domingo, 17 de diciembre de 2017

Aclaraciones, más allá de la propaganda, sobre las razones de la «Operación Valle» y la «suspensión temporal» de Reconstrucción Comunista; Equipo de Bitácora (M-L), 2017

Cartel propagandístico de RC

«Desde que surgió la Operación Valle, nombre de la operación en la que fueron detenidos varios miembros de Reconstrucción Comunista (RC) el 27 en enero de 2016, la actual cúpula ha dado entrevistas en diversos medios de comunicación donde ha vuelto a confirmar que el alias de guerra Juan Mesana que firmaba como Secretario General de RC, es en realidad Roberto Vaquero, quién se ha presentado abiertamente desde 2015 aproximadamente en diversos medios. La cúpula, o sea en realidad él, vocifera desde diversos medios que algunos miembros de RC fueron detenidos hace un año porque «son un peligro real para el Estado», un pobre argumento muy ridículo que ha sido utilizado a lo largo de la historia por un sin fin de organizaciones pseudorevolucionarias cuando a causa de sus propios errores y descuidos han acabado siendo apresados, sancionados e incluso ilegalizados por los sucesivos gobiernos burgueses.

La detención de ocho miembros de RC en la Operación Valle el 27E no fue un dispositivo realizado por los organismos de seguridad del Estado para «detener el peligro de avance de Reconstrucción Comunista», ya que dicha organización ha carecido y carece de influencia ideológica y de militancia en España como hemos podido comprobar, y de hecho, si esa hubiese sido la razón el dispositivo habría estado encaminado a detener a todos los militante y simpatizantes, no solamente a parte de la cúpula. Como veremos fue un dispositivo debido a razones de menor índole.

El lector debe de tener en cuenta dos factores a la hora de analizar las causas de la Operación Valle más allá de la actual propaganda de la cúpula de Reconstrucción Comunista: a) las actitudes de sus líderes en público y el desprecio a la cuestión de la seguridad del partido; b) la vinculación de Reconstrucción Comunista con la ICOR y el movimiento kurdo en la cuestión del Kurdistán.

Las actitudes de sus líderes en público y el desprecio a la cuestión de la seguridad del partido

Reconstrucción Comunista (RC) nació prácticamente como un club de amigos nucleado en torno a la figura de Roberto Vaquero, todos ellos pertenecían hasta hacía poco a partidos revisionistas acostumbrados al legalismo como el PCE, o el PCPE, de ellos no podía pues, provenir ningún atisbo de tomarse en serio la cuestión de la seguridad de la organización porque no se pretendía formar un partido sino un club de amigos, una organización a medio camino entre un partido revisionista y una banda callejera skinhead. Así pasó después, que cuando algunos empezaron a hablar de la cuestión de la seguridad y se votaron ciertas pautas ni siquiera se tomaron en serio esas cuestiones de importancia primaria para una organización revolucionaria.

Hasta la detención de la cúpula de Reconstrucción Comunista (RC) en la llamada Operación Valle del 27 de enero de 2016, la organización se había hecho famosa por dos cuestiones: el alardeo fanfarrón y el pandillerismo, mientras descuidaban cuestiones tan importantes como la popularización de sus documentos congresuales y su línea política, y un trabajo de masas serio el cual hoy sigue siendo inexistente. En su momento fuimos testigos en 2016 de aquellas entrevistas en medios de comunicación como Diario Vice en donde aparecía Roberto Vaquero –ya sin el alias de Juan Mesana– junto a su camarilla donde en el documental se confesaba el lugar donde habitualmente se reunía el Comité Central –un kebab madrileño–, lo que ya nos indica lo en serio que se tomaban esta cuestión de la salvaguardia de la seguridad de la organización y sus militantes.

Otra cuestión que influyó en la cuestión de la seguridad de Reconstrucción Comunista (RC) es la cultura del pandillerismo que mantenían y mantienen respecto a otros colectivos o elementos individuales que se oponen a su organización, de hecho ha sido y sigue siendo una práctica fundamental de este grupo. Esta cultura degenerada siempre ha estado muy presente en RC a causa de la notable influencia de la subcultura skinhead en sus filas en general y en particular en sus líderes –aunque últimamente intentan engañarnos negando lo que ya es conocido por todos–. Como decíamos, esta actitud gangsteril ha hecho que quedaran al descubierto y llamaran la atención en exceso. De ahí que en medios de comunicación burgueses viésemos constantemente noticias como:

«Un total de seis varones, de entre 18 y 21 años han sido detenidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, acusados de haber agredido a diversas personas en el municipio de Pozuelo de Alarcón, según ha informado esta mañana la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Los arrestados formaban un grupo radical de ultraizquierda autodenominado Terror Skin. (...) Los detenidos adoptaban una estética común de ultraizquierda y recibían formación en artes marciales para resultar más lesivos en sus agresiones. (...) Después las agredían entre varios integrantes del grupo. Les solían causar graves lesiones. Uno de los casos más graves ocurrió en un autobús de línea regular en el que se metieron con uno de los viajeros. Según las investigaciones, le asestaron al menos un navajazo. Los seis arrestados están vinculados, según fuentes policiales, con el partido Reconstrucción Comunista. A los detenidos se les imputan dos delitos de incitación al odio o la violencia, un delito de amenazas, un delito contra la integridad moral y una falta de lesiones». (La Razón; Detenido un grupo de radicales de ultraizquierda en Pozuelo, 14 de febrero de 2015)

Como vemos, dando armas a la burguesía para desprestigiar al movimiento comunista ante las masas, y en consecuencia trabajando a favor de los intereses de los explotadores.

Famosa fue dentro los círculos del campo revisionista, la pelea de Roberto Vaquero con un seguidor de las tesis del Partido Comunista de España (reconstituido):

«Felipe: El tema estrella fue el famoso «15 contra 1» que protagonizó Roberto y del que todo Madrid a día de hoy aún se ríe. Ya nos avisó Rubén, el hermano menor de Roberto, de la verdad de lo que ocurrió, pero una vez más cerramos filas en torno a Roberto de forma acrítica. Los hechos reales es que fue un «1 contra 1», entre Roberto y otro hombre del entorno de otro partido que sí es cierto que iba acompañado en ese momento de otra persona, pero esta no participó del enfrentamiento físico, en el enfrentamiento Roberto iba armado pero el arma se le cayó al suelo. No se puede mentir tanto en peleas en barrios tan transitados de Madrid, porque entonces es cuando las mentiras tienen las patas más cortas. El revolucionario Secretario General insistió varias veces igual que en otros conflictos con otros grupos en denunciar a la policía las agresiones, en especial Javier le persuadió de lo ridículo que era esta idea para un comunista, más cuando ellos mismos habían ido buscando bronca en más de una y de los. Las consecuencias de este hecho fueron: mudanza de Roberto a las afueras de Madrid y exigencia de chófer y 3 guardaespaldas/camaradas a sus espaldas en todo momento y todos los días, el mandar a menores a controlar a sus «némesis». (Equipo de Bitácora (M-L); Entrevista a dos exmiembros del Comité Central de Reconstrucción Comunista sobre su experiencia en dicha organización, 25 de junio de 2017)

Pero también ha habido veces en que RC ha llevado la voz cantante en estos enfrentamientos. Varios grupos «antifascistas» han denunciado el mismo trato de acoso y agresión recibido por parte de RC:

«Desde Brigadas Antifascistas Madrid nos queremos dirigir al movimiento antifascista y anticapitalista para expresar nuestra opinión sobre una serie de acontecimientos ocurridos en Madrid en los últimos meses y de los que son protagonistas los miembros de Reconstrucción Comunista (RC) (...) Es inaceptable el comportamiento y actitud que desde hace más de un año están teniendo miembros de R.C. dentro de las asambleas o en la calle con otros colectivos antifascistas, produciéndose enfrentamientos, intimidaciones, faltas de respeto y agresiones con él único fin de dividir y enfrentar. Con ello creemos que pretenden hacer valer su supuesta «superioridad» intentando generar mayor «credibilidad» a sus acciones y que el resto de colectivos antifascistas les apoyaran o simplemente no les criticaran por lo que estaban haciendo». (Comunicado de B.A.F.; Madrid sobre lo acontecido con Reconstrucción Comunista (R.C.) durante los últimos meses en Madrid, 28 de diciembre de 2014)

En los círculos estudiantiles más de treinta organizaciones firmaron el siguiente documento:

