Tito y Jruschov en 1963 |
Habrá muchos que aludan a la mala economía y a la
dependencia exterior de los últimos años de la URSS para decir que era
imposible que fuese un país imperialista y agresivo. Nada que ver. Que la URSS acabara
con una economía estancada, con deudas y dependencia comercial, es solo una
consecuencia de una mala praxis y del desarrollo interimperialista, pero ello
no altera las conclusiones del análisis, ya que esos hechos son de importancia
secundaria y se explican por la competición entre las potencias imperialistas y
sus luchas intestinas no antagónicas, además de que incluso en los mayores
momentos de decadencia, la URSS económicamente tenía un desarrollo económico de
las fuerzas productivas y actuaba en lo político como una superpotencia
socialimperialista también en lo militar, y es que una potencia en decadencia
utiliza más si cabe el militarismo como forma desesperada de conservar sus
mercados cuando la explotación pacífica económica no es posible.
Esta cuestión también se ve en la comparativa entre la
URSS y los ex países de democracia popular como Polonia, Hungría, RDA, Bulgaria
y otros, los cuales debido al nivel de las fuerzas productivas por un lado, y a
que su dirección política quedó no solo bajo lineamientos revisionistas sino
bajo sumisión de Moscú, derivaron en la transformación de países dependientes
neocolonizados por el socialimperialismo soviético. Por supuesto hubo conatos
de rebelión, la lucha interna de las capas de la burguesía dio verdaderos
problemas de cabeza a la dirigencia soviética en estos países: generalmente una
u otra corriente chantajeaba al socialimperialismo soviético con un coqueteo y
acercamiento a otras potencias para renegociar términos con la URSS, o
directamente buscaban la secesión del bloque revisionista soviético para
ligarse a una potencia que le ofreciese mejores condiciones, pero debido al
nivel de fuerzas productivas, a los malos resultados económicos y al espíritu corto
de ambiciones en las corrientes burguesas de los países del bloque soviético ni
siquiera dio lugar una corriente que buscara la supremacía de la burguesía
nacional y la conversión de su país en una potencia imperialista regional o
mundial, sino que todas buscaban mejores términos con sus amos los
socialimperialistas soviéticos o ligarse a otra potencia imperialista y avanzar
a su sombra.
El lector debe comprender en estos casos históricos todos
los factores de forma dialéctica: analizando por supuesto el papel de las ideas
–de los líderes y su voluntad– pero sin ignorar la base material –fuerzas
productivas del país y los resultados a nivel económico de cada época–, si hace
esto comprenderá fácilmente los desarrollos dados en estos países y no sólo su
regresión, sino porque ocuparon uno u otro rol políticamente y económicamente.
Así debe proceder también con los temas de actualidad, no solo de los países
capitalistas imperialistas o dependientes, sino de los socialimperialistas o
dependientes bajo teorizaciones revisionistas, de otra forma es imposible
entender de forma científica la geopolítica». (Equipo de Bitácora (M-L); Algunas cuestiones económicas sobre la restauración del capitalismo en la Unión Soviética y su carácter socialimperialista, 2016)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
«¡Pedimos que se evite el insulto y el subjetivismo!»