domingo, 28 de diciembre de 2014

La actitud en torno a Stalin como piedra de toque

Ernst Aust, Secretario General del Partido Comunista de Alemania/ Marxista-Leninista (1968-1985) durante un discurso en Duisburg, 1976

«A pesar de todas las disputas y desacuerdos los revisionistas de distintas especies coinciden en desacreditar y calumniar a Stalin, desde los soviéticos, eurocomunistas, titoistas, maoístas, trotskistas, anarquistas, espontaneistas, etc. Encontramos en ello aquí un frente común con los imperialistas, los fascistas y la reacción mundial. En este sentido, la actitud en torno a Stalin es una cuestión fundamental, un criterio, una línea de demarcación que separa a los verdaderos marxista-leninistas de los revisionistas y oportunistas de todos los matices, los verdaderos revolucionarios de los contrarrevolucionarios. Si defendemos a Stalin, defendemos al marxismo-leninismo, las tradiciones revolucionarias del Octubre Rojo de 1917 y la experiencia del primer Estado socialista fundado por Lenin y Stalin de hace 30 años. Nuestro compromiso con el Camarada Stalin no debe ser sólo un servicio de palabra. Honremos mejor a Stalin, aprendiendo de él. Aprendiendo de sus ricas experiencias sobre la lucha de clases, su espíritu revolucionario de lucha, su compromiso marxista-leninista, sus métodos de trabajo, etc. Adquiramos su capacidad de mirar al marxismo-leninismo no como dogma sino como guía de acción». (Ernst Aust; A partir de Stalin aprendimos lo que significa aprender a ganar; en el centenario de Iósif Stalin; Recopilación de citas de Ernst Aust sobre la cuestión alemana y sobre el revisionismo alemán, 21 de diciembre de 1979)

jueves, 25 de diciembre de 2014

Las últimas batallas y lecciones de Stalin en el interior del partido y el Estado a inicios de los años 50


«En enero de 1953, estalló a plena luz el caso del «complots de los médicos». El 13 de enero, apareció un artículo anónimo en «Pravda», que no había duda que fue escrito por el mismo Iósif Stalin. En este artículo, fue subrayado el hecho de que aunque en la Unión Soviética las clases explotadoras hubieran sido liquidadas, no quedaban menos elementos hostiles animados por puntos de vista y moral burguesa. 

[En este magnífico artículo, el autor anónimo que Vicent Gouysse dice que seguramente fuera Stalin. Se ataca (1): la falta de vigilancia y autosatisfacción de los cuadros: 

«El camarada Stalin ha advertido numerosas veces que nuestros éxitos tienen asimismo su aspecto negativo, que engendran en muchos de nuestros militantes responsables un estado de ánimo de placidez y cándido optimismo. Entre nosotros encontramos aún bastantes despreocupados. Precisamente esta despreocupación de nuestras gentes constituye el terreno favorable para el sabotaje criminal.  Las relaciones socialistas dominan completamente en la Unión Soviética. En la gran guerra patria el pueblo soviético ha obtenido una victoria sin par en la historia. En un plazo extraordinariamente corto, las graves consecuencias de la guerra han sido reparadas. En todos los sectores de la edificación económica y cultural, obtenemos éxitos. De estos hechos algunos sacan la conclusión de que el peligro del sabotaje, de la diversión, del espionaje se encuentra ya actualmente descartado: que los magnates del mundo capitalista pueden renunciar a sus intentos de realizar una actividad de zapa contra la Unión Soviética. Pero sólo oportunistas de derecha, gentes que se atienen al punto de vista antimarxista de la «extinción» de la lucha de clases, pueden pensar y razonar de esa manera. No comprenden o no pueden comprender que nuestros éxitos conducen, no a la extinción de la lucha, sino a su agravación, que cuanto más progresemos con éxito más aguda será la lucha de los enemigos del pueblo, condenados a perecer, abocados a la desesperación». («Pravda»; Espías y cobardes asesinos bajo la máscara de médicos y profesores, 13 de enero de 1953) 

Y (2): se golpeaba las mismas teorías de extinción de la lucha de clases tras la construcción económica del socialismo y la desaparición de las clases explotadas como clase: 

«Denunciando la teoría oportunista de la «extinción» de la lucha de clases a medida de nuestros éxitos, el camarada Stalin añadió: «No solamente es una teoría oportunista, sino también es una teoría peligrosa, pues ella adormece a nuestras gentes, las empuja hacía una trampa, mientras ofrece al enemigo de clase la posibilidad de recuperar sus fuerzas y luchar contra el poder soviético». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Sobre los defectos del trabajo del partido y sobre las medidas para liquidar a los elementos trotskistas y demás elementos de doble cara; Informe y discurso de clausura en el Pleno del Comité Central del Partido Comunista (bolchevique) de la Unión Soviética, 3 y 5 de marzo de 1937) En la Unión Soviética, las clases explotadoras fueron deshechas y eliminadas, pero aún subsisten vestigios de la ideología burguesa, vestigios de la psicología y de la moral de la propiedad privada; subsisten los partidarios de los puntos de vista y de la moral burguesa, personas que viven encubiertos en nuestro pueblo». («Pravda»; Espías y cobardes asesinos bajo la máscara de médicos y profesores, 13 de enero de 1953) 

Como vemos en este artículo de 1953 presuntamente de Stalin, se denuncian los mismos síntomas y teorías que Enver Hoxha denunciaría, y que harían suyo los elementos que desatarían la contrarrevolución a la muerte de Iósif Stalin - Anotación de Bitácora (M-L)]

A las semanas que le siguieron, aparecieron artículos que llamaban a los trabajadores a la vigilancia revolucionaria con el fin de desenmascarar los elementos nacionalistas y sionistas-burgueses. El 24 y 25 de enero aparecieron artículos que conmemoraban la memoria de Valerián Kúibyshev, asesinado en 1935, sólo un año después del también asesinato de Serguéi Kírov. La burguesía y sus aliados trotskistas y jruschovistas acusaron a Iósif Stalin de haber mandado matar a Serguéi Kírov con el fin de desembarazarse de un «rival». Viacheslav Mólotov en este caso demostró que estas acusaciones eran infundadas, para empezar, Serguéi Kírov no era un «rival» que pugnara por la dirección, y seguidamente, porque el propio Nikita Jruschov había ordenado una investigación cuyas conclusiones habían sido guardadas, al no obtener las conclusiones deseadas de la culpabilidad de Iósif Stalin, finalmente, ha de decirse, que para Stalin, el propio Serguéi Kírov era uno de los líderes más apreciados por él:

«Que Nikita Jruschov hubiera querido manchar el nombre de Stalin acusándolo de haber matado a Serguéi Kírov es una ignominia. Éramos amigos de Kírov. Tanto como puedo acordarme de por entonces, solamente a Andréi Zhdánov le manifestó una amistad tal». (Félix Tchouev; Conversaciones con Mólotov, 140 entrevistas con el brazo derecho de Stalin, Albin Michel, 1995)

Continuando con el caso del «complots de los médicos», en aquellos artículos del 24 y 25 de enero, se hacía un llamado a la población soviética para utilizar las elecciones de soviets locales para desenmascarar a los elementos hostiles. Durante enero-febrero de 1953, «Pravda» relata regularmente los resultados de esta lucha llevada en la Unión Soviética y en los países de democracia popular»(Vincent Gouysse; El socialimperialismo soviético: génesis y colapso, 2007)

Enver Hoxha sobre las deficiencias en los nuevos partidos marxista-leninistas de los 60 influenciados por el revisionismo chino y las causas de su degeneración o desaparición


«En la actualidad existen dificultades y peligros para los nuevos partidos marxista-leninistas que emergieron después década de los 60, y especialmente que fueron creados bajo la influencia de la Revolución Cultural china. En algunos de estos nuevos partidos marxista-leninistas, especialmente en ciertos países de Europa y Latinoamérica, su aparición en escena, la organización y unidad entre sus filas fue hecha no por sanos elementos de la clase obrera, sino por elementos aislados, quienes tenían una débil experiencia, antimarxista, de trabajo reformista de los partidos revisionistas. Además de esto, estos partidos fueron formados y desarrollos, por así decirlo, en completa legalidad, y junto con otros muchos elementos que entraron  en sus filas y aparentaban ser marxista-leninistas pero no lo eran.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Alineamiento antimarxista; Reflexiones sobre China; Enver Hoxha; 27 de julio de 1971

Hoy queríamos resaltar otro de los puntos interesantes del revisionismo; las alianzas pragmáticas típicas de la política exterior burguesa, y el entendimiento con otras ramas del revisionismo moderno.

