El siguiente post es una recopilación del informe de Enver Hoxha al VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania (PTA) de 1981, el último congreso al que asistiría el líder albanés antes de su fallecimiento en 1985. En él se puede ver varias advertencias generales al partido en cuanto a su organización, sus normas, sus principios, relacionándolo con la vida en la sociedad socialista ante el cerco imperialista-revisionista. Mucha de las advertencias tienen que ver respecto al liberalismo, la falta de formación teórica, la lucha contra el burocratismo y el tecnocratismo, el alejamiento de la realidad y las masas, etc.
Hay que anotar que este congreso estuvo rodeado de luchas internas, en especial estuvo marcada por el borrador del informe económico presentado por Mehmet Shehu que fue rechazado por el Buró Político encabezado por Enver Hoxha, ya que presentaba la idea jruschovista-maoísta de invertir más en la industria ligera, aumentar y liberalizar notablemente el comercio exterior hacía Occidente.
Aunque Enver Hoxha sufría de diabetes y encadenó un ataque cardíaco en 1973 su actividad política fue muy grande, no fue hasta 1983 donde su salud se vio agraviada tras un accidente vascular cerebral menor que prácticamente la apartó de la vida política durante esta época. Pese a todo el proceso de lucha interna no cesó y aparecieron nuevos retos. En ese mismo año 1983 se puede detectar un intento de reconciliación con el revisionismo como se vio en las publicaciones de la Agencia Telegráfica Albanesa (ATA) donde por ejemplo se intentaba embellecer al régimen rumano, algo contra lo que Enver siempre había luchado toda su vida y contra lo que se oponía como se puede ver en sus últimos escritos sobre Rumanía de ese mismo año, por lo que la tendencia fue liquidada. También hubo especulaciones sobre si con el restablecimiento de las relaciones comerciales con ciertos países como China o Francia se debía suavizar la lucha ideológica como se hicieron eco algunos medios externos, pero fue algo que Enver y otros no consintieron durante 1983-1985 como demuestran las últimas publicaciones y el resto de artículos de los albaneses de ese lapso de años. En cambio en este VIIIº Congreso del PTA de 1981 si hubo algunas cuestiones donde el régimen albanés se estaba apartado de los lineamientos antes abanderados, lo que ayuda a entender la restauración del capitalismo posterior. Véase nuestro capítulo: «El PCE (m-l) y la cuestión albanesa».
Aunque Enver Hoxha sufría de diabetes y encadenó un ataque cardíaco en 1973 su actividad política fue muy grande, no fue hasta 1983 donde su salud se vio agraviada tras un accidente vascular cerebral menor que prácticamente la apartó de la vida política durante esta época. Pese a todo el proceso de lucha interna no cesó y aparecieron nuevos retos. En ese mismo año 1983 se puede detectar un intento de reconciliación con el revisionismo como se vio en las publicaciones de la Agencia Telegráfica Albanesa (ATA) donde por ejemplo se intentaba embellecer al régimen rumano, algo contra lo que Enver siempre había luchado toda su vida y contra lo que se oponía como se puede ver en sus últimos escritos sobre Rumanía de ese mismo año, por lo que la tendencia fue liquidada. También hubo especulaciones sobre si con el restablecimiento de las relaciones comerciales con ciertos países como China o Francia se debía suavizar la lucha ideológica como se hicieron eco algunos medios externos, pero fue algo que Enver y otros no consintieron durante 1983-1985 como demuestran las últimas publicaciones y el resto de artículos de los albaneses de ese lapso de años. En cambio en este VIIIº Congreso del PTA de 1981 si hubo algunas cuestiones donde el régimen albanés se estaba apartado de los lineamientos antes abanderados, lo que ayuda a entender la restauración del capitalismo posterior. Véase nuestro capítulo: «El PCE (m-l) y la cuestión albanesa».
Si miramos lo que ocurrió después de la desaparición física de Enver en 1985 observaremos sin duda que el PTA siguió albergando grandes teóricos y revolucionarios que defendieron su obra durante 1986-1990. Pero también demuestra que teniendo este precioso legado teórico-práctico los cuadros albaneses del partido descuidaron las advertencias de Enver Hoxha y el partido de años anteriores sobre el peligro de restauración capitalista, bien porque algunos viendo estos análisis creyeron estar ya inmunizados ante el peligro del revisionismo, o bien porque otros lo aceptaban formalmente de buen grado pero jamás llegaron a comprenderlos y aplicarlos. Algo imperdonable fuese lo que fuese.
A partir de 1986 se puede ver de forma mayor como en los medios albaneses hubo una pugna mayor entre las tendencias oficiales del gobierno de Ramiz Alia y sus detractores, que se materializó de nuevo distintas tendencias en cuanto a la política exterior, unos conciliando en lo ideológico con los regímenes imperialistas y revisionistas y los otros criticando a estos regímenes e indirectamente la nueva política albanesa, lo cual hace más meritorio estos análisis de los revolucionarios albaneses que intentaron oponerse a este camino. Estos fenómenos negativos lejos de ser denunciados por el resto de partidos marxista-leninistas como una señal de alerta, como el posible el germen de una lucha interna donde de triunfar completamente los liberales se daría un retroceso irreversible, fueron en realidad ignorados o aplaudidos por mero seguidismo, ya que también la mayoría de partidos marxista-leninistas habían generado a finales de los 80 incluso de forma más precoz que el PTA.
Aún así es importante apuntar que que a diferencia del rápido cambio de rumbo práctico y de discurso de los jruschovistas en la URSS, en el caso de Albania el revisionista emboscado Ramiz Alia no salió tan abiertamente de su cueva, en cuestiones como: la valoración negativa del legado de Stalin y Hoxha, la petición de créditos, la descolectivización, la adhesión al FMI, la distensión con las superpotencias y el resto de imperialismos, el pluralismo de partidos, proponer una economía descentralizada, la composición social del partido con el predominio de los intelectuales, tomar la rentabilidad como principio rector de las empresas. Todas ellas fueron cuestiones que solamente fueron enunciadas abiertamente en 1990, ya que los movimientos políticos-económicos de 1986 fueron mucho más sutiles aunque sin duda causaron a la postre la crisis político-económica del régimen para finales de la década, lo cual era no increíble pero si dudoso de profetizar años atrás. E incluso en política exterior el grupo de Alia se permitía cierta pose antirevisionista cuando le convenía. Lo cierto es que durante 1986-1990 el gobierno albanés o bien se había cumplido con los axiomas básicos del marxismo-leninismo o el grupo de Ramiz Alia los había enunciado en la teoría para pisotearlos en la práctica. Esto explica la dificultad de detectar para los marxista-leninistas albaneses y del mundo este proceso regresivo, aunque no justifica que no se supiese reaccionar desde los primeros síntomas teniendo como decíamos tantos análisis y reflexiones sobre los procesos de restauración capitalista en otros países. Pero esto será mejor abordado en un próximo documento sobre la restauración del capitalismo en Albania que esperemos podamos traeros pronto.
El hecho de que los militantes no siguiesen estas directrices y otras en torno a los principios básicos del marxismo-leninismo y su partido fue lo que a la postre costó al PTA perder su espíritu revolucionario y combativo que tanto le había caracterizado y tanto había atraído la atención de todos los revolucionarios de todo el mundo con sus éxitos. Este proceso degenerativo fue consumándose y agudizándose en los años sucesivos, donde el indiferentismo, la apatía incluso el derrotismo empezaron a ser comunes entre las filas de los antaño militantes revolucionarios –incluso en los más curtidos–, una transformación que afectó a la médula del partido y que permitió finalmente la restauración del capitalismo en Albania a través del propio dirigido en su cúspide por el infame Ramiz Alia, siendo por último como trámite disolución del partido en 1991 ya un mero formalismo de todo el proceso para recolocarse como partido socialdemócrata. Pero todo esto será mejor abordado en un futuro documento.