«Desde el máximo respeto a todas las asambleas, asociaciones, organizaciones y espacios del movimiento estudiantil, nos vemos en la obligación de repudiar públicamente ciertos comportamientos y hechos que no se pueden seguir tolerando. No deseamos con este comunicado atacar ninguna posición política o ideológica, sino condenar de forma rotunda a quienes pretenden imponer su posición por encima de la del resto de integrantes del movimiento estudiantil mediante la intimidación y la violencia. Nos referimos a Reconstrucción Comunista (RC), una organización que desde su entrada en las facultades de Madrid, hace poco menos de un año, no ha cesado de amenazar a todo aquel que tuviera una opinión divergente a la suya. De un tiempo para acá, las y los compañeros de la Asamblea de Historia vienen siendo amenazados por RC; y la gota que ha colmado el vaso y que nos lleva a decir basta ha ocurrido la tarde del jueves, cuando un grupo de miembros de RC se han dedicado a amenazar a compañeras/os y a arrancar todas las pancartas de la facultad de Historia de la UCM. Cabe señalar que la mayoría de pancartas eran llamamientos a la huelga estudiantil de la próxima semana y a las Marchas del 22M. RC no son compañeros. RC no es movimiento estudiantil». (Comunicado contra las agresiones y amenazas de RC al movimiento estudiantil de Madrid)

Esta no sería la única agresión abierta de RC a colectivos o individuos antifascistas:

«Felipe: Apuñalamientos de antifascistas, relaciones con nazis y extorsión a obreros: Todo lo que contaré en este punto ha sido contrastado por completo. Álvaro fue el que me dio en su momento las explicaciones pertinentes ya que Roberto nunca quiso dar la cara por esto, y al pobre chaval hay que decir que se le nota mucho cuando miente y se pone nervioso.  Muy lejos de lo que contó respecto al conflicto con los excamaradas de Pozuelo, entre los que se encontraba el hermano menor de Roberto. Me había llegado a oídos a través de muchas personas de Madrid que la historia real no fue como Roberto me había querido hacer creer –a mí y a todo RC–. Él dijo que tres antifascistas de Pozuelo iban buscando al camarada Adrián –miembro del CC– con cuchillos, de modo que ellos tuvieron que defenderlo frente a los de Pozuelo. La historia real y verificada es que fueron cuatro, Roberto y tres amigos/camaradas, que fueron cuchillo en mano a por tres antifascistas de Pozuelo que estaban desarmados, y cobardemente y por la espalda le rajaron el brazo a uno de ellos». (Equipo de Bitácora (M-L); Entrevista a dos exmiembros del Comité Central de Reconstrucción Comunista sobre su experiencia en dicha organización, 25 de junio de 2017)

La única política de «trabajo de masas y persuasión» que conoce Reconstrucción Comunista (RC) es la intimidación y la amenaza a otros grupos, creyendo que así despeja el camino. Una semejanza sin duda a los métodos que ha utilizado históricamente el Partido Comunista de España (reconstituido). Siendo sus actuaciones más comunes de la mafia napolitana que de un pretendido partido comunista. Esto a nosotros personalmente no nos sorprende, es la tónica general de los revisionismos cuando no saben refutar las críticas que les caen de forma múltiple. Históricamente por ejemplo: el jruschovista Partido Comunista de Alemania (PCA) ante la frustración de verse destapado por los verdaderos marxista-leninistas, era conocido en la República Federal Alemana por agredir constantemente a los miembros del revolucionario Partido Comunista de Alemania/Marxista-Leninista (PCA/ML), e incluso amenazaron de muerte varias veces a su líder Ernst Aust. De hecho no nos tenemos que ir tan lejos, en España el Partido Comunista de España (PCE) de Carrillo o el PCE (r) de Arenas  hizo una labor muy parecida con el Partido Comunista de España (marxista-leninista) de Elena Ódena. Actualmente la pandilla de Roberto solo repite los esquemas mafiosos de los jruschovistas, maoístas y carrillistas, que a falta de capacidades dialécticas, intentan silenciar la crítica a base de calumnias sin fundamentos para desviar la atención o a «golpe de bastón».

Pero esto no acaba aquí. Esta política de amenaza, acoso y agresiones también se realiza en RC contra exmilitantes que abandonan la secta al escalar en su nivel ideológico y darse cuenta de que no querían seguir desperdiciando su vida en ese pozo séptico. Otros simplemente abandonan por cuestiones personales, pero todos los que salen son víctimas de esta táctica de acoso y derribo.

Recordemos la sonada y patética imagen que afamó a Reconstrucción Comunista (RC) con las peleas por las calles de Madrid a punta de navaja entre Roberto Vaquero y sus matones frente a la escisión de su hermano Rubén Vaquero y sus amigos. ¡¡¡Todo un show, con persecuciones al estilo de las películas del «salvaje oeste» o cualquier otra de temática «gangsteril»!!!

El nivel de concienciación en RC sobre la profesionalización de los cuadros y guardar al partido de problemas innecesarios era tal, que en 2014 llegaron a subir en la web de la célula de Mallorca –actualmente inactiva–  varias fotos de los grafitis realizados con las siglas del partido como puede verse en su [post], y para más inri, entre esas fotos se registraba la agresión a una sede de Izquierda Unida (IU) como puede verse en esta foto [aquí]. ¡¿Se puede ser más descuidado e imbécil?! Graciosamente, Reconstrucción Comunista no tiene un solo material refutando la deriva política de IU. Para ellos el revisionismo solamente se combate a golpe de pintura.

El dispositivo de seguridad de Reconstrucción Comunista (RC) siempre ha brillado por su ausencia, no solamente ha fallado en la salvaguardia de la privacidad de la información de los militantes –requisito para que se considere un partido marxista-leninista de verdad–, sino que dentro de la organización, se cultivó la tendencia de promover el «postureo» y la fanfarronería de las andaduras del partido y de la vida privada, la permisión del gamberrismo –varios miembros de la cúpula de la organización han sido procesados por agresiones incluso con arma blanca– y el pandillerismo –con la fundación por Vaquero de bandas de este perfil como «Frontovik» como puede verse [aquí], ha de saberse que las fotografías han sido pixeladas por nosotros–. El nivel de degeneración de esta organización en cuanto a valores y disciplina marxista-leninista es sencillamente atroz, porque simplemente no los hay, solo hay valores lumpen e indisciplina por doquier.

Toda esta estupidez no podía llevar a otra conclusión lógica que traer tras de sí la atención de la policía y los servicios secretos, que según comentaron llevaban vigilando e interviniendo las cuentas personales de los miembros de RC desde 2014 –año en que se legalizaron como partido y tuvieron que dar sus datos– como se hacía eco en los medios de comunicación burgueses:

«Roberto Vaquero, fundador de un partido político bajo las siglas Partido Marxista Leninista (Reconstrucción Comunista) o RC el año pasado, según los agentes que llevan investigándole desde 2014». (La Razón; Roberto, el líder en Madrid del brazo armado del PKK, 31 de enero de 2016)

Pese a que RC en sus documentos internos hablase de la necesidad de desarrollar la parte clandestina del partido, esto solo fueron declaraciones de cara a la galería, para dar una imagen de marxista-leninistas, pero era un bluf más, una prueba más del doctrinarismo que arrastran: enunciación de la teoría que en la práctica no cumplen. RC como tal, no cuidó el trabajo ilegal, clandestino, y con estas actitudes no solo irresponsables sino infantiles, hizo parecer que se trataba más de un club de amigos del rifle que de un partido marxista-leninista, poniendo en peligro a sus militantes y simpatizantes, llevando incluso a la consecuencia de que varios de ellos fueran detenidos en la Operación Valle bajo la acusación de «organización criminal». El resto es conocido por todos en su detención: posesión de un número considerable de entre: armas, katanas, hachas, machetes, explosivos almacenados en la sede de Vallecas en donde impartían artes marciales. Un polvorín que el Secretario General y su camarilla –Carlos, Adrián y Álvaro– tenía en secreto sin el conocimiento y consentimiento como reconocieron algunos miembros del Comité Central (CC), mucho menos tenía idea la militancia. Esto puede ser visto en el auto de procesamiento de la Audiencia Nacional que se hizo público de forma online:

«[Roberto] Como Secretario General del Comité de Seguridad del Partido Reconstrucción Comunista seleccionó personalmente dados sus conocimientos en artes marciales y su carisma en el grupo, a los componentes del mismo obligándoles a portar armas –apareciendo en las partes comunes del local de Resistencia Comunista quince tapas de cubo con cuerdas anudadas que presentan una apariencia para ser usadas como escudo y un hacha– y supervisando la obtención de armas, defensas y explosivos clandestinamente para acopiar en la sede del partido –que dice ser «sagrada» y donde junto a su bandera apareció la de la organización terrorista PKK– (...) [Adrian] como custodio de las llaves del local de cuya disponibilidad era el coordinador (...) que hace las veces de sede del Partido Marxista Leninista - Reconstrucción Comunista, ayudó a guardar precursores –mecha, pilas, petardos, nitrato potásico, azúcar– que podrían ser utilizados para la elaboración de artefactos explosivos». (Juzgado central de instrucción número 6 Audiencia Nacional, Madrid; Auto de procesamiento, 23 de enero de 2017)

El material requisado que desde luego no iban a utilizar para hacer la revolución «tomando el cielo por asalto» porque no tienen capacidad logística ni material humano para si quiera intentarlo, sino que está claro que era usado para sus peleas con otros grupos desclasados como han venido haciéndose hasta ahora. No puede extraerse otra conclusión ya que no realizan un trabajo de masas y solo son conocidos por atentar contra otros antifascistas. 