Analizando en pleno 1971 la deriva claudicadora del revisionismo chino, Enver Hoxha señalaba que pese a las peroratas de Pekín sobre; «no somos un gran Estado», «nosotros no nos convertiremos en una superpotencia», lo cierto era que China intentaba por todos los medios que los partidos a los que de una u otra forma influenciaba aceptaran su política exterior la cual sin duda iba por ese camino que negaba. El caso más famoso fue la negación del Partido del Trabajo de Albania a aceptar la «teoría de los tres mundos»; teoría por la cual China se puso de lado de la superpotencia de los Estados Unidos para «contrarrestar» a la otra superpotencia de entonces; la Unión Soviética revisionista. En este proceso ya de por sí antimarxista, China llego a apoyar la creación de la actual Unión Europea –antes llamada Comunidad Económica Europea– como «bastión contra la Unión Soviética», y en igual intención, estableció lazos más fuertes con los partidos revisionistas o gobiernos antisoviéticos que mantenían divergencias con los soviéticos; ya fuera estos representantes: Ceaușescu en Rumanía, Carrillo en el Partido Comunista de España, Tito en Yugoslavia, Marcos en Filipinas, Suharto en Indonesia, o el Sha en Persia. He por ello que el albanés estaba en lo justo cuando afirmaba que: «su «antirevisionismo» hacia los jruschovistas no ese basa en la ideología marxista-leninista», sino en una alianza de cara con todo lo antisoviético a cualquier precio.

En dicho camino, era normal que los chinos se fijaran en la política desarrollada por el revisionismo yugoslavo, ya que la «teoría de los tres mundos» era de similar corte a la «teoría de los mundos alineados», de ahí era normal que salieran a flote los piropos de la parte china a la parte yugoslava:

«El Presidente Mao Zedong dio la mano al Presidente Džemal Bijedić, a su mujer y otros distinguidos invitados yugoslavos se conocieron en una cálida bienvenida por su visita a China. El Presidente Mao Zedong luego tuvo una amigable conversación en un ambiente cordial. (...) Remmin Ribao les recibió con una bienvenido similar: «Existe una profunda amistad entre los pueblos de China y Yugoslavia. Los dos países de apoyaron en la guerra antifascista y se comprometieron después en la lucha contra el imperialismo y hegemonismo presente. La corriente visita del Presidente Džemal Bijedić servirá de ayuda para reforzar la amistad y unidad entre China y Yugoslavia, así como sus pueblos. Las amistosas relaciones y la cooperación entre los dos países será desarrollada aún más. (...) Después de la liberación, Yugoslavia y su pueblo hicieron un esfuerzo significativo en construir su economía y su defensa nacional. La industria y la agricultura se ha desarrollado regularmente y ha hecho que este país sea autosuficiente en cuanto a grano. En cuanto a las relaciones exteriores, los yugoslavos persiguen una política de no alineamiento, reforzando la unidad y cooperación con los países del tercer mundo y dando energías y apoyo en la lucha de diversos pueblos en sus movimientos de liberación nacional: esto firmemente ha sostenido todos los países grande o pequeños sean iguales internacionalmente en sus relaciones exteriores, que deben estar basadas en los principios de igualdad, independencia, respeto, y soberanía territorial íntegra: y en oposición al imperialismo y sus ansias de poderes hegemónicos. Esta política exterior de los yugoslavos juega un rol positivo en la causa de la unidad contra el hegemonismo, en la causa mantenida por los pueblos del mundo». (Pekín Informa; Vol 18, No. 41, 10 de octubre de 1975) 

De igual modo, el soporte a Nicolae Ceaușescu y al revisionismo rumano era algo habitual. El Comité Central del Partido Comunista de China, solía recitar las siguientes alabanzas:

«Desde el XIº Congreso del Partido Comunista Rumano de 1974, el pueblo rumano dirigido por el Partido Comunista Rumano encabezado por el camarada Ceaușescu, ha logrado nuevos e importantes éxitos en la causa de la construcción socialista sosteniendo la independencia y autodecisión y trabajando duro. El Partido Comunista Rumano ha conducido al pueblo rumano a librar una persistente y heroica lucha en defensa de la independencia nacional y la soberanía estatal. El Partido Comunista Rumano ha hecho positivas contribuciones a la causa revolucionaria de los pueblos del mundo luchando contra el imperialismo y el hegemonismo, combatiendo el colonialismo y neocolonialismo y apoyando la justa lucha de las naciones y pueblos oprimidos. El XIº Congreso del Partido Comunista Rumano de 1974 se celebra en una excelente situación internacional. Estamos convencidos que el congreso seguramente estará insipirado en el pueblo rumano y en la marcha adelante por conseguir nuevas victorias en la causa de la construcción socialista. Los dos partidos y pueblos chino y rumano siempre se han apoyado y alentado el uno al otro en la lucha contra el imperialismo y la causa de al construcción socialista. Nuestra amistad está basada en el marxismo-leninismo y el internacionalismo proletario». (Pekín Informa, Vol. 17, No. 48, 29 de noviembre de 1974)

Es curioso los halagos de China a la política interior y exterior de dos países que se caracterizaron por su teorizaciones y prácticas revisionistas en el plano interior. En el plano exterior de estos dos países podíamos encontrar una sumisión a los Estados Unidos y a toda su política exterior; inclusive un apoyo explícito de guerrillas, partidos y gobiernos anticomunistas pro estadounidenses por todo el globo. Y pese a las teorizaciones antisoviéticas, también una participación en las estructuras económico-militares estratégicas de la Unión Soviética –el caso rumano y su estancia en el pacto de Varsovia y el Consejo de Ayuda Económica Mutua–, y sobre todo un endeudamiento salido del bolsillo del capital del Fondo Monetario Internacional y similares instituciones capitalistas que producirían la autodestrucción de estos dos regímenes –entre otros factores–. Sin duda, China tenía mucho de que beneficiarse de la relación con estos dos revisionismos a la hora de moverse entre las aguas del oportunismo, más concretamente a la hora de acercarse a los Estados Unidos y sus aliados, los cuales proveían a Rumanía y Yugoslavia de un apoyo total. 

El documento:

De izquierda a derecha: Elena Ceauşescu, Lin Biao, Nicolae Ceauşescu y Mao Zedong durante la visita del dirigente rumano a la República Popular China de junio de 1971. Fuente: Fototeca online a comunismului românesc. Cota: 73/1971

Alineamiento antimarxista

«Las actitudes de los chinos contra los revisionistas soviéticos traducen, en el fondo, acentuados puntos de vista chovinistas de gran Estado, a pesar de que los chinos se esfuerzan por ocultarlo cuidadosamente. De continuo remarcan que «no somos un gran Estado», «no nos convertiremos en una superpotencia», «combatimos entre los cuadros y el pueblo el sentimiento de gran Estado», pero la realidad no siempre confirma esto y, cuando se trata de tomar posiciones a propósito de las cuales conviene recoger por lo menos la opinión de los otros «más pequeños», porque esta opinión es indispensable, se abstienen de hacer esto y se enojan cuando se les hace observar dicha «negligencia». Los camaradas chinos piensan que los demás deben aprobar todo lo que ellos dicen o hacen, piensan que cualquiera de sus palabras y acciones debe ser considerada como un tesoro para el marxismo-leninismo y ser aplicada en todas partes. En este sentido es típica la cuestión de la Revolución Cultural que se desarrolla hoy en China, y que ellos consideran, sin la más mínima modestia, como una vía obligatoria para todos, sin preguntarse si esto será aprobado o no por el movimiento comunista mundial.

En la práctica, los camaradas chinos sienten desprecio por los nuevos partidos marxista-leninistas apenas creados. No respaldan ni ayudan a estos partidos, pero mantienen lazos con toda suerte de grupos, y sobre todo con los que alaban a Mao Zedonng y la Revolución Cultural, independientemente de las tendencias de estos grupos.

