martes, 30 de enero de 2018

La necesidad de entender los flujos y reflujos del movimiento y la táctica


«La táctica consiste en determinar la línea de conducta del proletariado durante un período relativamente corto de flujo o de reflujo del movimiento, de ascenso o de descenso de la revolución; la táctica es la lucha por la aplicación de esta línea de conducta mediante la sustitución de las viejas formas de lucha y de organización por formas nuevas, de las viejas consignas por consignas nuevas, mediante la combinación de estas formas, etc., etc. Mientras el fin de la estrategia es ganar la guerra, supongamos, contra el zarismo o contra la burguesía, llevar a término la lucha contra el zarismo o contra la burguesía, la táctica persigue objetivos menos esenciales, pues no se propone ganar la guerra tomada en su conjunto, sino tal o cual batalla, tal o cual combate, llevar a cabo con éxito esta o aquella campaña, esta o aquella acción, en correspondencia con la situación concreta del período dado de ascenso o descenso de la revolución. La táctica es una parte de la estrategia, a la que está supeditada, a la que sirve.

La táctica cambia con arreglo a los flujos y reflujos. Mientras que durante la primera etapa de la revolución –de 1903 a febrero de 1917– el plan estratégico permaneció invariable, la táctica se modificó varias veces. En 1903-1905, la táctica del partido fue una táctica ofensiva, pues se trataba de un período de flujo de la revolución; el movimiento iba en ascenso, y la táctica debía partir de este hecho. En consonancia con ello, las formas de lucha eran también revolucionarias y correspondían a las exigencias del flujo de la revolución. Huelgas políticas locales, manifestaciones políticas, huelga política general, boicot de la Duma, insurrección, consignas revolucionarias combativas; tales fueron las formas de lucha que se sucedieron durante este período. En relación con las formas de lucha, cambiaron también, en este período, las formas de organización. Comités de fábrica, comités revolucionarios de campesinos, comités de huelga, Soviets de Diputados Obreros, el partido obrero más o menos legal: tales fueron las formas de organización durante este período.

En el período de 1907-1912, el partido se vio obligado a pasar a la táctica de repliegue, pues asistíamos a un descenso del movimiento revolucionario, a un reflujo de la revolución, y la táctica no podía por menos de tener en cuenta este hecho. En consonancia con ello, cambiaron tanto las formas de lucha como las de organización. En vez del boicot de la Duma, participación en ella; en vez de acciones revolucionarias abiertas fuera de la Duma, acciones dentro de la Duma y labor en ella; en vez de huelgas generales políticas, huelgas económicas parciales, o simplemente calma. Se comprende que el partido hubo de pasar en este período a la clandestinidad; las organizaciones revolucionarias de masas fueron sustituidas por organizaciones culturales y educativas, por cooperativas, mutualidades y otras organizaciones de tipo legal.

Otro tanto puede decirse de la segunda y la tercera etapa de la revolución, en el transcurso de las cuales la táctica cambió decenas de veces, mientras los planes estratégicos permanecían invariables.

La táctica se ocupa de las formas de lucha y de organización del proletariado, de los cambios y de la combinación de dichas formas. Partiendo de una etapa dada de la revolución, la táctica puede cambiar repetidas veces, con arreglo a los flujos y reflujos, al ascenso o al descenso de la revolución». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili; Stalin; Los fundamentos del leninismo, 1924)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

«¡Pedimos que se evite el insulto y el subjetivismo!»