El Secretario General Roberto también tenía en su casa:

«Un machete con mango negro, 4 cuchillos de plástico negro, un hacha con mango de madera, un cuchillo con funda negra y una navaja de mango negro». (Juzgado central de instrucción número 6 Audiencia Nacional, Madrid; Auto de procesamiento, 23 de enero de 2017)

¿Y los miembros de la camarilla de Roberto? Adrian en casa de sus padres –para disgusto de los pobres– guardaba «dios sabe para qué»:

«Una navaja plegable, un pistola simulada de aire comprimido colt first edition plus staihl es steel-388 auto, un spray pimienta de defensa personal con la inscripción «Nr. Sicher» y una defensa extensible de 32'8 cms, estando estas dos últimas clasificadas como armas prohibidas, todos ellos en perfecto estado de conservación». (Juzgado central de instrucción número 6 Audiencia Nacional, Madrid; Auto de procesamiento, 23 de enero de 2017)

Pongamos solo un ejemplo: el del conocido brigadista Martos que fue a Rojava. ¿Han aprendido algo elementos como Martos sobre no llamar la atención y no buscarse problemas que llamen la atención de la policía? Se ve que no pues sigue llamando la atención en exceso con sus peleas de bandas callejeras:

«Se le ha detenido policialmente en diversas ocasiones en diversas poblaciones de la provincia de Madrid portando armas blancas». (Juzgado central de instrucción número 6 Audiencia Nacional, Madrid; Auto de procesamiento, 23 de enero de 2017)

La cuestión de seguridad ha estado a cargo de Carlos del Val –alias Gasolino–, jefe de seguridad de Reconstrucción Comunista (RC). ¿Ha hecho bien su trabajo? Digamos que o ha sido el mayor ocioso del mundo, o el mayor necio del mismo. El hecho de que ha ejercido el cargo siendo un militante de base sin cargo en el Comité Central, sin haber sido elegido por nadie más allá de la cooptación en el cargo por Roberto Vaquero, y sin más habilidad que ser el chófer y guardaespaldas de este –¿quizás de ahí tu mote?–, tipifica bien el fraccionalismo ultraevidente en RC, y el hecho de que el Secretario General, Roberto Vaquero, como buen capo, se ha rodeado de una camarilla cuya especialidad es ser un matón de tres al cuarto como Gasolino o Martos. Algo de lo que ya nos advirtió Engels, pues como decía «Los presuntos líderes obreros no se rodean de elementos lumpens, sino se demuestra que precisamente son traidores a la causa». 

De Gasolino se dice en el auto:

«Responsable de la comisión de Seguridad de Reconstrucción Comunista, que acudió a actos en lugares públicos, y ante una concurrencia de personas, exhibió la simbología y difundió consignas propias del PKK-KCK. (…) se le ocuparon entre otros objetos: seis cartuchos, dos cartuchos de escopeta, una caja con una pistola marca Taurus en su interior, una defensa extensible negra, navaja negra y gris tank marca Albainor un kubotán negro, una pistola marca Mayer Sohne negra inutilizada, unos grilletes, dos puños americanos con forma de gato negros, 9 navajas más, una navaja de mariposa, un machete plateado con la inscripción SPQR, un martillo rompe cristales, una cadena cola de gato con cinco puntas, 5 cartuchos de fogueo, dos catanas, un spray de defensa personal, otra defensa extensible y un machete con funda negra marca Albainox, de los que las 2 navajas plegables automáticas de doble hoja con la inscripción «stainless», y la navaja plegable automática con la inscripción «patinox» están clasificadas como armas prohibidas, igual que las defensas extensibles, una de 52'6 cm y otra de 67 cms, los dos botes de spray de defensa personal marca «KO Spray 007» y las dos llaves de pugilato o puños americanos con forma de cabeza de felino, todos ellos en perfecto estado de conservación». (Juzgado central de instrucción número 6 Audiencia Nacional, Madrid; Auto de procesamiento, 23 de enero de 2017)

Una cosa es clara: no fueron detenidos por marxista-leninistas –que distan de serlo–, ni siquiera por posturas «extremistas» de cara a la galería sobre algunos temas –grupos así ya existen y no se les persigue–, fueron detenidos por la idiotez de su cúpula a la hora de cuidar tan poco la seguridad de la organización, por llamar tanto la atención y por sus continuas trifulcas típicas de bandas de lumpemproletarios.

Desde la Operación Valle y bajo el descubrimiento de estas revelaciones se mostraba que Roberto y su camarilla habían puesto en jaque la seguridad de los militantes, hacían que sobrevolase la posibilidad de imputar futuros cargos delictivos a toda la dirección e incluso a la militancia si la policía vinculaba este alijo de armas con las continuas detenciones y trifulcas del partido con otros colectivos. En consecuencia, al menos se sabe que la mayoría de los ocho miembros de la cúpula detenida en la Operación Valle actualmente han abandonado la organización debido a estas revelaciones y otros problemas que hablaremos más adelante como: el burocratismo o el machismo que arrastra la organización, digamos que esta operación fue el pistoletazo de salida para pedir cuentas, unas cuentas que no se dieron desde la máxima dirección, a lo que tanto miembros de la cúpula como de la base se dieron de baja de la organización.

Si miramos los documentos al IIIº Congreso de 2015 de Reconstrucción Comunista (RC), los cuales jamás han sido puestos a disposición del público en general –por miedo a mostrar el endeble nivel teórico del contenido–, de ahí que para poder acceder a ellos tuviésemos que acudir a través de exmilitantes para que nos fuesen facilitados y al consultarlos poder entender mejor sus errores. En ellos se puede ver como Felipe, el entonces Secretario de Organización, y ahora exmiembro de RC, se refería a la cuestión legal e ilegal del partido en un tono claramente revolucionario, unas tesis que en principio fueron ratificadas por el congreso y por tanto por toda la militancia de aquel entonces:

«Respecto a la legalidad del mismo, a no ser que las circunstancias fuercen a lo contrario, el carácter del Partido debe ser semiclandestino, es decir, debe tener una parte legal y una no legal. (...) Muchos grupos comunistas honrados, honestos y fieles al marxismo-leninismo, en el momento en que rompen con el revisionismo, siguen actuando bajo los mismos parámetros organizativos que este revisionismo del que proceden. (...) [El partido] Debe ser un destacamento organizado de la clase obrera, encarnando la disciplina y la organización y siendo así un ejemplo entre las masas que le otorgue crédito político». (Reconstrucción Comunista; Documentos al IIIº Congreso de RC, 2015)

Ahora una tesis no basta con enunciarla, hay que aplicarla y supervisar que se cumple. De hecho la mayoría de partidos revisionistas pueden hacer esta declaración y otras que parecen que están dentro de los principios marxistas, pero en la praxis se la saltan o incluso ya en la anunciación teórica lo hacen desde el cinismo consciente. Bien. Entendamos que estas tesis fueron escritas con la buena intención y voluntad del que fuera entonces tan importante cargo de la organización, pero desde luego pasado el tiempo la cúpula pese a aprobarlas no respetó nada de lo que aquí se decía, y la militancia tras votar y dar su aprobación –seguramente por seguidismo–, lejos de supervisar el cumplimiento de lo aprobado se quedó de brazos cruzados mientras veía como se hacía el ridículo en nombre del partido, pues fueron testigos como sus jefes faltaban a una de las resoluciones más importantes mientras ellos pretendían emular a sus ídolos gangsteriles, quedándose así estas buenas letras de forma perfecta de cara a la galería mientras en el día a día se destrozaban sus principios. Al parecer, con el abandono de Felipe y otra gente afín a estas tesis, en el interior de RC se fueron agudizando las tendencias a descuidar aún más la seguridad del partido. El líder principal de la organización: Roberto Vaquero y acólitos no llegaron a comprender nunca la necesidad de este axioma en lo concerniente a la parte legal e ilegal del partido ni antes ni después de este documento de 2015. De hecho, y como sabemos, RC jamás se ha desligado de las formas legalistas y primitivas de organización; hablamos de una tendencia hacia el postureo generalizado sobre los actos de la organización incluso de actos extrapartidarios en redes sociales, algo puesto al descubierto siempre la identidad de sus militantes ante los medios de seguridad del Estado y ante sus adversarios políticos, algo que como enunciaba Felipe, les hacía y les hace perder y no ganar «crédito político», pues da la impresión, y no puede ser de otra forma, que no es una organización seria.

