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«En el partido SYRIZA de Tsipras el nexo con el «eurocomunismo» del Partido Comunista de Italia de Berlinguer es tan bestial como innegable; se expresa en que no se busca la destrucción del Estado burgués y del sistema político, económico y cultural, sino que se pretende embellecer la política y economía capitalista y presentarla como necesitada de un par de retoques, y en la cultura se alude a la neutralidad en este campo o se acusa a otros partidos capitalistas de haberla gestionado mal como también se hace en lo económico-político. En las posiciones de cara al exterior SYRIZA ni siquiera se plantea el abandono de la Unión Europea o de la OTAN, sino que recuperan los viejos eslóganes y tácticas de la socialdemocracia de los 50, o del revisionismo eurocomunista de los 70, los cuales abogaban por «la transformación desde dentro de estas organizaciones», de conseguir una OTAN y UE «para beneficio de la izquierda», de la paz y de los pueblos –vaya sandez–. Como se comprenderá SYRIZA al copiar las ideas de otros «copiones» su grado de originalidad es prácticamente nulo, todo lo que afirmen sobre que su partido práctica «ideas y políticas de la nueva izquierda moderna del siglo XXI» no es sino una mentira tan alta como el Monte Olimpo, sus «ideas y políticas de la nueva izquierda moderna del siglo XXI» son una a una las ideas y políticas de los mayores traidores de la clase obrera del siglo XIX y XX, e intentar hacer pasar muchas de ellas como «actualización o superación del marxismo-leninismo» es un oprobio que merece nuestra respuesta». (Equipo de Bitácora (M-L); ¿Es Alexis Tsipras el nuevo Enrico Berlinguer?, 2015)
Introducción de «Bitácora (M-L)»
No hace mucho, en un artículo publicado en el portal de noticias «nuevatribuna.es» y escrito el 20 de mayo de 2014 por Manel García Biel titulado: «Del PCI a SYRIZA, de Berlinguer a Tsipras», se ha comparado al griego Alexis Tsipras con el viejo eurocomunista italiano Enrico Berlinguer.
¿Por qué tal comparativa en tiempos en que el eurocomunismo oficialmente murió, fracasó y sus partidos cambiaron de denominación? ¿Por qué parece que se pretende «vender humo» con los nuevos movimientos de «izquierda», como ya se ha hecho con el pretendido «socialismo del siglo XXI», o como en su día se hizo con el eurocomunismo como supuesta panacea para el sistema capitalista frente los viejos partidos burgueses?
A la primera pregunta contestar que los paralelismo son tan evidentes que hasta estos periodistas burgueses se han dado cuenta de la similitud de tales figuras de revisionismo; en ese sentido, los marxista-leninistas también podemos hacer nuestros análisis, partiendo del hecho de que más allá de las declaraciones altisonantes de estos revisionistas de nuevo cuño, de ciertos nombres que le dan a su política, y ciertos colores con que tiñen sus acciones, el resultado sigue siendo el mismo: vacilación, cobardía, traición y manipulación de la clase obrera, y en lo esencial, un revisionismo que vira hacia el reformismo socialdemócrata que tanto gusta a los burgueses de «izquierda», que les gana, les enamora porque lo consideran una «izquierda» moderna, coherente, y alejada de los «anticuados dogmas» y «extremismos» del marxismo-leninismo.
A la segunda pregunta, responder que estas nuevas corrientes surgen de la nada y son inoculadas desde la propaganda de la burguesía entre las masas populares debido a que a la propia burguesía gusta mucho de desempolvar del baúl de ideologías reaccionarias sus viejas bazas, sea bajo la misma bandera o bien mejor camuflado aparentemente bajo otros estandartes para presentar a las viejas falsas «panaceas» como nuevas: esto es lo que efectivamente ocurre con el «socialismo del siglo XXI» que no deja de ser calco de las tesis eurocomunistas que a su vez no fueron más que una recuperación de teorías burguesas y pequeño burguesas ya superadas por el marxismo-leninismo en su momento, y que solo sirven para crear ilusiones entre la población sobre el sistema capitalista.
Precisamente SYRIZA en sus programas, escritos, discursos de sus miembros y demás, se reclama en busca del «socialismo del siglo XXI», por lo que podemos deducir que tal organización está directamente relacionada, o que se encuentra bajo el espectro político trazado por los partidos y gobiernos de Latinoamérica englobados bajo dicha definición: es el caso de los gobiernos de Ecuador, Venezuela, Bolivia o Nicaragua; por consiguiente, en este documento nos centraremos en demostrar los paralelismos existentes entre el revisionismo eurocomunista de Enrico Berlinguer y el «socialismo del siglo XXI» de Alexis Tsipras, e indirectamente veremos los paralelismos entre el revisionismo eurocomunista y el revisionismo del «socialismo del siglo XXI» latinoamericano, siendo por tanto también una crítica indirecta a la rama latinoamericana de este último.
