miércoles, 11 de noviembre de 2015

Para construir una Polonia socialista; Bolesław Bierut, 1948


«El Pleno del Comité Central define caminos concretos de la lucha de la clase obrera y los campesinos pobres y medios con el fin de restringir la explotación por parte de los elementos capitalistas de los estratos que trabajan en el campo, para ayudar a la gran mayoría de la población rural a privar a los kulaks de sus posiciones privilegiadas.

El Pleno del Comité Central define las formas y medios concretos de la realización de estos objetivos en todos los ámbitos de la vida rural; en materia de mantenimiento de un premio suficientemente rentable por el grano; una política fiscal correcta; una política de clase correcta en relación a los créditos agrícolas; la ampliación y reorganización de la red de depósitos de maquinaria, lo que les permitirá servir en primer lugar con dichas ayudas a las mayores necesidades que sufren las familias campesinas, ya que algunas carecen de instrumentos agrícolas adecuados; desarrollo a gran escala y aplicar una democratización para lograr un trabajo más eficiente de las cooperativas campesinas de asistencia mutua: y por último, la depuración y actualización de todo el aparato económico y administrativo en el campo.

No puede haber ninguna duda de que la ejecución de estas decisiones del Pleno del Comité Central dará lugar a un gran aumento en la actividad de las masas de campesinos, les permitirá mejorar su posición y contrarrestar a los elementos ricos del campo en la lucha para limitar la explotación capitalista en el campo, y por supuesto estas medidas va a elevar el nivel material y cultural de los campesinos.

En la elaboración de las decisiones y conclusiones del Pleno del Comité Central de julio de 1948, se aclaró la posición del partido en relación con las cooperativas de productores del campo, y le dio respuestas concretas a una serie de dudas expresadas por los campesinos en esta materia.

Al tiempo subrayaba firmemente que el proceso de conmutación del individuo a la agricultura colectiva requeriría mucho tiempo, el partido es de la opinión de que esta es la única manera de asegurar una rápida mejora en el bienestar rural, el único sendero para abolir la pobreza y la explotación capitalista. Al mismo tiempo, el Pleno del Comité Central advirtió contra toda prisa nociva en el asunto, ya que dicha celeridad en este sentido sería equivalente al aventurerismo. El Pleno del Comité Central estableció como principio el carácter absolutamente voluntario de la admisión de los miembros en las cooperativas de productores y declaró que se aplicarían medidas extremas contra de cualquier intento de violar este principio. No puede haber ninguna duda de que la decisión del Pleno del Comité Central aclarará el asunto del desarrollo de las cooperativas de productores de las zonas rurales y en gran medida bajará de raíz cualquier intento del enemigo de clase para causar confusión en este asunto.

Un lugar importante en las decisiones del Pleno del Comité Central tuvieron que ver con las grandes explotaciones en manos del Estado; en dicho Pleno del Comité Central se desarrollaron medidas para el rápido desarrollo de la agricultura por el socialismo y entre ellas se decidió aumentar la ayuda a las familias campesinas de las granjas de propiedad estatal.

Durante los cuatro días en que estaba en sesión, el Pleno del Comité Central revisó concienzudamente el camino por el que el partido está llevando a las masas trabajadoras de Polonia sobre la base de la unidad de acción en todo el Blok Demokratyczny –Bloque Democrático– [4]. Nuestra idea que guía este camino es la idea de la Polonia Popular, el desarrollo en la dirección de un nuevo sistema social. Y este nuevo sistema es el socialismo.»

Anotaciones de «Bitácora (M-L)»

[4] Así describió Enver Hoxha el proceso llevado en Polonia concerniente a la misión histórica de unificar a la clase obrera polaca en un sólo partido:

«Cuando se desarrolló el congreso de unificación del Partido Obrero Polaco y el Partido Socialista Polaco en diciembre de 1948, Bierut y los demás dirigentes y delegados desenmascararon y golpearon los puntos de vista de Gomułka. Nuestro partido había enviado un representante a este congreso, quien, de regreso a Albania, nos habló de la actitud arrogante y porfiada que allí adoptó Gomułka. Władysław Gomułka fue desenmascarado, pero sin embargo, como se vino a decir: «se le tendió una vez más la mano», y fue elegido miembro del Comité Central. Según palabras de un polaco que acompañaba a nuestro camarada, Gomułka había mantenido durante aquellos días un largo téte-á-téte con Ponomarenko, secretario del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, que asistía al congreso, y, por lo visto, Ponomarenko había persuadido a Gomułka de hacer su autocrítica. Pero el tiempo confirmó claramente que éste no había renunciado a sus puntos de vista, y más tarde fue condenado también por su actividad contra el Estado». (Enver Hoxha; Los jruschovistas, 1982)

Pero como el albanés comenta, la autocrítica de Władysław Gomułka no duro mucho, y para 1951 fue condenado a la cárcel por sus actividades abiertamente antisocialistas. En cuanto al proceso de formación del partido unificado del proletariado en Polonia, el albanés fue muy crítico con la forma en que se llevaron las unificaciones de los partidos obreros en Polonia y otros países, y piensa que pese a que quizás se lograra exitosamente persuadir ideológicamente a gran parte de las masas socialdemócratas, no se puede decir lo mismo de sus dirigentes. En el caso de Polonia, señalaba la influencia que a la postre ejercieron los grandes dirigentes socialdemócratas en el ascenso del revisionismo, ya que servirían de apoyo al jruschovismo para traer de vuelta y a la cabeza del partido a Władysław Gomułka en 1956:

«Quizá una cosa así fuese necesaria para unir al proletariado bajo la dirección de un partido único, pero esta unión debía realizarse a través de un gran trabajo ideológico, político y organizativo para que los ex miembros de los demás no sólo fuesen asimilados, sino, lo que es más importante, fuesen educados profundamente en las normas ideológicas y organizativas marxista-leninistas. Pero esto no se produjo ni en Polonia, ni en Hungría ni en otros países, y de hecho lo único que pasó fue que los miembros de los partidos burgueses cambiaron de nombre, se hicieron «comunistas», conservando sus viejos puntos de vista, su vieja concepción del mundo. Así, los partidos del proletariado no sólo no se reforzaron, sino que por el contrario se debilitaron, pues ahí arraigaron con sus puntos de vista los socialdemócratas y los oportunistas, caso de Cyrankiewicz, Marosan, Grotewohl, etc». (Enver Hoxha; Los jruschovistas, 1982) (Bolesław Bierut; Para lograr la completa eliminación de las desviaciones derechistas y nacionalistas, 1948)

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