El documento:
El partido comunista no puede permanecer en el poder sin más sino tiene y aplica una línea correcta
«El Partido no puede colocarse ni permanecer
en la dirección de forma casual. Asegura su papel
dirigente por medio de su correcta línea, de la
lucha y el trabajo perseverante por aplicar esta
línea. Apoyándose en la teoría de la clase más
avanzada de la sociedad, del proletariado, en la
doctrina marxista-leninista, en las leyes del desarrollo
materialista de la sociedad, el Partido tiene
una visión amplia, un pensamiento elaborado y
científico. Se orienta claramente en cualquier situación,
comprende el presente, prevé el futuro y
sabe anticiparse a los acontecimientos, definiendo
y aplicando siempre una estrategia y una táctica
revolucionarias que responden a los intereses de
la clase obrera y de las masas trabajadoras». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
El partido comunista debe asegurarse de que sus directrices son entendidas y aplicadas
«El Partido ejerce su papel dirigente en todas partes y en todos los aspectos a través de las organizaciones de base y los comunistas. Cuanto
mejor sean asimiladas y aplicadas la ideología y
la línea política del Partido en general, cada
decisión o directriz suya en particular, por cada
organización o comunista, tanto más se fortalece
el Partido y sus lazos con las masas, tanto más se
eleva el papel dirigente del Partido en cada eslabón de la construcción socialista. Esto constituye una
condición decisiva para el cumplimiento de las
grandes tareas que se plantean en el estadio actual
de desarrollo del país y en las situaciones concretas
en las que construimos el socialismo». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
La importancia de aclarar el papel del partido comunista en la sociedad socialista
«Reviste particular importancia la formación de
un concepto más claro y más completo sobre la
realización del papel dirigente del Partido en todos
los eslabones y en todos los aspectos. En la práctica,
existe una comprensión estrecha de esta
cuestión por parte de algunos comités, burós y
organizaciones de base. Unos piensan erróneamente
que «el Partido son sólo los aparatos y los órganos
dirigentes» y no la masa grande y organizada
de todos los comunistas. Otros no comprenden y
no ejercen plenamente el papel dirigente del
Partido en el sistema de la dictadura del proletariado,
y, bajo la consigna «el Partido dirige todo»,
involucran a las organizaciones, los comités del
Partido y sus dirigentes en la solución concreta de
las pequeñas cuestiones de la producción, de la
administración, de la técnica, etc. Al parecer no
se comprende bien que los asuntos del Partido
los dirigen todos los comunistas, dondequiera que
trabajan, que el Partido dirige en bloque, de manera
organizada y centralizada a través de todas sus palancas, a los órganos estatales y económicos,
a las organizaciones de masas». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Hay que evitar que los aspectos técnicos y administrativos suplanten al aspecto político-ideológico
«Es ésta la razón por la que en el tratamiento
y la solución de diversos problemas, algunos órganos
y organizaciones del Partido dedican más
atención a los aspectos técnicos y administrativos
y dejan de lado el aspecto político e ideológico,
los problemas de la política económica, cultural o
militar del Partido, la labor con la gente que es
por otra parte su tarea principal. Tales juicios y
actuaciones conducen a la monopolización de los
asuntos, reprimen la iniciativa de los cuadros y
de las masas, duplican y desplazan a las palancas
del Partido y debilitan y marchitan el propio papel
dirigente del Partido». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
La línea del partido comunista debe penetrar en todos los campos, ya que ninguno es apolítico
«Nuestro Partido ha concebido y ha desempeñado
siempre correctamente su papel en el sistema
de la dictadura del proletariado. Por ello es
de suma importancia comprender cada vez mejor
y tener en cuenta que la labor del Partido no es
únicamente la de los órganos y de las organizaciones
de base, y mucho menos de sus aparatos.
También desarrollan trabajo del Partido los órganos
estatales, económicos, los mandos y los estados
mayores en el ejército, las organizaciones de masas,
todos los cuadros y trabajadores sean o no comunistas,
porque todos se guían por la ideología y la
línea del Partido, aplican las leyes y las reglas del
Estado, sus planes, en los cuales se encarna esta línea. (...) Los órganos estatales y económicos, las organizaciones
de masas y sus cuadros no son apolíticos,
no se ocupan únicamente de cuestiones técnicas,
agrotécnicas, militares, etc. También ellos trabajan
y luchan apoyándose en la línea del Partido y
por su aplicación. Desde luego la organización del
Partido tiene su propia responsabilidad cuando
permite que algunos dirigentes y administradores
no cumplan con la tarea encomendada. Aquélla
debe ayudarles, orientarles, educarles, corregirles,
colocarles incluso ante su responsabilidad, y cuando
llega el caso poner en su sitio a todos los que
pretenden actuar a su antojo, ya sea al amparo de
la organización de base o bajo el título de comunista.
Así disminuyen los peligros de cometer errores,
se desarrolla el cuadro y su responsabilidad
hacia el trabajo». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
El partido y sus militantes se debe hacer sentir en todos los rincones
«Eso no rebaja en absoluto, no debilita la responsabilidad de las organizaciones del Partido,
su función dirigente respecto a todos los problemas.
Pero no pueden realizar por sí solas todos los
trabajos. Por eso las organizaciones del Partido
encargan tareas a sus palancas, las movilizan, les
abren perspectivas, las dirigen en su actividad, las
controlan y les piden cuentas de la aplicación rigurosa
de las tareas. Las instancias y las organizaciones
de base del Partido, a través de los comunistas
que actúan en ellas, se esfuerzan por hacer
conscientes y poner en movimiento a estas palancas
con el fin de que cumplan de manera revolucionaria
y con iniciativa las funciones, las tareas
y las responsabilidades encomendadas». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
El partido no debe de perder de vista que su función no es meramente administrativa, sino educadora, organizadora y movilizadora entre las masas
«El trabajo del Partido es en primer lugar
trabajo con la gente, trabajo para su educación,
esclarecimiento, movilización y organización. Esto
jamás debe olvidarse, porque en caso contrario
el Partido se aleja de su tarea y principal función
de dirigente, se transforma en un organismo operativo
y asume funciones estatales. Esto representa
un gran peligro para un partido que está en el
Poder. Ese peligro lo hemos dado a conocer hace
tiempo a fin de no permitir jamás que se manifieste.
La fuerza invencible de nuestra revolución, del
régimen social socialista radica en las masas del
pueblo, en su elevada conciencia política, en su
disposición y resolución para construir y defender
el socialismo. Esta es una obra gloriosa del Partido
y el Partido debe consolidarla y llevarla continuamente
adelante a través de su labor ideológica,
política y organizativa.
Para ello es necesario que las organizaciones del Partido, todos los comunistas, se fundan con
las masas y trabajen incansablemente en su seno,
conozcan perfectamente la situación moral-política,
estén siempre al tanto de los problemas que preocupan
a las masas, les esclarezcan las situaciones,
las convenzan de la importancia de las tareas que
se plantean, les aclaren las directrices del Partido
y las leyes del Estado. De ellos se exige que
eduquen a las masas en la concepción del mundo
y la moral comunistas, que luchen contra cualquier
reminiscencia y manifestación extraña, que se
interesen por su vida, que impulsen y apoyen la
creatividad y las iniciativas de las masas, las
movilicen y las lancen a acciones para fortalecer
la economía, la cultura y la defensa de la Patria». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Para que el pueblo pueda afrontar sus retos debe ser un país de ciencia
«Para trabajar se exige cultura, saber,
competencia y conocimientos científicos. A menudo
repetimos que nos vemos en el deber de marchar
por caminos inexplorados, que estamos obligados
a investigar y crear. Pero eso no se puede lograr
sin conocer profundamente la teoría marxista-leninista
y sin estudiar y generalizar científicamente
la práctica revolucionaria de los comunistas
y las masas trabajadoras. Actualmente los problemas
de la producción, de la organización del
trabajo, de la instrucción y la cultura, de la ciencia
y la defensa, no pueden ser resueltos de forma
justa y con éxito sin estudios serios. Es necesario
efectuar también tales estudios sobre el propio trabajo de dirección, organización y educación del
Partido. Los estudios y las generalizaciones amplían
el horizonte, abren claras perspectivas a las organizaciones
del Partido, a los comunistas y trabajadores,
ayudan a combatir las manifestaciones de
rutina, de formalismo y superficialidad, crear sólidas
convicciones y definir correctamente las medidas
y los caminos para realizar las tareas actuales
y de perspectiva.
