domingo, 28 de junio de 2020
Los duros comienzos del PCE (m-l) en la España franquista y frente a la hegemonía del revisionismo; Equipo de Bitácora (M-L), 2020
miércoles, 24 de junio de 2020
Conclusiones sobre la degeneración del PCE (m-l) y las lecciones a extraer por los revolucionarios; Equipo de Bitácora (M-L), 2020
martes, 23 de junio de 2020
¿Por qué implementar la educación mixta en el sistema socialista?
sábado, 20 de junio de 2020
Vincent Gouysse y su deserción al socialimperialismo chino; Equipo de Bitácora (M-L), 2020
[Enlaces de DESCARGA del texto en PDF al final del documento]
«Las tesis de Gouysse sobre China entrañan otra contradicción antimarxista: creer que un país capitalista moderno, en la era de los monopolios, puede establecerse como potencia imperialista sin «conflictos» −esto es, de forma pacífica−. Para comprender cómo se formó el capitalismo en cualquier país, instamos a Gouysse a leer o repasar el capítulo «La llamada acumulación originaria» de la obra de Marx «El Capital» (1867); la obra de Lenin «Imperialismo fase superior del capitalismo» (1916); la obra de Joan Comorera: «La nación en una nueva etapa histórica» (1944); y la obra de Enver Hoxha «Imperialismo y revolución» (1978). Realizamos tal recomendación porque allí se sintetiza este proceso histórico y el señor Gouysse parece haber olvidado −si es que alguna vez ha llegado a conocer− ciertas leyes socio-económicas fundamentales del capitalismo. Claro que él aludirá a que el «imperialismo chino progresista» tiene ciertas «particularidades» −¡ay, las benditas particularidades!− que hacen que se haya formado «pacíficamente». Bien, le instamos entonces a que repase en qué descansa la explotación interna y externa de la actual China con un poco de información». (Equipo de Bitácora (M-L); La deserción de Vincent Gouysse al socialimperialismo chino; Un ejemplo de cómo la potencia de moda crea ilusiones entre las mentes débiles, 2020)
[Obra editada originalmente en 2020, reeditada en 2022]
Preámbulo
¿Por qué rescatar esta polémica tardía contra las posiciones de
Vincent Gouysse, antaño un aliado nuestro? El motivo
de lo puede imaginar el lector: a) es el deber de todo revolucionario combatir
las distorsiones en torno al imperialismo y su carácter; b) porque una vez más
consideramos necesario clarificar que las aportaciones científicas de un
individuo no le eximen de sus equivocaciones o traiciones futuras, en este caso
la conversión en un propagandista de la China de Xi Jinping; c) dado que no comulgamos
con las especulaciones y las teorías conspiranoicas que también ha hecho gala últimamente este caballero; d) porque su método se ha alejado del priorizar la
inversión de tiempo en temas tanto históricos como presentes que necesitan ser
alumbrados, deslizándose por banalidades y fruslerías varias; e) ya que, una vez más el
sujeto criticado es solo un pretexto para una crítica general a todos aquellos
que mantienen posturas similares.
Desde este medio hemos sido los pioneros en traducir y distribuir al lector hispanohablante los magníficos análisis que en su momento produjo el señor Gouysse, el cual nos venía brindando importantes, datos, pruebas y análisis décadas atrás. El número de obras o capítulos que hemos difundido es numeroso, por lo cual no somos sospechosos de tener ninguna inquina personal hacia él:
Véase la obra de Vincent Gouysse: «Comprender las divergencias sino-albanesas» de 2004.
Véase el capítulo de Vincent Gouysse: «La lucha contra el «estalinismo»: pretexto para atacar los fundamentos del marxismo-leninismo» de 2005.
Véase el capítulo de Vincent Gouysse: «El socialismo de características china: ¿socialismo o nacionalismo burgués?» de 2007.
Véase el capítulo de
Vincent Gouysse: «El socialimperialismo soviético:
génesis y colapso» de 2017.
Salvo algunas anotaciones pertinentes que se le deben hacer a estos documentos −que denotaban que no había llegado hasta el final en sus investigaciones o que simplemente a veces había sentenciado de forma precipitada−, la mayoría de sus conclusiones eran totalmente acordes a la realidad, a nuestra propia línea política. Ahora, de un tiempo a esta parte, hemos venido observado múltiples desviaciones ideológicas en el autor galo que pasaban ya de castaño oscuro. Y bien, ¿qué divergencias aparecieron entre nosotros y el señor Gouysse? Para empezar, a priori su literatura siempre se había caracterizado por una implacable exposición del revisionismo en general y del imperialismo chino en particular, el mismo con el cual hoy ha acabado reconciliándose, algo que supone una diferencia insalvable, pero que no es la única, como iremos desgranando.
