domingo, 29 de abril de 2018

Antonio Machado, gran hombre y poeta vinculado a su tiempo y el pueblo; Elena Ódena, 1975


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Al cumplirse el centenario del nacimiento de nuestro gran y admirado Antonio Machado no podíamos dejar de rendir, desde estas páginas de «Acción», un sentido homenaje a este gran español, poeta y escritor que hizo más que ningún otro intelectual de su generación por colocarse en todo momento a la altura de las circunstancias, por ser un hombre profundamente metido en los problemas cruciales de su pueblo y que siempre, sin miedo, con valor y generosidad defendió todo aquello que consideró justo.

No es por casualidad que, cien años después de su nacimiento, constituya para las nuevas generaciones un símbolo del verdadero intelectual, del hombre lúcido y valeroso que no concibió su existencia sin preocuparse hondamente por la realidad de su tiempo, por el pueblo y la tierra en que nació, vinculando toda su existencia estrechamente a las peripecias del vivir de su tiempo.

Pero Antonio Machado es también para las nuevas generaciones el símbolo del español que tuvo que abandonar su tierra, exiliarse poco antes de acabar nuestra guerra contra el fascismo, yendo a morir, pocos días después, de amargura y como consecuencia de las penalidades del éxodo, en el pueblecito francés de Colliure, a pocos kilómetros de la frontera. Pese a los esfuerzos de los «oficiales» del régimen franquista por «recupera» a Machado, organizando en torno a su centenario toda una serie de grotescos actos y mediante toda una serie de escritos y publicaciones, falseando el verdadero sentido de la vida y la obra de Machado, en cuanto a su repudia de la monstruosa ideología oscurantista y la política de los que hoy mandan en España, de los señoritos y verdugos del pueblo, que tanto fustigó él, la celebración de su centenario ha promovido, pese a todas las dificultades y medidas represivas, una gran serie de actos, reuniones, coloquios, escritos y comentarios que reflejan la honda preocupación de las nuevas generaciones de intelectuales y de todo el pueblo por levantar la imagen de Machado como símbolo del compromiso que los escritores e intelectuales y todo hombre de bien deben aceptar con la realidad de su tiempo y de sus problemas cruciales al lado del pueblo. Sin duda alguna, todos los intelectuales, miembros y amigos del FRAP, deben ser los primeros en seguir promoviendo y organizando la labor de dar a conocer la persona y la obra de este gran español y pensador que fue Machado.

En lo que a su obra literaria y a sus escritos se refiere, salta a la vista a lo largo de todos ellos, desde los primeros hasta los últimos, y dejando de lado las disquisiciones de algunos, que contraponen unas épocas de su vida a otras y unas posturas a otras, complicándolo todo con imaginarias rupturas en Machado, entre su ser subjetivo y su posición objetiva, que Machado, como todas las personas pensantes, ha seguido un proceso en su trayectoria por vincularse cada día más estrecha y profundamente a las realidades y los problemas de su momento y con las circunstancias concretas de los lugares por donde ha pasado. Tanto en «Campos de Castilla», como en sus escritos del «período Baeza», se refleja esa constante compenetración de Machado con aquellos que trabajan para vivir, frente al señoritismo de los ricos del campo, señoritismo que él calificara, con la agudeza que le caracterizaba, como «un estilo peculiar de no ser hombre».

Aunque también formó parte de aquellos intelectuales insertados en la Institución Libre de Enseñanza, Machado nunca adopta una actitud de paternalismo ni de condescendencia hacia el pueblo, sea este culto o analfabeto, sino todo lo contrario. El, simplemente, transmite, comunica a su pueblo lo que en su vivir y mirando al pueblo, ha ido aprendiendo y descubriendo en cuanto al hombre y su existencia; nunca se sitúa por encima de aquellos a quien se dirige, sino que siempre habla a sus iguales y amigos.

Ya en los años veinte, Machado era miembro de la Alianza Republicana –en 1926–, aunque al mismo tiempo fustigaba a los que sólo se atrevían a vislumbrar una República mirando más hacia el pasado que hacia el futuro y más hacia arriba que hacia abajo, atreviéndose a decir: «¿Cuántas vueltas darán los pobres reformistas antes de caer en el saco de la basura?».

En Machado todo es andar hacia adelante, ir abriendo camino al andar. Hay pues en él un constante caminar y avanzar, no hay ruptura ni cambios bruscos. Todo cuanto más tarde expresó e hizo durante los años treinta y durante nuestra guerra, no fue más que el resultado de su lógica e inevitable evolución, habiendo él escogido el caminar con los de abajo, con el pueblo, frente a los señoritos y reformistas sin perspectivas.

Sin querer, pues, hacer decir a los muertos lo que no pueden ya refutar, podemos afirmar, no obstante, que hoy Machado estaría con nosotros, con los que seguimos luchando por una España libre, sin señoritos ni pobres reformistas y vendepatrias. Estaría con esa juventud revolucionaria que se atreve a luchar y a levantarse contra la dictadura y los yanquis, como lo estuvieron aquellos jóvenes que lucharon heroicamente durante nuestra guerra contra el fascismo de 1936-1939.

Baste citar, para demostrar que así sería, las siguientes palabras, escritas por él, en Valencia, en abril de 1937:

«¿Por qué esos militares rebeldes [se refiere a Franco y sus secuaces] volvieron contra el pueblo las mismas armas que el pueblo había puesto en sus manos para la defensa de la nación? ¿Por qué no contentos con esto, abrieron sus fronteras y los puertos de España a los anhelos imperialistas de las potencias extranjeras? Yo os contestaría: en primer lugar, por los treinta dineros de Judas, quiero decir, por las míseras ventajas que obtendrían ellos, los pobres traidores a España, en el caso de una plena victoria de las armas de Italia y Alemania en nuestro suelo». (Antonio Machado; Meditación del día, 11 de abril 1937)

Y concluye nuestro Machado en el mismo escrito con palabras que son de una total actualidad, cambiando solamente los nombres de Italia y Alemania por el del imperialismo yanqui:

«Por fortuna, la venta se ha realizado en falso, como siempre que el vendedor no dispone de la mercadería que ofrece. Porque a España, hoy como ayer la defiende el pueblo: es el pueblo mismo algo muy difícil de enajenar. Porque por encima y por debajo y a través de la truhanería inagotable de la política internacional burguesa, vigila la conciencia internacional de los trabajadores». (Antonio Machado; Meditación del día, 1937) (Elena Ódena; Antonio Machado, gran hombre, y poeta vinculado a su tiempo y el pueblo, 1975)

miércoles, 25 de abril de 2018

Peronismo, la quintaesencia del populismo, el falso antiimperialismo y del anticomunismo por antonomasia; Equipo de Bitácora (M-L), 2018


«El estudio del peronismo es casi una asignatura obligada para todos los revolucionarios ya que fue la quintaesencia del populismo, el falso antiimperialismo y el anticomunismo. Tarea verdaderamente hercúlea en Argentina, ya que es una cuestión todavía muy arraigada entre la sociedad aún dividida en peronistas y antiperonistas, una tarea que entre los trabajadores todavía está muy pendiente gracias a las ilusiones y conciliaciones que los pretendidos «revolucionarios» argentinos tuvieron con el peronismo hasta sus últimos coletazos –véase el caso de Montoneros, FAR, PRT y otros– con su seguidismo e ilusión con algunos sectores del peronismo en diferentes etapas; y por supuesto también este problema del peronismo ha sido causado debido a la ineficacia de los revolucionarios antiperonistas a la hora enfrentarse al mismo, no siendo capaces de explicar metódicamente su carácter de forma que lo entendiesen los trabajadores. Todo esto fueron consecuencias normales objetivamente hablando, debido a la falta de figuras y organizaciones marxista-leninistas de peso, como pasó y pasa actualmente en otros tantos países con muchas otras tantas cuestiones y mitos.