Su «antirrevisionismo» respecto a los jruschovistas no se basa, pues, en la ideología marxista-leninista. No combaten al revisionismo soviético desde posiciones de principio. Por el contrario, para los chinos todos los antisoviéticos son buenos, se alinean con ellos, independientemente de quiénes sean estos antisoviéticos: sea titoistas-revisionistas, traidores al marxismo-leninismo, agentes de los estadounidenses; sean revisionistas rumanos, ligados a los estadounidenses y a la reacción europea, o sean burgueses reaccionarios. Basta con ser antisoviético para tener la simpatía de los chinos.
Esta actitud antimarxista ha metido actualmente a China en un callejón sin salida, en un camino que, en caso de no abandonar, la conducirá derecho a la traición. El imperialismo y el revisionismo moderno conocen estos puntos de vista antimarxistas de China en la política que sigue contra la Unión Soviética y tanto el uno como el otro hacen esfuerzos por aprovecharlos al máximo.

Entre los revisionistas soviéticos, por una parte, y los revisionistas yugoslavos y rumanos, por la otra, existen contradicciones coyunturales, por lo demás naturales, pero, unos y otros trabajan de concierto para minar el socialismo en China. Estos tres complotadores revisionistas fraguan hábilmente, el uno contra el otro, intrigas, amenazas, presiones, tensiones, etc., para dar la impresión a China, cegada por su antisovietismo, de que entre Yugoslavia y Rumanía, por un lado, y la Unión Soviética, por el otro, se libra una lucha a muerte y que China «debe defender a los más débiles, porque así defiende a los pueblos».

China se alinea con Yugoslavia y Rumanía, sin fijarse en quiénes son, para atizar las contradicciones que tienen con la Unión Soviética. Y a buen seguro, estas contradicciones son atizadas por la propia Rumanía y la misma Yugoslavia, incluso más de lo debido, para que China caiga en la trampa. De hecho nada separa a China y Rumanía. Están plenamente de acuerdo entre ellas en lo político y lo ideológico, y han declarado que sus partidos son hermanos. Dicho de otra manera, para China, el Partido revisionista rumano y el grupo revisionista de Ceausescu son marxista-leninistas. Esta cuestión ha tocado fondo. El apoyo de China a Rumanía en sus diligencias políticas, su ayuda económica y militar, están asegurados.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Reflexiones sobre China, Tomos I (1962-1972) y II (1972-1977); Enver Hoxha, 1979



Introducción de Bitácora (M-L)

Recomendamos encarecidamente la lectura de los dos tomos en castellano del diario político de Enver Hoxha: «Reflexiones sobre China». Imprescindible obra para entender la evolución del revisionismo chino desde la época de Mao Zedong y Chou En-lai de inicios de los 60 hasta la época de Hua Kuo-feng y Deng Xiaoping de finales de los 70.

En la introducción del documento se dice:

«Estas «Reflexiones sobre China» han sido sacadas del Diario Político del camarada Enver Hoxha. Las notas publicadas en este tomo abarcan el período 1962-1972. Este tomo, así como otro que comprende el período hasta diciembre de 1977, fueron publicados por primera vez y distribuidos en el seno del partido en enero de 1978. Ahora, ambos tomos se ponen en circulación para el público en albanés y en varias lenguas extranjeras. En estos escritos aparecen los zigzags de la dirección china, su trayectoria revisionista, antisocialista y antialbanesa. Estas notas y otras que podrán ser publicadas posteriormente, permitirán a los lectores constatar el espíritu de principios que inspira al Partido Trabajo de Albania (PTA) en su análisis y en sus tomas de posición en defensa del marxismo-leninismo». (Enver Hoxha; Introducción al documento: Reflexiones sobre china, 1979)


Un buen ejemplo de como resume el autor Enver Hoxha el contenido y formas de su obra es la siguiente cita:

«Sucesivamente he ido escribiendo en mis notas acerca de numerosas cuestiones, tratando algunas de ellas de forma severa. Juzgándolas desde la óptica marxista-leninista, a la luz de la experiencia teórica y práctica, y de la organización leninista de nuestro partido, he señalado que muchos aspectos políticos, ideológicos y organizativos del Partido Comunista de China, de Mao Zedong, del Comité Central del Partido Comunista de China, de la revolución china y de los diversos golpes contra los desviacionistas, no me parecen muy claros, e incluso muchas veces he utilizado términos duros para definirlos. Si lo he hecho así, es porque mi conciencia de comunista, la experiencia del partido y el estudio de las obras de los clásicos del marxismo-leninismo, no me permitían suavizar los términos ante muchas situaciones confusas y equívocas. Es más, frecuentemente, al ver y leer todo lo que se hacía a costa del marxismo-leninismo, en perjuicio de la causa del proletariado, es posible que en varias ocasiones haya expresado mi indignación, en este diario, quizás, con más vehemencia de la debida». (Enver Hoxha; Estructura antimarxista; Reflexiones sobre china, Tomo II, 8 de septiembre de 1977)


En este diario es muy importante no solo porque se desmenuza diversos fenómenos casi siempre con total certeza, explicando las vicisitudes del revisionismo chino. Como nota negativa, diremos que Enver Hoxha se aventura a realizar opiniones negativas sobre Kao Kang en base a los informes recibidos por los líderes chinos, cuando es la única figura de peso que se opuso en 1952 a la línea oportunista de Mao. Esto no excluye que el PTA y otros partidos cometiesen graves errores y concesiones a la hora de enfrentarse al maoísmo hasta romper definitivamente con él. De hecho, como se ve especialmente en el Tomo I de 1962-1972 de «Reflexiones sobre China», el criticismo hacia la línea política china es muy contundente, pero Enver Hoxha se refiere todavía a los líderes chinos como «camaradas», como «marxista-leninistas», considera a China pese a sus desviaciones como «país socialista e internacionalista», teniendo fe en que los errores se rectifiquen prontamente. Y mientras algunos comentarios son expuestos en público, otros no serán denunciados hasta tiempo después. Véase lo que dijimos:

«En la cuestión del trato y evaluación al maoísmo también hay una evidente distorsión de los hechos a posteriori. De nuevo en la «Historia del Partido del Trabajo de Albania» nos presentan a un PTA como que hubiera tomado todo tipo de precauciones contra el maoísmo desde 1956, que es cuando comienzan a profundizarse las relaciones sino-albanesas, hasta 1978, que es cuando se expone el maoísmo como una variante del revisionismo abiertamente:

«El revisionismo chino apareció abiertamente a comienzos de los años 70, pero no surgió en esa época, y mucho menos después de la muerte de Mao Zedong. Sus orígenes ideológicos y teóricos están en el llamado «pensamiento Mao Zedong», que comenzó a tomar cuerpo particularmente después de 1935, cuando Mao Zedong accedió a la cabeza del partido. (…) El PTA, creyendo defender a un partido marxista-leninista y a un país socialista, consideraba de gran importancia la defensa de China para el comunismo internacional, para la lucha contra el revisionismo moderno. Al mismo tiempo no podía conciliarse de ningún modo con la actitud expectante, llena de vacilaciones de Mao Zedong». (Partido del Trabajo de Albania; Historia del Partido del Trabajo de Albania, 1982)

De nuevo como podemos observar se aluden a excusas similares como la presunta defensa del pueblo chino para la no exposición de la dirección china y sus errores. Lo cierto es que como ya denunciamos en el capítulo: «El PCE (m-l) y su tardía desmaoización», tanto el PCE (m-l) como el PTA no solamente tenían información suficiente como para no regalar epítetos halagadores al maoísmo como hicieron en varias ocasiones, sino que podrían haberlo expuesto mucho antes, debían de hecho desatar una polémica forzando así al maoísmo a responder por sus desviaciones desde un principio. Si miramos el libro de memorias de Enver Hoxha «Los jruschovistas» de 1980. El autor albanés relata su primera visita a China en ocasión del VIIIº Congreso del PCCh de 1956, y ya entonces registró lo sorpresivamente negativo que fue para él las tesis liberales que manejaban los líderes chinos, siendo tachadas de más derechistas aún que las tesis de los jruschovistas. En cambio, el líder albanés decidió no criticar públicamente dichas tesis heterodoxas. ¿No debería el PTA haber expuesto en 1956 junto a las tesis heterodoxas y revisionistas de Gomułka, Tito o Nagy, las tesis de Mao Zedong y Jruschov, y no esperar a 1960 ni a 1978 para exponer al revisionismo soviético y chino? ¿No es cierto que al tardar tanto se le daba tiempo a que dichos oportunistas asentasen su situación dentro de sus respectivos partidos y gobiernos?