Los órganos y las organizaciones del Partido
deben utilizar mejor el pensamiento cualificado
de los especialistas, de los activistas y de las demás
personas competentes, que el Partido ha preparado
en todos los sectores. Se exige de ellos que apoyen
y alienten el pensamiento científico avanzado y
lo pongan al servicio de la solución de las tareas.
Deben combatir las manifestaciones de sectarismo
y de subestimación de la experiencia y del pensamiento
avanzados. Los primeros que deben dar
ejemplo en este sentido son los propios comunistas.
Un buen comunista es el que profundiza sus
conocimientos científicos, el que aprende continuamente
por sí mismo y de los demás, el que sigue
el desarrollo de la sociedad, el que apoya lo nuevo
progresista, el que piensa en la perspectiva». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Un partido comunista no puede transigir con el formalismo en las reuniones, y las discusiones ideológicas, el tiempo es oro, deben concretarse medidas y movilizarse para llevarlas a cabo
«La labor del Partido no es solamente de agitación y propaganda dirigida a esclarecer y persuadir a la gente, sino también una labor de organización y movilización por la aplicación de la línea y las directrices del Partido. El trabajo del Partido dirige, educa y moviliza a los comunistas y a las masas para las acciones revolucionarias, para que piensen, trabajen y luchen como revolucionarios.
El Partido ha combatido las manifestaciones de unilateralidad en el trabajo de algunos órganos y organizaciones de base, que dan mayor prioridad a las reuniones, a los numerosos y largos informes y discursos que a la clara definición de las tareas y las medidas concretas para realizarlas. Con esto se explican los casos en los que, a pesar de que se realizan muchas reuniones para analizar los asuntos en este o en aquel sector, los problemas no se resuelven y la situación no cambia.
La experiencia ha demostrado que los problemas se resuelven y las tareas se realizan no sólo haciendo llamamientos a la conciencia de los comunistas y de los trabajadores, sino también acompañando la aplicación de las tareas y la labor de persuasión de medidas multilaterales, de organización y dirección concretas, de control y exigencia de cuentas. Las medidas ideológicas y políticas y las técnico-organizativas constituyen una unidad dialéctica; educan, movilizan y lanzan a las personas a la acción revolucionaria. (...) Es sabido que el hombre, con su conciencia, sus
capacidades y su experiencia es el factor decisivo
en toda actividad, en la realización de toda tarea.
Esa es también la razón por la que el Partido concede
una importancia de primer orden al trabajo
con la gente, para su educación, su temple y su continua
capacitación. Pero la actividad de los hombres
tiene éxito y logra alcanzar los objetivos fijados,
cuando además del trabajo educativo, se la apoya
debidamente con medidas económicas, organizativas
y administrativas. Son manifestaciones de subjetivismo
los casos en que los problemas son tratados
de manera unilateral, cuando sólo se buscan las
causas de las deficiencias y de las debilidades en el
trabajo ideológico y político o en el método y el
estilo de dirección, cuando se piensa que las palabras
y las reuniones, sin mediar acciones y medidas concretas, pueden cambiar y mejorar la situación de
los trabajos». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
El militante comunista debe predicar con el ejemplo en todos los sentidos
«Los comunistas tienen como tarea ser más exigentes consigo mismos para mantener en alto este título, combatir toda manifestación extraña en sí mismos y en los demás, ser personas avanzadas en todos los sentidos. Los comunistas deben distinguirse por la resolución revolucionaria y la participación activa en la lucha cotidiana por la construcción del socialismo y la defensa de la Patria, siempre en el frente más difícil e importante del trabajo y la lucha, como organizadores y dirigentes de talento que actúan con espíritu de responsabilidad por la aplicación de la línea del Partido.
Las masas aplican las decisiones adoptadas por la organización del Partido, siguen a los comunistas cuando éstos no separan las palabras de los hechos, cuando piensan, trabajan y se sacrifican en aras de los intereses de los trabajadores, del socialismo y de la Patria. Ser comunista y revolucionario significa asumir y realizar grandes tareas, no quedarse estancado, no contentarse con los ritmos habituales, luchar por el desarrollo rápido en todos los frentes, tomar siempre partido por lo nuevo y defenderlo». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
El partido comunista solamente puede lograr superar sus metas en base a que sus militantes sepan valorar los problemas, y tengan arrojo e iniciativa resolverlos
«El trabajo del Partido obtiene resultados cuando las organizaciones del Partido, todos los comunistas, desarrollan ampliamente la iniciativa, el espíritu creador e innovador. A este respecto existen numerosos ejemplos y experiencias positivas en todas partes. No obstante, es imprescindible que algunas organizaciones del Partido, algunos cuadros y comunistas que trabajan en empresas y cooperativas agrícolas, en departamentos e instituciones centrales, luchen contra las manifestaciones de una actitud expectante, contra los retrasos y las vacilaciones, la falta de iniciativa para dar salida a los problemas que son de su competencia.
Los métodos de trabajo, de dirección y organización no vienen dados de una vez y para siempre y de forma invariable. La vida marcha adelante, nuestra sociedad socialista se desarrolla sin descanso, las condiciones cambian. Este desarrollo exige que seamos creadores e innovadores, que encontremos nuevas formas de trabajo más ágiles y diversificadas, que las renovemos y enriquezcamos continuamente a fin de que respondan mejor a las exigencias del momento». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Un comunista tiene que tener un sentido de la responsabilidad en el trabajo de partido
«La labor del Partido se hace efectiva cuando los órganos y las organizaciones del Partido asumen y sienten plena responsabilidad por la aplicación de la línea del Partido, por el cumplimiento de las tareas del plan del Estado. Sin sentido de responsabilidad no hay lucha ni esfuerzos, no hay acción revolucionaria para solucionar los problemas. A las tareas se les hace frente luchando y trabajando con abnegación y espíritu de sacrificio, empeñándose con todas las fuerzas en el trabajo, realizando las tareas hasta el fin, con calidad y elevada eficacia. Es un hecho que la aplastante mayoría de los órganos y organizaciones del Partido, de los comunistas y los cuadros trabajan con alto sentido de responsabilidad. Pero también hay organizaciones, comunistas y cuadros que no luchan con perseverancia para superar las dificultades y los obstáculos y para cumplir las tareas. Las manifestaciones de indiferentismo y justificación, de minimizar la importancia de las deficiencias y las debilidades, no son más que falta de sentido de responsabilidad. (...) El sentido de responsabilidad se refuerza cuando aumenta la exigencia de cuentas hacia quienquiera que sea, cuando se ejerce un control riguroso del cumplimiento de las tareas. A pesar de los progresos logrados en este sentido, existen aún manifestaciones de liberalismo y actitudes sentimentales, espíritu de justificación, existen manifestaciones de subestimación de dicho control y formalismo y superficialidad en su ejercicio. A veces el control y la exigencia de cuentas son débiles, porque las tareas y las decisiones son generales y, por consiguiente, incontrolables». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Cada comunista tiene el derecho y el deber de pedir cuentas a otros y al partido de su tarea, de ejercer la libre crítica y también la necesaria autocrítica cuando se tercie
«Cada comunista y miembro de toda instancia del Partido, independientemente del puesto que ocupa y la función que ejerce, debe rendir y pedir cuentas hasta el fin de la aplicación de la línea y las directrices del Partido, de las decisiones de la organización de base y de las tareas estatales. Esto se logra cuando los comunistas desarrollan con audacia y sin temor la autocrítica y la crítica con cualquiera que no realiza las tareas, cuando llevan a cabo una resuelta lucha contra el miedo, la venganza y el indiferentismo pequeñoburgués. La actitud autocrítica hacia las deficiencias, la audacia de los comunistas para criticar y pedir cuentas son un ejemplo y una gran fuente de inspiración para todas las masas trabajadoras». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
El perfil social que debe tener un partido comunista
