Manifestantes anti-sha corren en la plaza Esfand después de que el ejército abrió fuego en Teherán - 27 de diciembre de 1978 |
«La revolución de 1979 fue el acontecimiento histórico más importante de nuestro país que acabó con el dominio de 2.500 años de Monarquía y la hegemonía del imperialismo sobre Irán. Esta grandiosa revolución se llevó a cabo como resultado de las implacables luchas y valor sin precedentes de millones de personas con la clase obrera a la cabeza, y a lo largo de un año de heroica lucha que se ganó la admiración y apoyo de los pueblos del mundo entero.
¿Cuales eran las causas y móviles que yacían detrás de la revolución iraní de 1979?
Sin lugar a dudas, no puede aceptarse el Islam como la causa de la revolución como lo reclama Jomeini (1).
Aunque el movimiento tuvo apariencias religiosas, el pueblo no hizo la revolución por el Islam. Las contradicciones objetivas de la sociedad fueron las causas principales de la revolución. Nuestra sociedad estaba sufriendo de dos contradicciones fundamentales y eran estas las principales causas de la opresión en Irán. Estas eran:
a) Residuos de feudalismo y atraso.
b) El imperialismo y el capitalismo dependiente.
Aunque Irán había comenzado el camino capitalista hacía ya tiempo, sin embargo nunca consiguió librarse de todas las viejas y corrompidas relaciones sociales.
La revolución democrática de 1906 (2) y los movimientos posteriores fueron todos ellos intentos para acabar con estas relaciones pero ninguno de ellos consiguió su objetivo. La reforma agraria del Sha, que tuvo lugar siguiendo las órdenes del Gobierno norteamericano –el Gobierno de Kennedy– en 1962 con el fin de reducir las contradicciones sociales, no acabó con el problema agrario en Irán y la tierra permaneció como una de las demandas más importantes de los campesinos. La política agrícola del Sha y la política de hacerse más y más dependiente del imperialismo, empobreció aún más a los campesinos, obligándoles a emigrar las ciudades. En un corto período de tiempo, la proporción de población rural en comparación con la población urbana descendió a un 55 por 100 en 1977 en comparación con un 85 por 100 en 1963. Una serie de aldeas se arruinaron completamente y sus habitantes marcharon a las ciudades en busca de empleo. De otro lado y como resultado del saqueo imperialista, la pobreza de las masas trabajadoras, especialmente la clase obrera, aumentó aún más.
Nuestros recursos naturales, especialmente el petróleo, la minería y la pesca fueron ferozmente saqueados y las ganancias del país entregadas a los EE.UU. en concepto de pago por la entrega de armamento o saqueado por la llamada «familia de los mil» –familiares y asociados a la familia real–.
Señalaremos como datos recogidos de cifras oficiales:
1. Los contratos militares entre Irán y EE.UU. realizados directamente con el Ministerio de Defensa estadounidense en el transcurso de once años (1968-79) ascendieron a 23 billones de dólares –debe tomarse en cuenta que se establecieron otros contratos militares con Gran Bretaña, Francia, la URSS, Italia, creando así la «colonización colectiva» de Irán–.
2. Según cifras facilitadas por funcionarios del Banco Central de Irán, en el transcurso de la revolución de febrero, 144 destacados capitalistas transfirieron 2,4 billones de dólares –una quinta parte de los ingresos totales de Irán en petróleo– a bancos en EE.UU., Suiza, Francia, Israel, etc., –una vez más hay que resaltar que la cifra mencionada fue transferida únicamente a través del Banco Central de Irán. Billones de dólares fueron transferidos a través de bancos y filiales iraníes en Inglaterra, Japón, Holanda, etc., o fueron sacados directamente del país–.