Tengamos en cuenta que el peronismo ha tenido y sigue irradiando una influencia directa en los movimientos latinoamericanos del siglo XXI. Hemos visto desde Cristina Fernández de Kirchner, Fidel Castro, Hugo Chávez hasta pasando por Macri como gente que se han presentado como peronistas. La base ecléctica y demagógica del peronismo puede ser vista como una especie de maoísmo, donde la «izquierda» y derecha burguesa en Argentina y fuera de ella puede reivindicar y utilizar su discurso indistintamente. He aquí una anécdota que explica el eclecticismo y a la vez la influencia del fenómeno peronista:

«Los 70 años del peronismo se dividen en dos partes exactas: 35 años en el gobierno y 35 años en la oposición. De ellos, 18 años de proscripción y resistencia y 7 en democracia. De los últimos 32 años de democracia, el peronismo gobernó 23; de los seis últimos presidentes, cuatro fueron peronistas. Pero además, hubo siempre varios peronismos, que fueron sedimentando década tras década. Hubo un peronismo «histórico» y tradicionalista, que se combinó –y confrontó- con otro «revolucionario». En los años 60 y 70 esta coexistencia estalló con violencia, con situaciones de verdadera guerra civil. Hubo luego un peronismo «renovador», de tinte socialcristiano, y otro populista que derivó con Menem en neoliberal. Finalmente, el componente populista viró hacia el nacionalismo estatalista con Néstor y Cristina Kirchner. Cada uno de ellos engendró su propia oposición, dentro y fuera de sus amplios perímetros. Hubo así, en cada etapa, un peronismo que se opuso a los peronismos en el poder, de tal modo que ante cada declinación de unos siempre hubo otros que se dispusieron a sucederlos disputando la representación del «verdadero peronismo». Como lo señaló uno de sus principales historiadores, Juan Carlos Torre, «en el peronismo hay un alma permanente y un corazón contingente». De tal modo, el famoso apotegma de Perón, respondiendo a una inquietud periodística mantiene su actualidad: «¿General, cómo se divide el panorama político argentino? Mire, hay un 30% de radicales, lo que Uds. entienden por liberales. Un 30% de conservadores y otro tanto de socialistas. Pero, General, ¿y dónde están los peronistas? ¡Ah, no, peronistas son todos!». (Fabián Bosoer; El 17 de octubre de 1945, 2015)

Nosotros pretenderemos refutar al peronismo contraponiendo su discurso con la práctica, y sobre todo, aclarando todas las cuestiones desde la óptica marxista.

Entre tanto por este panorama, ¿qué servicio «internacionalista» nos brinda el el «Movimiento Político de Resistencia» respecto a esta cuestión tan interesante y apremiante para el movimiento obrero? Pues como siempre hacer un seguidismo a la propaganda de turno, en este caso la peronista, como no podía ser de otro modo. 

«Sin ninguna duda, el gobierno de Perón significó una auténtica revolución, y la importancia de la misma quedó de resalto, cuando la delegación argentina que viajó a la URSS. (...) Pero, ¿qué clase de revolución era esa? Era una revolución burguesa que había desplazado a la vieja y parasitaria oligarquía rural vinculada a los frigoríficos ingleses y al negocio de la carne. Esos frigoríficos manejaban el principal renglón de la economía nacional, y fueron nacionalizados, y en la provincia de Buenos Aires, se crearon los frigoríficos regionales, que pertenecían al estado provincial, y que estaban gestionados por el ministerio de asuntos agrarios como medida de protección a los pequeños ganaderos. Pero, ¿dónde estaba la «izquierda» argentina durante los gobiernos de Perón? Estaba enfrentada al gobierno peronista en un ejercicio de torpeza y ceguera absoluta. La clase obrera estaba masivamente apoyando a Perón y su gobierno y el Partido Comunista Argentino acusaba a Perón de fascista, aplicando categorías impropias de un país dependiente como era Argentina en esos tiempos. Mientras tanto, por la red ferroviaria nacional circulaban trenes arrastrados por las locomotoras soviéticas que llevaban en su frente una estrella roja, que era un emblema de la URSS. Ese era el gobierno fascista de Perón». (Movimiento Político de Resistencia; El proyecto antimperialista de Perón y sus relaciones con la URSS, 9 de enero de 2018)

Lo que nos quedaba por ver de estos señores «revolucionarios»: de los creadores de «Rusia es un bastión antiimperialista» y «Putin no es nacionalista burgués» como vimos [aquí], la nueva película producida por los restos del PCE (r) es seguir el cuento de que «Peron era antiimperialista» y su llegada al poder y sus reformas suponían una aproximación hacia la «revolución» que solo debía ser impulsada para que pudiera ser profundizada. ¡Claro que sí señores! ¡La revolución justicialista como decían los peronistas de izquierda más ilusos! Ahora se entienden todas las vacilaciones que los restos del PCE (r) y sus simpatizantes tienen sobre otras experiencias nacionalistas-burguesas y tercermundistas como el chavismo, el castrismo o el maoísmo, a los cuales siempre han aplaudido sin el más mínimo criticismo, calificándolo de antiimperialista pese a su dependencia y sumisión a todos los imperialismos habidos y por haber.

Aquí se tipifica que Perón y el peronismo era todo eso porque: a) se realizaron nacionalizaciones; b) la delegación fue recibida por Stalin; c) la delegación logró comerciar con la URSS; d) el peronismo no podía ser un movimiento fascista o filofascista porque Argentina no tenía un alto nivel de desarrollo; e) gran parte de la clase obrera seguía a Perón.

Estos clásicos mitos del peronismo sumados a otros nuevos con un tinte pseudorevolucionario contenidos en este extracto que ha publicado el PCE (r), merecen una amplia explicación. Intentaremos que la explicación sea lo más ordenada posible, desglosando los temas en su íntima conexión.

martes, 24 de abril de 2018

Cuando la Escuela de Frankfurt negó al proletariado como clase revolucionaria


«En su día la Escuela de Frankfurt negó al proletariado como clase ascendente de la historia, como clase que debe hegemonizar la superación del capitalismo. Clamaba que, a causa de los medios masivos de información, la alienación existente entre el proletariado en los países de la «sociedad de consumo» era tan enorme que se había aburguesado, no pudiendo ser ya el sujeto determinante, transformador. Así algunos autores concluyeron que la intelectualidad o incluso al lumpenproletariado serían el elemento vanguardia, la capa social que cumpliría las veces de «clase determinante o ascendente», una completa aberración teórica por varias razones.

Gran parte de la intelectualidad en el capitalismo no puede sobrevivir sin prestar servicio a disposición de quien le paga: la burguesía; además la intelectualidad es una capa social que procede de varios extractos sociales, gran parte de ella sale de las capas acomodadas, sus miembros están muy alejados del peso del trabajo físico, por lo que corre el riesgo de alejarse del proletariado sino asimila su teoría y mantiene lazos cercanos con él. 

El lumpenproletariado por lo general es un elemento oportunista carente de todo principio ideológico y moral, es el esquirol y matón por excelencia, sobrevive gracias a cumplir los servicios de la burguesía, reúne en él los peores vicios de la sociedad burguesa, de hecho esta última se vale de su modo de pensar y actuar para hacer degenerar a los trabajadores, en especial a los jóvenes, propagando la cultura lumpen en los medios culturales como modelo a seguir para desactivar el movimiento proletario revolucionario.

La clase obrera es la única clase que por su lugar en la producción asegura su reproducción conforme el capitalismo se expande, no se restringe ni se descompone como ocurre con la pequeña burguesía, su carencia de cualquier medio de producción, su concentración en zonas de trabajo, hacen proclive su agrupamiento y la solidaridad entre sus miembros. El rol que ocupa en la producción le da una posición decisiva, suponiendo el mayor peligro para la burguesía en caso de que decida levantarse; la condición de desposeída de toda propiedad hace que a diferencia de otras viejas clases de la historia que pugnaban por el poder, la clase obrera no necesite tomar el poder para asegurar su poder y propiedad, sino para liberar al ser humano de toda explotación del hombre por el hombre, eso sumado a que es la única clase social que cuenta en sus movimientos históricos con una doctrina científica como es el marxismo-leninismo. Todo esto hace que sin discusión sea la clase obrera sea la clase de vanguardia, preparada históricamente para destruir al capitalismo.

La alienación no es un fenómeno exclusivo de la sociedad capitalista, ya estaba presente en el feudalismo y en otros sistemas, solo que los medios por los que se ejercía esta alienación eran diferentes, la clase obrera y el resto de trabajadores pueden repeler esta alienación si se agrupa, difunde su doctrina, analiza y expone las causas de los problemas candentes a los que encara por la vía revolucionaria.

Pese al bajo nivel de concienciación política en muchos lugares, a la burguesía le es muy difícil camuflar las contradicciones existentes en la sociedad de clases: 

Un proletario sabe distinguir que él está desposeído de los medios de producción y que un burgués los posee, que de ahí nace su riqueza y estatus, que bien puede permitirse hasta no supervisar sino delegar la fábrica en alguien, pero seguir obteniendo beneficios con el sudor ajeno; el burgués puede colocar a trabajar en la empresa a quien le de la gana, porque es suya, más allá de las capacidades y méritos. El trabajador sabe de sobra que en caso de perder su puesto de trabajo depende de que otro capitalista le requiera para poder ganarse la vida, que ni siquiera con una formación laboral adecuada o una larga experiencia tiene garantizado el jocoso derecho al trabajo que dice garantizar la libertad burguesa.