«El Partido viene a este Congreso con sus filas ensanchadas, con comunistas luchadores resueltos por la causa del pueblo, de la revolución y del comunismo, proletarios por el pensamiento y la acción. Actualmente militan en sus filas 122.600 comunistas, de los cuales cerca del 38 por ciento son obreros, el 29,4 por ciento cooperativistas y el 32,6 por ciento empleados. Las mujeres constituyen un 30 por ciento, es decir 2,5 por ciento más que en el Congreso anterior. (...) Dar prioridad a la admisión de los activistas procedentes de la clase obrera, especialmente de los que trabajan en las ramas principales de la producción, en la industria pesada, de extracción y elaboración, en las grandes obras en construcción. Trabajar mejor para acelerar la realización del objetivo trazado por el VIIº Congreso de 1976 de que los comunistas cooperativistas, como perspectiva, ocupen el segundo lugar entre los efectivos del Partido después de los obreros. Admitir entre los empleados y la intelectualidad a los que tengan un elevado nivel ideológico-político y cultural, técnico y científico y que trabajan en los sectores más importantes de la construcción socialista y de la defensa. Aumentar todavía más la atención y el trabajo por engrosar las filas del Partido con mujeres». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Se deben excluir el reclutar bajo conceptos ajenos a los principios marxista-leninsitas
«Se deben combatir con resolución las manifestaciones formales y burocráticas, toda tendencia a estar en regla con las cifras y los porcentajes. La calidad de las admisiones ha sido y continúa siendo decisiva en la política del Partido para el aumento de sus filas. Los candidatos deben estar preparados política e ideológicamente, deben ser capaces y competentes, avanzados en el pensamiento y la acción, dotados de un amplio horizonte cultural, educativo y técnico-profesional; deben gozar de la confianza y el respeto de las masas, tener iniciativa y ser revolucionarios consecuentes. Nadie debe ser admitido en el Partido por la simple razón de que sea hijo de obrero, de campesino o de comunista, por los méritos de la madre y del padre, sino por sus propios méritos personales, por sus cualidades y capacidades. Las organizaciones de base del Partido y los propios comunistas deben templar aún más estas cualidades y características en la lucha y en la actividad cotidiana». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
A los militantes en formación, se les debe prestar la seriedad pertinente
«El período de candidatura juega un gran papel en la formación comunista de los recién admitidos en el Partido. La experiencia acumulada debe servir para elevar el papel y la responsabilidad de las organizaciones de base en la continua educación ideológica y política de los candidatos y en su temple revolucionario. Deben ser combatidas las manifestaciones que se aprecian en algunos casos, en que el período de prueba del candidato es subestimado o no son aplicadas rigurosamente las reglas establecidas para su realización». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Un partido en el poder tiene la mejor posibilidad de crear y temblar cuadros, no hay excusa para remplazar a los que no hacen bien su papel
«Disponiendo de esa gran masa de personas instruidas se ha de rechazar como totalmente infundada la opinión de que no hay cuadros, y no se ha de permitir que los incapaces continúen en las tareas que no pueden realizar o limitarse únicamente a algunas personas y proceder a movimientos sin criterio, tal como ocurre en ocasiones. Del mismo modo que hasta hoy, el Partido debe proceder con audacia también en el futuro a la promoción de los cuadros jóvenes. Del total de los cuadros, el 38 por ciento no supera la edad de 30 años; alrededor del 34 por ciento oscila entre los 31 y 40 años y el 28 por ciento es de. edad superior a 41 años. Esto demuestra que el aumento y la renovación de los cuadros marcha por un camino normal. A pesar de ello deben ser combatidas las manifestaciones de conservadurismo que aún se aprecian y que impiden la promoción de los cuadros jóvenes a cargos de responsabilidad». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
El tecnocratismo y el intelectualismo son enemigos de las masas y son ajenos a los valores comunistas, en cambio son rasgos del cuadro que degenera, del burócrata
«Aquellos especialistas que son promovidos a puestos de responsabilidad en diversas funciones del Partido, del Poder, de la economía y de los demás sectores deben ser siempre creadores y no transformarse en simples administradores, en el estrecho sentido de la palabra. (...) Una tarea primordial en el trabajo del Partido con los cuadros es la formación y el temple de éstos como revolucionarios consecuentes. Nuestro Partido ha colocado siempre esta tarea en el centro de su atención. Ha desplegado una actividad multilateral de educación y ha adoptado medidas para colocar a los cuadros en condiciones tales que militen siempre en la línea del Partido y sean servidores leales del pueblo. Esta ha sido una de las garantías de que la causa de la revolución y del socialismo en Albania haya marchado siempre adelante. Para avanzar con seguridad por este camino correcto también en el futuro, los cuadros deben pertrecharse continuamente con la ideología del Partido, aplicar su línea y las leyes del Estado, tomar parte activa en la lucha de clases y mantener estrechos lazos con las masas. Sólo así se combaten con éxito las manifestaciones de burocratismo y liberalismo, de intelectualismo y tecnocratismo, se refuerza la concepción del mundo y el carácter comunista de los cuadros». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
El partido es el vehículo a través del cual se ejerce la dictadura del proletariado, debilitar su rol es debilitar la dictadura del proletariado misma
«El Partido dirige este sistema organizado, en toda la pirámide, desde la base hasta la cúspide, con su política y su ideología, mediante la actividad de sus organizaciones y organismos y de cada comunista. Los miembros del Partido y sus cuadros, electos y designados para diversas funciones en el Partido, el Poder, el ejército, la economía, las organizaciones de masas, etc., conciben la responsabilidad que se les adjudica como una división del trabajo que el Partido realiza entre sus militantes y cuadros.
Todas las palancas del Partido, a pesar de contar con sus propios organismos dirigentes, son dirigidas por el Partido, no sólo en general, sino también por cada organismo y organización de base. El más mínimo debilitamiento del papel dirigente del Partido en cualquier eslabón, sería de consecuencias funestas. Es precisamente esto lo que pretenden lograr la burguesía y los revisionistas modernos que, en sus esfuerzos por minar el sistema de dictadura del proletariado, intentan desgajar las palancas de la dirección del Partido, transformarlas en organizaciones independientes, colocarlas en pie de igualdad con el Partido y contra él». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
El concepto marxista de dictadura del proletariado no inhibe la iniciativa de los órganos de poder y de las masas, al revés estimula su participación
«La dirección del Partido en el sistema de dictadura del proletariado no limita ni mutila en absoluto la actividad de los órganos del Poder o de las organizaciones de masas. Por el contrario, el Partido trabaja y lucha porque aumente su papel y su responsabilidad, se desarrolle su iniciativa, se refuercen política y organizativamente, se capaciten para cumplir lo mejor posible sus tareas. Con este fin el Partido ha criticado y critica como extraños y nocivos los casos en que algunos de sus organismos u organizaciones pretenden someter las palancas del Partido a una tutela burocrática, dictarles e imponerles cada cosa, oprimir y sofocar su iniciativa». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Es menester respetar el rol de cada organización, no suplantar su tarea asignada
«En tanto que fuerza dirigente del Estado y de la sociedad, al Partido le incumbe coordinar el trabajo de todos los organismos del Poder y de las organizaciones de masas. También estas últimas, además de realizar sus funciones y tareas, deben reforzar la colaboración mutua como una condición indispensable para el éxito de su actividad. Obviamente, cada organismo y organización tiene sus propios rasgos y su propia especificidad de trabajo, pero estas particularidades no deben hacerse absolutas, porque todos trabajan y luchan por un mismo objetivo. Colaborando no se duplican ni se substituyen mutuamente, ni se colocan unos bajo la dependencia de otros, porque todos son dirigidos por el Partido y cada uno en su propia actividad trabaja y lucha por la realización de las tareas que éste les plantea». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Se debe supervisar que se respete la legalidad socialista existente en los órganos de poder popular
«El Partido dedica un cuidado especial al continuo reforzamiento de los organismos del Poder estatal y de la administración del Estado, desde el centro hasta la base. El Poder popular constituye la victoria más grande y el arma más poderosa de la clase obrera y de las masas trabajadoras para la construcción del socialismo y la defensa de la Patria. Por eso defendemos a este Poder como a las niñas de nuestros ojos y lo fortalecemos constantemente en lucha contra los peligros que le acosan, contra el liberalismo y el burocratismo. (...) El Partido ha combatido toda manifestación de formalismo en la actividad de los consejos y ha exigido que sean ejercidos con exactitud sus derechos y competencias, sin permitir jamás que se los quiten los órganos ejecutivos. La rigurosa observancia de las normas constitucionales relativas a los organismos legislativos del poder estatal y a las relaciones entre éstos y los órganos del poder ejecutivo, está relacionada con la salvaguardia del carácter democrático de nuestro Poder, que tiene sus raíces en el pueblo y pertenece al pueblo». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Se deben popularizar las leyes y los derechos de las masas afín que nadie se pueda aprovechar de ellas
