sábado, 9 de abril de 2016

José Díaz aclarando las distorsiones sobre lo que es el frente popular


«Algunos creían, o pretendían hacer creer, que el Frente Popular era una alianza sin principios con las fuerzas de la burguesía izquierdista y de la pequeña burguesía. Otros se planteaban el problema de si sacrificábamos los objetivos finales por dar solución a las necesidades inmediatas, pero unos y otros se han equivocado. El Frente Popular es la expresión viva de la concentración de las fuerzas obreras y democráticas de España frente a la otra concentración: la de la España del pasado. En esta gran polarización de fuerzas que se está operando en nuestro país, el proletariado tiene la misión de colocarse inteligentemente en el camino del cumplimiento de su misión histórica. Y hay que saber comprender que la lucha de clases no marcha siempre por un camino recto, ni el problema está en desertar del logro de las conquistas parciales que puedan beneficiar a las masas, contraponiendo a esto, como escudo engañoso, la «pureza revolucionaria», el principio catastrófico del «todo o nada». ¡No! Las reivindicaciones parciales, cuando se tienen perspectivas revolucionarias claras, sirven como escalones ascendentes en la senda del triunfo sobre los explotadores. Nuestra diferencia, con los reformistas estriba, justamente, en esto: en que mientras nosotros utilizamos las reivindicaciones parciales para hacer marchar a las masas por el camino de la revolución, ellos pretenden utilizadas para desviadas de ese camino.

La lucha, hoy, está entablada a fondo entre la democracia en el terreno económico y político, de un lado, y de otro, las castas semifeudales, los privilegios de la Iglesia, las oligarquías financieras, la reacción y el fascismo, con su secuela de hambre y de miseria, de terror y de guerra. Sin despejar el camino de estas fuerzas negras del pasado, sin liquidar su base económica y social, no podremos organizar las luchas ulteriores, encaminadas a la emancipación total de los oprimidos.

La experiencia del 16 de febrero de 1936 debe, por tanto, o servirnos para examinar cómo los obreros y campesinos deben marchar para que este triunfo del pueblo se amplíe y a la par se consolide. En primer lugar, debemos sacar una conclusión: si las fuerzas más consecuentes, que sirven de motor a la revolución, son los obreros y los campesinos, la tarea es unir a estas fuerzas en un frente de hierro, con las Alianzas Obreras y Campesinas, para que ellas refuercen, alienten y dirijan al resto de las capas progresivas encuadradas en el Frente Popular, impidiendo la ruptura de los Bloques Populares». (José Díaz; ¿Qué es el Frente Popular?; Artículo publicado en «Mundo Obrero» número extraordinario de Primero de Mayo de 1936)

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«¡Pedimos que se evite el insulto y el subjetivismo!»