Es consciente de que en esta sociedad las profesiones no son valoradas como se debiera, que tiene mayor estatus social gente del mundo de la prensa rosa, la publicidad, un youtuber o un deportista de élite que un enfermero, un profesor o un obrero de obra. El trabajador es consciente de que en comparación con ellos cobra salario ridículo para el tiempo que trabaja y el esfuerzo que dedica en una labor de primera necesidad, mientras ellos ganan millones sin hacer nada de enjundia. Sabe que los primeros están mejor valorados que los segundos, que muchos de los primeros se dejan la piel para llegar a final de mes mientras algunos de los segundos no solo ganan millones si no que a veces ni siquiera hacen algo de valor para la sociedad, que su trabajo es una inmundicia que envenena a sus hijos.

Conoce de sobra que si comete una infracción la justicia no será la misma que para alguien famoso o cualquier adinerado. La experiencia le dice que las crisis no las pagan los ricos ni siquiera cuando la han provocado por especulaciones y corruptelas manifiestas, que siempre terminan siendo pagadas por los trabajadores con todo tipo de impuestos y ajustes económicos. Se da cuenta perfectamente de que los políticos que están en el poder y se postulan para entrar en él, no son de su misma clase social. 

Todo esto arrastra espontáneamente, quiérase o no, al proletariado hacia la lucha de clases, y a los que profundizan en las causas de esta lucha, hacia inclinaciones anticapitalistas. Otra cosa muy diferente es que a falta de un factor subjetivo como es la organización del proletariado y el estudio de su doctrina marxista-leninista y bajo la presión ideológica constante de la burguesía y sus agentes, no lleguen a buen puerto y el proletariado se desvíe.

Por todo esto, la llamada Escuela de Frankfurt tuvo una influencia brutal en los movimientos de mayo de 68, en la propia conformación del hipismo, del eurocomunismo y del postmodernismo. La «Escuela de Frankfurt» ha hecho las veces de «quinta columna» dentro del marxismo.

Esto tampoco nos puede dar pie a predicar una demofilia y una idealización de la clase obrera, aquella que acaba teorizando que «con brújula o sin ella las masas se liberarán solas», algo que no solo es necio y estúpido, sino que carece de rigor histórico y está más cercano al anarquismo y el luxemburgismo que al marxismo-leninismo y su comprensión de las relaciones entre vanguardia-masas. No por casualidad los bolcheviques se pasaron toda una época refutando estas ideas». (Equipo de Bitácora (M-L)Estudio histórico sobre los bandazos oportunistas del PCE(r) y las prácticas terroristas de los GRAPO, 2017)

Sobre el aumento de los juicios por enaltecimiento del terrorismo; Equipo de Bitácora (M-L), 2017


«Últimamente ha salido a la palestra de la opinión pública española las condenas contra diversos músicos, tuiteros, humoristas, titiriteros, y demás artistas, con lo que ha vuelto a debatirse la cuestión de la libertad de expresión y temas similares.

¿Es por ejemplo «una muestra de fascismo» las condenas de la Audiencia Nacional a los raperos simpatizantes del PCE (r) como tanto dicen ellos? 

Analicemos las condenas, sus razones, y el carácter ideológico de los elementos condenados.

«Curiosamente» desde el final de ETA se ha quintuplicado los datos de juicios por enaltecimiento del terrorismo:

«Los datos hablan por sí solos. En el año 2015 la Audiencia Nacional emitió hasta 25 sentencias por delitos de enaltecimiento del terrorismo. Nada más y nada menos que cinco veces más de las que produjo el mismo tribunal durante el año 2011, cuando la organización terrorista ETA dejó las armas. De las 25 sentencias señaladas, seis terminaron en absolución y 19 en una condena para los acusados siendo la pena más repetida la de un año de prisión y siete de inhabilitación. En 2011, sin embargo, sólo uno de los cinco juicios terminó en condena, según los datos a los que ha tenido acceso Público». (El Diario; Los juicios por enaltecimiento del terrorismo se quintuplican desde el final de ETA con el PP en el Gobierno, 11 de febrero de 2016)

Esto no es muy sorpresivo, sin la cuestión etarra, el Estado ya no tiene un as en la manga para distraer a las masas en un tema que era fetiche para la contertulia de los programas políticos, para las polémicas parlamentarias o para los discursos preelectorales, por tanto se intenta avivar artificialmente el tema aunque ya no sea con los miembros de la organización, sino con sus simpatizantes, intentando extender la cuestión etarra de forma artificial para sus intereses.

Entre todos estos juicios hemos visto efectivamente casos de enaltecimiento del terrorismo claros mezclados con sorna, como el del músico César Strawberry:

«La Audiencia Nacional absolvió este martes al líder de Def con Dos, Cesar Montaña Lehman –cuyo nombre artístico es César Strawberry–, para quien la fiscalía pedía un año y ocho meses de cárcel por una serie de tuits. (...) Entre otros mensajes publicados entre noviembre de 2013 y julio de 2014, Strawberry escribió: «El fascismo sin complejos de Esperanza Aguirre, política del PP, me hace añorar hasta los Grapo» o «Street Fighter, edición post-ETA: Ortega Lara versus Eduardo Madina». El cantante retuiteo, «haciéndolo suyo», según el tribunal, este otro comentario: «¿Se puede llevar una camiseta con un estampado de Miguel Ángel Blanco? Lo pregunto desde el respeto y el verano». (El País; Absuelto el líder de Def Con Dos de enaltecimiento del terrorismo, 20 de julio de 2016)

El caso de «Fausto»:

«Un joven acusado de enaltecimiento del terrorismo se ha conformado este martes en la Audiencia Nacional con la pena de un año de cárcel por publicar en Twitter mensajes en los que justificaba a ETA, humillaba a sus víctimas, e incitaba a acciones violentas. (...) «¿Alguien puede pegarle algún tiro en la nuca a la Infanta?, porfis», «Escrache a las víctimas de ETA» y «Ojalá a Irene Villa la hubieran matado» son algunos de los comentarios que el acusado publicó entre 2013 y 2014 en su perfil de Twitter, Ibai_93, que abrió en 2011. Otros mensajes hirientes hacia las víctimas del terrorismo son: «Los twiterroristas se ríen porque quedarán libres y Ordóñez no», «Me sé de unos cuantos peperos a los que no van a poner en libertad porque están bien muertos» y «Gora ETA militarra». (El País; Un año de cárcel por pedir un tiro en la nuca a la Infanta y justificar a ETA, 12 de enero de 2016)

El caso de Germán:

«También en este 2017 se ha condenado a Germán –nombre otorgado por el Poder Judicial– a un año de cárcel y siete de inhabilitación por mensajes como «#inventatupropiorefrán No por mucho madrugar Gora Eta militar» o «a estos maderos les desearía yo algo en la nunca, y no son collejas». (El Público; La Audiencia ha condenado al menos a 30 personas por enaltecimiento de ETA y Grapo en redes sociales desde 2016, 31 de marzo de 2017)

Sin duda el caso más extraño es de la tuitera transexual Cassandra Vera: que fue condenada por trece chistes sobre Carrero Blanco y su muerte a manos de ETA en 1973:

«Según informa Marisa Recuero, Cassandra escribió 13 tuits, entre 2013 y 2016, sobre el que fuera presidente del Gobierno en el régimen franquista y el terrorismo. Entre ellos, algunos tales como «Kissinger le regaló a Carrero Blanco un trozo de la luna, ETA le pagó el viaje a ella», «ETA impulsó una política contra los coches oficiales combinada con un programa espacial», «Película: A tres metros sobre el cielo. Producción: ETA films. Director: Argala. Protagonista: Carrero Blanco. Género: Carrera espacial», «Si hacer chistes de Carrero Blanco es enaltecimiento del terrorismo…», «Elecciones el día del aniversario del viaje espacial de Carrero Blanco. Interesante» o «¿Carrero Blanco también regresó al futuro con su coche? #RegresoAlFuturo». (El Mundo; Cassandra Vera, tras ser condenada por los tuits contra Carrero Blanco: «Es insultante y estúpido», 13 de marzo de 2017)

Caso inverosímil, pues esos treces tuits dudosamente constituyen un enaltecimiento del terrorismo pues están circunscrito dentro del género «humor negro» como los otros casos en los que los acusados fueron absueltos. Incluso, otros tuits publicados por Cassandra que ley en mano si podrían ser calificados de instigación y enaltecimiento del terrorismo, no fueron juzgados, hablamos de frases que han salido después en los medios como: «El asesinato de Rajoy va a ser #Unatravesurainfantil». (@kira_95; 10 de junio de 2012), «#MeMolestaQue Rajoy todavía no haya recibido un balazo en la cabeza». (@kira_95; 16 de diciembre de 2012) «Ejecutar a un facha». O directamente colgar imágenes de Gora ETA diciendo «Un día voy a hacer alguna de estas por mi cuidad». (@kira_95; 18 de julio d 2013). 

