miércoles, 10 de junio de 2015

Unas reflexiones sobre la «revolución» en Nepal y la hipocresía de los maoístas y filomaoístas; Equipo de Bitácora (M-L), 2015


«Hace años los maoístas nos bombardeaban con las grandísimas «experiencias guerrilleras» de Perú, Nepal e India, de las cuales teníamos mucho que aprender. 

«Mención aparte merecen las guerras revolucionarias que están librándose en Nepal, Filipinas, Perú, etc. bajo la dirección de partidos comunistas. El hecho de que, por ejemplo, en la primera de las mencionadas, se haya alcanzado el equilibrio estratégico y que se vea cercana la conquista del poder pone de manifiesto que se han cubierto buena parte de los requisitos para constituir un verdadero partido comunista». (Partido Comunista Revolucionario (Estado Español); La Forja; Nº27, 2003)

¿Y bien? ¿Qué ha quedado hoy de tanto entusiasmo? Lo cierto es que la guerrilla peruana y nepalí claudicaron y se integraron en el régimen reaccionario democrático-burgués de sus respectivos países, justo como hicieron las guerrillas liberales-tercermundistas tipo FARC-EP o como hizo hace no mucho las bandas nacionalistas como ETA o IRA. Estos grupos pasan en tiempo récord del aventurerismo y el terrorismo al cretinismo parlamentario y el legalismo burgués. ¡Milagros del oportunismo!

Más allá de su ideología –que desconocemos–: El Partido del Trabajo de América publicó el artículo: The Experience of Nepal Summed Up –«La experiencia de Nepal resumida»– en 2010, que expone muy bien el desarrollo del Partido Comunista Unificado de Nepal (Maoísta) (PCUN) (M) liderado por Prachanda, que muestra a la perfección la pobredumbre del maoísmo como doctrina revisionista pequeño burguesa, vacilante, conciliadora y claudicadora.

Recordamos cuando hace unos pocos años algunos maoístas y filomaoístas sacaban pecho por la guerrilla del PCUN (M) en Nepal cuando todos los marxista-leninistas habían dicho entonces –y como siempre– que una guerrilla de tipo maoísta a lo sumo que puede aspirar es a desarrollar o colaborar en una guerra de liberación nacional de tipo anticolonial, y que si llega a tomar el poder o entrar en coalición realizar algunas reformas antifeudales y antiimperialistas aunque para acabar ligándose a otro imperialismo–, pero nunca mantener un antiimperialismo consecuente y menos llevar a cabo la revolución socialista.

Tiempo después cuando se empezaron a ver las típicas vacilaciones maoístas que se concretizaban en este proceso –con su idiosincrasia propia– achacaban que la no resolución ni siquiera de las cuestiones anticoloniales y antifeudales, y la no transición al socialismo era debido a una traición de Prachanda –el líder del partido–.

Hay que ser o muy iluso o un gran sofista para afirmar eso en serio. ¿Qué era lo que propagaba Prachanda para su país y su «revolución» desde el principio? Promoción de la propiedad privada, ligazón a otros imperialismos –como la China socialimperialista– para desarrollar las fuerzas productivas, renuncia al papel de vanguardia del partido comunista –en una coalición con multitud de organizaciones burguesas y pequeño burguesas– sumado a un multipartidismo y coexistencia con las clases explotadoras; ¡¿y acaso en qué se diferencia esto con el programa de Mao Zedong de la «nueva democracia»?! En nada, y cualquiera que haya estudiado las obras de Mao Zedong y el desarrollo en la práctica de China, se puede dar cuenta de esto.

En el caso nepalí, la lucha armada ha finalizado en la expulsión del monarca y el establecimiento de una república donde se ha hecho una coalición de gobierno entre el partido maoísta y todos los partidos antimonárquicos, y en la cuestión militar fusionando sin más el brazo armado del partido en el ejército monárquico. Este no es un camino que haya pillado por sorpresa a quienes hayan seguido las entrevistas de estos revisionistas en años anteriores. En 2006 Arranchada decía:

«Por supuesto, la gente todavía tiene dudas sobre nosotros porque tenemos un ejército. Y preguntan si abandonaremos nuestras armas después de la Asamblea Constitucional. Hemos dicho que estamos listos para reorganizar nuestro ejército y estamos listos para formar también un nuevo ejército de Nepal. Estamos hablando de una república democrática y nuestro entendimiento con los partidos en la forma de realizara, esto es, la Asamblea Constituyente. (...) En tal situación, los elementos democráticos de la Ejército Real Nenalí (ERN) estarán allí, y también lo estará el Ejército Popular de Liberación (EPL), por lo que organizaremos el ejército como un nuevo ejército de Nepal. (...) Si hay una solución política, estamos preparados para cambiar eso también. (...) Tendremos la reorganización pacífica del ejército». (Siddharth Varadarajanh; Entrevista exclusiva con Prachanda, líder maoísta, 8-10 de febrero de 2006)

Declaran que han evaluado las experiencias positiva y negativas del siglo pasado, por tanto que ellos luchan contra el feudalismo no contra la «democracia», y que por tanto su modelo de sociedad incluye el pluralismo y el multipartidismo:

«
Hace tres años tomamos una decisión en la que dijimos cómo vamos a desarrollar la democracia en el siglo XXI. entiende las lecciones positivas y negativas del siglo XX. (...) Decidimos que hay que ir por la competencia política. Sin competencia política, una actitud mecánica o metafísico estará allí. (...) En agosto, tomamos decisiones serias sobre cómo comportarnos constructivamente con los partidos políticos. No creemos que la gente esté luchando contra la democracia multipartidista. Fue principalmente contra la autocracia feudal, contra la estructura feudal. (...)  El cambio socio-económico por el que luchamos es contra el feudalismo y el imperialismo y es en el contexto de esa lucha que estamos hablando de una democracia multipartidista». (Siddharth Varadarajanh; Entrevista exclusiva con Prachanda, líder maoísta, 8-10 de febrero de 2006)

