Las purgas en el Partido Comunista de Checoslovaquia de los años 50; Equipo de Bitácora (M-L), 2019
jueves, 28 de noviembre de 2019
Carta de Iósif Stalin a Klement Gottwald, 24 de julio de 1951
Las purgas en el Partido Comunista de Checoslovaquia de los años 50; Equipo de Bitácora (M-L), 2019
miércoles, 27 de noviembre de 2019
Los años 90 y el «socialismo de mercado» como receta económica; Equipo de Bitácora (M-L), 2019
lunes, 25 de noviembre de 2019
Carta al Comité Comunista de correspondencia de Bruselas; Engels, 1846
«París, 23 de octubre de 1846
Acerca del asunto con los Straubingers de aquí, no hay mucho que decir. Lo principal es que las diversas diferencias que hasta ahora he debido discutir con los muchachos ya han sido arregladas; Papa Eisermann, el principal partidario y discípulo de Grün, ha sido separado, la influencia del resto sobre la masa de los Straubingers ha sido completamente vencida, y conseguí una resolución unánime contra ellos.
En resumen, esto es lo que ocurrió:
jueves, 21 de noviembre de 2019
El «pablismo» de Podemos, pese a su pose original, es heredero del «carrillismo» del PCE en su estrategia de toma de poder
Entrevista a Santiago Carrillo realizada por Pablo Iglesias en 2011 |
Esta confesión serviría para evidenciar los vínculos ideológicos entre uno y otro. Y de paso sirve para avergonzar a todos los ex militantes del Partido Comunista de España (marxista-leninista) y del Frente Revolucionario Antifascista y Patriótica (FRAP) que ahora ponen sus esperanzas en Podemos y adulan a Pablo Iglesias como el nuevo «mesías» de la revolución, cuando no es sino otro falso profeta. Pero los vínculos entre Iglesias y Carrillo son mucho más profundos que una mera admiración del primero por el segundo.
Si repasamos el histórico libro de Santiago Carrillo: «Eurocomunismo y estado», de 1977, veremos que en lo fundamental, pese a que ahora todos reniegan del renegado, el revisionismo hispano ha recogido sus tesis, o manejan unas similares sin saberlo. En el caso de Podemos, Pablo Iglesias es un conocedor de la historia del Partido Comunista de España (PCE), no solo la ha estudiado, sino que proviene de sus juventudes, y ha podido entrevistar a su ídolo Carrillo, por tanto, es un «eurocomunista» o «carrillista» consciente, aunque como hemos advertido, Podemos y Pablo Iglesias, beben de muchas corrientes, siendo el eclecticismo su bandera.
lunes, 18 de noviembre de 2019
El atraso de un pueblo no significa que no pueda convertirse en progresivo, más avanzado incluso que otros que lo venían siendo hasta entonces
sábado, 16 de noviembre de 2019
El PCE (m-l) y la rehabilitación de corrientes y elementos revisionistas superados: el castrismo y el sandinismo; Equipo de Bitácora (M-L), 2019
viernes, 15 de noviembre de 2019
De la oposición al apoyo del PCE (m-l) a la Comunidad Económica Europea –actual Unión Europea–; Equipo de Bitácora (M-L), 2019
jueves, 14 de noviembre de 2019
Comorera hablando de la cuestión nacional...
«Cataluña, es, pues, una nación. Pero Cataluña, camaradas, no es una «comunidad de destino». El principio de Lenin: «dentro de cada nación moderna hay dos naciones», se adapta plenamente a Cataluña, como a cualquiera otra nación. Importa, compañeros, que meditemos y asimilemos este principio de Lenin. La incomprensión del principio de Lenin abre la puerta a todas las desviaciones nacionalistas pequeño burguesas, nos conduciría a un callejón en el cual nunca ha hallado ni hallaría solución nuestro problema nacional. En cada nación hay dos clases antagónicas, irreconciliables: la burguesía y el proletariado, los explotadores y los explotados. Hay, por tanto, dos naciones antagónicas irreconciliables. La burguesía se vale y se valdrá del problema nacional para resolver sus asuntos de clase, dispuesta siempre a aliarse con la burguesía imperialista en el momento preciso en que considere satisfecha su ambición de clase o en que vea en peligro sus intereses de clase por el desarrollo y la ofensiva del movimiento obrero. El proletariado, quiere resolver y resolverá definitivamente el problema nacional, pues no ignora que si se convirtiese en opresor de otros pueblos, volvería a ser oprimido nuevamente. La burguesía y el proletariado pueden y deben entenderse y luchar juntos contra un enemigo provisionalmente común, en un momento dado y por una cuestión nacional concreta. (...) Pero la burguesía y el proletariado no han de confundirse, no pueden confundirse nunca. Su destino no es común. El destino de la burguesía es desaparecer. El destino del proletariado es llegar a serlo todo para construir un mundo socialista, de igualdad, de libertad, de verdadera fraternidad entre todos los hombres y todos los pueblos» La tesis socialdemócrata del «destino común», de la «comunidad nacional», subordinando necesariamente los intereses de clase a las exigencias nacionales, induce a los trabajadores a la colaboración y la paz entre las clases, a la negación de la lucha de clases, conduce en su desarrollo lógico a la teoría racista reaccionaria, al fascismo». (Joan Comorera; Contra la guerra imperialista y por la liberación social y nacional de Cataluña, 1940)