«El Partido jamás ha permitido ni permitirá las manifestaciones de arbitrariedad y la infracción de las leyes, que lesionarían los intereses de la sociedad o de determinados ciudadanos, por eso ha insistido continuamente en que las leyes del Estado sean conocidas a fondo y aplicadas con precisión por todos los organismos del Estado y sus trabajadores. Estas leyes deben ser dadas a conocer también cada vez mejor a las masas trabajadoras por medio de un amplio trabajo propagandístico, para que sepan realizar las tareas y defender sus derechos, combatir cualquier deformación de la ley de dondequiera que provenga. El conocimiento y la aplicación de las leyes es una condición decisiva para que la actividad de los organismos estatales y de las masas populares se desarrolle en el camino correcto y tenga éxito. Esto contribuye a reforzar la disciplina, el orden y la conciencia socialista en todas partes, a cortarle el paso a muchos males». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
No hay que descuidar el trabajo en la juventud, ya que es la próxima generación que va a seguir consolidando el socialismo
«La juventud es un vivero inagotable no sólo para la renovación de las filas del Partido y de los cuadros, sino también porque relevará a las generaciones, llenará las filas de la clase obrera, de los cooperativistas y la intelectualidad, llevará adelante la obra inmortal del Partido y de nuestro pueblo. Para que este vivero dé siempre árboles sanos, el Partido exige de sus miembros, de la organización de la juventud y de los cuadros encargados de trabajar en esta organización, que mejoren el trabajo de educación política, ideológica, cultural y profesional de los jóvenes de nuestro país». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
El partido debe atender con vehemencia la cuestión de la mujer, ya que constituye nada más y nada menos que la mitad de la población
«El Partido ha luchado y luchará consecuentemente por la aplicación de su programa para la completa emancipación de la mujer albanesa, sin la cual es imposible concebir el socialismo, ni su construcción puede continuar avanzando. En la vida de la mujer albanesa se han operado cambios colosales, pero todavía hay bastantes problemas que no han encontrado solución, particularmente en el terreno de la completa igualdad de la mujer con el hombre en la vida social y familiar, en el nivel de instrucción, cultura y técnico-profesional. Las mujeres de nuestro país han aportado una valiosa contribución a la realización de las tareas planteadas por el VIIº Congreso del Partido de 1976. Ellas y su organización, la Unión de Mujeres de Albania, deben luchar por mantener en alto y desarrollar aún más el espíritu de emancipación en el propio seno de la masa de mujeres y en toda la sociedad, para que se eleve constantemente el papel de la mujer como constructora activa del socialismo, como valiente defensora de la Patria, como madre cuidadosa y educadora de la joven generación. La organización de la mujer debe dedicar particular atención al reforzamiento de la familia y del conjunto de las relaciones familiares, a los problemas de la madre y el niño, al modo de vida, etc., combatiendo enérgicamente todas las manifestaciones extrañas y las costumbres retrógradas que aún siguen manifestándose en casos y formas distintas, y que lesionan la dignidad y la personalidad de la mujer». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
El partido tiene que luchar contra el derrotismo que el imperialismo siempre va a intentar infundir en los países que se ven rodeados por el mundo capitalista
«El fortalecimiento de las convicciones socialistas, de la vitalidad y superioridad del socialismo adquiere una importancia particular en las condiciones actuales, en que éste ha sido minado en numerosos países, y los imperialistas, la burguesía y los revisionistas han emprendido una furibunda campaña contra él, para rebajar los ideales revolucionarios y sembrar la semilla de la desconfianza y la inseguridad en el futuro socialista de la humanidad. La punta de lanza de esa lucha no se ha dirigido por casualidad contra nuestra doctrina victoriosa, el marxismo-leninismo, sin la que no hay ni puede haber verdadero socialismo». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Aunque se tenga una conciencia y voluntad socialista, ella debe ser reforzada por un conocimiento teórico de la doctrina marxista-leninista
«Pero las convicciones y la conciencia socialistas que se crean en la práctica son insuficientes para orientarse correctamente en toda situación, para comprender profundamente la política del Partido, para actuar siempre con objetivos claros. Si no se fundan sobre una sólida base teórica pueden resentirse frente a las diversas dificultades de la edificación socialista o frente a la gran presión del mundo capitalista-revisionista. Es únicamente el marxismo-leninismo, base teórica del socialismo científico y de la educación comunista de los trabajadores, el que crea convicciones profundas e inalterables. Es el Partido quien arraiga éstas entre las masas con su trabajo educativo». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Los militantes de un partido en el poder deben aprovechar la situación de amplia producción y difusión de material de estudio para su formación, algo que es utópico para sus homólogos comunistas de los países capitalistas
«Nuestro Partido ha hecho y hace un gran trabajo para la educación marxista-leninista de los comunistas y de las masas. A este fin sirven la Escuela del Partido, los diversos cursos y las reuniones de educación en el Partido y en las organizaciones de masas, las publicaciones, la prensa y todos los demás medios de propaganda. El marxismo-leninismo se estudia de manera sistemática en las escuelas de diversas categorías de la enseñanza estatal. Las obras de Marx, Engels, Lenin y Stalin, como también numerosos documentos y materiales de nuestro Partido han sido puestos a disposición de los comunistas, los cuadros y los trabajadores». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Los comunistas tienen que aprender no solo a memorizar algunos textos y eslóganes, sino a asimilar la médula del materialismo dialéctico e histórico, y saber aplicarlos a casos concretos
«La tarea que se plantea ahora es que todo ese trabajo se haga con un nivel superior y sea más cualificado, con el fin de que se asimilen mejor y más profundamente los principios del marxismo-leninismo y las enseñanzas de nuestro Partido. Lo principal es que nuestras gentes se armen debidamente en lo ideológico con la concepción del mundo y la metodología marxistas, se formen debidamente desde el punto de vista teórico, para que se mantengan y actúen en todo momento y situación, de manera consciente, como revolucionarios consecuentes, como decididos combatientes por la causa del socialismo y del comunismo, y no enseñarles simplemente algunas tesis y conclusiones marxistas. tinuamente, solucionar problemas nuevos. El tratamiento teórico y la solución práctica de esos problemas exige el desarrollo continuo del pensamiento creador, apoyándose en los principios básicos y en la metodología marxista, así como en la generalización de la experiencia adquirida. Por eso es necesario que en las escuelas y en el sistema de educación marxista-leninista de los comunistas y de las masas, en toda la propaganda del Partido, el marxismo-leninismo se estudie, se difunda y se asimile como una doctrina viva y creadora, como una ciencia que se desarrolla y enriquece continuamente». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Aparte del estudio debe estimularse el espíritu crítico, el debate
«Por todas partes debe desarrollarse el espíritu crítico y revolucionario, deben ser estimulados los debates y las discusiones fecundos, debe combatirse toda manifestación de rigidez y de dogmatismo, debe abrirse amplia vía al pensamiento avanzado y con espíritu de partido, todo debe ser sometido a un profundo análisis, a la sana lógica marxista». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
La falta de conocimientos teóricos conducen al empirismo, al pragmatismo y al subjetivismo en la resolución de las cuestiones
«Nuestro Partido y nuestro pueblo deben avanzar continuamente, solucionar problemas nuevos. El tratamiento teórico y la solución práctica de esos problemas exige el desarrollo continuo del pensamiento creador, apoyándose en los principios básicos y en la metodología marxista, así como en la generalización de la experiencia adquirida. Por eso es necesario que en las escuelas y en el sistema de educación marxista-leninista de los comunistas y de las masas, en toda la propaganda del Partido, el marxismo-leninismo se estudie, se difunda y se asimile como una doctrina viva y creadora, como una ciencia que se desarrolla y enriquece continuamente. Por todas partes debe desarrollarse el espíritu crítico y revolucionario, deben ser estimulados los debates y las discusiones fecundos, debe combatirse toda manifestación de rigidez y de dogmatismo, debe abrirse amplia vía al pensamiento avanzado y con espíritu de partido, todo debe ser sometido a un profundo análisis, a la sana lógica marxista.