En otro punto del documento se advertía, casi de forma profética:

«Ha habido partidos autodenominados comunistas que han caído en el aventurerismo izquierdista totalmente ajeno al marxismo; de constituirse en la total clandestinidad por iniciativa propia en una democracia burguesa, lo que los ha llevado a la desaparición, pues han perdido totalmente la ligazón con la clase obrera y has abandonado los frentes de masas a su suerte, monopolizándolos así los revisionistas, lo que ha resultado en un panorama desolador para la clase obrera. (...) El paso de la semiclandestinidad a la clandestinidad total sucede debido a exigencias de las circunstancias y tiene un proceso que es posible llevar a cabo dada la acumulación previa de fuerzas. Intentar pasar a la clandestinidad sin tener una organización fuerte, sólida y cohesionada facilita mucho las cosas a la reacción, ya que allana el camino para la destrucción total del Partido». (Reconstrucción Comunista; Documentos al IIIº Congreso de RC, 2015)

¿Y no es esto lo que le ha pasado a Reconstrucción Comunista (RC) con la inconsciencia de sus líderes y militantes? ¿No le fue relativamente sencillo a la policía y a la seguridad del Estado seguirles la pista, localizar los domicilios, los locales de la organización y en un solo día arrestar a toda la cúpula el 27 de enero de 2016? ¿Este es el gran plan de seguridad que Roberto tenía preparado para su «gran y templado partido revolucionario»? Más bien demostró que RC se diluyó como un azucarillo de un solo golpe, y que además ese golpe destapó una debilidad manifiesta que fue la gota que colmó el vaso para la gente que como Felipe demandaba más seriedad en el trabajo y en el aspecto de seguridad, consumándose su marcha.

Después de eso Roberto nos hablaba en las últimas entrevistas públicas de que el partido «se pasó a la clandestinidad». ¡No nos hagan reír! En todo caso habría que discernir entre: ¿los líderes de RC han decidido pasar a la clandestinidad sopesando la situación o han sido obligados a «pasar a la clandestinidad» tras la detención temporal de tres de sus líderes –los cuales apenas pisaron la cárcel– y la suspensión temporal de un año de su organización tirando abajo todo su dispositivo de seguridad? Es claro que lo segundo. Sería más justo decir entonces que más bien han sido forzados a no presentarse oficialmente con sus siglas mientras han absuelto a la mayoría de los 9 detenidos el 27 de enero de 2016, y, pese a todo se han presentado en redes sociales y en sus desfiles de secta con símbolos de RC, lo cual no tiene nada de «clandestinidad», y sí mucho de victimismo estilo PCE (r). Si realmente tuviesen que verse en la tesitura de tener que mantenerse como una organización en la clandestinidad ante la represión real y constante del Estado burgués necesitarían tener una base entre las masas, y queda claro que actualmente RC no teniendo apenas células, ni revolucionarios o simpatizantes comprometidos con lugares donde resguardarse, sin trabajo real masas real para mantenerse conectado de la lucha, no hubiera aguantando un estado real clandestinidad ni un mes, ya que mantenerse vivo bajo la «clandestinidad» que practica RC en una situación real de repliegue es imposible. Muchos menos es para tomarse en serio esta declaración con un líder saliendo públicamente proclamando que ahora están en la «clandestinidad» mientras publica las fotos de sus fiestas en redes sociales.

Efectivamente, cuando en el documento de 2015 se dice que ha habido «autodenominados comunistas que han caído en el aventurerismo izquierdista» nos lleva a pensar en el patético PCE (r), pero si miramos actualmente, RC también encaja perfectamente en la descripción dada. Con sus cuantiosas desviaciones derechistas –eclecticismo, seguidismo, burocratismo, liberalismo, legalismo–, sumadas a las desviaciones izquierdistas –como la prácticas del pandillerismo contra otras organizaciones, o la exposición inconsciente de su cúpula en redes sociales– han hecho que toda la cúpula y la militancia haya sido detectada y seguida por la policía, que conozcan todos los datos de sus sedes y residencias, y que a partir de entonces todos sus movimientos estén más que controlados:

«Felipe: RC estaba inmerso en un callejón sin salida de pandillerismo, de ahí la fundación de Frontovik, sobre todo con el tema skinhead. Una vez celebrado el último congreso de 2015, tenía fe en que se dejase de hablar de RC y Roberto por las pintas y los sucesos callejeros pandilleros, y se hablase más de la línea política y el trabajo político y social. Nada más lejos de la realidad: en vez de reducirse el pandillerismo «skin», se produjo una especie de mezcla de este tipo de pandillerismo con el pandillerismo latino. Empezaron a sucederse –por parte de Roberto y sus amigos– por redes sociales fotos, comentarios y demás publicaciones relacionadas con tatuajes pandilleros y talegueros, banderas de tribu urbana, absurdas «clicas» para alguien que jamás ha pisado un barrio conflictivo de Latinoamérica. Vamos, se podría decir que o les gustaba ser el hazmerreír de las redes sociales, o no se daban cuenta de que lo eran. Esto, por cierto, fue algo que critiqué en el último CC al que pude asistir –octubre 2015–, siendo la respuesta de Roberto que la crítica quedaba invalidada porque había tenido la desfachatez de presentarla en un documento serio por escrito, cuando según él, nueva regla sacada en aquel momento de la manga, «se viene aquí, se dice, y punto». (Equipo de Bitácora (M-L); Entrevista a dos exmiembros del Comité Central de Reconstrucción Comunista sobre su experiencia en dicha organización, 25 de junio de 2017)

La despreocupación real por la seguridad o la blandenguería en la disciplina a la hora de cumplirla, es característica común tanto de las organizaciones izquierdistas que son aventureras en sus acciones, como en las organizaciones derechistas y legalistas, precisamente por ello es que el izquierdismo y el derechismo tienen en demasía punto de encuentro, razón por la que un mismo partido oportunismo recopila defectos de uno y otro lado.

Hablando del actual «estado de clandestinidad de Reconstrucción Comunista». ¿No es estúpido el concepto de «clandestinidad» y de la «fortaleza del partido» del que ha hecho alarde su líder Roberto Vaquero visto lo visto? ¿No es una memez presumir de «estar en la clandestinidad» mientras todos los días no cesan de colgar fotos en sus redes sociales con tu ubicación en tus viajes de vacaciones, tus salidas nocturnas en discotecas, botellones, pintadas del partido, reuniones del «partido» y hasta de los tatuajes que te haces con las siglas del partido y demás excentricidades? ¿Nos intentan hacer creer que en la clandestinidad se vive así de bien? Sus comportamientos hacen avergonzar a todos los marxista-leninistas y revolucionarios que han soportado realmente una etapa de clandestinidad, lo suyo es un juego de niños malcriados, y el resto cuento y propaganda.

Lo que hace actualmente RC es repetir los esquemas de las organizaciones que tanto criticaron. Ellos mismos se quejaron de la retahíla de PCE (r) sobre la «represión indiscriminada» que sufren cuando lo cierto es que han acabado ilegalizados por sus propios errores, propiciados por la mala preparación –en cuestiones de organización y seguridad–, su nulo conocimiento y la mala cabeza de sus líderes –lo sentimos señores blanquistas pero practicar el terrorismo de pequeños grupos en nombre de las masas no es revolucionario según los marxistas–, acabando así por convertirse un grupo marginado de nostálgicos que crea plataformas del PCE (r)/GRAPO en internet buscando que el público de siempre y algún joven despistado den un apoyo explícito a sus consignas y línea de siempre pese a que se demostrase un fracaso hace largo tiempo, un tipo de organización que ni tiene trabajo de masas ni crea trabajos teóricos de relevancia, porque no tienen conocimientos teóricos y además «solo se miran el ombligo» reincidiendo una y otra sobre su historia ficticia. 

