sábado, 22 de diciembre de 2018

Quién es Jomeini y a qué intereses sirve; Partido del Trabajo de Irán, 1985


«Jomeini es una antigua figura religiosa que en 1963 fue deportado a Irak por oponerse a la reforma agraria del Sha. El móvil opositor de Jomeini era su negativa a dar libertad a la mujer, a la reforma agraria y a limitar la autoridad del clero en el Gobierno del país, y creando la organización «Oghaf» (11), etc. La reforma agraria del Sha redujo el poder económico y político del clero que como respuesta provocó la oposición de este sector que tenía profundas raíces en el seno de la sociedad. Durante sus 15 años de exilio en Irak, Jomeini no desarrolló actividad política alguna pero se mantuvo en contacto con la vasta red del clero iraní a través de las tradicionales relaciones de los círculos religiosos de Qom, Mashad y Najaf, que son los centros religiosos chutas. Entre estos grupos se creó una reputación como símbolo de oposición al Sha. Entre 1976-1977, cuando se creó una atmósfera religiosa gracias al teórico neoislámico Dr. Al i Shariati, y gracias también a la relativa libertad para el clero e intelectualidad religiosa y los comerciantes, que habían convertido las mezquitas en bases de su propaganda, Jomeini se hizo famoso ante el resto del pueblo como el símbolo de la oposición al Sha. La juventud, que escuchaba por vez primera el nombre de esta «virtuosa» figura religiosa, encontró en Jomeini y sus discursos y artículos la expresión de oposición al podrido sistema monárquico, al imperialismo y relaciones retrógradas. En un breve período, Jomeini se convirtió en el símbolo de la unidad del pueblo iraní contra el sistema de dependencia y en un símbolo de la libertad. Cuando regresó a Irán, recibió una bienvenida que no tiene paralelismo en la historia de Irán. El pueblo dió la bienvenida a Jomeini no por su carácter religioso ni por el Islam, sino por haber dado los primeros pasos en acometer sus exigencias de independencia, libertad y bienestar social. Recordaban a Jomeini diciendo: «el clero no se interferirá en el Gobierno y sólo tendrá un papel directivo. El pueblo escogerá por sí mismo qué tipo de Gobierno quiere. Habrá mucha más libertad que en occidente».

Pero con su llegada al poder, todas estas promesas resultaron ser falsas. El clero, al igual que cualquier otro Gobierno, utilizó el poder político en interés de la clase dominante. Incluso aunque hoy no sirvan los intereses de una clase concreta como tal, en todos los aspectos continúan con el mismo fanatismo medieval de la época en que surgió el Islam hace 1.400 años y es así como se debe entender su oposición a los imperialistas y socialimperialistas, como símbolos profanos internacionales, prevaleciendo todos los rasgos de oposición al proletariado, el campesinado y las masas trabajadoras. El clero, junto con la burguesía iraní y todo su poder, estuvo en contra el pueblo desde el primer día de la victoria de la revolución, y luchó contra el desarrollo y profundización de la revolución. Pronto fueron suprimidos los movimientos obrero y campesino. La cuestión de las minorías nacionales en un país compuesto por varias nacionalidades, lejos de resolverse alcanzó su culminación con bombas de Napalm y otras armas heredadas del régimen del Sha, el régimen de Jomeini atacó salvajemente a las masas oprimidas de estas nacionalidades. La reaccionaria ley de prensa fue promulgada, preludio de los ataques venideros, y con objeto de llevar a cabo nuevas medidas de terror, se recurrió a una nueva argucia: la ocupación de la Embajada norteamericana». (Partido del Trabajo de Irán; Cómo fue traicionada la revolución; Publicado en Teoría y práctica,  Nº 7, 1985)

Anotaciones de la edición:

(11) Antes de la reforma del Sha, las tierras que no tenían propietarios o herederos, eran entregadas al clero. Tras la reforma agraria, estas tierras fueron entregadas a una organización pública llamada «Oghaph» (Piadosa), que causó la insatisfacción entre el clero pues significaba una severa reducción de sus ingresos.

