domingo, 21 de diciembre de 2014

Reflexiones sobre China, Tomos I (1962-1972) y II (1972-1977); Enver Hoxha, 1979



Introducción de Bitácora (M-L)

Recomendamos encarecidamente la lectura de los dos tomos en castellano del diario político de Enver Hoxha: «Reflexiones sobre China». Imprescindible obra para entender la evolución del revisionismo chino desde la época de Mao Zedong y Chou En-lai de inicios de los 60 hasta la época de Hua Kuo-feng y Deng Xiaoping de finales de los 70.

En la introducción del documento se dice:

«Estas «Reflexiones sobre China» han sido sacadas del Diario Político del camarada Enver Hoxha. Las notas publicadas en este tomo abarcan el período 1962-1972. Este tomo, así como otro que comprende el período hasta diciembre de 1977, fueron publicados por primera vez y distribuidos en el seno del partido en enero de 1978. Ahora, ambos tomos se ponen en circulación para el público en albanés y en varias lenguas extranjeras. En estos escritos aparecen los zigzags de la dirección china, su trayectoria revisionista, antisocialista y antialbanesa. Estas notas y otras que podrán ser publicadas posteriormente, permitirán a los lectores constatar el espíritu de principios que inspira al Partido Trabajo de Albania (PTA) en su análisis y en sus tomas de posición en defensa del marxismo-leninismo». (Enver Hoxha; Introducción al documento: Reflexiones sobre china, 1979)


Un buen ejemplo de como resume el autor Enver Hoxha el contenido y formas de su obra es la siguiente cita:

«Sucesivamente he ido escribiendo en mis notas acerca de numerosas cuestiones, tratando algunas de ellas de forma severa. Juzgándolas desde la óptica marxista-leninista, a la luz de la experiencia teórica y práctica, y de la organización leninista de nuestro partido, he señalado que muchos aspectos políticos, ideológicos y organizativos del Partido Comunista de China, de Mao Zedong, del Comité Central del Partido Comunista de China, de la revolución china y de los diversos golpes contra los desviacionistas, no me parecen muy claros, e incluso muchas veces he utilizado términos duros para definirlos. Si lo he hecho así, es porque mi conciencia de comunista, la experiencia del partido y el estudio de las obras de los clásicos del marxismo-leninismo, no me permitían suavizar los términos ante muchas situaciones confusas y equívocas. Es más, frecuentemente, al ver y leer todo lo que se hacía a costa del marxismo-leninismo, en perjuicio de la causa del proletariado, es posible que en varias ocasiones haya expresado mi indignación, en este diario, quizás, con más vehemencia de la debida». (Enver Hoxha; Estructura antimarxista; Reflexiones sobre china, Tomo II, 8 de septiembre de 1977)


En este diario es muy importante no solo porque se desmenuza diversos fenómenos casi siempre con total certeza, explicando las vicisitudes del revisionismo chino. Como nota negativa, diremos que Enver Hoxha se aventura a realizar opiniones negativas sobre Kao Kang en base a los informes recibidos por los líderes chinos, cuando es la única figura de peso que se opuso en 1952 a la línea oportunista de Mao. Esto no excluye que el PTA y otros partidos cometiesen graves errores y concesiones a la hora de enfrentarse al maoísmo hasta romper definitivamente con él. De hecho, como se ve especialmente en el Tomo I de 1962-1972 de «Reflexiones sobre China», el criticismo hacia la línea política china es muy contundente, pero Enver Hoxha se refiere todavía a los líderes chinos como «camaradas», como «marxista-leninistas», considera a China pese a sus desviaciones como «país socialista e internacionalista», teniendo fe en que los errores se rectifiquen prontamente. Y mientras algunos comentarios son expuestos en público, otros no serán denunciados hasta tiempo después. Véase lo que dijimos:

«En la cuestión del trato y evaluación al maoísmo también hay una evidente distorsión de los hechos a posteriori. De nuevo en la «Historia del Partido del Trabajo de Albania» nos presentan a un PTA como que hubiera tomado todo tipo de precauciones contra el maoísmo desde 1956, que es cuando comienzan a profundizarse las relaciones sino-albanesas, hasta 1978, que es cuando se expone el maoísmo como una variante del revisionismo abiertamente:

«El revisionismo chino apareció abiertamente a comienzos de los años 70, pero no surgió en esa época, y mucho menos después de la muerte de Mao Zedong. Sus orígenes ideológicos y teóricos están en el llamado «pensamiento Mao Zedong», que comenzó a tomar cuerpo particularmente después de 1935, cuando Mao Zedong accedió a la cabeza del partido. (…) El PTA, creyendo defender a un partido marxista-leninista y a un país socialista, consideraba de gran importancia la defensa de China para el comunismo internacional, para la lucha contra el revisionismo moderno. Al mismo tiempo no podía conciliarse de ningún modo con la actitud expectante, llena de vacilaciones de Mao Zedong». (Partido del Trabajo de Albania; Historia del Partido del Trabajo de Albania, 1982)

De nuevo como podemos observar se aluden a excusas similares como la presunta defensa del pueblo chino para la no exposición de la dirección china y sus errores. Lo cierto es que como ya denunciamos en el capítulo: «El PCE (m-l) y su tardía desmaoización», tanto el PCE (m-l) como el PTA no solamente tenían información suficiente como para no regalar epítetos halagadores al maoísmo como hicieron en varias ocasiones, sino que podrían haberlo expuesto mucho antes, debían de hecho desatar una polémica forzando así al maoísmo a responder por sus desviaciones desde un principio. Si miramos el libro de memorias de Enver Hoxha «Los jruschovistas» de 1980. El autor albanés relata su primera visita a China en ocasión del VIIIº Congreso del PCCh de 1956, y ya entonces registró lo sorpresivamente negativo que fue para él las tesis liberales que manejaban los líderes chinos, siendo tachadas de más derechistas aún que las tesis de los jruschovistas. En cambio, el líder albanés decidió no criticar públicamente dichas tesis heterodoxas. ¿No debería el PTA haber expuesto en 1956 junto a las tesis heterodoxas y revisionistas de Gomułka, Tito o Nagy, las tesis de Mao Zedong y Jruschov, y no esperar a 1960 ni a 1978 para exponer al revisionismo soviético y chino? ¿No es cierto que al tardar tanto se le daba tiempo a que dichos oportunistas asentasen su situación dentro de sus respectivos partidos y gobiernos?

Todo esto que estamos contando: en esta ocasión, las vacilaciones del PTA en la exposición del revisionismo, es algo importante de aclarar. El comunista debe revisar estos hechos históricos con objetividad y especial atención. Como hemos hablado anteriormente de forma breve sobre el periodo de Stalin y ahora con el periodo de Enver Hoxha, o como podría ser en el caso de otras figuras y movimientos que admiramos por sus incontables aspectos positivos, pero ni su teoría ni su praxis pueden estar exentos de malas valoraciones o decisiones porque son figuras englobadas en una época determinada con las limitaciones que ello también supone a la hora de desarrollar su trabajo, sin dejar de tener en cuenta el hecho de que son seres humanos emocionales y que cada uno alberga características propias que hacen a cada individuo único; valga decir que los errores se producen en todo proceso, más si se trata de dirigencias dilatadas, el asunto cardinal para determinar la calidad moral del marxista-leninista es la forma resuelta en que los aborda y corrige. En cambio, pensar y exponer como lo hacen los «stalinistas-hoxhistas» del tipo Wolfgang Egger, donde para ellos las figuras del comunismo como Stalin o Hoxha son seres mesiánicos, libres de todo error a sus espaldas, nos conduce a un sendero de mucha devoción y poco aprendizaje. Aquellos para quienes los clásicos del marxismo-leninismo siempre fueron responsables de los méritos y las victorias del movimiento, pero nunca de los errores o deficiencias, tienen un patrón de pensamiento que simplemente supone aceptar una versión idealista, fanática y casi religiosa de ver la historia. Por ello pseudomarxistas como Wolfgang Eggers no emiten una sola crítica razonable hacia la URSS de Stalin (1924-1953) o la Albania de Enver Hoxha (1944-1985), motivo por el cual son incapaces de comprender, explicar y convencer sobre las causas de la degeneración de ambos sistemas, con lo que su relato se resume a simplificar todo a la aparición de «maléficos personajes» como Jruschov o Ramiz Alia que chafan un desarrollo presuntamente armónico con la desaparición de las figuras aduladas. Así de simple y mecánico explica la historia esta gente. Héroes incomprendidos versus oportunistas emboscados de fondo arribista, y en mitad de ellos una masa amorfa». (Equipo de Bitácora (M-L); Ensayo sobre el auge y caída del Partido Comunista de España (marxista-leninista), 2020)

Por último damos gracias al autor de Referencia Comunista por descubrirnos tales traducciones. Sin más dilación he aquí los links:

Enver Hoxha; Reflexiones sobre China, Tomo I, 1962-1972:
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Enver Hoxha; Reflexiones sobre China, Tomo II, 1973-1977:
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