Nosotros, en cuanto tuvimos noticias de sus últimos artículos a mediados del año 2020 −pues la barrera idiomática y otros proyectos no siempre nos ha permitido abarcar su obra al completo− decidimos tomar cartas en el asunto y, a diferencia de los mercachifles políticos −que condicionan sus simpatías o alianzas a una política de falsas sonrisas y silencio si el interés así lo dicta−, nos lanzamos rápidamente a dar réplica tanto pública como privadamente a sus nuevas tesis geopolíticas.
Antes de seguir, hemos de entender que los desatinos en los análisis o las divergencias en las conclusiones son fenómenos totalmente normales que se producen −y se seguirán produciendo−, entre individuos afines, esa no es el motivo de nuestra ruptura. ¿Por qué afirmamos esto? Siendo honestos, las cuestiones que deparan el futuro, así como la delicadeza de las pasadas y presentes, hacen que el sujeto, que siempre debe ser investigador y crítico, tenga ante sí un mundo vasto y dinámico que abarcar, lo cual chocará con otros compañeros que no tienen las mismas inquietudes, habilidades conocimientos e incluso reglas metodológicas para abordar los fenómenos. Ante estas contradicciones no queda otra que mantener una buena comunicación y coordinación recíproca para poder «limar asperezas» y llegar a buen puerto con tus homólogos, nunca actuar de forma individualista y sentenciar a su libre albedrio en contra de todos y todo.
En este caso, nuestras relaciones con Vincent Gouysse llevaban años estancadas a razón de su falta de comunicación hasta que, recientemente, decidió retomarla en un momento en que su línea había virado sensiblemente −incurriendo en desviaciones similares a las que hemos documentado en este medio−. Cuando a su vez este se negó a argumentar tal cambio, el «intercambio de impresiones» que estábamos manteniendo no tuvo más sentido y ya las relaciones no quedaron en un impasse de indiferencia sino en una ruptura total. Y esto no puede ser de otra forma: nosotros tratamos cordialmente y amistosamente a colación de cómo se comporten tanto con nosotros y nuestros principios, si esto no se cumple, nuestra forma de operar hacia ellos debe cambiar sustancialmente so pena de contaminarnos nosotros mismos, pues no deseamos hundirnos en el pantano de la formalidad y la charlatanería.
Por último, aclarar que el orden de este documento ha sido reformulado para mayor comprensión del lector, así como estableciendo un orden de prioridad temática. La obra, en su integridad, toma como base los trabajadores de Vincent Gouysse, nuestros debates públicos con él, así como partes de nuestras obras anteriores en lo relativo a China con una serie de datos actualizados. Sin más dilaciones les dejamos con la obra.
La única razón de que algunos capítulos salieron en ese mismo 2020 −antes de que la obra entera estuviera terminada− y otros en 2022 reside en que, como ya hemos dicho, por cuestión lógico hemos priorizado terminar otros documentos más apremiantes. Precisamente, la cantidad de proyectos que deseamos abordar −entre ellos este tipo de obras ilustrativas− combinado a la falta de brazos para asumir todo tipo de tareas que a veces requieren, es una de las razones por la que instamos a nuestros lectores y simpatizantes a que tomen contacto con nosotros, que se pongan a prueba y se pongan manos a la obra para participar en nuestro trabajo colectivo.
miércoles, 17 de junio de 2020
Ensayo sobre el auge y caída del Partido Comunista de España (marxista-leninista); Equipo de Bitácora (M-L), 2020
«En el PCE (m-l) había mucha ilusión, mucho trabajo hasta la extenuación, mucha pasión, pero faltaba una certera formación ideológica, los medios a disposición no eran como ahora que existe una gran cantidad de acceso a la información, pero eso no era excusable viendo otras experiencias partidistas donde con menos acceso cultural de las masas consiguieron mayores logros. (...) El seguidismo y el sentimentalismo fue la marca y seña de la militancia durante muchos momentos, yendo a la zaga de los acontecimientos, y eso conduce a que cuando las figuras clave van cayendo, el partido sea manejado por elementos volubles, que claudican y cambian de línea política constantemente, traicionando los principios. (...) Este defecto, tan común hoy, explica entre otras cosas, que los supuestos marxista-leninistas todavía crean que no existen errores en los viejos procesos socialistas ni en las viejas figuras del movimiento, ven su desarrollo como una línea recta de victorias, y de tal forma se convierten en seres tan nostálgicos como inocuos para el enemigo. En otros casos, ante no poder refutar ciertas evidencias negativas de los procesos históricos, simplemente achacan los errores a causas ridículas para librar a sus partidos y figuras de la responsabilidad. Otros tantos tratan de minimizar la transcendencia de dichos errores en pro de no emprender un arduo trabajo de investigación para rectificarlos. De otro lado hay quienes cuando empiezan a conocer los defectos de las viejas experiencias desertan y se convierten en renegados, incluso en abiertos anticomunistas porque les parece muy complejo, muy duro emocionalmente hablando, el tratar de estudiar y comprender de dónde nacieron dichos errores y cómo remediarlos sin perder la compostura. Creen místicamente que el «honor del movimiento está manchado» y ya nada puede remediarlo». (Equipo de Bitácora (M-L); Ensayo sobre el auge y caída del Partido Comunista de España (marxista-leninista), 2020)
jueves, 11 de junio de 2020
¿Cómo trataba Marx sus «miserias privadas»?