Todo esto que estamos contando: en esta ocasión, las vacilaciones del PTA en la exposición del revisionismo, es algo importante de aclarar. El comunista debe revisar estos hechos históricos con objetividad y especial atención. Como hemos hablado anteriormente de forma breve sobre el periodo de Stalin y ahora con el periodo de Enver Hoxha, o como podría ser en el caso de otras figuras y movimientos que admiramos por sus incontables aspectos positivos, pero ni su teoría ni su praxis pueden estar exentos de malas valoraciones o decisiones porque son figuras englobadas en una época determinada con las limitaciones que ello también supone a la hora de desarrollar su trabajo, sin dejar de tener en cuenta el hecho de que son seres humanos emocionales y que cada uno alberga características propias que hacen a cada individuo único; valga decir que los errores se producen en todo proceso, más si se trata de dirigencias dilatadas, el asunto cardinal para determinar la calidad moral del marxista-leninista es la forma resuelta en que los aborda y corrige. En cambio, pensar y exponer como lo hacen los «stalinistas-hoxhistas» del tipo Wolfgang Egger, donde para ellos las figuras del comunismo como Stalin o Hoxha son seres mesiánicos, libres de todo error a sus espaldas, nos conduce a un sendero de mucha devoción y poco aprendizaje. Aquellos para quienes los clásicos del marxismo-leninismo siempre fueron responsables de los méritos y las victorias del movimiento, pero nunca de los errores o deficiencias, tienen un patrón de pensamiento que simplemente supone aceptar una versión idealista, fanática y casi religiosa de ver la historia. Por ello pseudomarxistas como Wolfgang Eggers no emiten una sola crítica razonable hacia la URSS de Stalin (1924-1953) o la Albania de Enver Hoxha (1944-1985), motivo por el cual son incapaces de comprender, explicar y convencer sobre las causas de la degeneración de ambos sistemas, con lo que su relato se resume a simplificar todo a la aparición de «maléficos personajes» como Jruschov o Ramiz Alia que chafan un desarrollo presuntamente armónico con la desaparición de las figuras aduladas. Así de simple y mecánico explica la historia esta gente. Héroes incomprendidos versus oportunistas emboscados de fondo arribista, y en mitad de ellos una masa amorfa». (Equipo de Bitácora (M-L); Ensayo sobre el auge y caída del Partido Comunista de España (marxista-leninista), 2020)

Por último damos gracias al autor de Referencia Comunista por descubrirnos tales traducciones. Sin más dilación he aquí los links:

Enver Hoxha; Reflexiones sobre China, Tomo I, 1962-1972:
Lectura Online AQUÍ [SCRIB] ó Descarga en PDF AQUÍ [MEGA]

Enver Hoxha; Reflexiones sobre China, Tomo II, 1973-1977:
Lectura Online AQUÍ [SCRIB] ó Descarga en PDF AQUÍ [MEGA]

sábado, 20 de diciembre de 2014

Contradicciones entre los dirigentes revisionistas soviéticos y los dirigentes revisionistas de los países bajo su esfera de influencia

El revisionista checoslovaco Alexander Dubček y el revisionista soviético Leonid Brézhnev poco tiempo antes de los acontecimientos checoslovacos de 1968

«Como los revisionistas indígenas procuraban sobrepasar el marco autorizado por la «libertad que se habían ganado», se oponían inevitablemente de manera creciente a las ambiciones imperialistas de Moscú –la burguesía calificó de «stalinistas» a los revisionistas pro-soviéticos [a los de corte brezhnevista sobre todo - Anotación de Bitácora (M-L)] por los métodos «autoritarios» empleados–, y por lo tanto cuando los revisionistas indígenas en vez de apoyar al revisionismo monocentrista con sede en Moscú [o dicho de otro modo: seguir la teoría y práctica política, económica y cultural del revisionismo soviético como modelo inalienable - Anotación de Bitácora (M-L)], preferían el policentrismo de los titoistas [tesis en la que se apoyaban los revisionistas indígenas como el revisionismo italiano, que querían separarse de la influencia ideológica del socialimperialismo soviético proclamando aquello de que «existen tantas vías «específicas» al socialismo como países» para no seguir directrices ni tutelaje del revisionismo soviético y crear un revisionismo propio acorde a sus intereses que era usado como cabeza de puente por las potencias imperialistas competidoras para inmiscuirse en los ex países socialistas. A pesar de las dificultades creadas por Tito, los revisionistas soviéticos no podían romper abiertamente con él sin correr el riesgo de romper también con los líderes de corte titoista de los países dependientes bajo dominación de otras potencias imperialistas, que ellos mismos consideraban como «progresistas». Por ello, los socialimperialistas soviéticos adoptaron una doble faz con Tito. El socialimperialismo ya había demostrado sus ambiciones coloniales desde 1956 en Hungría, luego en 1968 en Checoslovaquia, y finalmente en 1979 en Afganistán, desde luego bajo la cubierta de la «lucha contra elementos antisocialistas» –elementos a los cuales los mismos revisionistas soviéticos habían apoyado y permitido abiertamente–, cuando los métodos neocolonialistas se mostraban insuficientes, cuando la burguesía compradora procuraba cambiar de socios.. (...) 

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Sobre el acercamiento de Cuba y EEUU [Recopilación Documental]; Equipo de Bitácora (M-L), 2014

Sin duda se trata de una de las noticias que no deja de ser inesperada, inesperada porque todos sabemos que Cuba es un país bajo una teoría revisionista que ha mantenido posturas antiimperialistas vacilantes, y en su día convertirse en vasallo del socialimperialismo soviético; pero sorprende porque no se sabía si un régimen que había construido toda su propaganda como enemigo aférrimo del imperialismo estadounidense ahora se haya atrevido a dar un volantazo en su discurso y acciones.

Recordemos para empezar, que la vieja posición de Cuba respecto a los Estados Unidos estaba condicionada por: el bloqueo económico, los intentos de invasión, los constantes estímulos subversivos, los intentos de magnicidio, etc.; a su vez propiciados por el intento fallido de acercamiento de la dirigencia cubana a la administración estadounidense en los primeros días de la revolución. No podemos decir ni mucho menos que Cuba haya mantenido la misma postura sobre el imperialismo ruso o sobre el socialimperialismo chino, donde su careta «antiimperialista» se cae de lleno, pues apoya y arenga a poyarse en estos imperialismos.

Igualmente, nos resulta interesante que Cuba busque la «normalización» de las relaciones con los Estados Unidos –con la cuestión de Guantánamo, el reciente descubrimiento de interferencia en el Estado cubano a través de factores de la cultura; y los fascistas-terroristas radicados en Miami bajo protección de la administración estadounidense de por medio–, en un escenario en que este último se encamina a sancionar económicamente a Venezuela –primer socio comercial de Cuba en el momento–, la que a su vez tiene una economía que en un 60% depende de sus transacciones comerciales con los Estados Unidos, esas cosas «inexplicables» del «socialismo del siglo XXI». ¿No les parece gracioso que sea el imperialismo el que empuje a los supuestos «antiimperialistas» a terminar las relaciones económicas con el mismo? ¿Y el supuesto «internacionalismo proletario» y supuesta solidaridad entre las administraciones de estos dos Estados venezolano y cubano?. Veamos algunos puntos:

1. Creemos que la liberación de Alan Gross tras cinco años de prisión a cambio de los tres –de los cinco– cubanos en prisión responde a un «gesto simbólico» entre ambas partes, algo así como una demostración de la buena voluntad de entendimiento entre las partes. De tal modo que sirve de mensaje de distensión al conjunto de cubano y estadounidenses para así reducir las posibles resistencias que puedan aflorar en sus respectivas sociedades ante los hechos.