¿Es lícito entonces que RC llame, como hace el PCE (r), fascista y delator a todo lo que se mueva y discrepe, hablar de traiciones y represión, cuando efectivamente se es tan torpe en cuestiones de seguridad como para autodelatar sus nombres y lugares que frecuentan? ¿Es acaso el pandillerismo o el terrorismo la insignia que caracteriza a los marxista-leninistas? A ambas cuestiones respondemos negativamente, es más el acoso físico y psicológico contra los revolucionarios es la mayor prueba de socialfascismo que dan este tipo de organizaciones. Ambas organizaciones revisionistas, RC y el PCE (r), son tal para cual. 

Este tipo de formalismos, el de aquellos elementos que dicen que «entienden la necesidad de la parte clandestina del partido» y la salvaguardia de la identidad y actividades del partido pero luego demuestran en la práctica que no han comprendido nada, e incluso que se ríen y juegan con los destinos de sus «militantes» de sus ya famélicas filas, es un rasgo muy pernicioso de estos líderes pseudocomunistas, un peligro que ya explicó Enver Hoxha que se veía en exceso en los partidos de Europa y que no se podía consentir:

«Observamos que en Europa los marxistas-leninistas no han llegado todavía a comprender debidamente la necesidad de organizar la actividad del partido en la clandestinidad y la semiclandestinidad. En este sentido influye considerablemente la actividad de los revisionistas. Si bien los nuevos Partidos Comunistas no se plantean seguir la vía parlamentaria, tienden a desarrollar toda su actividad de forma legal, como hacen los partidos revisionistas». (Enver Hoxha; Comprender y organizar correctamente el trabajo clandestino y legal del Partido, cuestión fundamental de la revolución, 1969)

En general observamos –y seguimos viendo– en redes sociales de militantes de Reconstrucción Comunista (RC), un festín de simbología y lemas llamativos en poses junto a armas blancas y de fuego, e incluso hemos presenciado cómo hacen alarde de grafitis y todo tipo de simbología que les identifica con RC, algo poco menos que inteligente cuando tu organización está siendo investigada. Pero tampoco pidamos «peras al olmo».

RC acostumbra a realizar su manifestación y desfile protocolario en torno al 14 de abril, coincidiendo con el aniversario de la II República. Este año al haberse pasado la sentencia de un año de ilegalización, también han salido a la manifestación con la simbología y parafernalia típica de RC, la cual durante el año anterior era con las insignias de sus plataformas tapadera. Para más inri suben las imágenes y hasta un video en un buen HD en la cuenta de Youtube de la organización para que los servicios secretos no tengan que utilizar ningún dispositivo especial ni esforzarse demasiado para realizar pesquisas. ¡Vicisitudes de la «clandestinidad» señores! Eso sí, no nos extrañaría que en alguna polémica con otros grupos dentro de poco acusen de nuevo de labores de chivateo por difundir y criticar estas imágenes que ellos mismos han subido. 

No nos sorprendamos tampoco si viendo como de idiotas y aventureros son sus líderes en su delicada situación, despreciando su seguridad y la de sus militantes, hay nuevas detecciones por promoción y propaganda de agrupación ilegal durante este año de suspensión, sumados a los cargos que ya pesan sobre ellos tras la Operación Valle y cuyo caso todavía está en curso.

Esta actitud ya del todo suicida solo se explicaría en una presumible intención de Roberto Vaquero que viéndose en prisión en breve, pretende arrastrar a cuantos más mejor para no verse solo y dar así un mayor eco propagandístico.

Es válido decir que entre el estilo militar, la vestimenta y tanto «pelado» de por medio estos desfiles de RC nos recuerdan más a los desfiles de las SS por el toque paramilitar y la vestimenta, o al de de los actuales grupos neonazis de Ucrania que a una manifestación de comunistas. Para que el lector no crea que estamos de broma véase [aquí] una imagen publicada en la web de RC de sus desfiles y compárese con un desfile de los grupos neonazis polacos [aquí].

Es una completa vergüenza que cumplan este rol anticomunista de relacionar a los ojos de la gente que el comunismo es igual, en este caso en la estética, a: nazismo, pandillerismo, skinheads, y paramilitarismo.

La vinculación de Reconstrucción Comunista con la ICOR y la cuestión de Rojava

Partiendo de las anteriores razones, es bastante comprensible que RC pudiera ser desarticulado en cualquier momento en que el Estado burgués quisiese mover un dedo, de hecho solo tuvo que esperar, y con sus nexos con organizaciones kurdas se tuvo la excusa perfecta para intervenir.  Hoy, algunos suelen alegar que la detención de la cúpula de RC ha sido por la cuestión de enviar a dos militantes a Rojava –Kurdistán Sirio–, pero esto ni siquiera es la cuestión principal aunque en los medios de comunicación se centren en ello, porque si vemos con perspectiva: las fuerzas de seguridad del Estado ya les seguían la pista desde 2014, y el envío de brigadistas fue en 2015. Pero aún así, analicemos el tema de los brigadistas enviados a Rojava, si es justa la posición de la organización en el tema, y el porqué ha acarreado problemas.

¿Qué posición mantuvo Reconstrucción Comunista (RC) respecto a Rojava? El visto bueno a todo lo que se decía en la internacional maoísta de la ICOR, reproduciendo sin criticismo ni criterio alguno sus análisis, animando a enfilarse en las «brigadas» que organizaban el partido alemán MLPD y el turco-kurdo MLKP, ambos partidos integrados en la internacional maoísta Coordinación Internacional de Partidos y Organizaciones Revolucionarias (ICOR). Estas brigadas no mantendrían su autonomía sino que se integrarían dentro del brazo militar del movimiento nacionalista kurdo.

Los maoístas alemanes del MLPD con su Secretario General Stefan Engels quién ejerce de Coordinador Principal de la ICOR, decían con orgullo:

«Las brigadas de solidaridad internacional están dirigidas por la ICOR, que designa a los líderes de la brigada para ello. Ellos toman decisiones vinculantes para todos. En las brigadas trabajamos juntos democráticamente, por encima de las líneas del partido y en igualdad de condiciones». (Principios de los participantes de las brigadas de solidaridad ICOR para la reconstrucción en Kobanê, 31 de mayo de 2015)

No está de sobra recordar que el MLPD fue uno de los grupos maoístas más fervientemente tercermundistas en los 70, de hecho las polémicas con el PCA/MLA de Ernst Aust son harto conocidas para los revolucionarios alemanes, pero suponemos que RC que apuesta por superponer maoísmo y marxismo-leninismo, le es del todo normal, le da igual reivindicar sus comunicados y tener amistad con un partido así. La coherencia y el revisionismo «son como el agua y el aceite».

Desde los grupos maoístas de la ICOR pedían por supuesto, la participación de todos los miembros de los partidos de la ICOR y sus militantes para enrolarse inmediatamente en estas brigadas, crear comités de apoyo, y difundir su visión pequeño burguesa y tercermundista del tema:

«Llamamos a: formar comités de solidaridad, organizar reuniones, manifestaciones, ocupaciones y huelgas en el trabajo, en las universidades y escuelas, en las calles y en las plazas.  Llamamos a: recolectar donaciones financieras y materiales, crear publicidad; discutir e informar sobre la situación actual. ¡Invitamos a participar activamente en la lucha de los pueblos del Oriente Medio, a defender a la revolucionaria Rojava con la participación en las brigadas internacionales!». (ICOR; ¡La defensa de Rojava por los revolucionarios está en el orden del día!, 1 de diciembre de 2014)

RC respondió a la llamada:

«El defensor comunista de Rojava se hace la pregunta: «¿dónde está tu sitio? ¿Quieres participar en este proceso o éste debería pasar y dejarte a un lado?». Rojava se somete a una revolución y su gente le pregunta a cada comunista: «¿dónde estás, cuándo nos unimos a la filas de la revolución mundial? ¿Vas a estar a nuestro lado?». (Reconstrucción Comunista; Honor y gloria a la camarada Ivana Hoffman, 13 de marzo de 2015)

Desde Reconstrucción Comunista (RC) no solo se mandaría a dos brigadistas desde sus filas sino que como se aconsejaba en la ICOR se crearon plataformas en apoyo de la cuestión kurda: así se crearía el llamado Comité de Solidaridad con Rojava y el Pueblo Kurdo (CSRPK), una plataforma que ha sido una de las bazas principales del partido para recalar apoyos en el interior y exterior, bajo la excusa de que se estaba apoyando la causa kurda; desde ahí se pediría dinero y se publicitaba la idea de que en Rojava había un proceso socialista (sic), algo que parece insólito, pero es otra cosa que también veremos con detenimiento en otro capítulo. Esta postura sobre Rojava de RC es una prueba más de que el señor Roberto Vaquero practica una sumisión perruna hacia partidos maoístas como el MLPD alemán y el MLKP turco-kurdo. Nuestro líder revisionista nacional, aparte de no tener conocimientos tampoco tiene autonomía propia en sus planteamientos.