Efectivamente leyendo esto se ve que si la fiscalía hubiese querido hubiera tirado de estos tuits para condenarla a una multa o directamente a la cárcel, lo que indica que estos juicios son más bien de escarnio y advertencia pública más que otra cosa.

El mensaje de estos tuiteros que estamos viendo deja al descubierto que los autores no son muy maduros ni perspicaces. Están encuadrados en actitudes y comentarios de adolescentes que se regocijan en el uso del terror, y que fantasean y amenazan de muerte a sus enemigos en redes sociales. Evidencian que les falta un mínimo de inteligencia política para entender que así no se abre los ojos a la gente sobre el carácter de estas figuras que tanto odian, por no hablar del hondo desconocimiento sobre el carácter de estas bandas terroristas que en ocasiones enaltecen. Además muchos de ellos denotan una cobardía latente, cuando llamados a declarar, en vez de ser coherentes con su pensamiento terrorista, lo reducen todo a un «mal entendido», a su «libertad de expresión» sin explicar el apoyo a esas bandas y en ocasiones incluso lo tildan de comentario realizado para «hacer la gracia», mientras encima, durante el proceso y al término del mismo, piden que se note la «solidaridad antifascista» por mantenerse estoicos y no retroceder ante la represión. 

También ha habido casos ridículos en donde no había enaltecimiento del terrorismo ni siquiera discutible, como en el caso de los titiriteros o el sketch de Facu Díaz, parodias políticas sin más relevancia y sin posicionamiento político, finalmente absueltas. La mayoría de casos tanto los que constituyen un discutible enaltecimiento del terrorismo como los que no, han sido absueltos los acusados.

Algunos simplones del PCE (r) dicen que estos juicios demuestran la existencia de un fascismo, ahora recrudecido bajo mandato del PP. Si esto fuese cierto España sería el primer país fascista que permite el escarnio público de sus ministros por corrupción en los medios de comunicación; el primero que su justicia llama a declarar a su propio Presidente del Gobierno por corrupción, como ha ocurrido cuando la Audiencia Nacional ha reclamado a Rajoy para declarar en el caso Bárcenas. Cuando lo normal es que en un país fascista el líder máximo sea intocable y se concentren en él todos los poderes, y que sus ministros no sean imputados por corrupción sino expulsados a dedo según la voluntad del líder máximo aunque no haya motivos para tal procedimiento. Precisamente en España los recientes casos de obstaculización a la justicia del PP evidencia el carácter democrático-burgués de España, pues es la forma clásica de los partidos democrático-burgueses, es decir tratan de influenciar, sobornar o controlar las comisiones que evalúan la financiación de partidos o los jueces que evalúan si han cometido actos irregulares, así como impulsar a sus figuras allí, igual que hacen en la sanidad o educación, todo ello tratando de ganar ventaja sobre los demás partidos y poner la justicia de su lado. Mientras que en el fascismo, la justicia no se atrevería a tocar a los ministros, y mucho menos al presidente, porque sencillamente la justicia bajo el fascismo es directamente controlada por el ejecutivo.

La traición del PCE (m-l) de Raúl Marco a la lucha del MAP-ML contra el orteguismo en Nicaragua


«El Partido Comunista de España (marxista-leninista) compartía la revista «Teoría y práctica» con el Movimiento de Acción Popular Marxista-Leninista (MAP-ML) de Nicaragua. El viejo PCE (m-l) apoyaba con determinación la lucha de los marxista-leninistas nicaragüenses como se ve en los distintos artículos. Para quien no conozca de este partido:

«El Movimiento de Acción Popular Marxista-Leninista (MAP-ML) no se andaba con remilgos a la hora de criticar la política de los falsos revolucionarios –como debía ser–, y eso como era normal tendría su respuesta –que entre sus formas entraba la represión–. Y es que mientras el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) pactaba con la burguesía y sus agrupaciones el futuro Estado burgués nicaragüense; el mismo desarrolló ya desde los primeros días de gobierno una persecución y encarcelamiento de los revolucionarios marxistas-leninistas del MAP-ML. (...) A la brutal represión se le añadió la censura y cierre de su medio de comunicación, el periódico «El Pueblo» –el director de este diario, Melvin Wallace Simpson, se convirtió en el «primer preso político» en el post somocismo, le fueron negadas todas las garantías jurídicas, y se le incomunicó con paradero desconocido–. También se procedió a la ilegalización de organizaciones sindicales ligadas al mismo MAP-ML, es el caso del Frente Obrero. Esta ley marcial aplicada al MAP-ML nunca se aplicó a la burguesía y sus tribunas, ni siquiera en los momentos más álgidos de la guerra contrarrevolucionaria. Esto nos deja ver claramente que el FSLN veía como enemigo a batir a la única organización que hacía un planteamiento de clase proletario y revolucionario en lo referente a las tareas apremiantes y futuras a resolver por la revolución triunfante». (Equipo de Bitácora (M-L); ¿Qué fue de la «Revolución Popular Sandinista»?: Un análisis de la historia del FSLN y sus procesos, 19 de julio del 2015)

El artículo: «Organizar la solidaridad internacionalista con Nicaragua y el MAP-ML» comentaba excelentemente sobre la solidaridad internacional:

«Es evidente que el carácter de nuestra solidaridad no puede ser «neutro». Tal «neutralidad» no existe, ni puede existir mientras existan intereses contrapuestos de las distintas clases sociales que pugnan políticamente en Nicaragua. (…) Apoyamos particularmente al MAP/ML, partido que defiende los intereses de la clase obrera, que asume posiciones consecuentes antiimperialistas y que trata por hacer avanzar la lucha revolucionaria sobre la base de principios marxista-leninistas». (Vanguardia Obrera; Nº 513, 1985)

Hasta 1985, las relaciones entre los marxista-leninistas de uno y otro país eran fluidas, con gran parte de la sección internacional de la prensa del PCE (m-l) publicitando las acciones de los revolucionarios nicaragüenses:

«Nuestro partido llama a cerrar filas en apoyo del proletariado y el pueblo de Nicaragua y del MAP/ML, vanguardia de la lucha en Nicaragua por el socialismo, frente a las presiones del imperialismo y la reacción». (Vanguardia Obrera; Órgano central del Partido Comunista de España (marxista-leninista), marzo de 1985)

Ya en una época tan temprana como 1988 Raúl Marco y el resto de la dirección del PCE (m-l), a tan solo tres años del fallecimiento de Ódena, se atrevieron a traicionar la lucha que los marxista-leninistas nicaragüenses del Movimiento de Acción Popular (Marxista-Leninista) estaban llevando a cabo contra el partido pequeño burgués gobernante, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), caracterizado por los tres ejes de su política oportunista: pluralismo político, economía mixta y no alineamiento. Un partido que además como se tipificó en la directriz interna de la Dirección Nacional del FSLN del 20 de septiembre de 1979, tenía el objetivo directo de liquidar a los marxista-leninistas.

