«La lucha de clases es la fuerza motriz principal, no sólo en la sociedad que alberga en su seno clases antagónicas, sino que en toda sociedad aún dividida en clases, incluyendo a la sociedad socialista.
Los grandes maestros clásicos del marxismo-leninismo han descrito la lucha de clases como «la fuerza que determina el desarrollo de la sociedad», «el verdadero motor de la historia», «la base de todo desarrollo y su fuerza motriz».
¿Es esto cierto para nuestra sociedad socialista también, en la que se han eliminado las clases explotadoras, y en el que han surgido otras fuerzas motrices importantes?
Durante el tiempo que la pregunta «¿quién ganará?» no se haya resuelto por completo y, finalmente; por el tiempo en que la contradicción fundamental sigue siendo la contradicción entre el socialismo y el capitalismo, entre el camino socialista y el camino capitalista, es decir, hasta el comunismo en sí, en esencia, la definición que los grandes maestros del marxismo-leninismo han dado acerca de la lucha de clases no cambia. La lucha de clases seguirá siendo la esencia de todas las otras fuerzas motrices de la sociedad socialista. Sólo la profunda comprensión y la decidida e incesante decisión de librar la lucha de clases permiten a las otras fuerzas motrices de la sociedad socialista actuar con todas sus fuerzas.
Nuestro partido siempre ha estado claro en cuanto a que la lucha de clases continúa durante todo el período de transición del capitalismo al comunismo. Atacando el punto de vista de los revisionistas jruschovistas, que habían proclamado que la lucha de clases era cosa del pasado en el socialismo, en el Vº Congreso del Partido del Trabajo de Albania (PTA) de 1966 se denunció en consecuencia este errado punto de vista; refutando que la lucha de clases continúa incluso después de la eliminación de las clases explotadoras y, al mismo tiempo expuso los argumentos de por qué y contra los que sigue la lucha de clases. Esta tesis está en completo acuerdo con lo que dijo Lenin, de que:
«El proletariado no cesa la lucha de clases después de la toma del poder del Estado, sino que continúa hasta que la eliminación de las clases». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Un gran comienzo, 28 de junio de 1919)
Es decir, en el comunismo.
En el XVIIº Congreso del Partido Bolchevique celebrado durante 1934, Stalin, de igual modo, declaró sin rodeos:
«La supresión de las clases no puede venir espontáneamente, por decirlo así. Hay que conquistarla y construirla con los esfuerzos de todos los trabajadores, fortaleciendo los órganos de la dictadura del proletariado, desarrollando la lucha de clases, suprimiendo las clases, liquidando los restos de las clases capitalistas, luchando contra los enemigos, tanto del interior como del exterior». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Informe en el XVIIº Congreso del Partido Comunista (bolchevique) de la Unión Soviética, 26 de enero de 1934)
En el VIIº Congreso del PTA de 1976 se reiteró esta correcta tesis marxista-leninista demostrada en la práctica, que describe la lucha de clases como un fenómeno objetivo en el socialismo, y también, como el principal motivo que determina el desarrollo de esa sociedad.
La lucha de clases tiene una base en nuestra sociedad:
Por un lado, la existencia de restos de las clases explotadoras y sus objetivos y esfuerzos por recuperar su poderío de clase perdido, sus riquezas, sus privilegios y prerrogativas; el cerco imperialista-revisionista hostil del exterior los objetivos y esfuerzos de los enemigos externos de nuestro país los cuales pretenden destruir nuestro régimen socialista por medio de la agresión ideológica o la agresión militar; la aparición de nuevos elementos capitalistas y nuevos enemigos internos que se convierten en un gran peligro para el partido y el poder del proletariado, para el socialismo en sí; los posos de la vieja sociedad que continuaran existiendo durante mucho tiempo en la conciencia de los hombres, sus consecuencias inmediatas que se convierten en un obstáculo para la ideología del proletariado y de la política del partido dominante; el llamado «derecho burgués» en el ámbito de la distribución que la sociedad socialista está obligado a utilizar aunque se limita cada vez más, las diferencias entre la ciudad y el campo, las del trabajo físico y el trabajo mental, etc., etc. Todas estas cargas con la que cuenta la sociedad socialista no se pueden suprimir inmediatamente.
La lucha de clases tiene su origen no sólo en estas cosas mencionadas anteriormente, sino también en otro aspecto que a veces se pasa por alto: en los objetivos y esfuerzos de la clase obrera y su aliado el campesinado cooperativista bajo la dirección del partido proletario para arrancar de raíz hasta el último rastro de la sociedad capitalista para llevar a la revolución socialista a su victoria completa y final, hasta la construcción completa de la sociedad socialista y comunista, en defender cada victoria de la revolución y evitar un retorno al capitalismo, en eliminar por completo las clases, así como para contribuir a la eliminación de la opresión y explotación imperialista-revisionista y el triunfo del socialismo a escala mundial». (Nexhmije Hoxha; Algunas cuestiones fundamentales de la política revolucionaria el Partido del Trabajo de Albania sobre el desarrollo de la lucha de clases, 27 de junio de 1977)
Los grandes maestros clásicos del marxismo-leninismo han descrito la lucha de clases como «la fuerza que determina el desarrollo de la sociedad», «el verdadero motor de la historia», «la base de todo desarrollo y su fuerza motriz».