Poco tiempo después dos miembros de RC, Martos y Arcadio, siguieron la petición de la ICOR. A través de estos partidos de la internacional maoísta se enrolaron en la brigada creada por ellos, conocido como el Batallón de la Libertad, que se enfilaba dentro de las Unidades de Protección Popular (YPG), brazo militar en que participan varias organizaciones del movimiento kurdo, entre ellos el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), el PKK y las YPG no son lo mismo, la YPG es más bien un frente, eso debe quedar claro, y que es algo que reconoce todo el mundo menos el gobierno turco, por obvios intereses. Las YPG desde hace largo tiempo han tenido vínculos con los imperialistas, pero eso a los revisionistas de la ICOR no parece importarles mucho. 

Los maoístas alemanes fueron quienes han facilitado el viaje a los dos brigadistas de RC:

«En el auto el juez acusa también de formar parte de esta estructura al alemán Philip-Alexander Höher por ayudar a los dos anteriores a viajar hasta Siria desde su país, donde hicieron parada, proporcionándoles contactos e infraestructuras tanto a la ida como a la vuelta». (EFE; Procesados seis españoles, un turco y un alemán por colaborar con el PKK, 23 de enero de 2017)

Mientras el deber como organización pretendida marxista-leninista hubiera sido desligarse de cualquier análisis y comunicado de la ICOR, el seguidismo brutal de Reconstrucción Comunista (RC) a la internacional maoísta de la ICOR, reproduciendo sus comunicados y sus tesis sobre Rojava, derivó en la cuestión de enviar a los dos brigadistas allí.

Álvaro, conocido como el «brigadista Martos» de Reconstrucción Comunista, declaraba abiertamente que fue a Siria a luchar de lado de las Unidades de Protección Popular (YPG):

«Entrevistador: ¿Por qué decidiste unirte a las YPG?

Las YPG son las fuerzas directamente del pueblo, autoorganizadas y autoabastecidas para defender la independencia de Rojava y defender la causa kurda y luchar contra el Estado islámico». (Entrevista al camarada Martos, 29 agosto de 2016)

La colaboración de Reconstrucción Comunista (RC) en las demandas y exigencias de la ICOR para ganar puntos frente a ella, y la incorporación de sus militantes a las Unidades de Protección Popular (YPG), cuyo grupo permite la entrada de miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) como de otros grupos kurdos, puso las cosas muy fácil a los gobiernos europeos. Mientras tanto los dos brigadistas propagaron ciertas entrevistas en diversos medios sobre su vinculación con RC y el tema kurdo para darse propaganda. Esa vinculación de las YPG con los voluntarios de los partidos de la ICOR fue aprovechada por el gobierno turco-español-alemán para llevar la acusación a RC y el MLPD de «colaboración con banda terrorista» y emprender diversas sanciones. Esa situación finalmente acarrearía muchos problemas debido a las peticiones del gobierno turco al gobierno español de intervenir como efectivamente sucedió. Un tema que en el caso de la organización española RC agudizaba las ya de por sí aventureras acciones que había realizado como la organización de desfiles paramilitares con simbología afín a las organizaciones kurdas, la detención de sus militantes por agresiones, la exposición en redes sociales de imágenes portando eslóganes y armas, trifulcas a punta de navaja con otros grupos pandilleriles o entre las fracciones internas de RC, lo que les costó también el calificativo de organización criminal en base a ese su historial.

Esto provocaría la psicosis de nuestro valiente Secretario General de RC Roberto Vaquero, creyendo que su detección era inminente. Así en un principio dio instrucciones para no dar ningún apoyo a los dos brigadistas que habían ido a Rojava, finalmente se convenció a Roberto que la vinculación entre RC y los brigadistas era inevitable ya que se había publicitado la militancia de estos en los medios de comunicación y los videos personales de los implicados, por lo que la estrategia fue un apoyo propagandístico a los dos brigadistas. Esto demuestra el «internacionalismo» de Roberto Vaquero y su despreciable falsa moral:

«Itxasne: Para explicar la redada del 27E hay que remontarse a los problemas previos de la organización, pero son tantos que solo vamos a explicar un par de las cosas más importantes y de manera superficial por motivos de seguridad. Concretamente, a principios de 2015, cuando salen los dos brigadistas en una web-tv turca, ya que esta primera aparición hizo que Roberto Vaquero viviese en un miedo paranoico constante a la posibilidad de ser detenido. Es en este mismo momento cuando Roberto empieza a hablar de expulsar a los brigadistas del partido «porque era un marrón muy grande»; vamos, que no se quería comer el marrón de otro camarada, para no variar. Entre tres camaradas, dos del CC y uno de su equipo de la Secretaría General, lograron convencer a Roberto de que esta idea era un absoluto despropósito por tres razones muy básicas a las cuales él estaba anteponiendo su miedo.

–Era absurdo porque ya se habían ido y ya habían afirmado públicamente ser de RC, con lo cual, en caso de «haber marrón», lo iba a haber de igual manera.

–Por respeto a la democracia interna del partido: ningún camarada podía ser expulsado sin que este ejerciera su derecho a ser asistido por una comisión de garantías y control que expusiera con claridad los hechos o infracciones que hubiera cometido para defenderse de estos y ser luego sometido, si así se resolviera, a la sanción pertinente.

–Por simple y sencilla camaradería: dejar tirados a dos camaradas por las buenas nos era del todo inaceptable, por mucho que se hubieran equivocado desde nuestro punto de vista. A esto, sin embargo, Roberto ya nos tenía acostumbrados, pues no era la primera vez que exponía a camaradas para librarse de las represalias –policiales, agresiones físicas callejeras pandilleras, etc.– derivadas de sus actos personales.

Al ver que expulsarles era inviable, se le ocurre la brillante idea de pensar que mediante un simple e irrelevante comunicado de blog desvinculando al partido de las acciones de los brigadistas Roberto ya estaría completamente blindado de cara a la Justicia. Sí, así funciona la mente de este señor cuando habla o piensa sobre cuestiones judiciales y represión del Estado.

Evidentemente, y viendo la avalancha mediática de los brigadistas, la constante mención de RC en todas partes vinculando a RC con las acciones de los brigadistas y teniendo por cierto los cuadros que la «brillante idea» del Secretario General (SG) de hacer un comunicado no era tan brillante, algunos miembros del CC empezaron a sugerir la necesidad imperiosa de contar con un protocolo de acción legal en caso de unas muy posibles detenciones. La respuesta del SG a este tipo de sugerencias era «déjalo en mis manos, si detienen a alguien va a ser solo a mí y en Madrid ya sabemos perfectamente lo que tenemos que hacer» –aquí se ve el cantonalismo de Roberto una vez más–, RC era solo los pocos militantes que había en todo Madrid, aparte de que a día de hoy seguimos sin saber exactamente por qué repetía con tanto ahínco que solo iba a ser detenido él: ¿era por ese miedo patológico obsesivo-compulsivo a la represión a su persona o por el doble filo de usar dicha manía persecutoria para mostrar a sus camaradas cómo de delicada era su situación y, por tanto, cómo de supuestamente valiente y revolucionario era nuestro infravalorado SG? Puede que una, otra, o ambas sean la respuesta correcta». (Equipo de Bitácora (M-L); Entrevista a dos exmiembros del Comité Central de Reconstrucción Comunista sobre su experiencia en dicha organización, 25 de junio de 2017)

Esta es una prueba palpable que todo el cuento que ha montado RC, en especial Vaquero, respecto al pueblo kurdo es una pantomima. Que sus propios brigadistas han sido usados como piezas de publicidad y que en cuanto se vio que podían causar problemas recularon, cuando ya fue tarde, adoptaron la posición del tipo «¡Si hay que ir a la cárcel por nuestros ideales, iremos!», un patético teatrillo de cara a la militancia.