Anotaciones de Bitácora (M-L):

El Partido del Trabajo de Irán (PTI), mantuvo una valerosa lucha en unas condiciones altamente complicadas en cuanto a  represión. Lamentablemente al igual que otros partidos marxista-leninistas, empezó a desviarse de los principios más básicos a finales de la década de los 80. Esto puede verse por ejemplo en sus especulaciones teóricas, poniendo en cuestión el modelo económico de la URSS de Lenin y Stalin, en concreto rechazando la necesidad de la industrialización, volviendo con ello a teorías más cercanas del populismo ruso o del maoísmo sobre el papel de la industria y su relación con la agricultura. Véase el artículo de Hamid Taghvaee: «Tesis introductorias sobre la cuestión de la Unión Soviética» publicado en Bolshevik Message, No. 8, mayo de 1987. 

Actualmente los restos del partido iraní, como ocurrió con muchos otros que se convirtieron progresivamente en socialdemócratas, ha acabado formando parte de la internacional de renegados de la CIPOML:

«El PC de C-ML es miembro de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista-Leninistas (CIPOML), lo que ya dice mucho de esta organización colombiana, pues comulga con una internacional de partidos en su mayoría eclécticos y revisionistas. Es esta una plataforma en la que cualquiera que se diga marxista-leninista y firme un par de declaraciones y que mande mensajes de solidaridad, puede decirse miembro de la misma, no existiendo unidad ideológica ni corroboración del cumplimiento de las demandas ideológicas. La CIPOML es un centro donde reina el formalismo y el liberalismo, hartamente conocido por dedicarse a conferencias, declaraciones juntas de sus miembros donde enuncian cuatro cosas sin ahondar demasiado en la cuestión –por miedo a equivocarse teóricamente o perder influencia– y sin la necesidad de aplicar estos principios y tareas que dicen enunciarse –muestra de ello es que cada partido tiene un concepto diferente sobre los mismos temas–, dando la apariencia de que hacen algo significativo, aunque por sus propios documentos se ve claramente que no hacen nada relevante. Igualmente algo que salta a la vista es la poca preparación teórica de los dirigentes de los respectivos partidos donde eluden realizar análisis –o si lo hacen pasan de puntillas– en torno a cuestiones políticas pasadas o presentes, incluyendo cuestiones de la propia historia del movimiento comunista internacional y de sus partidos, dejándonos en la incógnita de su posición sobre algunas cuestiones o de como explican algunos fenómenos importantes, dedicándose más bien a meras declaraciones cortas donde intentan no pillarse los dedos ni disgustar a nadie como decimos, sumado alguna ocasional cita de algún clásico del marxismo-leninismo. Entre las filas de esta especie de internacional encontramos partidos vergonzantes con los que el PC de C-ML comparte sitio en esta internacional como el Partido Comunista Marxista Leninista de Venezuela que pese a recitar formalmente varios de los principios marxista-leninistas sufre en cambio una ausencia de trabajo con las masas y alimenta ilusiones sobre el viejo revisionismo soviético y alemán; el Partido Comunista de Ecuador Marxista-Leninista que aplica desde hace décadas unas tácticas de frente popular basadas en un cheque en blanco hacia cualquier líder y organización con tal de ganar algo de simpatías e influencia, donde apoya las candidaturas de los candidatos más derechistas y reaccionarios de los viejos partidos tradicionales con tal de contraponerse al socialismo del siglo XXI en el poder, y cuando se aburre, vuelve a apoyar a Correa, y así va cambiando de táctica cíclicamente; o como el abiertamente revisionista Partido Comunista de España (marxista-leninista) que sufre de un legalismo y republicanismo burgués, además de un apoyo a revisionismos como el cubano, chino, y nicaragüense entre tantos otros, traicionando su propio legado de combate contra estas corrientes». (Equipo de Bitácora (M-L)Una reflexión necesaria sobre las FARC-EP, los acuerdos de paz y la historia de las guerrillas en Colombia, 2016)

1 comentario:

  1. Lo de siempre ayer hiperrevolucionarios, hoy centristas y mañana "dios" sabe donde. Qué tristeza nos da la fragmentacion del marxismo revolucionario. Es el nunca acabar.

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