La elevación del nivel teórico es una condición indispensable para combatir las manifestaciones de empirismo y practicismo. El hecho es que hay comunistas y cuadros que hacen pocos esfuerzos para asimilar la teoría, que comprenden estrechamente los problemas y las tareas planteadas y las directrices y orientaciones impartidas, que los ven de una manera simplificada y no profundizan en su contenido ideológico y político, en su aspecto teórico. En relación con esa cuestión es siempre actual lo que decía Stalin:
«Cuanto más elevados son el nivel político y la conciencia marxista-leninista de los militantes ocupados en cualquier terreno que sea del trabajo del Estado y del Partido, tanto más elevado y fecundo es el mismo trabajo, tanto más tangibles son los resultados; al contrario, cuanto más bajos son el nivel político y la conciencia marxista-leninista de los militantes, tanto más probables son las lagunas y los fracasos en el trabajo, tanto más probables son la decadencia, la transformación de los propios militantes en practicistas que se ocupan de minucias, tanto más probable es su degeneración». (Stalin; Informe presentado al XVIº Congreso del Partido acerca de la actividad del Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la Unión Soviética, 10 de marzo de 1939)
Las lagunas en la formación teórica general conducen inevitablemente a concepciones y actos subjetivos y voluntaristas, que se enfrentan a las exigencias de las leyes objetivas, lesionan la dirección científica del trabajo, frenan y deforman los procesos del desarrollo económico-social, perjudican la propia educación de las personas. Chocamos con estas manifestaciones en bastantes casos, pero es particularmente en la planificación, la organización y la dirección de la economía, donde son más evidentes y más dañinas. Es verdad que la sociedad socialista es una sociedad que se construye de manera consciente, pero esto no se hace según la voluntad y los deseos subjetivos de las personas. También en el socialismo el desarrollo se efectúa con arreglo a leyes que tienen carácter objetivo. La particularidad del socialismo radica en el conocimiento y la aplicación consciente de estas leyes de acuerdo con los objetivos del Partido y del Estado socialista. Aquí radica también una de las grandes ventajas del orden socialista, que garantiza un desarrollo armónico y con elevados ritmos de la economía y la cultura en beneficio de las masas trabajadoras». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Hay que dejar claro que las masas construyen el socialismo, eso implica una lucha contra las tendencias burocráticas
«Una cuestión fundamental de la concepción comunista del mundo, de la teoría y de la práctica revolucionarias es la comprensión correcta del papel decisivo de las masas en la construcción de la sociedad socialista. Nuestro Partido no ha permitido ninguna desviación de este principio y aquí radica una de las profundas razones por las que el socialismo se ha construido en Albania siguiendo un camino correcto y se desarrolla con éxito. (...) Ha subrayado que la lucha contra esas manifestaciones y tergiversaciones debe desarrollarse continuamente, sin dejar que se acumulen y sé agraven. Pero en la práctica chocamos con manifestaciones de unilateralidad y formalismo en la comprensión y aplicación de la democracia de las masas y de las relaciones entre los cuadros y las masas. Hay casos en que las administraciones se colocan por encima de los órganos elegidos, en que algunos cuadros no mantienen contactos estrechos con la gente o consultan con ella de una manera formal. Sucede que no se tienen en cuenta y no se valoran como es debido las asambleas de las cooperativas agrícolas y las demás organizaciones de masas, que no se respetan siempre las normas establecidas para que no sólo las personas elegidas, sino también los cuadros designados, rindan cuentas ante las masas, etc». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Hay que luchar contra los restos de las tendencias psicológicas pequeño burguesas, de no ser así estas pueden llevar a minar el sistema socialista
«La lucha contra las mentalidades y la psicología pequeñoburguesas, que tienen profundas raíces en nuestro país, continúa siendo un gran problema ideológico. Es cierto que las grandes transformaciones socio-económicas que se han operado, así como el trabajo multilateral del Partido para la educación comunista de los trabajadores han asestado fuertes golpes a la psicología pequeño burguesa y la han sacudido desde los cimientos. Pero, a pesar de que su esfera de acción se ha reducido considerablemente, en diversas capas de la población chocamos todavía con mentalidades, actitudes y actuaciones pequeño burguesas. Las concepciones y las inclinaciones pequeñoburguesas son un gran mal, porque no sólo obstaculizan la educación comunista de las personas, no sólo frenan su participación activa en la construcción socialista del país, sino que se convierten en causa de todo tipo de vacilaciones, sirven como base para difundir la ideología burguesa y para minar el propio orden socialista.
La psicología pequeño burguesa se manifiesta bajo diversas formas y en muchos terrenos. Sus reminiscencias se presentan más acentuadas en la posición frente al trabajo y la propiedad, que ocupa el lugar principal y decisivo en la actividad humana.
A nuestros trabajadores, tanto en el campo como en la ciudad, les caracteriza una elevada conciencia en la actitud hacia el trabajo y la propiedad socialista. Este es un rasgo distintivo de nuestro hombre nuevo, es una realidad que destaca en todas partes. Pero el socialismo, en tanto que primera fase de la sociedad comunista que surge del orden explotador capitalista, tiene sus propias condiciones y características de desarrollo, que dejan también sus huellas en la actitud frente al trabajo y la propiedad». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Aun teniendo en cuenta la herencia material e ideológica del capitalismo, en la sociedad socialista no se puede comulgar con la tendencia a anteponer el interés personal al colectivo
«La práctica de colocar el interés general por encima de los intereses de grupo y personales, los intereses de perspectiva por encima de los del momento, los intereses fundamentales del Estado por encima de los sectoriales y locales, ha impregnado totalmente la actividad de nuestro Partido y nuestro Estado en la construcción y la defensa del socialismo. Eso ha sido y continúa siendo una garantía para avanzar siempre por un camino justo, marxista-leninista, para no permitir desviaciones de la teoría y la práctica de la construcción del socialismo. Pero en bastantes ocasiones todavía el interés personal tiene más fuerza y eso se manifiesta en las tendencias a tomar de la sociedad más de lo que se le da, a buscar la cantidad en detrimento de la calidad, etc. No hay duda de que la existencia de diversas diferencias, como las existentes entre el campo y la ciudad, la diferencia de ingresos entre los miembros de la sociedad, así como los desajustes que aparecen entre las crecientes exigencias de los trabajadores y las posibilidades reales de satisfacerlas, influyen en el mantenimiento de estos fenómenos. Pero estos factores no pueden justificar las distintas manifestaciones de anteponer el interés personal al general. En nuestra sociedad socialista existen todas las posibilidades para limitar cada vez más los fenómenos extraños fortaleciendo la educación de las masas, desarrollando la producción y perfeccionando las relaciones económicas, aplicando rigurosamente las leyes del Estado». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Tampoco es permisible en las clases más atrasadas la actitud gremial que causen perjuicio de toda la sociedad, hay que ayudarlos a que avancen
«Otro gran problema no sólo económico, sino también ideológico y social, es la correcta armonización de los intereses de la propiedad cooperativista con el interés general de la sociedad. El Partido debe combatir tanto las tendencias que se perciben en algunos casos de encerrarse en el marco de los intereses de grupo y de verlos disociados de los de toda la sociedad, como las que, pretendidamente en nombre del. interés general, lesionan los intereses de la cooperativa.