Pero ahora desde el órgano escrito del PCE (m-l), poco a poco se fueron dejando de publicar los documentos del MAP-ML. De repente los Marco, Chivite y Mayoral se atrevieron a tanto como para atacar a los marxista-leninistas nicaragüenses, aunque sin nombrarlos, en base a su teoría de la «polémica silenciosa», utilizando varios de los mismos epítetos que precisamente usaban los sandinistas:

«Es esencial no perder de vista quiénes son los verdaderos responsables de las calamidades del pueblo de Nicaragua y la situación que ellos y su gobierno se han visto obligados a enfrentar. (...) Hoy, para este valeroso pueblo, las alabanzas incondicionales a las vacilaciones y errores del gobierno son tan perniciosas como los ladridos de los superrevolucionarios que olvidan las dificultades que atraviesa Nicaragua». (Vanguardia Obrera; Nº 619, 1988)

Identificar al gobierno sandinista con el pueblo nicaragüense es un error tercermundista que evidencia la deriva del PCE (m-l) de entonces; pero falsear las luchas de los marxistas-leninista a los que hasta hacía poco llamaban «hermanos» es una traición imperdonable. En el mismo sentido, descalificar como «superrevolucionarios, izquierdistas, anarquistas, blanquistas, trotskistas, provocadores» y demás epítetos a los verdaderos y valerosos marxista-leninistas, ha sido una táctica muy común de los revisionistas para desacreditarlos ante las masas:

«¿Dónde está el extremismo y el izquierdismo infantil del MAP-ML en denunciar cara a cara al FSLN que por mucho que dijeran no existía un Estado «por encima de las clases» ni una «democracia para todos»? ¿Dónde está el izquierdismo en preguntar si es para ellos socialismo la economía mixta? ¿Dónde está el izquierdismo en preguntar si ellos se adherían a la teoría imperialista del «no alineamiento» internacional que traiciona la lucha por el socialismo y las luchas de liberación nacional a escala global? ¿Es más, en qué obra Lenin tipificó que una denuncia tal del oportunismo pequeño burgués fuera izquierdismo? ¿Acaso Ortega leyó la obra de Lenin: La enfermedad infantil del «izquierdismo» en el comunismo de 1920, donde se denuncian estos conceptos de los partidos llamados «demócratas pequeño burgueses» afiliados a la II Internacional? ¿Alguien acaso desconoce que para más inri: el FSLN forma parte de la heredera de la II Internacional, la llamada Internacional Socialista?». (Equipo de Bitácora (M-L); ¿Qué fue de la «Revolución Popular Sandinista»?: Un análisis de la historia del FSLN y sus procesos, 19 de julio del 2015)

¿Cómo se iba a combatir esas «dificultades» que atravesaba el país sin combatir esas «vacilaciones y errores» que provenían exclusivamente de la política gubernamental nefasta y pequeñoburguesa del FSLN?:

«Desde el 19 de julio de 1979, la pequeña burguesía sintetizada en el FSLN, ha demostrado incapacidad no sólo para asumir las reformas democráticos-burguesas más consecuentes, sino que incluso tampoco ha tenido la fortaleza política ni material necesarias, para erradicar las instituciones oligárquicas heredadas, como en el caso de los latifundios, los rentistas de viviendas y tierra, etc. (...) La pequeña burguesía, a través del programa de Economía Mixta y Unidad Nacional, no ha podido más que ofrecer un programa de reconstrucción de las relaciones capitalistas y en última instancia, del poder político de la burguesía, a pesar de su discurso populista. (...) Ello explica el congelamiento de salarios, la prohibición e ilegalización de la huelga obrera y de las tomas campesinas de tierras, el aumento de los impuestos indirectos que recaen fundamentalmente en las masas trabajadoras, la inflación incontrolada, la especulación en el mercado de productos básicos, el aumento real de las jornadas de trabajo a través de diversos mecanismos, el ordenamiento salarial que institucionaliza un sistema de congelamiento en el costo de la fuerza de trabajo, etc., así como los subsidios a la gran producción privada, la condonación de deudas a los capitalistas, los incentivos fiscales a las grandes empresas privadas, la política preferencial de divisas hacia la burguesía, la política crediticia a favor de los grandes productores». (Movimiento de Acción Popular Marxista-Leninista; Plan de lucha, agosto de 1984)

Por si a alguien le quedas dudas de la intención de ese artículo de 1988, el actual PCE (m-l) refundado en 2006 realiza una política de seguidismo total hacia el orteguismo como veremos.

Esto demuestra una vez más que la línea exterior y la interna tienen una conexión dialéctica innegable. Si el oportunismo penetra en una, tarde o temprano se reflejará en la otra. Si una dirección es amarrada por oportunistas, más pronto que tarde se reflejará en ambas líneas en algo acorde al pensamiento colectivo revisionista de sus personajes.

El tiempo le dio la razón a los marxista-leninistas nicaragüenses y al resto de revolucionarios del exterior críticos con la deriva del gobierno del FSLN, en cambio dejó en cueros a los demagogos como Daniel Ortega o Raúl Marco. Pero a éste último le dio igual. En un artículo titulado «Manifiesto mundial a favor de la Nicaragua Sandinista», la dirección del PCE (m-l) ha seguido traicionando su pasado y apoyando su nuevo rumbo revisionista al apoyar al FSLN. Tras su vuelta al poder vía electoral se soltaron epítetos del todo vergonzantes:

«El gobierno antiimperialista de Daniel Ortega. (...) La política del presidente Daniel Ortega de lucha contra la pobreza, por la justicia social y la soberanía nacional». (Octubre; Órgano de expresión del PCE (m-l); Nº24, Manifiesto mundial a favor de la Nicaragua Sandinista, 2009)

¿Antiimperialista alguien como Ortega que dirige el país según le dicta el FMI? ¿Alcanzando niveles de corrupción, nepotismo y pobreza tremebundos? Es un gobierno que se basa en:

«La idea de que «la inversión extranjera genera trabajo y desarrollo para el país». (...) El pensamiento de que «el país se puede y debe apoyarse en organismos capitalistas internacionales como el FMI para regular su economía»: desde la vuelta del FSLN al gobierno de Nicaragua el Fondo Monetario Internacional (FMI) no ha reducido su influencia en la economía nicaragüense alentada durante los gobiernos neoliberales, de hecho esta sigue girando en torno a las exigencias de esa institución. (...) Según Wealth-X, en 2013 el patrimonio del conjunto de la clase burguesa nicaragüense ha crecido en un 20%, al tiempo que el número de supermillonarios ha pasado de 180 a 190 –un 4% más desde el 2012– tomando en consideración que los que reciben este apelativo tienen de patrimonio activo 26 millones de dólares o más; no incluye el patrimonio pasivo como obras de arte, vivienda, etc. Pero agreguemos otros datos, según FIDEG el 42,7% de la población se encuentra inmerso en la pobreza y el 7,6 % bajo el flagelo de la extrema pobreza –que viven con menos de un dólar al día–. Esto arroja una verdad incontrovertible, y es que el conjunto de la fuerza productiva del país y el resultado de ese trabajo, el plus valor, sigue siendo usurpado por la clase dominante en detrimento de las mayorías, o lo que es lo mismo, hay un marco político-económico que permite esa parasitaria usurpación». (Equipo de Bitácora (M-L); ¿Qué fue de la «Revolución Popular Sandinista»?: Un análisis de la historia del FSLN y sus procesos, 19 de julio del 2015)

Leer estos epítetos de Raúl Marco sobre el gobierno de Daniel Ortega en momentos en que Nicaragua y sus trabajadores han sufrido una de las mayores crisis políticas y sociales, con unos niveles de brutalidad y represión contra el pueblo solo comparable a las peores etapas del somocismo, es ruin en un modo incalificable.

De nuevo se ve la catadura oportunista de Raúl Marco, que dice combatir las expresiones del posmodernismo, el «ciudadanismo» y el «socialismo del siglo XXI» en España como Podemos, en cambio apoya a sus aliados y referentes. ¡¡¡Es más, la mistificación que hace el PCE (m-l) de la Nicaragua de los ochenta no se diferencia nada de la propaganda a favor del FSLN que hacen los socialdemócratas-trotskizantes de Izquierda Anticapitalista (IA) ahora integrados en Podemos!!! Véase la obra de IA: «Revolución Sandinista». Y todo eso en un momento en que el pueblo nicaragüense sufre unas medidas neoliberales y represión brutal del ortegismo como ya hemos dicho.

