lunes, 2 de noviembre de 2015

Evaluación leninista del movimiento de los trabajadores polacos; Bolesław Bierut, 1948


«En lo concerniente al repaso de la historia de nuestro movimiento, el trabajo incorrecto y antimarxista de estimación que se le dio en el informe del camarada Gomułka, nos llamó la atención en el partido tomándonos dicho informe y sus conclusiones por sorpresa como si se tratara de un rayo que en un segundo te atraviesa, ese mismo «rayo» atravesó de una, como si de un tronco se tratara, toda la teoría y práctica del partido bolchevique encabezado por Lenin.

Lenin, acompañado de su profunda inteligencia, siguió el desarrollo del movimiento revolucionario polaco y llegó a conclusiones y lecciones sobre la experiencia de nuestro movimiento –tanto de sus logros y errores–, analizando todo de manera exhaustiva, sabiendo esto, podemos nosotros extraer conclusiones generales a partir del estudio de estos trabajos teóricos.

Él dio estimaciones críticas de diversas tendencias en el movimiento obrero polaco, estimaciones que son inigualables por su comprensión y análisis marxista. Expuso las raíces ideológicas de las teorías sectarias de Rosa Luxemburgo, teorías que distorsionan la actividad del partido político revolucionario marxista, cuyas consecuencias vio que estaban afectando por entonces al Partido Socialdemócrata de Polonia y de Lituania –aunque estos no eran consistentemente marxistas–. Él denunció implacablemente la esencia chovinista y nacionalista burguesa de la derecha en el Partido Socialista Polaco como agentes de la burguesía en la clase obrera. Con toda probabilidad, no existe una sola sección del movimiento revolucionario que fuera sometida a una estimación tan completa en los artículos de Lenin y el resto de sus trabajos teóricos como el movimiento revolucionario polaco. No hay nada sorprendente en esto. Lenin conoció a los líderes de nuestro movimiento, se reunió con ellos una y otra vez en los congresos y conferencias del partido, escuchó sus discursos y siguió sus declaraciones durante una serie de años. Por lo tanto, hasta ahora, no ha habido un análisis más penetrante de nuestro movimiento y sus tradiciones, un análisis basado en los métodos del materialismo histórico, que el dado y registrado en las obras de Lenin.

No hay duda de que el informe escrito en junio de 1948 por el camarada Gomułka fue una revisión consciente de la estimación leninista entorno a la historia de nuestro movimiento, una revisión sobre la base de la ruptura completa entre la lucha de liberación nacional y la lucha de clases. En respuesta a los argumentos expuestos por todos los miembros del Buró Político sin excepción, el camarada Gomułka anunció su renuncia al cargo de Secretario General del partido sin llegar a discutir los fundamentos de la materia. Fue tan sólo después de verse sometido a fuertes críticas, y durante la reciente sesión Plenaria del Comité Central, que el camarada Gomułka empezara a través de un largo discurso a dar muestras de un cambio de actitud como un intento de reconsiderar la posición que había mantenido hasta ahora, una posición que había mantenido con más o menos fuerza hasta ahora, una posición que era y es fundamentalmente peligrosa.

Camaradas, la estimación de las tradiciones históricas del movimiento obrero en Polonia según el camarada Gomułka es unilateral e incorrecta. Se presenta el principal problema de la independencia de Polonia sin vincularla con la lucha de clases del proletariado. Pero si vemos el movimiento obrero revolucionario de Polonia, al haber luchado por la emancipación nacional, creó a su vez patrones para lograr objetivos de largo alcance. Si uno analiza, el proletariado se esforzó por derrocar el poder burgués y el orden capitalista logrando la conquista del poder político y la real independencia. Y hay que recordar que en esta lucha se encuentra no sólo la resistencia frenética de la burguesía, sino también la igualmente fuerte resistencia de los agentes burgueses que estaban activos en el movimiento obrero. Ahí, el ala derecha del Partido Socialista Polaco ocupó el primer lugar entre estos agentes, y ahora se verá la importancia de este último vínculo con las posiciones antimarxistas del camarada Gomułka.

