«La religión es una de las formas de opresión espiritual que gravita por doquiera sobre las masas abrumadas por el trabajo incesante en bien de otros, por la pobreza y la privación. La impotencia de todos los explotados en su lucha contra los explotadores, origina inevitablemente la creencia de una vida mejor, después de la muerte, del mismo modo que la impotencia del salvaje en su lucha con la naturaleza, da origen a la creencia en los dioses, los diablos, los milagros, etc. La religión enseña a aquellos que se debaten toda su vida en la pobreza a que sean resignados y pacientes en este mundo, y los consuela con la esperanza de la recompensa en el cielo. En cuanto a los que viven del trabajo ajeno, la religión les enseña a ser «caritativos», suministrándoles así un justificativo a su explotación y, por decirlo así, un billete barato para el cielo. «La religión es el opio del pueblo». La religión es una especie de tóxico espiritual en el que los esclavos del capital ahogan su conciencia y adormecen su anhelo de una existencia humana decente». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Socialismo y religión, 1905)
El siguiente texto demuestra el lazo innegable que existían dentro de los países del bloque del revisionismo soviético con la religión y sus instituciones.
Especial y relevante es el papel de la religión en Yugoslavia, Polonia en Europa, en África países como Libia, Argelia o Egipto, cuyas direcciones políticas siempre mantuvieron una política conciliadora con las instituciones valiéndose de mediar con ellas, financiandose, hablando bien de ellas, a cambio de pactar una relativa política a favor o neutral frente a sus políticas gubernamentales, ¡a veces incluso declarando que su ideario político combinaba el marxismo con la religión!:
«Las prédicas del «pluralismo ideológico» constituye además una de las direcciones más expandidas entre los ataques directos al marxismo-leninismo por parte de los revisionistas modernos. Prueba nuestra afirmación el hecho de que en la prensa revisionista –incluida como es obvio la prensa soviética–, se ensaye sobre la «posibilidad» de conseguir el socialismo con: «el Corán en una mano y El Capital de Marx» en la otra» o «con la cruz en una mano y la hoz y el martillo en la otra», etc. Los revisionistas modernos han extendido éste «pluralismo ideológico» incluso a nivel del partido de la clase trabajadora mismo, al abogar por la coexistencia entre las más variadas concepciones filosóficas en el seno de éste, incluidas las religiosas». (Agim Popa; El XXº Congreso del PCUS y la evolución de los revisionistas modernos, 1981)
Las relaciones de la iglesia católica y sus figuras que en el documento se citan como el arzobispo Casaroli no solo se limitaban a estrechar lazos con revisionistas como Tito sino también por personajes políticos del cariz de Felipe González o Reagan.
En los últimos años entre los nuevos gobiernos de la llamada nueva izquierda o del «socialismo del siglo XXI» han hecho suyos el ideario religioso en su doctrina política –Venezuela–, algunos sancionan en su constitución el carácter religiosos del Estado –Nicaragua–, otros aprueban leyes retrógradas como la prohibición del aborto bajo argumentos religiosos –Ecuador–, otros combinan el catolicismo con el paganismo –Bolivia–, otros siguen financiando a sus instituciones –Grecia–, etc.
En cuanto a los viejos y deprimentes regímenes capitalistas-revisionistas de Vietnam, o China siguen la misma política que antaño: reforzamiento y alianzas con las instituciones y figuras de las religiones locales, otros financian abiertamente la religión dominante y la pagana mientras proclaman el rol progresista de las figuras e instituciones religiosas –Cuba–, cuando no como otros, proclamando que su doctrina política es impensable la religión local –Corea del Norte–. Como dijo Enver Hoxha en su momento:
«Es un hecho bien conocido que la ideología religiosa siempre sirve y ayuda a las clases explotadoras para robar y oprimir a las masas trabajadoras. Esta es una herramienta para criar el sentimiento de impotencia en la gente ante el sufrimiento, la desgracia y la miseria. La ideología religiosa nubla la mente humana y paraliza su voluntad para la transformación de la naturaleza y la sociedad. Esta es la razón por la que Marx, como es bien conocido, comparó la religión con el opio. (...) Precisamente a causa de que la religión desempeña un papel reaccionario es la razón por la que ha gustado y cuenta con el apoyo de las clases dominantes. El lenguaje del capitalista, el revisionista, y el clérigo reaccionario es esencialmente el mismo. El partido marxista-leninista no puede conciliar con la ideología religiosa y su influencia. La base teórica de la política y del programa del verdadero partido de la clase obrera es la filosofía marxista-leninista y no el idealismo y la religión. La lucha de clases para la construcción del socialismo no puede separarse de la lucha contra la religión». (Enver Hoxha; La autogestión yugoslava; teoría y práctica capitalista, 1978)
El documento:
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El líder del revisionismo polaco Władysław Gomułka y el líder del oscurantismo católico Karol Józef Wojtyła, alias Juan Pablo II |
«Dos prelados del Vaticano, los arzobispos Casaroli y Poggi han estado visitando Checoslovaquia y Polonia, respectivamente. Sus reuniones y conversaciones con los círculos oficiales y religiosos de estos países se centran en encontrar nuevos medios para fortalecer las posiciones del clero oscurantista y promover las relaciones y la colaboración entre el centro del oscurantismo medieval y la nueva burguesía checoslovaca y polaca. De acuerdo con la agencia de noticias revisionista checoslovaca «ÇETEKA», las conversaciones en Praga se llevaron a cabo en un ambiente «francamente realista y positivo». Por otro lado, el periódico revisionista polaco «Zycie Warszawy» escribió en relación con la visita del otro misionero del vaticano que «la visita del arzobispo Poggi a Polonia contribuirá para seguir avanzando en el proceso de normalización, no sólo como resultado de sus conversaciones y reuniones con los representantes de las autoridades polacas, sino también como resultado de sus contactos directos con el clero».
Las visitas de los emisarios del vaticano a estos países son ahora bastante habituales y bienvenidas por las camarillas revisionistas. Esto se debe a que hay conformidad de intereses entre la nueva burguesía revisionista y la reacción clerical en casa y en el extranjero. En todos los países en los que hoy están los revisionistas en el poder, la religión, como parte orgánica de la superestructura, tiene el mismo papel y misión que ha tenido a través de los siglos: la santificación del poder de los gobernantes, ya sean feudales, burgueses o revisionistas y esclavizar espiritualmente a las masas obreras, la liquidación general de todos los movimientos revolucionarios y progresistas.