2. El interés del gobierno estadounidense no es otro que desviar la atención de los problemas nacionales e internacionales derivados de las acciones de su administración, especialmente lo referente a los crímenes de índole racista que las fuerzas del Estado comete contra la población negra, además de la grave situación económica. Estamos convencidos que es un intento de mostrar una postura pacífica-conciliadora, en estas sus horas bajas, a la que la administración cubana se está prestando con suma facilidad en una nueva muestra de oportunismo. La política de sonrisas, cortesía, buenas maneras del imperialismo estadounidense, no es nueva, es la otra cara de su política exterior, recuérdese que gracias a la «Doctrina Nixon» de inicios de los 70; a sus reuniones cordiales, a los restablecimientos de relaciones diplomáticas, comunicados conjuntos y acuerdos económicos, que derivaban de ella, el imperialismo estadounidense a podido doblegar la oposición de revisionismos con los que mantenía tirantes relaciones, como fue el caso de la China de Mao Zedong y Chou En-lai. En ese sentido, vale recordar que todas las distensiones de los países revisionistas con los imperialismos solo han servido para coronar su recolonización total en lo económico-político; y aún así, en lo sucesivo, el respeto a tal gobierno y su integridad no está garantizada: véase los casos de Libia, Rumanía, Irak, Yugoslavia, etc., claros gobiernos con posturas enfrentadas al imperialismo estadounidense, que una vez reconciliado con él, sufrieron una puñalada por la espalda, pasando los vende-patrias de Gadafi, Ceaușescu, Hussein y Milošević de «héroes» por el mantenimiento de la paz y ejemplos de «socialismos» aceptables, a peligros para el mantenimiento de la paz y verdugos de sus pueblos según el imperialismo estadounidense y sus cambios de parecer. 

3. Recuérdese que Cuba si bien no está neocolonizada por el capital estadounidense si lo está por otros imperialismos:

«A fines del año 2000 habían 392 asociaciones económicas con capital extranjero, ubicadas en su mayor parte en minería, prospección-extracción de petróleo, turismo, industria (ligera, alimentaria y sideromecánica) y construcción. En los últimos años se han incorporado nuevas ramas a la inversión extranjera, entre  las que se encuentran la industria energética, del gas, sector financiero, comercialización de tabacos y la gestión del suministro de agua a la ciudad, también se han aprobado importantes negocios para el desarrollo hotelero, la industria del cemento, la aviación civil e industrias para fabricación de pinturas y omnibus. Los capitales provienen de más de 46 países entre los que se resaltan , España, Canadá, Italia, Inglaterra y Francia. Alrededor del 50 % de los proyectos correspondes a Países de la Unión Europea». (Roberto Villas Bôas y Mário Sanchez; Tecnologías limpias en las industrias extractivas minero-metalúrgica y petrolera, 2006)

Teniendo una gran presencia el imperialismo español entre sus inversores:

«España es un año más el país con más representación en la Feria Internacional de La Habana (FIHAV), la cita de negocios más importante que se celebra en la isla, con 132 empresas participantes, cincuenta de ellas agrupadas en el pabellón del Instituto de Comercio Exterior (ICEX). El diplomático subrayó la destacada presencia empresarial española en Cuba, con 220 sucursales establecidas y 32 firmas operando en empresas mixtas en la isla, al tiempo que resaltó la buena marcha del comercio bilateral, que en 2013 alcanzó una cifra récord al rozar un flujo cercano a los 1.000 millones de euros, unos 1.250 millones de dólares al cambio actual». (Agencia Efe; 3 de noviembre de 2014)

Y esta podría ser la oportunidad para ver fluir en breve el capital estadounidense en la isla caribeña. Como hemos expresado otras veces sobre que el revisionismo cubano base gran parte de su potencial en el turismo. 

4. ¿Qué busca Cuba? Creemos que sencillamente la venia de los Estados Unidos para incorporarse a la economía global. La economía cubana tras las últimas reformas que dieron: total vigencia a la economía mixta, al cuentapropista –pequeña burguesía–, a la revitalización total de la «ley del valor», al desarrollo de la industria ligera, a la formación de empresas interestatales, etc.; lo que requiere del estímulo económico externos puesto que el mercado interno tiene una baja capacidad de consumo. Es decir, dado que toda la inversión que el Estado cubano en cooperación con capital privado es en la industria ligera, este requiere de eliminar las barreras comerciales existentes para poder mantener sus niveles productivos, así como sus beneficios. No olvidemos tampoco la última regeneración en la Ley de inversión extranjera cubana, que busca si cabe una mayor atracción de los imperialismos y su capital de inversión:

«La nueva ley reduce del 30% al 15% los impuestos sobre las ganancias de los inversores extranjeros y ofrece mayor protección legal. Para la mayoría de ellos se establecerá también una moratoria tributaria para un período ocho años. De esta manera Cuba busca eludir el enorme efecto negativo del bloqueo por parte de EE.UU., un cerco que de cesar dispararía el desarrollo de la economía isleña, creen los expertos». (Actualidad Russia Today; La nueva Ley de Inversión Extranjera en Cuba romperá con el bloqueo fuera de EE.UU, 29 de marzo de 2014)

5. Como ya adelantamos:

«Tampoco aceptamos formalismos; todo los procesos no de restauración del capitalismo, sino de extensión del neoliberalismo en lo económico y a una democracia burguesa estilo occidental y en la gran mayoría de casos de sumisión política y económica neocolonial del imperialismo como lo fueron la inversión exterior en los países revisionistas, han venido precedidos de promesas de «no retornar al capitalismo», pero eso no evitó su progreso paulatino hacia una economía más liberal, muchas veces de la mano de quién prometieron eso. Aún así algunos países revisionistas que han caído en la dependencia económica de las potencias imperialistas no han cambiado su sistema político, como es el caso del revisionismo vietnamita o el revisionismo cubano hasta ahora, así que al igual que es muy posible que Cuba torne hacia una democracia burguesa de corte occidental, es muy posible que mantenga su sistema revisionista-burgués intacto». (Equipo de Bitácora de un Nicaragüense; Crítica a la entrevista a Abiel Prieto, ex ministro de cultura de Cuba, 15 de junio de 2013)

6. No podemos pasar por alto que también están jugando un rol de primero orden: (a) el auge del neoconservadurismo-neoliberalismo que requiere y buscan activamente nuevos y más espacios económicos, especialmente en tiempos de crisis; (b) el incremento de la población inmigrante latinoamericana por «causas económicas» en los Estados Unidos reduciendo al máximo la proporción de la inmigración de «carácter político-ideológico» del siglo pasado, lo que ha generando una pérdida de peso político de los «gusanos» en el país.

Ciertamente pues, estamos ante el último definitivo acoplamiento de un país revisionista a la economía capitalista estadounidense. Ya solo queda la reincorporación de la revisionista Corea del Norte que de momento parece resistirse. ¿Qué le quedará a Cuba y Corea del Norte en su propaganda de cara al público pseudocomunista internacional, sino es la lucha contra el imperialismo estadounidense? ¿Qué apoyos podrá recoger desde ahora si abandonan esta posición?

El documento:


Raúl Castro: Hemos acordado restablecer las relaciones diplomáticas con EE.UU.

El mandatario cubano, Raúl Castro, ha asegurado en su discurso que han acordado "restablecer las relaciones diplomáticas con EE.UU.". La declaración se da tras la liberación del contratista Alan Gross a cambio de tres de 'los cinco' cubanos.

"Hemos acordado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, aunque eso no quiere decir que lo principal se haya resuelto, que es el bloqueo económico, comercial y financiero, que provoca grandes daños y que debe cesar", dijo en un discurso en cadena de radio y televisión.

"Es posible encontrar la solución a muchos problemas, debemos aprender el arte de convivir con nuestras diferencias", expresó.

Asimismo, exhortó a Washington a "remover obstáculos que impiden los vínculos entre nuestros países", como los viajes, el correo postal directo y las telecomunicaciones.

"Proponemos a EE.UU. adoptar medidas mutuas para mejorar el clima bilateral y avanzar hacia la normalización de los vínculos", reiteró Raúl Castro.