Sigamos:

«Itxasne: Aquella vez Arcadio fue «voluntariamente» –entendemos por voluntariamente que era una directriz de su SG, claro– a la comisaría, pero una vez hubo salido de RC colaboró activamente con la Fiscalía, según pudo verse en el sumario. Este hecho aceleró la redada represiva del 27E pocos meses después, pero no exime a RC de gran parte de la responsabilidad de su propia represión, puesto que el mismo sumario deja bien claro que el seguimiento a RC se venía realizando desde 2013 y se disparó con la aparición de dos brigadistas en Rojava y el propio Roberto en las noticias los canales de TV, no habiéndose actuado nunca, ni como militantes ni como organización, de manera prudente». (Equipo de Bitácora (M-L); Entrevista a dos exmiembros del Comité Central de Reconstrucción Comunista sobre su experiencia en dicha organización, 25 de junio de 2017)

Es decir, tras la primera detención del brigadista Martos, el Secretario General Roberto Vaquero instó al brigadista Arcadio a entregarse a la policía, para que cargase con las culpas, eludiendo su propia responsabilidad e intentando evitar así ser detenido. En cuanto Arcadio, se entregó Roberto mandó paralizar la acción política y la acción activa hacia todo lo relacionado con Rojava:

«Itxasne: Volvemos para no desviarnos de las cuestiones que nos atañen. En julio de 2015, tras la detención de Martos, Roberto obligó a Arcadio a entregarse por miedo a que lo buscaran a él y también se lo llevasen al calabozo –el colmo del absurdo, ya que si la policía va a por ti, va a por ti y punto redondo–. Aparte de esto, se retiró la solidaridad activa y la acción política tras estas detenciones por el mismo miedo del SG a que se dieran vinculaciones entre los brigadistas y RC –hay que añadir que se prohibió a las organizaciones estatales la agitación y propaganda, con las directrices dadas ya, a realizar campañas de apoyo de respuesta rápida esa misma noche–. Por todo esto, y viendo la falta de respuesta cuando había un golpe represivo a un miembro del partido, se volvió a insistir en la necesidad de un protocolo de seguridad y de respuesta en varios ámbitos –político, legal, y demás–, a lo cual Roberto respondió que todo eso era competencia suya y que estaba todo bien atado». (Equipo de Bitácora (M-L); Entrevista a dos exmiembros del Comité Central de Reconstrucción Comunista sobre su experiencia en dicha organización, 25 de junio de 2017)

¿Qué sucedió una vez se dieron las detenciones del 27 de enero de 2016? ¿Cuál era el presunto plan de actuación en un caso así para una organización que se consideraba comunista?:

«Itxasne: Todo esto que tan bien atado estaba se puso en práctica sin duda el 27E: todos esos camaradas de confianza de Roberto con quien tan bien ató su protocolo de acción rápida, que iban a dar la cara ante una quiebra como la redada del 27E, se escondieron durante los 3 días de incomunicación de los detenidos y dieron directrices de retirar cualquier muestra de apoyo y de publicidad sobre dichas detenciones, así como de borrar todos los grupos de WhatsApp y Telegram. Suponemos que este era el protocolo que tan bien atado y profesionalizado tenía Roberto, el cual recordemos que tenía según él mismo competencias exclusivas sobre algo orgánico, con su gente de confianza de Madrid. Suponiendo que también tenía atado el tema legal, solicitamos un abogado de oficio a expensas de que esa gente de confianza de Roberto, que también tenía supuestamente atadísimo ese protocolo de acción legal, nos proporcionase la cobertura legal que como el resto de los camaradas detenidos, necesitábamos. Cuál fue nuestra sorpresa cuando nos dimos cuenta, en plena incomunicación, de que dicha cobertura legal la tenían solo los camaradas detenidos de Madrid, mientras nosotros íbamos a prestar declaración el día 29, tras 3 días de incomunicación –y sin walkies ni nada de eso, por si a algún despistado que no tiene ni idea de cómo funciona el régimen de incomunicación se le escapa el detalle–, ante un juez de la Audiencia Nacional, ¡con abogado de oficio! Como si fuera un caso civil cualquiera. Evidentemente, en cuanto un guardia nos pregunta si queremos aceptar la defensa que nos envían nuestros familiares, decimos que sí al instante. Suponemos que para la brillante mente de Roberto y sus discípulos, no claudicar sería sinónimo de seguir sin abogado a la espera de que nuestros supuestos grandes camaradas nos enviaran uno. Ni ese, ni otro. Tirados como perros para demostrar que preferimos comer raíces». (Equipo de Bitácora (M-L); Entrevista a dos exmiembros del Comité Central de Reconstrucción Comunista sobre su experiencia en dicha organización, 25 de junio de 2017)

¿De qué se enteraron los detenidos del material incautado en la sede de RC? De todo el material de pandillero que a espaldas del Comité Central tenían en la propia sede de Madrid para acometer contra otras organizaciones como venían haciendo:

«Itxasne: El súmmum de la profesionalidad de la clandestinidad de Roberto y sus competencias exclusivas al respecto, es cuando nos enseñan la foto de lo incautado en el local y uno de nosotros reacciona de manera natural, atónito, preguntando –pese a no poder preguntar– de dónde había salido eso, a lo que el juez Velasco responde que las preguntas las hace él, «pero que bueno, que estaba todo en el local». (Equipo de Bitácora (M-L); Entrevista a dos exmiembros del Comité Central de Reconstrucción Comunista sobre su experiencia en dicha organización, 25 de junio de 2017)

¿Acaso se aprovechó esa situación para movilizar a la militancia?:

«Itxasne: Al salir el día 29 en libertad provisional: la deplorable imagen de ver a 4 militantes en la puerta de la Audiencia Nacional, de los cuales 3 eran militantes del nuevo CC en la sombra que ya se había creado –a ojos del partido, a efectos legales, eran militantes de base con cargo regional como máximo, pero esto ya lo explicaremos más adelante– y la cuarta era una militante de base que se acercó por allí. Esta imagen tiene que ver, por supuesto, con ese protocolo de seguridad que activaron los camaradas de confianza de Madrid de Roberto de los que hemos hablado anteriormente. Aquí empieza lo que era para Roberto el verdadero protocolo: liquidar a medio CC y reemplazarlo por la novia y los amigos del SG, su nueva camarilla arribista». (Equipo de Bitácora (M-L); Entrevista a dos exmiembros del Comité Central de Reconstrucción Comunista sobre su experiencia en dicha organización, 25 de junio de 2017)

¿Cuál era entonces según Roberto la línea de actuación, el protocolo, del partido tras esas detenciones? Ahora que él si se veía implicado, crear una plataforma, pero de características muy curiosas, ¡sin contar con la participación de ninguno de los detenidos ni sus familiares excepto él y su comparsa! ¿Con qué fin? Con el no menos curioso fin de recaudar dinero para fundar el negocio que ahora regenta Roberto Vaquero:

«Itxasne: El que se suponía era todavía el secretario de organización, nada más ver a sus camaradas y habiéndose acabado de enterar de que el partido había sido suspendido por un año, sugirió crear una plataforma de apoyo, ante lo cual recibió respuesta de estos supuestos militantes de base que sin nosotros saberlo eran la fracción que llevaba meses gestándose y que ya era el CC en la práctica; esa respuesta fue que no se iba a hacer absolutamente nada durante un año, que desaparecían partido y frentes, y que quedaba prohibida la actividad política en todos estos ámbitos hasta dentro de un año. Como estábamos incomunicados y no teníamos idea de nada de lo que acontecía en el mundo real, no rebatimos esta directriz. Cuál fue nuestra sorpresa, cuando días después vemos en redes sociales que se había creado una plataforma de apoyo a los detenidos del 27E sin contar con los detenidos, a la cual se le prohibió la entrada a los familiares y amigos de los detenidos. Al salir Roberto de prisión en marzo, entendimos todo mejor cuando el que todavía considerábamos un camarada pese a sus más que discutibles capacidades, David –un chico, que como tantos otros provenía del rollo skinhead, que ahora ha vuelto del lado de Roberto–, nos contaba lo que sucedía allí. Roberto había salido diciendo que la plataforma era una forma de reunir a los exmilitantes de RC donde él llevaría la voz cantante igual que en el partido; David no sabemos con qué fin y bajo qué razones no se cortó ni un pelo en contárnoslo por teléfono, tanto hablado como escrito, y también afirmó que el dinero solidario recaudado iba a ir destinado al negocio personal de Roberto». (Equipo de Bitácora (M-L); Entrevista a dos exmiembros del Comité Central de Reconstrucción Comunista sobre su experiencia en dicha organización, 25 de junio de 2017)