En realidad, el apoyo del actual PCE (m-l) a Cuba, Venezuela o Nicaragua, no es sino una consecuencia de lo que ya denunciaban los marxista-leninistas de los ochenta: tercermundismo, uno que seguía y sigue estando muy presente en los análisis internacionales de los pseudomarxistas:

«El repudio a la teoría y la práctica «tercermundista» tiene vigencia en la actualidad y debe ayudar a comprender cabalmente que la lucha contra el imperialismo no se reduce solo al combate contra las superpotencias, sino que apunta también contra la naturaleza agresiva y rapaz de los otros países imperialistas. En la actualidad situación internacional podemos comprobar que muchos estados que se liberaron del yugo colonial fortalecen y amplían sus vínculos de todo tipo con el imperialismo, a través de los más variados mecanismos. La burguesía en el poder en dichos países, precisamente por ser aliada del imperialismo es enemiga del proletariado y del movimiento revolucionario. Por eso, la lucha contra el imperialismo está indisolublemente ligada al combate contra las clases dominantes en el interior del país. Es sabido que la burguesía proimperialista utiliza diversos organismos internacionales y fórmulas políticas como el «Movimiento de los Países No Alineados», los «Países del Tercer Mundo», «la unidad nacional», el «nuevo orden económico», el diálogo Norte-Sur», etc., por medio de los cuales propagaba la falsa teoría burguesía de la armonía entre explotadores y explotados, entre opresores y oprimidos, así como la que la burguesía tercermundista coincide con los intereses del proletariado y los pueblos. En este aspecto se identifican los revisionistas y los socialdemócratas en su tarea de obstaculizar la acción revolucionaria.

El llamamiento indiscriminado a los diversos países y dentro de ellos a los pueblos, a unirse con sus opresores en el «más amplio frente único» contra la política de agresión y guerra, y en defensa de la paz mundial, es falso y contrarrevolucionario.

El proletariado y sus partidos apoyamos los movimientos de liberación nacional, las luchas democráticas y antiimperialistas. Está claro que sólo cuando esas luchas cuentan con una clara dirección proletaria, adquieren un verdadero contenido revolucionario y conducen al socialismo». (Documento de Quito firmado en la reunión multilateral de partidos marxista-leninistas, 1985)

¿Qué son en realidad los países del «socialismo del siglo XXI» en lo económico?:

«Ciertos ideólogos encuadrados dentro del «socialismo del siglo XXI», y en el caso del nicaragüense, utilizan tesis de varios revisionismos –como el chino, yugoslavo o el eurocomunista– para engañar a las masas populares en cuanto a la economía. Citemos las concepciones más comunes 1) Los que defienden que el capitalismo de Estado es igual a socialismo: entendamos que la mera nacionalización de empresas, o de un tanto por ciento de las mismas, no significa crear el sector socialista. En esas empresas estatales continúan rigiendo las relaciones de producción capitalistas, y en el caso de las mixtas –parte sector estatal y parte sector burgués o privado– es peor aún, en ellas sigue existiendo una apropiación por parte del empresario aunque un tanto por ciento de la empresa ahora sea estatal debido a que ha sido recuperada para el Estado; en estos casos el Estado siguen reportando grandes rentas extras al ex propietario o propietarios privados por tal operación; o lo que es lo mismo, hay continuidad en la apropiación parasitaria del plus valor. 2) También se recurre a tesis del revisionismo yugoslavo, quién a su vez copió en su día las tesis del anarco-sindicalismo para convencer a las masas que la propiedad estatal es una forma «indirecta de la propiedad colectiva», ergo dicen que la forma directa sería la autogestión empresarial, la cual reniega abiertamente de cualquier plan centralizado a escala nacional y no hace distinción entre las clases trabajadoras, negando una vez más el papel protagónico a la clase obrera. 3) Se recupera la teoría del anarquismo, luego copiada por el revisionismo estadounidense y el revisionismo chino –añádase su variante vietnamita–, y actualmente en auge entre el revisionismo cubano: de que existe un capitalismo bueno, o sea el capitalismo no monopolista, de pequeñas y medianas empresas, a partir de ahí los ideólogos y defensores del «socialismo del siglo XXI» se pierden en la búsqueda de un capitalismo «productivo». 4) De igual modo, los seguidores del «socialismo del siglo XXI» copian otro modelo del revisionismo yugoslavo, chino o cubano en lo concerniente al capital extranjero. Por ejemplo en la creación de empresas mixtas con capital de los países imperialistas, estos aluden que al tener el 51% de la empresa, no se incurre en una explotación de los obreros de la empresa, estupidez donde las haya, porque gran parte del esfuerzo del obrero no es puesto a disposición del presunto Estado socialista y este se reporta directamente al imperialismo como beneficio, sin contar con el hecho de que el imperialismo está obteniendo superganancias desde el mismo momento en que invierte su capital exportado en un país con unos costos de producción mucho más baratos en comparación a los existentes en el propio país. 5) La idea general del liberalismo y del neoliberalismo, que debido a la «globalización», países del tipo como Nicaragua, solo pueden aspirar a «luchar respetando el juego» del sistema capitalista y que solo pueden regular su economía en base a los contratos, pactos y concesiones a los organismos internacionales, que de otro modo estarían condenados a la ruina económica». (Equipo de Bitácora (M-L); ¿Qué fue de la «Revolución Popular Sandinista»?: Un análisis de la historia del FSLN y sus procesos, 19 de julio del 2015)

¿Es acaso la unidad de los países «socialismo del siglo XXI» y otros gobiernos latinoamericanos una unión antiimperialista regional?:

«[Se] habla de «repartición de las riquezas» y «nuevo orden económico» sin darle un carácter de clase, sin un carácter marxista-leninista, meramente abstracto como si se pudiera hacer bajo regímenes capitalistas liberales, neoliberales, o los de «democracia protagónica» del «socialismo del siglo XXI» –todos ellos expresiones de una democracia burguesa y sus mecanismos–. Estos revisionistas hablan como si por ejemplo el monopolio de la industria o los avances tecnológicos se cedieran entre países capitalistas los cuales precisamente compiten y especulan con tal industria y con tales patentes tecnológicas, demuestran con ello que no entiende el carácter de la sociedad en que vivimos, el imperialismo, fase superior del capitalismo, y que los países capitalistas evolucionan en base a la voracidad de sus sistemas que no da lugar a repartimiento de riquezas sino al monopolio, búsqueda de mercados, mera supervivencia a base del pisoteo de la competencia». (Equipo de Bitácora (M-L); Algunas reflexiones sobre los discursos en la VII Cumbre de las Américas, 24 de abril de 2015)

El actual PCE (m-l) de hoy, no es ni la sombra de ayer». (Equipo de Bitácora (M-L); Ensayo sobre el auge y caída del Partido Comunista de España (marxista-leninista), 2019)

viernes, 20 de abril de 2018

El valor de la fuerza de trabajo


«Ni los economistas Ricardo, ni Adam Smith, que anteriormente a Marx habían hecho esfuerzos por desentrañar los mecanismos y las leyes del capitalismo y por determinar la fuente y la esencia del valor de la fuerza de trabajo, lo habían logrado. Fue Marx, en su obra: «Salario, precio y ganancia», quien puso al descubierto tan importantes mecanismos del sistema capitalista, de manera perfectamente asequible para cualquier persona. Respondiendo a la pregunta ¿qué es, pues, el valor de la fuerza de trabajo? Marx afirma que: 

«Al igual que el de toda otra mercancía, este valor se determina por la cantidad de trabajo necesario para su producción. La fuerza de trabajo de un hombre existe pura y exclusivamente en su individualidad viva. Para poder desarrollarse y sostenerse, un hombre tiene que consumir una determinada cantidad de artículos de primera necesidad. Pero el hombre, al igual que la máquina, se desgasta y tiene que ser reemplazado por otro. Además de la cantidad de artículos de primera necesidad, requerida para su propio sustento, el hombre necesita otra cantidad para criar determinado número de hijos, llamados a reemplazarle a él en el mercado de trabajo y a perpetuar la clase obrera. Además, es preciso dedicar otra suma de valores al desarrollo de su fuerza de trabajo para la adquisición de una cierta destreza». (Karl Marx; Salario, precio y ganancia, 1865)

Marx analiza también en esta obra las bases objetivas de la desigualdad de salarios y su razón de ser en todo sistema basado en la retribución por salario, incluido, claro está, en la fase inferior del comunismo, es decir, en la sociedad socialista; aunque es evidente que esa desigualdad en la sociedad socialista está limitada por las leyes generales de la economía socialista y por la tendencia lógica, debe disminuir progresivamente esa diferencia. 

Además, conjuntamente con Friedrich Engels o sólo, Marx llevó a cabo, aplicando el método del materialismo histórico por él establecido, gran número de estudios históricos de gran valor documental y rigor analítico. Entre estos trabajos cabe señalar, La lucha de clases en Francia», el «Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte», «La guerra civil en Francia», «Revolución y contrarrevolución en Alemania», y toda una serie de artículos sobre el colonialismo inglés y sobre la clase obrera en Inglaterra; las series de artículos sobre España, recopilados hoy bajo el título de «Revolución en España» y otra serie de escritos sobre la Revolución Española, de gran valor para la comprensión y conocimiento de la España del siglo XIX. 