Después de cinco años en prisión, Alan Gross fue liberado en Cuba este martes por razones humanitarias y a petición de Washington. El contratista estadounidense, de 64 años, fue condenado a 15 años de cárcel en Cuba por intentar crear un servicio ilegal de Internet en la isla.

martes, 16 de diciembre de 2014

Las reformas capitalistas en Hungría auspiciadas por Imre Nagy y los revisionistas soviéticos

Imre Nagy durante un discurso de 1956

«Inmediatamente después del fallecimiento de Iósif Stalin, los elementos pro-burgueses alzaron la cabeza en los países de democracia popular, siendo apoyados por la dirección revisionista jruschovista que ahora podía actuar abiertamente. Los revisionistas húngaros, como representantes de las capas burguesas y pequeño burguesas húngaras, estuvieron aterrorizados por la perspectiva de ver triunfar rápidamente la industrialización socialista y la continuación de la colectivización del campo, liquidando pues, los últimos vestigios del capitalismo en la economía. En esta empresa antisocialista, la burguesía nacional húngara tenía ahora un nuevo aliado en la dirección revisionista soviética. En mayo de 1953, Malenkov, Jruschov y Mikoyán exhortaron al liderazgo de Hungría a «seguir el ejemplo soviético» y «proclamar un nuevo curso». Pero como Mátyás Rákosi había ignorando este mensaje cuando volvió a Hungría, la dirección soviético rogó a Imre Nagy, conocido opositor de la política económica hasta entonces seguida por Mátyás Rákosi, que se uniera a la siguiente delegación de junio de 1953. Este apoyo fue para los revisionistas húngaros la ocasión de cambiar la línea económica del partido hasta entonces comandada por Mátyás Rákosi sobre la edificación del socialismo: ¡la declaración en la resolución de junio de 1953, elaborada bajo la directa injerencia de la dirección soviética criticó «el desarrollo excesivo de la siderurgia», que la política en la que los húngaros habían trabajado hasta ese entonces, era considerada por ellos como el resultado de «una excesiva industrialización y un desarrollo desproporcionado y carente de fundamento, de la industria pesada», que «había impulsado nuestra economía al borde de la quiebra, llegándose a denunciar la «excesiva industrialización socialista»  y la «colectivización forzada de la agricultura»!

[Es muy conocido, el mito burgués-revisionista de que el desarrollo de la industria pesada descuidaba el desarrollo de la agricultura, pero en la Unión Soviética se vio, que los mejores datos en el campo se lograron precisamente gracias a la industrialización y a la colectivización que permitió dotar de métodos modernos de explotación bajo una explotación colectiva de las tierras. El segundo mito, quizás todavía más extendido fue el de que la colectivización del campo se hacía a través de métodos coercitivos, cuando en realidad, como atestiguan las obras de cualquier marxista-leninista sin excepción y las estadísticas de la colectivización, el principio voluntario de adhesión de los campesinos a las colectividades era un principio inviolable en el que los partidos comunistas hacían mucho énfasis para no cometer errores que rompieran la alianza obrero-campesina, es más; si esto no fuera así, no se podría explicar ni entender como por ejemplo en la primera experiencia de la historia como fue la colectivización del campo en la Unión Soviética –precisamente con sus deficientes y errores iniciales–, las cifras de miembros de los koljoses y sovjoses tuvieran al principio cifras tambaleantes de adhesiones y abandonos: si realmente se hubiera implantando métodos violentos y severos que no permitieran al campesino quedarse fuera de tales sitios, o abandonar una vez entrado a la colectividad, las cifras serían siempre ascendentes sin repuntes, lo que demuestra la estupidez de las mentiras burguesa-revisionistas. Los propios marxista-leninistas húngaros, hicieron énfasis en este axioma leninista-stalinista en la colectivización de las tierras:

«Durante el pasado año, el número de campesinos que han entrado en la cooperativas de productos se ha duplicado y, según los últimos datos, 118.000 familias campesinas con más de 160.000 miembros cultivaban en 1.160.000 hectáreas en 20 de febrero. Aparte de esto, 559 comités están preparando la entrada de 11.000 familias con 84.000 hectáreas de tierras de cultivo en las granjas cooperativas. Las granjas estatales y cooperativas, el sector socialista de la agricultura, se extienden ahora a alrededor de una séptima parte de la superficie cultivable, y hemos iniciado un renovado, rápido crecimiento en las últimas semanas. (...) ¿Qué se tiene que hacer para promover este desarrollo? El factor decisivo en este sentido, es que nuestro campesinado trabajador debe tomar este camino voluntariamente, por su propia voluntad, a través de su propio juicio y condena. La mayoría del campesinado toma este camino sólo sobre la base de su propia experiencia, o sobre la base de la experiencia que se puede ver con sus propios ojos. Este desarrollo solo puede ser acelerado por medios de convicción. Toda presión o insistencia impaciente, o incluso forzada es perjudicial, y sólo obtendrán los resultados opuestos. Esto nos es enseñado por nuestros grandes maestros, Lenin y Stalin, y está demostrado por nuestra propia experiencia del pasado el desarrollo de las cooperativas húngaras». (Mátyías Rákosi; Informe en el IIº Congreso del Partido de los Trabajadores Húngaros, 25 de febrero de 1951) – Anotación de Bitácora (M-L)]

En junio de 1953 Imre Nagy se convirtió en Primer Ministro bajo el apoyo activo de la dirección revisionista soviética, Imre Nagy luego reconocería que:

«Las disposiciones de la resolución de junio de 1953 y el asesoramiento de los camaradas soviéticos se demostraron oportunas y justas». (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957)

Como reconoce François Fejtő, las medidas económicas concertadas, adoptadas conjuntamente por los socialimperialistas y sus cohorte de revisionistas en los ex-países de las democracias populares consistieron en:

«La renuncia a la industrialización exagerada, apostando por el desarrollo prioritario de la industria ligera, la disminución de la colectivización y la abolición de las medidas antikulaks». (François Fejtő; Historia de las democracias populares; Tomo II, después de Stalin, 1953-1971, 1992)

En 1956, más del 60% de los koljoses húngaros habían sido disueltos, no representando ahora más que el 10% de la tierra cultivada después de la contrarrevolución de los titoistas húngaros. También en Polonia, el número de los koljoses había sido dividido por seis entre 1956 y 1957, siendo este último un año para el cual el 87% de la tierra estaba en manos de los campesinos privados. Si los elementos pro-burgueses de las democracias populares tenían interés en apoyarse en la dirección revisionista soviética, los revisionistas soviéticos tenían interés en sostener a los revisionistas indígenas con vistas a transformar a los países de ex democracia popular en neocolonias, y seguirían apoyándolos en la medida en que estos revisionistas no se opusieran a su integración en la esfera de influencia de socialimperialismo soviético.

Como los revisionistas indígenas procuraban sobrepasar el marco autorizado por la «libertad que se habían ganado», se oponían inevitablemente de manera creciente a las ambiciones imperialistas de Moscú –la burguesía calificó de «stalinistas» a los revisionistas pro-soviéticos [a los de corte brezhnevista sobre todo - Anotación de Bitácora (M-L)] por los métodos «autoritarios» empleados–, y por lo tanto cuando los revisionistas indígenas en vez de apoyar al revisionismo monocentrista con sede en Moscú [o dicho de otro modo: seguir la teoría y práctica política, económica y cultural del revisionismo soviético como modelo inalienable - Anotación de Bitácora (M-L)], preferían el policentrismo de los titoistas [tesis en la que se apoyaban los revisionistas indígenas como el revisionismo italiano, que querían separarse de la influencia ideológica del socialimperialismo soviético proclamando aquello de que «existen tantas vías «específicas» al socialismo como países» para no seguir directrices ni tutelaje del revisionismo soviético y crear un revisionismo propio acorde a sus intereses que era usado como cabeza de puente por las potencias imperialistas competidoras para inmiscuirse en los ex países socialistas. A pesar de las dificultades creadas por Tito, los revisionistas soviéticos no podían romper abiertamente con él sin correr el riesgo de romper también con los líderes de corte titoista de los países dependientes bajo dominación de otras potencias imperialistas, que ellos mismos consideraban como «progresistas». Por ello, los socialimperialistas soviéticos adoptaron una doble faz con Tito. El socialimperialismo ya había demostrado sus ambiciones coloniales desde 1956 en Hungría, luego en 1968 en Checoslovaquia, y finalmente en 1979 en Afganistán, desde luego bajo la cubierta de la «lucha contra elementos antisocialistas» –elementos a los cuales los mismos revisionistas soviéticos habían apoyado y permitido abiertamente–, cuando los métodos neocolonialistas se mostraban insuficientes, cuando la burguesía compradora procuraba cambiar de socios.