Si bien este es el relato de dos miembros de RC implicados en las detenciones del 27 de enero de 2016, los problemas no dejaron de crecer; a la vuelta de los dos brigadistas la ruptura de uno de ellos, Paco Arcadio, con RC fue ampliamente famosa. El motivo:

«Felipe: El abandono de Paco Arcadio. Tras tener una discusión bastante acalorada por teléfono con Roberto en el que yo le insistía en que no podíamos decir que Arcadio había sido expulsado, y menos por cuestiones de género –hablamos de la misma agresión machista denunciada desde un colectivo externo a RC y que durante meses trató de tapar, falsear y ridiculizar–. Según Roberto, se había ido por cobarde y porque no quería enfrentarse a nazis. Yo quise preguntarle la realidad de esos repentinos motivos y hechos sobre Arcadio, ya que ninguno me cuadraba. La verdad resultó ser la siguiente: después de que Roberto justificase durante meses sus desviaciones machistas, que lejos de frenarle le alentaba a ser infiel a una camarada para subir su ego con mujeres a las que persuadía para tratar como a objetos, Roberto quiso hacernos creer a todos que realmente alguna vez le pidió una autocrítica respecto al conflicto de género denunciado por una chica externa a RC. Roberto siempre dijo que esa chavala «estaba loca» y que «acosaba a Arcadio», que además «lo engañaba con otros» y eso, decía, lo había visto él mismo. Tras todo esto, pretendió que Arcadio se hiciera una falsa autocrítica para calmar a los colectivos feministas, ya que se obsesionó con la idea de que dichos colectivos pudieran cometer algún tipo de agresión física al local o a los miembros de RC de Madrid. Arcadio se negó a hacer esa falsa autocrítica, insinuando que a él le daba igual que agredieran a Roberto, que lo que le importaba eran los problemas del pueblo kurdo. A raíz de esta frase, y viendo Roberto que uno de sus seguidistas leales y guardaespaldas ya no daría «la vida» por él, empezó a maltratarlo, hacerle bullying, quitarle la manutención económica del partido, etc. Arcadio había estado trabajando en la tienda de Rober prácticamente a cambio de comida y de residir en el piso de la por aquel entonces pareja de Roberto, en una relación servil, se le negaron los medios para tratar el estrés postraumático de su vuelta de Siria. Finalmente, y en un estado mental absolutamente colapsado, Arcadio abandonó y desapareció tras despedirse diciendo «sé que me vais a llamar traidor y cobarde, pero no puedo más». (Equipo de Bitácora (M-L); Entrevista a dos exmiembros del Comité Central de Reconstrucción Comunista sobre su experiencia en dicha organización, 25 de junio de 2017)

A esto ha de añadirse las presiones de Roberto para que se entregase como ya hemos documentado. Suponemos que en un alarde de rencor tras haberse visto maltratado por RC, Arcadio acudió de nuevo de forma voluntaria a confesar ante la policía y proporcionar suficiente información en el tema de Rojava y el envió de brigadistas como para dañar a su exorganización, algo que se deja entrever en el propio auto de procesamiento donde se notifica su colaboracióon. Un acto deshonroso, ya que los problemas políticos no se resuelven acudiendo a la policía, pero no era tan anormal, pues desde luego de su paso por RC no iba precisamente a haber aprendido de principios comunistas. Tendría que haber procedido denunciando públicamente los tejemanejes de la organización y su Secretario General, poniendo de preaviso a todos los revolucionarios sobre el carácter de la organización ya que como tantos otros es un testigo autorizado que está en su derecho de dar su visión sobre la organización en la que ha militado; pero jamás metiendo ni acudiendo a la justicia burguesa para resolver los pleitos. Después Arcadio se presentó ante los medios denunciando el acoso que había sufrido por parte de RC durante estos meses.

¿Qué nos confesó Paco Arcadio en los medios de comunicación al respecto de la actitud del líder de RC Roberto Vaquero en la cuestión de Rojava?

a) El brigadista Paco Arcadio aseguraba que no sabía lo que le esperaba allí, que no sabía que iba a ir a la primera fila de combate:

«Yo asumía los riesgos, tampoco me pensaba que iba a un comedor social de Madrid, yo sabía que esa era una zona de guerra, una zona conflictiva, pero claro de ir a una zona de guerra a estar donde nos llevaron, la primera fila es la primera fila». (Más vale tarde; Declaraciones de Paco Arcadio, 2017)

b) Aseguró que fue RC quien organizó todo:

«Roberto creía hacer creer al juez que dos chavales de 21 años tenían la capacidad por ellos mismos de conseguir los contactos suficientes para recorrerse media Europa, llegar a Oriente Medio, cruzar uno de los territorios más peligrosos e integrarse en un ejército. Es un poco irrisorio, eso no lo pudimos hacer si no fuese porque lo organizó el partido». (Más vale tarde; Declaraciones de Paco Arcadio, 2017)

c) Confesó que RC era una organización de tipo mafiosa, que coacciona a sus miembros con quedarse, y que en caso de no aceptar, amenaza y acosa a los que se atreven a abandonar la organización:

«Yo eso lo he dicho mil veces, que Reconstrucción Comunista para mi es una mafia, utilizan la coacción la intimidación, yo me he tenido que ir de Madrid, yo no vivo en Madrid, y yo he tenido que cambiar mi vida radicalmente». (Más vale tarde; Declaraciones de Paco Arcadio, 2017)

d) De igual modo, relató que el objetivo de la cúpula con Rojava no era otro que dar publicidad al partido, que a Roberto Vaquero de ningún modo le importaba como acabase ninguno de sus brigadistas, que en caso de fallecer, ¡¡¡ya tenían preparado un gran funeral y utilizar su muerte como elemento propagandístico!!!:

«Yo me voy a sentar delante del juez y si me pregunta: ¿te arrepientes? Le diré sí, ¿me arrepiento del viaje en qué sentido? En el sentido de que cuando yo llegué aquí verdaderamente vi para qué era ese viaje, que era un viaje para ponernos medallitas. Claro, Si te matan bueno... «eres un mártir», el primer mártir de RC. Luego cuando llegamos nos vino Roberto y nos dijo: «No, no, vosotros tranquilos que si os hubieran matado teníamos un funeral montado». (Más vale tarde; Declaraciones de Paco Arcadio, 2017)

Esto demuestra la falta de escrúpulos y el uso indiscriminado de Roberto Vaquero de cualquier miembro –a costa de arruinar o perder su vida si hace falta– con tal de contentar a los jefazos de la ICOR y ganar un poco de renombre para sus  propios y pérfidos fines egoístas en el mundillo revisionista. Muy seguramente encontremos dentro de poco nuevas informaciones sobre todo esto.

La cuestión meramente secundaria es que hoy se de la paradoja de que se les acuse de colaborar con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) que es considerado como organización terrorista por EEUU-UE, aunque el imperialismo estadounidense actualmente esté colaborando, financiando y condecorando a todo el movimiento kurdo, incluidas las propias YPG –que permiten la entrada a los miembros del PKK–, por sus operaciones contra el DAESH o llamado simplemente Estado Islámico. La política burguesa es así, no conoce de coherencia, pero los marxista-leninistas sí hacemos una distinción en estos temas, y por eso denunciamos que RC haya practicado el clásico seguidismo de organización revisionista hacia los análisis de los maoístas de la ICOR en la cuestión de Rojava, que no haya tenido personalidad, que haya tenido una falta de crítica propia sobre las fuerzas activas kurdas, y que bajo instancias de su líder haya pretendido incluso sacrificar la vida de dos de sus militantes solamente con fines propagandísticos, en un intento de ganarse las simpatías y el respeto de los revolucionarios, un barco que hace tiempo que zarpó.

Más adelante en otro capítulo estudiaremos en profundidad las desviaciones del movimiento nacional kurdo y el seguidismo que RC le ha dado en lo ideológico para entender mejor este punto». (Equipo de Bitácora (M-L)Antología sobre Reconstrucción Comunista y su podredumbre oportunista, 25 de septiembre de 2017)

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