Lenin desarrolla el análisis de Marx sobre el capitalismo». (Elena ÓdenaActualidad y desarrollo del marxismo, 1983)

martes, 17 de abril de 2018

¿Cómo debemos estudiar la doctrina marxista-leninista?


«
¿Cómo debemos estudiar?


Es innegable que no es leyendo y estudiando nuestros materiales y textos clásicos deprisa, como debemos familiarizamos con ellos y asimilar su contenido, sino estudiando y leyendo regularmente nuestros materiales y textos clásicos en las horas en que se encuentra en mejores condiciones para asimilarlos, cuando la cabeza está más despejada y el pensamiento concentrado en lo que se lee y se estudia. De ahí, que sea imprescindible, organizar debidamente el trabajo ya que de ese modo encontraremos, sin duda alguna, el tiempo necesario adecuado para leer y estudiar; ello es posible, y es necesario colocar esta tarea como una de las principales en la actividad de los miembros del Partido.

El estudio no debe concebirse independientemente de la vida diaria de los problemas políticos de cada momento, ni de la vida de nuestra organización y de nuestras actividades militantes, sino en relación con ellas. Del estudio debemos sacar las conclusiones para nuestra orientación política en el trabajo práctico. Sin comprender la situación que vivimos y los grandes problemas que ella nos plantea, no podremos marchar por un camino justo ni actuar correctamente. Cuando se conocen y se aplican nuestros principios teóricos y nuestra ideología de clase, y se comprenden los problemas políticos, las cuestiones prácticas se resuelven mejor y en menos tiempo. Por eso no es correcto separar las cuestiones prácticas de los problemas teóricos y políticos, ni prescindir del estudio.

«La tendencia de los militantes ocupados en trabajos prácticos a prescindir de la teoría va en contra de todo el espíritu del leninismo y encierra grandes peligros para la causa». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili; Stalin; Los fundamentos del leninismo, 1924)

El separar la teoría de la práctica conduce, inevitablemente, a trabajar rutinariamente, a la desorientación política; nos incapacita para entender y prever los acontecimientos y para actuar con eficacia en relación con ellos. El comunista que no estudia pierde las perspectivas políticas y puede desorientarse más fácilmente ante los diversos acontecimientos. El control es también superficial y esporádico. Al no estudiar, el sentido de la vigilancia se debilita y la crítica y la autocrítica decae; la propaganda del enemigo puede entonces influir fácilmente en aquellos que no estudian, haciéndoles caer en la indiferencia, perdiendo la confianza en las masas y en el partido y las perspectivas políticas y de ahí a la desmoralización no hay mas que un paso. Por eso debemos considerar el estudio, no como un sacrificio o como una tarea poco menos que imposible de realizar, sino como una necesidad militante.

Hay que combinar nuestra actividad militante con el estudio pues lo uno es complemento de los otro. Stalin nos enseña ya como:

«La teoría deja de tener objeto cuando no se halla vinculada a la práctica revolucionaria, exactamente del mismo modo que la práctica es ciega si la teoría revolucionaria no alumbra su camino». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili; Stalin; Los fundamentos del leninismo, 1924)

Nuestro Partido combina la teoría con la práctica somos un partido de lucha y de combate y aunque la lucha nos absorbe, no debemos olvidar que el estudio es una parte de nuestra lucha por la revolución, por el socialismo.

Teniendo en cuenta que los gobiernos reaccionarios y los partidos revisionista y «socialistas» tratan de enterrar bajo toda suerte de tergiversaciones los principios y las teorías de la revolución basadas en las enseñanzas de Marx, Engels, Lenin y Stalin, nos corresponde a nosotros asumir la tarea de difundir esos principios, esa ideología entre la clase obrera en primer lugar, organizando reuniones y cursillos de estudio y debate, así como también entre otros sectores del pueblo y de la juventud». (Elena Ódena; Acerca de la necesidad y la importancia de estudiar y difundir los fundamentos del marxismo-leninismo, 1981)

Lo que suelen olvidar los oportunistas en las relaciones entre organizaciones


«Para nuestros partidos no hay partido dirigente y partido dirigido, partido padre y partido hijo, partido dependiente, y partido independiente, partido grande y partido pequeño, etc. El único guía de nuestros partidos es el marxismo-leninismo: y es de su justa comprensión y aplicación que depende la fuerza de nuestra unidad. En este marco, no se puede desconocer, los méritos de tal o cual partido en la lucha por la causa común, desconocer sus deficiencias y sus errores eventuales ni dejar de corregirlos, no se puede tomar a mal el intercambio de opiniones entre nuestros partidos, los consejos mutuos, la discusión de los problemas y la búsqueda de una vía de acción común y más fructífera. Esto es indispensable y conforme a nuestros principios. Sin esto no hay unidad, no hay acciones comunes y nos encontraríamos desarmados ante nuestros feroces enemigos. (...) 

Cada partido marxista-leninista es independiente en: sus opiniones y en sus decisiones, cada uno de nuestros partidos no puede ser independiente del marxismo-leninismo y sus decisiones necesariamente deben estar conforme a nuestra teoría revolucionaria. Ningún partido debe inmiscuirse en los asuntos internos de otro partido, este es un principio justo, pero esto no impide ni debe impedir la coordinación de acciones entre los partidos sobre la base del marxismo-leninismo.

Nuestra lucha se reforzará aún más y nuestros resultados serán mayores, si organizamos mejor nuestra preparación y si redoblamos nuestros ataques contra los imperialistas y los revisionistas.

Las situaciones que atravesamos no admiten indolencia, titubeos ni vacilaciones, exigen audacia y madurez. Las situaciones actuales no toleran tácticas torpes, blandengues, el oportunismo y la fraseología. Estas tácticas deben tener por objeto realizar acciones rápidas, militantes, que contribuyan cada día y a cada hora a la aplicación de nuestra estrategia revolucionaria». (Enver Hoxha; El revisionismo moderno: peligro y enemigo principal del movimiento comunista y obrero internacional; Extractos de la conversación sostenida con una delegación del PC de Nueva Zelanda, 6 de octubre de 1965)

Mauricio Grabois, marxista-leninista brasileño, y sus reflexiones sobre el carácter reaccionario del revisionismo cubano en el plano internacional