Este problema tiene que ver con las relaciones entre el Estado y las cooperativas agrícolas, pero está ligado también con el proceso de transformación de la propiedad de grupo en propiedad de todo el pueblo. La propiedad cooperativista es del mismo tipo que la propiedad estatal, las dos son socialistas, pero a pesar de ello la propiedad de grupo representa un grado inferior de socialización de la propiedad. El Partido, a través de un trabajo educativo amplio y bien pensado, debe aclarar al campesinado cooperativista el carácter transitorio de la propiedad de grupo, así como las vías para transformarla en propiedad de todo el pueblo. El proceso de transformación de la propiedad de grupo en propiedad de toda la sociedad ha empezado ya en nuestro país y en el futuro su ritmo se acelerará. Pero por este camino hay que avanzar gradualmente, en consonancia con la creación de las condiciones objetivas y subjetivas y teniendo en cuenta y respetando también los intereses de la propiedad de grupo». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
El partido siempre tiene que estar en pie de guerra ante la influencia ideológica provenientes del cerco imperialista-revisionista
«En nuestra lucha en el frente ideológico no debemos olvidar en ningún momento que las reminiscencias del pasado se entrelazan con las influencias degenerantes del cerco imperialista-revisionista que, a pesar de ser pregonadas como «modernas», «progresistas», son en esencia igualmente viejas, si no más, y muy peligrosas. Contra nuestro país se desarrolla una amplia agresión ideológica que pretende denigrar la realidad de Albania socialista y desorientar el pensamiento de las gentes. El Partido y sus palancas deben constituirse en poderosas e insuperables barreras contra esa agresión y su influencia sobre nuestra gente. Deben forjar la unidad ideológica del pueblo, reforzar su vigilancia y su lucha contra el liberalismo y todas las manifestaciones extrañas, para que no se permitan brechas, situaciones de quietud y de euforia, para que los comunistas, los cuadros y todos los trabajadores se atengan siempre a los principios y a las normas socialistas, a la ideología y la moral proletarias». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Sobre el revisionismo yugoslavo
«La primera corriente del revisionismo en el Poder que se propuso minar el socialismo, fue el revisionismo yugoslavo, que nació en un momento clave de la lucha entre el socialismo y el imperialismo. (...) Era claro que este camino conduciría a la ruptura, como de hecho ocurrió no por culpa de la Kominform, ni de Iósif Stalin, ni del «stalinismo», según quieren denominar al marxismo-leninismo los revisionistas yugoslavos y sus amigos. El conflicto con la Kominform fue resultado de las contradicciones entre los puntos de vista liberal-oportunistas de la dirección yugoslava y los puntos de vista marxista-leninistas sobre la construcción del Estado y de la sociedad socialista. Tito y compañía le dieron a su oposición a la teoría marxista-leninista, el tinte de oposición a Stalin en un comienzo y al sistema socialista soviético posteriormente. El viraje yugoslavo hacia el capitalismo fue objeto de una desenfrenada propaganda, se le cantaron hosannas indescriptibles y se glorificó al «Barrabás». La desviación yugoslava fue anunciada como un «período nuevo», un «nuevo surco», abierto por Tito para la construcción de un «socialismo específico», «humano». Este viraje fue sostenido y financiado por el imperialismo y el capitalismo mundial. Fue inflada la megalomanía panyugoslava, Yugoslavia fue presentada como «campeona y ejemplo para los pueblos del mundo en su lucha libertadora». Todo el «sistema autogestionario», tanto en la forma como en las denominaciones de la estructura y superestructura, debía ser presentado como «marxista». Pero en la realidad estaba en completa oposición a Karl Marx y a la teoría y práctica del leninismo.». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Sobre el revisionismo soviético
«Desde el comienzo el grupo de Jruschov se planteó como objetivo principal liquidar la dictadura del proletariado, minar las bases de la sociedad socialista, introducir a la Unión Soviética en el camino capitalista y transformarla en una superpotencia imperialista. Ahora todos somos testigos de esta profunda transformación contrarrevolucionaria que se ha producido en la Unión Soviética. Solo la burguesía y el imperialismo la presentan como un país comunista. Al presentar a la Unión Soviética capitalista de hoy como un país socialista, pretenden desacreditar al marxismo-leninismo y al verdadero socialismo. (...) Para abrir el camino a la restauración del capitalismo, los revisionistas jruschovistas golpearon las tesis fundamentales de la teoría marxista-leninista sobre la producción de mercancías y la acción de la ley del valor en el socialismo. Identificaron en la teoría y en la práctica la producción socialista de mercancías con la producción capitalista. Sobre esta base reformaron todo el mecanismo económico. Gradualmente las empresas económicas y también un considerable número de instituciones alcanzaron una mayor independencia respecto a los planes del Estado. A los dirigentes de las empresas y de las diversas instituciones se les concedieron grandes derechos y poder para dirigir y manipular la producción y la distribución, para contratar y despedir obreros, repartir los beneficios, etc. Se limitó la financiación estatal centralizada a las empresas existentes y se fue ampliando gradualmente la práctica de la autofinanciación y la utilización de créditos». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Sobre el revisionismo chino
Sobre el revisionismo eurocomunista
«El eurocomunismo es producto de la degeneración de los partidos comunistas que emprendieron el camino del revisionismo, de la división producida en el campo revisionista, como resultado del predominio que adquirió en su seno el nacionalismo burgués.
Es la ideología de la aristocracia obrera alimentada con migajas de las ganancias de la burguesía. El eurocomunismo, la más pura ideología del reformismo burgués, juega el papel de «quinta columna» en el seno del movimiento obrero.
Los eurocomunistas, que figuraron entre los más ardientes adeptos de la campaña contra Stalin, para volver supuestamente a Lenin, se han unido ahora abiertamente con todo el coro de la burguesía y los socialdemócratas para atacar a Lenin y al leninismo. El mismo término «eurocomunismo» es expresión del alejamiento del marxismo-leninismo, de la negación de las leyes generales de la revolución y de la construcción de la sociedad socialista.
Los eurocomunistas han desenterrado y vuelto a poner en circulación las viejas teorías oportunistas de Lasalle, Bernstein, Kautsky y de la II Internacional, proclamando que son la última palabra del desarrollo creador del marxismo en nuestros días. El ataque frontal y abierto desde posiciones anticomunistas contra las enseñanzas fundamentales del marxismo-leninismo es la conclusión lógica de todo el revisionismo moderno, de todas sus corrientes». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Sobre los nuevos partidos marxista-leninistas y la necesidad del apoyo mutuo
«La fuerza del movimiento comunista internacional marxista-leninista radica en la justeza de las ideas por las que lucha y en su unidad. Los partidos marxista-leninistas se rigen en su lucha por las enseñanzas de nuestros grandes clásicos, aprovechan la rica y multilateral herencia de la Komintern, se apoyan en la experiencia de su propia lucha contra la traición revisionista, tienen en cuenta la experiencia negativa de los partidos que degeneraron en el revisionismo. Todas esas enseñanzas y esa experiencia constituyen un gran patrimonio ideológico, político, organizativo, teórico y práctico, para templar y fortalecer a los partidos y al movimiento marxista-leninista en todos los sentidos.
Los encuentros y las conversaciones entre los partidos hermanos aportan una valiosa contribución al fortalecimiento de la unidad del movimiento marxista-leninista. De esta forma se aprovecha la experiencia mutua, se llega a juicios comunes de las situaciones y a la unidad de pensamiento y acción. La experiencia de un partido no puede sustituir a la de muchos partidos, por el contrario, son las experiencias de todos los partidos marxista-leninistas las que hacen invencible al movimiento.
El Partido del Trabajo de Albania, ateniéndose con fidelidad a los principios del internacionalismo proletario, se ha esforzado y se esforzará siempre por dar su contribución al fortalecimiento de la unidad del movimiento marxista-leninista y de la colaboración entre los partidos hermanos.