miércoles, 13 de noviembre de 2019
El socialismo burgués o conservador
Anotaciones de Bitácora (M-L):
Un tiempo antes, Engels describiría esta tendencia, como una ideología basada en gente que:
La Revolución de Octubre y la cuestión nacional y colonial; Joan Comorera, 1940
martes, 12 de noviembre de 2019
Engels sobre la Primera Republica Española (1873)
lunes, 11 de noviembre de 2019
En el socialismo a diferencia del capitalismo, la cuestión nacional será resuelta de modo democrático, o sea, de acuerdo con la voluntad y las «simpatías» de la población
«Todos los indicios señalan que el imperialismo dejará en herencia al socialismo, su sucesor, fronteras menos democráticas, una serie de anexiones en Europa y otras partes del mundo. ¿Y qué? ¿El socialismo victorioso, restableciendo y aplicando a fondo la democracia plena en toda la línea, se negará a la determinación democrática de las fronteras del Estado? ¿No querrá tomar en cuenta «las simpatías» de la población? Basta formular estas preguntas para ver claramente cómo nuestros colegas polacos van rodando del marxismo al «economismo imperialista». Los viejos «economistas», trasformando el marxismo en una caricatura, enseñaban a los obreros que para los marxistas «sólo» es importante «lo económico». Los nuevos «economistas» piensan que el Estado democrático del socialismo victorioso existirá sin fronteras –una especie de «complejo de sensaciones» sin materia–, o bien que las fronteras serán determinadas «exclusivamente» de acuerdo con las necesidades de la producción. En realidad, estas fronteras serán determinadas de modo democrático, o sea, de acuerdo con la voluntad y las «simpatías» de la población. El capitalismo pisotea estas simpatías, y con eso añade nuevas dificultades a la causa de la amistad entre las naciones. El socialismo, al organizar la producción sin opresión de clase, al garantizar el bienestar de todos los miembros del Estado, da libertad plena a las «simpatías» de la población, y por consiguiente facilita y acelera enormemente la amistad y unión de las naciones. (...) Bajo el capitalismo no es posible suprimir la opresión nacional –ni la opresión política en general–. Para ello es imprescindible suprimir las clases, es decir, implantar el socialismo. Pero si bien el socialismo se basa en la economía, dista de resumirse en ella. Para eliminar la opresión nacional hace falta una base –la producción socialista–, pero sobre esta base son necesarios, además, la organización democrática del Estado, el ejército democrático, etc. Al trasformar el capitalismo en socialismo, el proletariado crea la posibilidad de eliminar totalmente la opresión nacional; esta posibilidad se convertirá en realidad «sólo» –¡«sólo»!– con la aplicación integral de la democracia en todas las esferas, incluyendo la determinación de las fronteras de acuerdo con las «simpatías» de la población, incluyendo la plena libertad de separación. Sobre esta base, a su vez, se desarrollará en la práctica la eliminación absoluta hasta de los menores rozamientos nacionales, de la más mínima desconfianza nacional, se acelerarán la amistad y la unión de las naciones, lo que culminará con la extinción del Estado. Esta es la teoría del marxismo, de la cual se apartaron equivocadamente nuestros camaradas polacos». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Balance de una discusión sobre el derecho de las naciones a la autodeterminación, 1916)
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Una nota rápida sobre la dimisión de Evo Morales...; Equipo de Bitácora (M-L), 2020
«El recorrido político que ha tenido la Bolivia de Evo Morales [*] ya ha sido comentado varias veces...
Hoy amanecimos con una noticia de novedades políticas en La Paz. ¿Y qué podemos concluir? Que lo de estos «socialistas del siglo XXI» sobrepasa de lo ridículo. Nos han vendido la idea de que ellos son la prueba del «tránsito pacífico al socialismo», que ellos son «pueblo» y que el «pueblo les defenderá ante cualquier eventualidad» que sufra la «revolución». Pero ahora los seguidores de Evo Morales claman en Bolivia, que existe un «golpe de Estado» contra él, que su poder es legítimo y el de sus opositores no. Si su relato es cierto, pregunto, ¿por qué decide dimitir y entregar el poder sin más? Se imaginan en la España de 1936, que los republicanos, socialistas, comunistas y anarquistas, y que ante el golpe de Estado de los militares reaccionarios, «demócrata-cristianos», monárquicos y fascistas, dijesen: «Señores, han dado un golpe contra la República inadmisible, pero... nos retiramos, el poder es suyo»...
¡Algo no cuadra...!». (Equipo de Bitácora (M-L); Una nota rápida sobre la dimisión de Evo Morales..., 2020)
Anotaciones de Bitácora (M-L):
miércoles, 6 de noviembre de 2019
¡Democracia «para todos», no!
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