Anotaciones de Bitácora (M-L):
En efecto, para algunos esto es, como decía Mehring, una actitud «fría» y «sin compasión». Lo que el autor alemán no podía imaginar es que ese filisteísmo alcanzaría cuotas altísimas en el siglo XXI, y aunque se vaya a contracorriente, siempre hay que decir las cosas tal y como son.
miércoles, 10 de junio de 2020
Stalin hablando de las contradicciones que surgen en el desarrollo interno del partido...
domingo, 7 de junio de 2020
El vergonzoso papel del reformismo en la cuestión nacional; Equipo de Bitácora (M-L), 2020
Son de ese tipo de elementos que prefieren «Una España unida y reaccionaria», que una «España roja y rota», dejando claro que prima en ellos su nacionalismo por encima de todo. ¡Pero luego piden respeto y no quieren ser confundidos con la derecha y niegan ser la versión española de los «nacional-bolcheviques»!
sábado, 6 de junio de 2020
Sin libertad de separación, la unión de los pueblos no puede ser llamada libre
jueves, 4 de junio de 2020
Respondiendo a algunos comentarios del renegado Lorenzo Peña sobre Elena Ódena y el PCE (m-l); Equipo de Bitácora (M-L), 2020
«Lorenzo Peña fue un dirigente clave del PCE (m-l) hasta 1972, momento en que abandonó la militancia por voluntad propia.
En la actualidad, dentro del movimiento marxista-leninista solo algunos le conocen por sus memorias sobre sus años de militancia del PCE (m-l): «Amarga juventud: Un ensayo de egohistoria» de 2010. A pesar de ser una obra con un gran número de datos y muy bien documentada en muchos pasajes, en otros puntos la labor de investigación brilla por su ausencia, mientras que la argumentación subjetiva y rencor personal alcanzan cuotas bochornosas para la desgracia del lector. En cuanto a los ataques válidos que realiza al PCE (m-l), suele olvidarse del papel fundamental que jugó a la hora de imponer y sostener la línea que ahora critica. Por el contrario, muchos otros ataques a la línea revolucionaria de entonces son fácilmente desmontables como veremos después, y su rechazo actual solo es una nueva certificación de que hace tiempo que cayó en posiciones socialdemócratas.
La razón de este presente capítulo no es tanto la importancia y la transcendencia del pensamiento del señor Peña, sino que queremos usar su obra como un apéndice para que el lector vea y compare. Pronto observará que las críticas oportunistas a los principios revolucionarios suelen ser iguales provengan de donde provengan.
Dicha obra no deja de ser un libro personal de autojustificación, un intento de alejar fantasmas pasados. La historia que nos cuenta recuerda demasiado a otros oportunistas que han escrito sus memorias –como sería el caso de su amado Georg Lukács sin ir más lejos–, esto vendría a ser: que si él nunca estuvo de acuerdo con esta decisión o esta otra, que si fue el único en quejarse de esto o aquello, que la dirección no quiso entrar en razón ante sus cabales meditaciones, o alude a que por razones de amor y confianza en el partido obedeció la directriz de la mayoría, pero que en el fondo no confiaba en que triunfase. Como decimos, el manido relato a posteriori del clásico oportunista.
Hay una cosa que el lector debe entender cuando lea los análisis que Lorenzo Peña vierte ahora sobre el PCE (m-l) y la historia del movimiento obrero internacional: se trata de un hombre que se reconoce como un renegado del marxismo.
«Yo sigo siendo comunista, aunque no marxista». (Lorenzo Peña; Aclaraciones sobre mis posiciones políticas, 1999)