Nuestro Partido del Trabajo considera un honor estar, en la grande e histórica lucha por la causa del marxismo-leninismo, de la revolución y del socialismo, hombro con hombro con los demás partidos marxista-leninistas, que son destacamentos iguales del movimiento revolucionario de la clase obrera. Los comunistas albaneses y todo nuestro pueblo valoran inmensamente la solidaridad, el cariño y la confianza que muestran hacia el Partido del Trabajo y hacia Albania socialista los partidos hermanos marxista-leninistas, el proletariado y los pueblos revolucionarios y amantes de la libertad. Ello representa un poderoso respaldo y aliento para nosotros. Nuestro Partido y nuestro pueblo lucharán en cualquier circunstancia y en cualquier situación para cumplir con honor sus tareas nacionales e internacionales, para construir con éxito el socialismo en Albania y para defender con ardor la causa revolucionaria de los proletarios y de los pueblos». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
(Equipo de Bitácora; Las advertencias de Enver Hoxha al partido en su último congreso del Partido del Trabajo de Albania, 2017)
Sobre el revisionismo yugoslavo
«La primera corriente del revisionismo en el Poder que se propuso minar el socialismo, fue el revisionismo yugoslavo, que nació en un momento clave de la lucha entre el socialismo y el imperialismo. (...) Era claro que este camino conduciría a la ruptura, como de hecho ocurrió no por culpa de la Kominform, ni de Iósif Stalin, ni del «stalinismo», según quieren denominar al marxismo-leninismo los revisionistas yugoslavos y sus amigos. El conflicto con la Kominform fue resultado de las contradicciones entre los puntos de vista liberal-oportunistas de la dirección yugoslava y los puntos de vista marxista-leninistas sobre la construcción del Estado y de la sociedad socialista. Tito y compañía le dieron a su oposición a la teoría marxista-leninista, el tinte de oposición a Stalin en un comienzo y al sistema socialista soviético posteriormente. El viraje yugoslavo hacia el capitalismo fue objeto de una desenfrenada propaganda, se le cantaron hosannas indescriptibles y se glorificó al «Barrabás». La desviación yugoslava fue anunciada como un «período nuevo», un «nuevo surco», abierto por Tito para la construcción de un «socialismo específico», «humano». Este viraje fue sostenido y financiado por el imperialismo y el capitalismo mundial. Fue inflada la megalomanía panyugoslava, Yugoslavia fue presentada como «campeona y ejemplo para los pueblos del mundo en su lucha libertadora». Todo el «sistema autogestionario», tanto en la forma como en las denominaciones de la estructura y superestructura, debía ser presentado como «marxista». Pero en la realidad estaba en completa oposición a Karl Marx y a la teoría y práctica del leninismo.». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Sobre el revisionismo soviético
«Desde el comienzo el grupo de Jruschov se planteó como objetivo principal liquidar la dictadura del proletariado, minar las bases de la sociedad socialista, introducir a la Unión Soviética en el camino capitalista y transformarla en una superpotencia imperialista. Ahora todos somos testigos de esta profunda transformación contrarrevolucionaria que se ha producido en la Unión Soviética. Solo la burguesía y el imperialismo la presentan como un país comunista. Al presentar a la Unión Soviética capitalista de hoy como un país socialista, pretenden desacreditar al marxismo-leninismo y al verdadero socialismo. (...) Para abrir el camino a la restauración del capitalismo, los revisionistas jruschovistas golpearon las tesis fundamentales de la teoría marxista-leninista sobre la producción de mercancías y la acción de la ley del valor en el socialismo. Identificaron en la teoría y en la práctica la producción socialista de mercancías con la producción capitalista. Sobre esta base reformaron todo el mecanismo económico. Gradualmente las empresas económicas y también un considerable número de instituciones alcanzaron una mayor independencia respecto a los planes del Estado. A los dirigentes de las empresas y de las diversas instituciones se les concedieron grandes derechos y poder para dirigir y manipular la producción y la distribución, para contratar y despedir obreros, repartir los beneficios, etc. Se limitó la financiación estatal centralizada a las empresas existentes y se fue ampliando gradualmente la práctica de la autofinanciación y la utilización de créditos». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Sobre el revisionismo chino
«El revisionismo chino es una corriente oportunista en el movimiento comunista mundial y su base, el pensamiento Mao Zedong, una ideología de características arcaicas, una amalgama de las antiguas teorías chinas de Confucio y Mencio y de nuevas teorías perifraseadas, sin ninguna vinculación órganica y estructural, barnizadas con una fraseología marxista. El pensamiento Mao Zedong representa una ideología hegemonista de dominación mundial, basada en un cúmulo de teoremas e ideas heterogéneas, contradictorias y pragmáticas. Por las aguas de esta ideología navegaba el barco chino tanto a la derecha como a la izquierda, con el rumbo trastornado, cuando se inició la construcción del nuevo Estado chino surgido de la lucha de liberación: de aquí procedían las vacilaciones de China y el carácter impreciso de su sistema político y económico. (...) El «antiimperialismo», el «antisovietismo», el «antiestadounidensismo» de la China de Mao Zedong, que se alternaban entre sí, eran coyunturales. No eran convicciones ideológicas, no eran posiciones de principios, sino maniobras para equilibrar a los poderosos del mundo, un juego con las potencias político-militares imperialistas para reforzar a China en el tablero mundial. (...) Sin denunciar y refutar el pensamiento Mao Zedong, sin combatir y erradicar toda influencia suya en el movimiento revolucionario, no se puede hablar seriamente de lucha contra el revisionismo chino ni contra el revisionismo moderno en general, no puede consolidarse y desarrollarse debidamente el movimiento marxista-leninista ni puede hacerse avanzar con éxito la causa de la revolución». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Sobre el revisionismo eurocomunista
«El eurocomunismo es producto de la degeneración de los partidos comunistas que emprendieron el camino del revisionismo, de la división producida en el campo revisionista, como resultado del predominio que adquirió en su seno el nacionalismo burgués.
Es la ideología de la aristocracia obrera alimentada con migajas de las ganancias de la burguesía. El eurocomunismo, la más pura ideología del reformismo burgués, juega el papel de «quinta columna» en el seno del movimiento obrero.
Los eurocomunistas, que figuraron entre los más ardientes adeptos de la campaña contra Stalin, para volver supuestamente a Lenin, se han unido ahora abiertamente con todo el coro de la burguesía y los socialdemócratas para atacar a Lenin y al leninismo. El mismo término «eurocomunismo» es expresión del alejamiento del marxismo-leninismo, de la negación de las leyes generales de la revolución y de la construcción de la sociedad socialista.
Los eurocomunistas han desenterrado y vuelto a poner en circulación las viejas teorías oportunistas de Lasalle, Bernstein, Kautsky y de la II Internacional, proclamando que son la última palabra del desarrollo creador del marxismo en nuestros días. El ataque frontal y abierto desde posiciones anticomunistas contra las enseñanzas fundamentales del marxismo-leninismo es la conclusión lógica de todo el revisionismo moderno, de todas sus corrientes». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Sobre los nuevos partidos marxista-leninistas y la necesidad del apoyo mutuo
«La fuerza del movimiento comunista internacional marxista-leninista radica en la justeza de las ideas por las que lucha y en su unidad. Los partidos marxista-leninistas se rigen en su lucha por las enseñanzas de nuestros grandes clásicos, aprovechan la rica y multilateral herencia de la Komintern, se apoyan en la experiencia de su propia lucha contra la traición revisionista, tienen en cuenta la experiencia negativa de los partidos que degeneraron en el revisionismo. Todas esas enseñanzas y esa experiencia constituyen un gran patrimonio ideológico, político, organizativo, teórico y práctico, para templar y fortalecer a los partidos y al movimiento marxista-leninista en todos los sentidos.
Los encuentros y las conversaciones entre los partidos hermanos aportan una valiosa contribución al fortalecimiento de la unidad del movimiento marxista-leninista. De esta forma se aprovecha la experiencia mutua, se llega a juicios comunes de las situaciones y a la unidad de pensamiento y acción. La experiencia de un partido no puede sustituir a la de muchos partidos, por el contrario, son las experiencias de todos los partidos marxista-leninistas las que hacen invencible al movimiento.
El Partido del Trabajo de Albania, ateniéndose con fidelidad a los principios del internacionalismo proletario, se ha esforzado y se esforzará siempre por dar su contribución al fortalecimiento de la unidad del movimiento marxista-leninista y de la colaboración entre los partidos hermanos.
Nuestro Partido del Trabajo considera un honor estar, en la grande e histórica lucha por la causa del marxismo-leninismo, de la revolución y del socialismo, hombro con hombro con los demás partidos marxista-leninistas, que son destacamentos iguales del movimiento revolucionario de la clase obrera. Los comunistas albaneses y todo nuestro pueblo valoran inmensamente la solidaridad, el cariño y la confianza que muestran hacia el Partido del Trabajo y hacia Albania socialista los partidos hermanos marxista-leninistas, el proletariado y los pueblos revolucionarios y amantes de la libertad. Ello representa un poderoso respaldo y aliento para nosotros. Nuestro Partido y nuestro pueblo lucharán en cualquier circunstancia y en cualquier situación para cumplir con honor sus tareas nacionales e internacionales, para construir con éxito el socialismo en Albania y para defender con ardor la causa revolucionaria de los proletarios y de los pueblos». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
(Equipo de Bitácora; Las advertencias de Enver Hoxha al partido en su último congreso del Partido del Trabajo de Albania, 2017)
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