François Fejtő en su introducción de su obra sobre Imre Nagy: «Un comunista que eligió a la gente: retrato de Imre Nagy», de 1957, que relaciona la traición titoista que apunta a promover el «socialismo de rostro humano», es decir, un «socialismo» de obediencia socialdemócrata donde sería desterrada la lucha de clases contra la burguesía, realiza esta interesante observación:

«Así, la elección de Imre Nagy, quién se había levantado contra las mismas personas, que como Mao Zedong o Anastás Mikoyán parecían considerarlo hasta con simpatía, hizo que dicha «apuesta» por su figura fuera después denunciada como un traidor al movimiento obrero internacional, lo que plantea el problema del comunismo húngaro en su verdadero terreno: el de la relación entre la política y la moral». (François Fejtő; Un comunista que eligió a la gente: retrato de Imre Nagy, 1957)

Este terreno de «humanismo y moralismo» –de la pequeña burguesía– obviamente no es específico del «comunismo húngaro», sino que es común y se encuentra en todos los revisionismos de Yugoslavia, China, Checoslovaquia, China, Cuba, etc. donde se tiene como objetivo preservar la posición económica de la burguesía nacional. No sólo la historia no absolverá a los revisionistas, sino que ella siempre desenmascara sus teorías y sus prácticas oportunistas, que acabaran inevitablemente en el basurero de la historia.

Tampoco es casual que Nagy, al igual que todos los humanistas y moralistas burgueses de la época, haya puesto grandes esperanzas en los principios de la no alineación en la que elogió:

«Las ideas de independencia y de la soberanía». (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957)

Que habían sido:

«Enérgicamente expresados por los cinco principios de Bandung». (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957)

Que:

«Figuran en la declaración de Belgrado». (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957)

A continuación, afirmó la posibilidad de que:

«Estos países y pueblos para avanzar hacia el socialismo y lograr, bajo la dirección de partidos obreros marxistas y otros partidos progresistas y fuerzas patrióticas nacionales, avanzar hacia el socialismo por una vía diferente a la vía soviética». (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957)

A través de:

«Vías específicas que conduzcan al socialismo». (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957)

Ya que:

«La ley «desigual del capitalismo» lleva a la conclusión lógica también de un desarrollo desigual del socialismo». (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957)

¡En otros términos, la vieja idea oportunista pseudocientífica de la «teoría de las fuerzas productivas» que es la base ideológica de las opiniones liquidacionistas de los revisionistas! Luego insistió también en:

«La incompatibilidad de los principios de la no alineación con el dogmatismo ideológico perfectamente antimarxista que se desarrolló en la Unión Soviética bajo la fuerza del dogma, que es un tabú, válido y vinculante en todas partes». (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957)

Y después de lamentar que:

«La declaración de Belgrado quedase en letra muerta». (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957)

Proclamó la necesidad de:

«Eliminar los restos agonizantes del antagónico monopolio de la ideología stalinista». (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957)

Que según él:

«Inspiró la actividad de la Komintern y que provocó el conflicto surgido dentro de la Kominform». (Imre Nagy; Un comunismo que no olvida al hombre, 1957) (Vincent GouysseEl socialimperialismo soviético: del génesis al colapso, 2007)

Breve repaso histórico de Corea del Norte y su supuesto «antirevisionismo»

Encuentro entre el revisionista polaco Wojciech Jaruzelski y el revisionista coreano Kim Il Sung, 18 de mayo de 1984

«Los hechos dicen que la supuesta «total oposición» al revisionismo de los líderes de Corea del Norte, hacia ciertamente que Kim Il-Sung calificara en 1967 de oportunista la concepción jruschovista del «Estado de todo el pueblo», pero eso no lo hizo que concluyera denunciando el carácter burgués e imperialista de la Unión Soviética revisionista. ¡El oportunismo pues, fue separado en cierto modo de su base material y económica y para los coreanos fue reducida al dominio de la conciencia! En los años 1964-1966, Kim Il-Sung rechazaba al Partido Comunista de la Unión Soviética y al Partido Comunista de China, según él ambos tenían responsabilidad en la división del movimiento comunista internacional, evidentemente no en el fin marxista-leninista, sino en el de promover con ello la «vía coreana al socialismo» guiada por la ideología «juche». Después de esta breve «lucha antirevisionista» de la década de 1960, el Partido de los Trabajadores de Corea continuó con su política de «no alineamiento», pero contradictoriamente acercándose cada vez más a todo el mundo! ¡Los hechos dicen que en 1975 Kim Il-Sung efectuó visitas oficiales a China, Argelia, Bulgaria e incluso Yugoslavia! Kim Il-Sung por su parte iría de nuevo a Yugoslavia en 1980 para las exequias de Tito. En 1978 serían Deng Xiaoping y Hua Guo-feng los que realizarían una visita a Corea del Norte. Justo después, los revisionistas norcoreanos condenaban la agresión de Camboya por Vietnam como una «injerencia dominadora» –y no como una agresión imperialista–, absteniéndose de condenar la agresión posterior de China contra Vietnam. En los años 80 serían época de un amplio desarrollo de las relaciones con los países burgueses-revisionistas: un ahondamiento de la amistad ya establecida en algunos casos, de reconciliación en otros. Los años que van desde 1981-1990 fueron testigos pues, de visitas frecuentes sino-coreanas. En 1984 Pyongyang se reconcilió con Vietnam y Afganistán. La cooperación económica y militar con la Unión Soviética socialimperialista se hizo más profunda entonces. En 1984 la Unión Soviética socialimperialista aumentó la «ayuda» económica ya muy importante para Corea del Norte y ésta a su vez dejo actuar libremente a la Unión Soviética en sus bases navales. Los revisionistas coreanos efectuaron ese año un tour por las variopintas capitales revisionistas de Europa del Este: desde la de Polonia, República Democrática Alemana, Bulgaria, y por supuesto pasando por Yugoslavia. En los años 1984-1987 las relaciones con los revisionistas soviéticos fueron ampliamente desarrolladas. En diciembre de 1985 y en octubre de 1986, los revisionistas de Corea del Norte efectuaron visitas oficiales a la Unión Soviética donde se reunieron con Mijaíl Gorbachov, quién prometió una duplicación de la ayuda económica en el próximo periodo de 1986 a 1990. En los años 1986-1988, la Unión Soviética socialimperialista representaba más de la mitad del comercio exterior de Corea del Norte. En los años 1989-1991, con la liquidación de la influencia del socialimperialismo soviético y del socialimperialismo soviético mismo, los revisionistas norcoreanos volvieron a pisar Pekín y condenaron el curso de Gorbachov.

Estas tribulaciones políticas evidentemente se sitúan mejor si entendemos la perspectiva de crisis económica de país dependientes en que se había convertido Corea del Norte en los años 60. Los hechos económicos dicen que desde el año 1973 aparece un déficit de la balanza comercial así como una deuda consecuente. En 1976, la deuda exterior norcoreana ya alcanzaba 1,2 mil millones de dólares, de la cual algo menos de la mitad fue contraída con los países del Consejo de Ayuda Mutua Económica. En 1979, la deuda exterior norcoreana se instalaba ya en los 2 mil millones de dólares. En 1981 fue adoptada una «reforma de la planificación» que dejaba a las empresas una gran autonomía de gestión con relación al plan. El 8 de septiembre de 1984 fue votada una ley que autorizaba la creación de sociedades mixtas con participación de capitales extranjeros, y el 26 de noviembre de 1988 fue creado un ministerio encargado de la gestión de las empresas a participación extranjera. ¡En 1987, la deuda exterior norcoreana se instalaba en 4 mil millones de dólares! En octubre de 1991 es creada la primera «zona económica especial» en Rajin-Sonbong donde los inversionistas extranjeros gozan de grandes ventajas, tales como la exoneración de impuestos durante 5 años [los elementos cronológicos son extraídos del informe antimarxista de René Lefort: «Informe sobre Corea del Norte» de septiembre de 2003]. La dependencia comercial semicolonial había cambiado a dependencia financiera semicolonial.

