miércoles, 4 de mayo de 2016

Las sucesivas oleadas de purgas de elementos «stalinistas» –léase marxista-leninistas– por Jruschov para castrar al partido de su esencia revolucionaria


«El grupo de Jruschov ha levantado la mano contra lo más sagrado, contra la más poderosa arma del pueblo soviético para la defensa de los triunfos de la revolución y para la edificación del comunismo, contra la dictadura del proletariado y el Partido Comunista. Intenta desarmar al pueblo, arrebatarle el Poder, hacer degenerar al Partido. Ha violado y repudiado la consecuente línea marxista-leninista del Partido Bolchevique, sus tradiciones y su espíritu revolucionario, ha impuesto al partido una línea oportunista y revisionista en todos los campos de la vida y de la actividad, línea que está amenazando las históricas victorias del socialismo en la Unión Soviética por las cuales el Partido y el pueblo soviético han luchado con gran heroísmo, han hecho numerosos sacrificios, han derramado su sangre.

Para realizar esta línea, la camarilla revisionista de Jruschov ha efectuado grandes y continuas purgas entre los cuadros del Partido y del Estado, tanto en la capital como en las provincias, apartando a todos los cuadros en los que no tenía confianza y sustituyéndolos por cuadros fieles a su línea. En una década, Jrusohov ha excluido del Comité Central, elegido en el XIXº Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1952, a más del 70 por ciento de sus miembros y en el XXIIº Congreso de 1962 excluyó del Comité Central, elegido en el XXº Congreso de 1956, a casi el 50 por ciento de sus miembros. Además, poco antes del XXIIº Congreso, bajo la tapadera de la rotación de cuadros, sustituyó al 45 por ciento de los miembros de los comités centrales de los partidos de las Repúblicas Federadas, de los comités del partido de las provincias y de las regiones, y al 40 por ciento de los miembros de los comités del partido de las ciudades y de los distritos. En 1963, la camarilla de Jruschov sustituyó otra vez, so pretexto de la reorganización del partido en base a la estructura de producción, a más de la mitad de los miembros de los comités centrales de las Repúblicas Federadas y de los comités del partido de las provincias.

Las personas que rodean hoy a N.ikita Jruschov y están a su servicio, forman una capa privilegiada, degenerada desde el punto de vista ideológico, que ha traicionado la causa revolucionaria de la clase obrera soviética, que lucha contra el marxismo-leninismo y el socialismo. Su única preocupación es la consolidación de su propia posición económica y de su propia dominación política. El grupo de Jruschov, con el apoyo de esta capa, está transformando al glorioso Partido Comunista de la Unión Soviética en un partido revisionista, y al Estado socialista soviético en una dictadura de la camarilla jruschovista». (Enver Hoxha; Carta abierta a los miembros del Partido Comunistas de la Unión Soviética, 5 de octubre de 1964)

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