¿Es esto cierto para nuestra sociedad socialista también, en la que se han eliminado las clases explotadoras, y en el que han surgido otras fuerzas motrices importantes?
Durante el tiempo que la pregunta «¿quién ganará?» no se haya resuelto por completo y, finalmente; por el tiempo en que la contradicción fundamental sigue siendo la contradicción entre el socialismo y el capitalismo, entre el camino socialista y el camino capitalista, es decir, hasta el comunismo en sí, en esencia, la definición que los grandes maestros del marxismo-leninismo han dado acerca de la lucha de clases no cambia. La lucha de clases seguirá siendo la esencia de todas las otras fuerzas motrices de la sociedad socialista. Sólo la profunda comprensión y la decidida e incesante decisión de librar la lucha de clases permiten a las otras fuerzas motrices de la sociedad socialista actuar con todas sus fuerzas.
Nuestro partido siempre ha estado claro en cuanto a que la lucha de clases continúa durante todo el período de transición del capitalismo al comunismo. Atacando el punto de vista de los revisionistas jruschovistas, que habían proclamado que la lucha de clases era cosa del pasado en el socialismo, en el Vº Congreso del Partido del Trabajo de Albania (PTA) de 1966 se denunció en consecuencia este errado punto de vista; refutando que la lucha de clases continúa incluso después de la eliminación de las clases explotadoras y, al mismo tiempo expuso los argumentos de por qué y contra los que sigue la lucha de clases. Esta tesis está en completo acuerdo con lo que dijo Lenin, de que:
«El proletariado no cesa la lucha de clases después de la toma del poder del Estado, sino que continúa hasta que la eliminación de las clases». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Un gran comienzo, 28 de junio de 1919)
Es decir, en el comunismo.
En el XVIIº Congreso del Partido Bolchevique celebrado durante 1934, Stalin, de igual modo, declaró sin rodeos:
«La supresión de las clases no puede venir espontáneamente, por decirlo así. Hay que conquistarla y construirla con los esfuerzos de todos los trabajadores, fortaleciendo los órganos de la dictadura del proletariado, desarrollando la lucha de clases, suprimiendo las clases, liquidando los restos de las clases capitalistas, luchando contra los enemigos, tanto del interior como del exterior». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Informe en el XVIIº Congreso del Partido Comunista (bolchevique) de la Unión Soviética, 26 de enero de 1934)
En el VIIº Congreso del PTA de 1976 se reiteró esta correcta tesis marxista-leninista demostrada en la práctica, que describe la lucha de clases como un fenómeno objetivo en el socialismo, y también, como el principal motivo que determina el desarrollo de esa sociedad.
La lucha de clases tiene una base en nuestra sociedad:
Por un lado, la existencia de restos de las clases explotadoras y sus objetivos y esfuerzos por recuperar su poderío de clase perdido, sus riquezas, sus privilegios y prerrogativas; el cerco imperialista-revisionista hostil del exterior los objetivos y esfuerzos de los enemigos externos de nuestro país los cuales pretenden destruir nuestro régimen socialista por medio de la agresión ideológica o la agresión militar; la aparición de nuevos elementos capitalistas y nuevos enemigos internos que se convierten en un gran peligro para el partido y el poder del proletariado, para el socialismo en sí; los posos de la vieja sociedad que continuaran existiendo durante mucho tiempo en la conciencia de los hombres, sus consecuencias inmediatas que se convierten en un obstáculo para la ideología del proletariado y de la política del partido dominante; el llamado «derecho burgués» en el ámbito de la distribución que la sociedad socialista está obligado a utilizar aunque se limita cada vez más, las diferencias entre la ciudad y el campo, las del trabajo físico y el trabajo mental, etc., etc. Todas estas cargas con la que cuenta la sociedad socialista no se pueden suprimir inmediatamente.
La lucha de clases tiene su origen no sólo en estas cosas mencionadas anteriormente, sino también en otro aspecto que a veces se pasa por alto: en los objetivos y esfuerzos de la clase obrera y su aliado el campesinado cooperativista bajo la dirección del partido proletario para arrancar de raíz hasta el último rastro de la sociedad capitalista para llevar a la revolución socialista a su victoria completa y final, hasta la construcción completa de la sociedad socialista y comunista, en defender cada victoria de la revolución y evitar un retorno al capitalismo, en eliminar por completo las clases, así como para contribuir a la eliminación de la opresión y explotación imperialista-revisionista y el triunfo del socialismo a escala mundial». (Nexhmije Hoxha; Algunas cuestiones fundamentales de la política revolucionaria el Partido del Trabajo de Albania sobre el desarrollo de la lucha de clases, 27 de junio de 1977)
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