hay alternativa a la austeridad. Los países que se ponen del lado de Merkel votan contra sus propios pueblos. Este acuerdo, difícil, como ha reconocido Tsipras, es el acuerdo posible ante la intransigencia de los líderes europeos, la mejor solución alcanzable, aunque no está hecho pensando en el futuro del euro ni la UE". ¿Entonces? "Nosotros apoyaríamos lo que apoye el Parlamento griego y seríamos respetuosos con lo que apoyaran ellos", concreta el secretario político de Podemos.

Errejón, junto con el responsable del Instituto 25M de Podemos, Jorge Lago, y el secretario general del partido, Pablo Iglesias, han presentado este jueves por la mañana la  Universidad de Verano de Podemos. Iglesias sólo ha respondido pregunas sobre este encuentro, y ha delegado en Errejón las cuestiones sobre política general.

Universidad de Verano

La Universidad de Verano, entre el 23 y el 26 de julio en la Complutense de Madrid y en espacios de teatro y conciertos, supone "encuentro, formación, debate y análisis en torno a las principales cuestiones que debe afrontar Podemos en los próximos meses", afirma el partido.

"Cuando se escriba de Podemos", explica Iglesias, "habrá que decir que no hubo una fuerza política en España como Podemos para la que las reflexiones teóricas fueran tan importantes para diseñar una línea y una estrategia política. Para nosotros, lo que representó el 15M fue una invitación a la reflexión. Comenzamos a hacer una reflexión quizá muy sofisticada sobre lo que estaba ocurriendo y llegamos a lanzar una hipótesis política sobre cómo intervenir y la llevamos a cabo. Y tuvimos el placer de que se verificaron. El 15M representaba una crisis orgánica, de régimen. Una de las claves desde ese régimen es la derrota en términos sociales y culturales de una izquierda con una serie de aspiraciones; es la época en la que el neoliberalismo se convierte en la ley de la gravedad de las relaciones económicas; un régimen exitoso. Y hubo quien vio el 15M con una revancha de la izquierda, pero no fue eso, representó la crisis de un modelo con ingredientes ajenos a esa geografía izquierda-derecha. Decían: queremos democracia y señalaban como enemigo a las élites económicas y políticas. Esos ejes eran para nosotros los que tenían que representar el proyecto político de cambio. La geografía izquierda-derecha es de régimen y el 15M permitía una geografía nueva, patear el tablero y hablar de los de arriba y los de abajo, construir una mayoría política con una mayoría social diversa. Nosotros construimos una identidad plebeya, lo que podía representar la fractura entre el caradura que viaja en business frente al que va en metro".

"Esa reflexión teórica", ha proseguido Iglesias, "ha sido lo que ha explicado nuestro éxito. El éxito fundamental tiene que ver con esa manera de plantear las cosas. Por eso para nosotros es importante la reflexión teórica sobre, también, las posibilidades de gobernar. Grecia ha revelado los límites institucionales de la posibilidad de gobernar. Los griegos han votado épicamente. Lo que nosotros planteamos es enormemente modesto: una reforma fiscal para una redistribución mayor, doblar el brazo a la socialdemocracia para que cambie de bando y mayor protección social. Fruto de esa reflexión se explican los diseños comunicativos de Podemos, pero en nuestros propios círculos personales pensamos que se nos ha comprendido muy poco".

Iglesias ha afirmado que "es imposible gobernar sin diagnósticos y sin proyecto de país. En España no se milita en partidos, se milita en los medios de comunicación, politizan más que los partidos, marcan en el terreno de juego con las preguntas que se formulan. Por eso hemos querido esta reflexión, la Universidad de Verano".