«Hablando sobre propaganda, no sabemos porque Radio Pekín todavía no ha dicho nada sobre las guerrillas de nuestra región. (...) También Radio Habana calla. (...) Fidel nunca nos ha dado ni dará cucharas para el té. Continua en posiciones revisionistas, en las cuales se atasca cada vez más. El noticiero cubano sobre su «transcendental» visita a los llamados países socialistas causa enojo. Castro no se cansa de hacer rasgados elogios a consagrados oportunistas como Zhivkov en Bulgaria, Kádár, en Hungria o Gierek en Polonia. En la capital húngara se superó en cuanto a palabrería inconsecuente, derramó un gran estilo de verborrea. (...) Entre los revisionistas la falta de coherencia, y también de vergüenza, es general. Es lamentable que una revolución tan importante como la revolución cubana haya sido truncada y traicionada. La próxima visita de Fidel a Moscú –donde los dirigentes socialimperialistas soviéticos recibieron la bienvenida del archicriminal Nixon y concertaron con él innumerables acuerdos–, dejará, una vez más, bien claro, que el revolucionario castrista no pasa de palabras, de discursos grandilocuentes y vacíos. El autotitulado jefe de la revolución continental, en cada país visitado, arranca su máscara, se revela como un demagogo vulgar y desmoraliza a escala siempre mayor. Y esto es bueno para el movimiento revolucionario de América Latina. (...) La fecha hoy señala el vigésimo aniversario del asalto al Cuartel Moncada. En Santiago de Cuba estarán delegados de los revisionistas de diferentes países. En este caso, el renegado Luiz Carlos Prestes, representante de los oportunistas brasileños. Los cubanos confraternizan con toda esa escoria. ¡Cómo es de diferente el Fidel de 1973 del de 1953! Se entregó completamente a los socialimperialistas soviéticos. En realidad, enrolló la bandera de la revolución. Pero, no por eso el movimiento revolucionario deja de avanzar en América Latina. (...) En Radio Habana, durante varios días, viene retransmitiendo partes del discurso de Fidel, pronunciado el pasado 26 de julio. El trecho más repetido es aquel en que dicho dirigente cubano hace una defensa de los revisionistas soviéticos, que son presentados como defensores liberación de los pueblos. Una «patochada». Para culminar la adhesión total de Castro al revisionismo, la misma estación radiofónica irradió entrevista de Prestes, de media hora. El líder de los revisionistas brasileños, con mucho cuidado, vendió su pez podrido, se presentó como opositor de la dictadura militar, calificándola de fascista. Para engañar a los incautos, hizo otras denuncias. Pero no fue más allá de la reivindicación de la libertad y de la «apertura de la democracia». Oportunista y farsante. Dijo que su partido no cayó en aventuras y que está dirigiendo la resistencia y la oposición a la dictadura. Desde Moscú, donde se encuentran Prestes y la mitad del Comité Central de su desmoralizado partido. Fidel da, así, completa cobertura a los revisionistas de Brasil. Todo esto permite tener una idea del contenido real del bombardeo de revolucionarismo verborraico que hizo el Primer Ministro de Cuba. Castro y Prestes comen en la misma mesa, y beben en la misma fuente: el socialimperialismo soviético. (...) Las fuerzas guerrilleras en su trabajo de enlace con las masas, alcanzaron éxitos relativamente buenos. No nos quedamos aislados –a diferencia de Guevara en Bolivia–, ni el enemigo logró dar a los campesinos y demás habitantes de la región una imagen falsa a nuestro respecto. Cayo en el vacío su intento de presentarnos como criminales y marginales. Las fuerzas guerrilleras ya entraron en contacto directo con cerca de 150 familias. Está a nuestro lado la simpatía de la gran mayoría de la población local. (...) En lo que respecta a la táctica militar a seguir, debemos ser bien flexibles. La vida confirmó la justificación de nuestra concepción de lucha armada y comprobó que fuimos capaces de establecer una justa relación entre el factor topográfico del terreno y la importancia de las masas. Las selvas nos protegieron de las embestidas del enemigo y las masas campesinas nos ayudaran a sobrevivir y a crecer. Si hubiéramos comenzado la lucha en una región sin selva, con terreno desfavorable, ya habríamos sido liquidados, incluso contando con la simpatía de las masas. Ahora, para nosotros queda patente la diferencia radical entre nuestra teoría de guerra popular y la concepción «foquista». (...) Radio Tirana volvió ayer a abordar nuestra lucha. Difundió una nota sobre la acción de las Fuerzas Armadas en el norte del país. Se destacó merecidamente el asunto y se trató de manera política. (...) Se confirma nuestra previsión de que la Radio Tirana, con el correr del tiempo, mejorará su noticiero sobre la lucha guerrillera en las selvas del Araguaia». (Mauricio Grabois; Diario de la Guerrilla, 1973)

Anotaciones de Bitácora (M-L):

Para conocer la trascendencia del pensamiento de Mauricio Grabois y del antiguo Partido Comunista de Brasil (PCdoB), véase: 
«La claudicación del Partido Comunista de Brasil (PCdoB) y la flagrante traición del oportunista João Amazonas» de 2016.

viernes, 13 de abril de 2018

¿Cuáles serán las consecuencias de la supresión definitiva de la propiedad privada?


«XX. ¿Cuáles serán las consecuencias de la supresión definitiva de la propiedad privada?

Al quitar a los capitalistas privados el usufructo de todas las fuerzas productivas y medios de comunicación, así como el cambio y el reparto de los productos, al administrar todo eso con arreglo a un plan basado en los recursos disponibles y las necesidades de toda la sociedad, ésta suprimirá, primeramente, todas las consecuencias nefastas ligadas al actual sistema de dirección de la gran industria. Las crisis desaparecerán; la producción ampliada, que es, en la sociedad actual, una superproducción y una causa tan poderosa de la miseria, será entonces muy insuficiente y deberá adquirir proporciones mucho mayores. En lugar de engendrar la miseria, la producción superior a las necesidades perentorias de la sociedad permitirá satisfacer las demandas de todos los miembros de ésta, engendrará nuevas demandas y creará, a la vez, los medios de satisfacerlas. Será la condición y la causa de un mayor progreso y lo llevará a cabo, sin suscitar, como antes, el trastorno periódico de todo el orden social. La gran industria, liberada de las trabas de la propiedad privada, se desarrollará en tales proporciones que, comparado con ellas, su estado actual parecerá tan mezquino como la manufactura al lado de la gran industria moderna. Este avance de la industria brindara a la sociedad suficiente cantidad de productos para satisfacer las necesidades de todos. Del mismo modo, la agricultura, en la que, debido al yugo de la propiedad privada y al fraccionamiento de las parcelas, resulta difícil el empleo de los perfeccionamientos ya existentes y de los adelantos de la ciencia experimentará un nuevo auge y ofrecerá a disposición de la sociedad una cantidad suficiente de productos. Así, la sociedad producirá lo bastante para organizar la distribución con vistas a cubrir las necesidades de todos sus miembros. Con ello quedará superflua la división de la sociedad en clases distintas y antagónicas. Dicha división, además de superflua, será incluso incompatible con el nuevo régimen social. La existencia de clases se debe a la división del trabajo, y esta última, bajo su forma actual desaparecerá enteramente, ya que, para elevar la producción industrial y agrícola al mencionado nivel no bastan sólo los medios auxiliares mecánicos y químicos. Es preciso desarrollar correlativamente las aptitudes de los hombres que emplean estos medios. Al igual que en el siglo pasado, cuando los campesinos y los obreros de las manufacturas, tras de ser incorporados a la gran industria, modificaron todo su régimen de vida y se volvieron completamente otros, la dirección colectiva de la producción por toda la sociedad y el nuevo progreso de dicha producción que resultara de ello necesitarán hombres nuevos y los formarán. La gestión colectiva de la producción no puede correr a cargo de los hombres tales como lo son hoy, hombres que dependen cada cual de una rama determinada de la producción, están aferrados a ella, son explotados por ella, desarrollan nada más que un aspecto de sus aptitudes a cuenta de todos los otros y sólo conocen una rama o parte de alguna rama de toda la producción. La industria de nuestros días está ya cada vez menos en condiciones de emplear tales hombres. La industria que funciona de modo planificado merced al esfuerzo común de toda la sociedad presupone con más motivo hombres con aptitudes desarrolladas universalmente, hombres capaces de orientarse en todo el sistema de la producción. Por consiguiente, desaparecerá del todo la división del trabajo, minada ya en la actualidad por la máquina, la división que hace que uno sea campesino, otro, zapatero, un tercero, obrero fabril, y un cuarto, especulador de la bolsa. La educación dará a los jóvenes la posibilidad de asimilar rápidamente en la práctica todo el sistema de producción y les permitirá pasar sucesivamente de una rama de la producción a otra, según sean las necesidades de la sociedad o sus propias inclinaciones. Por consiguiente, la educación los liberará de ese carácter unilateral que la división actual del trabajo impone a cada individuo. Así, la sociedad organizada sobre bases comunistas dará a sus miembros la posibilidad de emplear en todos los aspectos sus facultades desarrolladas universalmente. Pero, con ello desaparecerán inevitablemente las diversas clases. Por tanto, de una parte, la sociedad organizada sobre bases comunistas es incompatible con la existencia de clases y, de la otra, la propia construcción de esa sociedad brinda los medios para suprimir las diferencias de clase.

De ahí se desprende que ha de desaparecer igualmente la oposición entre la ciudad y el campo. Unos mismos hombres se dedicarán al trabajo agrícola y al industrial, en lugar de dejar que lo hagan dos clases diferentes. Esto es una condición necesaria de la asociación comunista y por razones muy materiales. La dispersión de la población rural dedicada a la agricultura, a la par con la concentración de la población industrial en las grandes ciudades, corresponde sólo a una etapa todavía inferior de desarrollo de la agricultura y la industria y es un obstáculo para el progreso, cosa que se hace ya sentir con mucha fuerza.

La asociación general de todos los miembros de la sociedad al objeto de utilizar colectiva y racionalmente las fuerzas productivas; el fomento de la producción en proporciones suficientes para cubrir las necesidades de todos; la liquidación del estado de cosas en el que las necesidades de unos se satisfacen a costa de otros; la supresión completa de las clases y del antagonismo entre ellas; el desarrollo universal de las facultades de todos los miembros de la sociedad merced a la eliminación de la anterior división del trabajo, mediante la educación industrial, merced al cambio de actividad, a la participación de todos en el usufructo de los bienes creados por todos y, finalmente, mediante la fusión de la ciudad con el campo serán los principales resultados de la supresión de la propiedad privada». (Friedrich Engels; Principios del comunismo, 1847)