Los dirigentes del ala de derecha del Partido Socialista Polaco se asocian estrechamente en los mismos objetivos que los pilsudskyitas; toman una actitud clara pero reaccionaria ante la consigna de independencia, una consigna que parte de un concepto netamente burgués que era y es completamente diferente de las opiniones de los obreros del Partido Socialista Polaco y a las de su sección del ala izquierda.

Para el liderazgo de ese partido, esta consigna fue la principal arma para dividir el movimiento obrero, un arma dirigida contra la clase revolucionaria que corresponde en sus objetivos a los intereses políticos de la burguesía.

La burguesía polaca considera que el Estado nacional, aunque limitado y dependiente de los países que habían desmembrado Polonia en el pasado, lo toman como algo esencial para ellos mismos desde el punto de vista de afianzar su propio poder político. De acuerdo con este objetivo de la burguesía, la tendencia de derecha del Partido Socialista Polaco era tratar de limitar el desarrollo del movimiento revolucionario a la mera victoria de la independencia, intentando plantear dicho límite como base y defensa para un futuro Estado burgués tras la Segunda Guerra Mundial, en el marco del cual la clase obrera podría desarrollar más sus consignas políticas y económicas bajo un Estado pero siempre a través de tácticas –y límites a sufrir– parlamentarias burguesas.

Tal era la diferencia de principio también entre los objetivos y las tareas de las dos tendencias opuestas en el movimiento sindical en Polonia.

Y ante este panorama, el camarada Gomułka estaba dispuesto a tomar partida en el juego a través de esta concepción no leninista abanderada por el Partido Socialista Polaco, tomando la lucha por la independencia como «la base ideológica para lograr un partido unido».

La ausencia de una orientación revolucionaria y de clase en el razonamiento del camarada Gomułka sobre la cuestión de la independencia y su obstinación en función de una posición que fue claramente errónea, dio lugar a que él pasara por alto lo decisivo y el significado real de lo que fue la victoria de la revolución bolchevique de 1917 en Rusia para la independencia de Polonia. En respuesta al proyecto de resolución del Buró Político y oponiéndose a él, el camarada Gomułka declaró:

«Yo no puedo estar de acuerdo con la tesis de que la concepción del Partido Socialista Polaco sobre la independencia se haya convertido en un obstáculo, y cuando la cuestión que se plantea, ¿cuál concepción ha sido victoriosa?». (Władysław Gomułka; Informe en el Pleno del Comité Central del Partido Obrero Polaco, julio de 1948)

Y así el camarada Gomułka respondió a esta pregunta:

«La concepción del Partido Socialista Polaco sobre la independencia era una concepción nacionalista burgués pero como tal no estaba errada, sino que estaba en lo cierto en 1918. Esto no significa en absoluto que se altere el hecho de que Polonia recibió su independencia como resultado de la revolución rusa y el movimiento revolucionario en Europa». (Władysław Gomułka; Informe en el Pleno del Comité Central del Partido Obrero Polaco, julio de 1948)

Este tipo de puntos de vistas escolásticos predominaron y lo siguen haciendo dentro del pensamiento del camarada Gomułka, mostrando así que se había desplazado a una plataforma muy peligrosa, claramente ajena al marxismo.

A continuación de esto, el camarada Bierut sin ser condescendiente, trató la falsa actitud del camarada Gomułka sobre el tema de las consignas propuestas por el Partido Comunista de Polonia entre las dos guerras mundiales. Un ejemplo de cómo se movieron estos debates sería esta cita que el camarada Bierut, o séase yo, pronuncié:

«El partido comunista ha sido un partido revolucionario, marxista y es difícil de entender cómo un pretendido marxista puede llegar a acusar al partido de vincular la cuestión de la independencia y el gobierno de la revolución proletaria y la dictadura del proletariado, como algo no intrínseco de por sí». (Bolesław Bierut; Informe en el Pleno del Comité Central del Partido Obrero Polaco, julio de 1948) (Bolesław Bierut; Para lograr la completa eliminación de las desviaciones derechistas y nacionalistas, 1948)

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