En una entrevista de 2009, se decía de nuevo:

«Nosotros no nos quedamos sólo allí. Para nosotros todo esto fue muy importante porque alcanzamos una nueva comprensión también en lo que se refiere a la necesidad de una competencia política multipartidaria. La necesidad de una competencia política multipartidaria. La necesidad de una competencia política dentro de un marco constitucional. Y alcanzar un marco constitucional antifeudal y antiimperialista con ese tipo de competencia. Una competencia política es muy importante, muy útil para crear una sociedad vibrante. Sin ella es muy difícil poder construir esta sociedad. No podemos liderar las masas del pueblo sin esta competencia política multipartidaria». (Ricardo Letts Colmenares: «No podemos liderar a las masas sin competencia política multipartidaria»; Entrevista a «Prachanda», Jefe del Partido Comunista Maoísta, Primer Ministro de Nepal, 2009)

Para más inri, como se puede ver en la página trotskista La Riposte, los maoístas del PC (maoísta) de Nepal se han convertido en los mejores propagandistas del antistalinismo en favor del trotskismo. Así, el líder maoísta Baburam Bhattarai diría:

«Los revolucionarios marxistas deben reconocer que en el contexto actual, el trotskismo se ha vuelto más relevante que el estalinismo para promover la causa de la clase obrera». (La Chispa Roja , julio de 2009)

La estrategia en la línea exterior de los revisionistas nepalies, siempre ha sido consumar una alianza con el socialimperialismo chino, seguir su vía. En una entrevista a un medio chino dijo:

«Construiremos zonas económicas especiales como China… Las zonas económicas especiales estimularon el desarrollo económico de China, y nosotros queremos aprender de China, La experiencia de China es muy útil para nosotros». (Entrevista a Pranchanda; Nanfang Daily, 30 de junio de 2008)

¿Quién ha sido inspiración para Pranchanda?:

«Está claro que al comienzo mismo de la lucha política de masas en Nepal, nosotros tomamos mucho interés en la lucha armada que se desarrollaba en el Perú. Particularmente en el movimiento de Sendero Luminoso, liderado por el camarada Gonzalo». (Ricardo Letts Colmenares: «No podemos liderar a las masas sin competencia política multipartidaria»; Entrevista a «Prachanda», Jefe del Partido Comunista Maoísta, Primer Ministro de Nepal, 2009)

Hablamos de Sendero Luminoso, que tras su periodo de violencia extrema ha pasado a basar toda su estrategia en una «lucha» por la «amnistía de civiles, policías y militares» y la búsqueda de una «reconciliación nacional» como llevan escribiendo su líder desde 1993:

«Mantenemos nuestra ideología y principios de clase, el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo y nuestra militancia. 2. Concluir la guerra popular no es rendición ni abandonar la revolución, sino seguir bregando en las nuevas condiciones. 3. Estamos por celebrar un Acuerdo de Paz como paso histórico de necesidad insoslayable que en la actualidad ha devenido en necesidad del pueblo, la nación y la sociedad peruana en su conjunto. El pueblo necesita paz así como democracia y desarrollo, y especialmente condiciones que le permitan satisfacer sus demandas básicas. (...) Ley de Amnistía General que sirva a la reconciliación nacional; sin vencedores ni vencidos, sin represalias, venganzas, persecuciones ni restricciones personales contra nadie, pues sólo complicarían la ardua tarea de cumplir el Acuerdo de Paz a que ambas partes se comprometen. (...) El Acuerdo de Paz aprobado debe ser difundido por televisión, radio, y periódicos, asimismo sería necesario que Abimael Guzmán Reinoso (Presidente Gonzalo) lo fundamente en la televisión, pues, es clave para su aceptación por el Partido. (...) Cinco meses después del inicio del cese de la guerra popular, se procederá a la autodisolución del Ejército Guerrillero Popular y a la inutilización de sus armas y medios de combate, así como a la autodisolución de los Comités Populares y Bases de Apoyo de la RPND». (Partido Comunista de Perú; Lineamientos para «documento de bases para acuerdo de paz», 6 d de julio de 1993)

Esto demuestra de nuevo, que el hecho de que un grupo tome las armas no significa que este grupo sea marxista-leninista, ni siquiera revolucionario. La burguesía o la pequeña burguesía –al igual que otras clases en el pasado– ha tomado las armas en varias ocasiones, a veces con fines revolucionarios y otros contrarrevolucionarios, quién no comprenda esto no comprende el materialismo histórico. Igualmente la clase obrera puede cometer actos como huelgas e incluso actos insurreccionales, pero si no está pertrechada de su ideología: el marxismo-leninismo, bajo el espontaneismo o directamente bajo la influencia de ideologías burguesas jamás llegará a buen puerto en sus propósitos. Sobra decir, que si como en el caso de Nepal, el movimiento tiene un origen social pequeño burgués y está fundado en una ideología pequeño burguesa como el maoísmo que tiene muchas variantes y expresiones–, este movimiento ni siquiera es garantía de cumplir la resolución de tareas de carácter anticolonial, antifascista, antiimperialista, antifeudal, etc. La única garantía absoluta de que esto se cumpla es un movimiento marxista-leninista que reúna al núcleo de la clase obrera del país y que en alianza con otras capas sociales trabajadoras conduzcan el proceso, el resto es ser irresponsable.

¿Algo que alegar los maoístas y defensores del proceso nepalí?». (Equipo de Bitácora (M-L); Unas reflexiones sobre la «revolución» en Nepal y la hipocresía de los maoístas y filomaoístas, 2015)

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