¿Podemos decir pues: que puede quedar tras esto de la presunta «oposición total» de los dirigentes norcoreanos al revisionismo? ¡Sólo una fraseología pseudorevolucionaria completamente vacía! ¡Tampoco podemos sostener pues, como dicen [los pro revisionistas coreanos - Anotación de B. N.], que:

«Fue la caída del socialismo en la Unión Soviética en 1991». (Unión de revolucionarios comunistas de Francia; El Partido del Trabajo de Corea a 60 años; «Intervention communiste», n° 69, septiembre-octubre 2005)

La que engendró las dificultades económicas de Corea del Norte, ya que estas dificultades emanan de la estructura semicolonial de su economía, ni por supuesto, podemos decir tampoco que:

«La República Popular Democrática de Corea persigue su marcha hacia adelante sobre la vía del socialismo». (Unión de revolucionarios comunistas de Francia; El Partido del Trabajo de Corea a 60 años; «Intervention communiste», n° 69, septiembre-octubre 2005)

¡No podemos transigir con esto, a menos que consideremos la completa conversión de un país en semicolonial dependiente del capital extranjero como un paso adelante!». (Vincent GouysseEl socialimperialismo soviético: del génesis al colapso, 2007)

Sobre presentar los males de la sociedad revisionista-capitalista soviética como si fueran males achacables a los de una sociedad socialista y las teorías de «reformar» la sociedad revisionista-capitalista


«
Enver Hoxha pues, tenía razón en denunciar que [«El cambio de carácter del partido y del Estado, la transformación contrarrevolucionaria en el terreno de la superestructura política e ideológica no podía dejar de conducir al cambio de la base económica del socialismo. Las reformas económicas que han emprendido los jruschovistas, de acuerdo con sus conceptos ideológicos antimarxistas, han conducido a la transformación radical de las relaciones de producción. Han introducido en la economía soviética un sistema de organización y de dirección en el que el objetivo de la producción es el lucro capitalista. El actual Estado soviético, como un capitalista colectivo, administra los medios de producción en nombre y en interés de la nueva burguesía soviética. La propiedad común socialista se ha transformado en un capitalismo de Estado de nuevo tipo». (Enver Hoxha; Informe en el VIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania: Obras Escogidas, Tomo IV, 1 de noviembre de 1971) - Anotación de Bitácora (M-L)]:

«Al apoderarse de las riendas del Estado y de la economía, la nueva burguesía soviética, compuesta por burócratas y tecnócratas, utiliza éstos para obtener privilegios y grandes ingresos para sí». (Enver Hoxha; Informe en el VIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania: Obras Escogidas, Tomo IV, 1 de noviembre de 1971)

De igual forma, tenía razón al afirmar que esta burguesía monopolista de Estado:

«Ha reemplazado la retribución según el trabajo por todo un sistema de distribución de ingresos que le da la posibilidad de apropiarse del trabajo y del sudor de las masas trabajadoras, de obtener por los más diversos caminos, ingresos decenas de veces superiores a los de los obreros y campesinos». (Enver Hoxha; Informe en el VIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania: Obras Escogidas, Tomo IV, 1 de noviembre de 1971)

¿Y acaso no tenía de la misma manera razón cuando denunciaba las mistificaciones «socializantes» de los revisionistas soviéticas que cubrían de barro al verdadero socialismo y causaban un daño irreparable al movimiento revolucionario internacional?:

«La confusión es aún mayor a causa de que los revisionistas jruschovistas intentan vender por socialismo la restauración del capitalismo en la Unión Soviética y en otros lugares. Su demagogia confunde a mucha gente honrada, que al criticar con justa razón numerosos fenómenos negativos en la vida de la Unión Soviética y de los demás países revisionistas, identifican el régimen de su país con el socialismo y las consecuencias de la restauración del capitalismo se las atribuyen al socialismo». (Enver Hoxha; Informe en el VIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania: Obras Escogidas, Tomo IV, 1 de noviembre de 1971)

[Enver Hoxha advierte al lector de no caer en la trampa de la propaganda burguesa-revisionista e identificar los males de la sociedad revisionista-capitalista soviética como si fueran males achacables a los de una sociedad socialista, y añade igualmente, que no es posible como en cualquier otra sociedad capitalista, y que pese a lo que digan algunas teorías burguesas y pequeño burguesas, querer solucionar esos males con parches, es decir, ¡reformar el revisionismo!, son absurdas, apostando por una ruptura total con dicha sociedad:

«Los males de su política interior y exterior no son males del socialismo, como los presenta la propaganda burguesa y los que han caído en su trampa y se hacen eco de dicha propaganda. Son males inherentes al sistema capitalista que ha sido restaurado en la Unión Soviética. Estos males no pueden ser eliminados con reparaciones parciales. Toda ilusión en este sentido sería muy peligrosa. Sólo serán eliminados cuando sean derrocados los revisionistas y se restablezca la dictadura del proletariado». (Enver Hoxha; Informe en el VIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania: Obras Escogidas, Tomo IV, 1 de noviembre de 1971)
 (Vincent Gouysse; El socialimperialismo soviético: génesis y colapso, 2007)

lunes, 15 de diciembre de 2014

Lecciones de marxismo-leninismo extraídas y arraigadas en Dimitrov para la construcción de la Bulgaria socialista


«
Así como vamos a ver luego, a ejemplo de los marxistas-leninistas albaneses y al contrario de los revisionistas chinos, los marxistas-leninistas búlgaros desde la creación de su partido ya habían entendido esto, siendo considerada:

«La revolución proletaria no ya como un objetivo a largo plazo, sino como una tarea inmediata, para lo cual las condiciones objetivas ya habían madurado y cuya solución dependía del factor subjetivo de la revolución, es decir, principalmente en la disposición y la capacidad de nuestro partido para organizar y dirigir la revolución». (Georgi Dimitrov; Informe en el Vº Congreso del Partido Obrero (comunista) Búlgaro, 1948)

El Partido Comunista Búlgaro, bajo la dirección de Georgi Dimitrov, decía por tanto:

«Nosotros claramente siempre comprendíamos que la destrucción del fascismo y la realización de muchas reformas –como las que contaban por ejemplo en el programa del Frente de la Patria durante el 17 de julio de 1942– tenían que estar atadas también al de levantar nuestro objetivo último; el socialismo y en última instancia, el comunismo». (Georgi Dimitrov; Informe en el Vº Congreso del Partido Obrero (comunista) Búlgaro, 1948)

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Sobre los cuadros; Georgi Dimitrov, 1935

Finalizando con el último punto de su informe, el número siete, refiriéndose a la cuestión de los cuadros podemos utilizar las palabras del marxista-leninista checoslovaco Klement Gottwald que describen lo que aquí quiso destacar Georgi Dimitrov sobre esta cuestión:

«El camarada Dimitrov consignó que una política acertada de cuadros debe responder a las siguientes conclusiones: en primer lugar es necesario que conozcamos a los hombres; en segundo lugar, es necesario que sepamos seleccionar y promover acertadamente los cuadros; en tercer lugar, es necesario que sepamos utilizar acertadamente los cuadros; en cuarto lugar, es necesario que sepamos distribuir acertadamente los cuadros; en quinto lugar, es necesario que estemos en condiciones de ayudar sistemáticamente a los cuadros; en sexto lugar, es necesario que sepamos velar por los cuadros y protegerlos». (Klement, GottwaldPor la aplicación acertada de la línea del VIIº Congreso de la Komintern; Discurso pronunciado en el VIIº Congreso del Partido Comunista de Checoslovaquia, 1936)

y:

«Nuestro camarada Dimitrov habló también minuciosamente acerca de hacia qué cuadros debe orientarse el partido, acerca de lo que debe tener en cuenta al seleccionar los cuadros, de lo que debe apreciar en ellos y cuidar en ellos. Es, en primer lugar, la entrega completa a la causa de la clase obrera, la lealtad al partido, probada en las luchas ante el enemigo de clase. Es, en segundo lugar, el contacto más estrecho con las masas. Es, en tercer lugar, la capacidad de orientarse por su cuenta en cada situación y no rehuir la responsabilidad por los acuerdos adoptados. Es, en cuarto lugar, la disciplina y el temple bolchevique, tanto ante el enemigo de clase como frente a todas las desviaciones de la línea del bolchevismo». (Klement, GottwaldPor la aplicación acertada de la línea del VIIº Congreso de la Komintern; Discurso pronunciado en el VIIº Congreso del Partido Comunista de Checoslovaquia, 1936)

El documento:


«Camaradas, nuestras resoluciones, aun las más justas, quedarán en el papel si no tenemos hombres capaces de llevarlas a la práctica. Y aquí no tengo más remedio que decir, por desgracia, que uno de los problemas más importantes de los cuadros, ha pasado casi inadvertido en nuestro congreso.