Ha de saberse que el eurocomunismo fue la corriente revisionista de moda en los 70; y puede resumirse según la óptica marxista-leninista de la siguiente manera:
«Los partidos revisionistas de los países de Europa Occidental despliegan esfuerzos para levantar una teoría sobre una «sociedad nueva» llamada socialista, a la que esperan llegar con «reformas estructurales» y en estrecha coalición con los partidos socialdemócratas, e incluso con los partidos de derecha. Esta sociedad, según ellos, se edificará sobre nuevos fundamentos con «reformas sociales», en «paz social»; por «vía parlamentaria», a través del «compromiso histórico» con los partidos burgueses. Los partidos revisionistas de Europa, como los de Italia, Francia y España, y tras ellos todos los demás partidos revisionistas de Occidente, niegan el leninismo, la lucha de clases, la revolución y la dictadura del proletariado. Todos se han metido en el camino del compromiso con la burguesía capitalista. Han bautizado esta línea antimarxista con el nombre de «eurocomunismo». El «eurocomunismo» es una nueva corriente pseudocomunista que está y no está en oposición al bloque revisionista soviético. Esta actitud vacilante se explica con su propósito de tener una coexistencia de ideas con la socialdemocracia europea, con toda la diversidad de concepciones que se cuecen en la caldera de Europa. Los «eurocomunistas» pueden unirse a quienquiera que sea, a excepción de aquellos que luchan por el triunfo de la revolución y por la pureza de la ideología marxista-leninista». (Enver Hoxha; El imperialismo y la revolución, 1978)
La búsqueda de su pretendido «socialismo», que a veces se referían a él como «socialismo democrático», «socialismo pluralista» o sencillamente «tercera vía», podía ser explicado brevemente también con que:
«El «socialismo» imaginado por los eurocomunistas es un socialismo sin dictadura del proletariado, sin dirección exclusiva del partido comunista, sin teoría marxista-leninista. En ese socialismo el Poder será de todas las clases, accederán a la dirección diversos partidos según los votos que obtengan en las elecciones, la ideología marxista convivirá con todas las demás ideologías burguesas, pequeño burguesas y religiosas. En el socialismo de los eurocomunistas existirán diversas formas de la economía, la propiedad socializada y la iniciativa privada, los capitales imperialistas y las multinacionales. Así pues, en esa sociedad calificada de pluralista se entrelazarán y convivirán en paz y plena armonía clases, partidos, ideologías, distintos tipos de propiedad, elementos socialistas y capitalistas en la economía y en la política, en la base y en la superestructura, en toda la vida de la sociedad. Pero una sociedad así, una mezcla capitalista-socialista ni ha existido ni puede existir jamás. Únicamente puede existir en la imaginación de los eurocomunistas. El socialismo y el capitalismo son dos órdenes sociales que se excluyen mutuamente. La nueva sociedad predicada por los eurocomunistas no es más que la actual sociedad capitalista barnizada con un baño socialista». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)
Era claro que lo que resaltaba por consiguiente que en esta nueva corriente era que:
«Por lo general, los revisionistas no expresan sus ideas de forma tan abierta, tratan de ocultar su traición a la clase obrera de los respectivos países detrás de palabras vacías sobre el cambio de situaciones, la democracia, la libertad, etc. Pero los «eurocomunistas» actúan de manera algo diferente». (Partido del Trabajo de Albania; Eurocomunismo, o revisionismo sin disimular; Publicado en «Zëri i Popullit», Órgano del Comité Central del PTA, 4 de diciembre de 1977)
Y que también:
«Quizás algunos piensen que el eurocomunismo es la rama del revisionismo que más fácil se desenmascara, que con sus tesis se desmonta por sí solo. Pero de todos modos creemos indispensable no ceder en la lucha ideológica contra una teoría que si bien pasada de moda, sigue siendo una teoría extraña al marxismo-leninismo que bebe de otros revisionismos y reformismos, al tiempo que proporciona elementos a «nuevos» revisionismos, léase «socialismo del siglo XXI». (Introducción de Bitácora (M-L) a la obra de Enver Hoxha: «Eurocomunismo es anticomunismo» de 1980, 9 de julio de 2013)
También muchos partidos que oficialmente renunciaron al eurocomunismo como el Partido Comunista de España o el Partido Comunista Francés a finales de los 80, siguen teorizando y actuando como eurocomunistas, y por supuesto la nueva camada de partidos neo-revisionistas como Podemos en España, o SYRIZA en Grecia, han de ser considerados sencillamente como «bastardos» del eurocomunismo.
Ha de entenderse que el revisionismo eurocomunista era mero reformismo, pero debido a que se proclamaban como marxistas, y afirmaban que ellos «actualizaban» y «mejoraban» el marxismo con estas «nuevas tesis», estaban revisando los axiomas fundamentales del marxismo, y es por ello que deben de ser calificados de revisionistas y no de simples reformistas. Esto tiene una enorme importancia de cara al estudio y análisis de cada corriente desde una visión científica. A los partidos como SYRIZA, como veremos, tendremos que tildarlo de igual modo de partido revisionista, aunque no exista diferencia recalcable con lo que sería un viejo partido socialdemócrata de inicios del siglo XX.
¿Y qué es SYRIZA desde un punto de vista marxista-leninista?
SYRIZA no es más que otra opción del capitalismo acorde a estos turbulentos tiempos, por consiguiente es una opción, incluso una expresión de la burguesía, que es empleada en tiempos de crisis para contener la evolución de las condiciones objetivas que lleven a procesos revolucionarios de gran calado, esto se puede ver en el componente asistencialista en lo económico entendido como maniobra de diversión ideológica entre los griegos en un momento en que aún creen –nos referimos a las mayorías de las masas– en los cambios promovidos desde el burocratismo parlamentario burgués, que lleven a una mejor situación económico-política o incluso a una buena práctica de «izquierdas» que conduzca al fin de las crisis capitalista que afecta al Estado Heleno.
En el mismo sentido, SYRIZA no es una organización revolucionaria que suponga una ruptura con el sistema capitalista griego debido a su forma de organización clásica de los partidos socialdemócrata que nadan en el revisionismo: donde hay nulas exigencias para ser miembro, se desarrolla la cooptación de los cargos de partido y hay fracciones internas; por sus lineamientos ideológicos, donde prima el eclecticismo teórico como defensa de no albergar una ideología definida, lo que se refleja en sus acciones prácticas; y a su composición, que recibiendo a muchos miembros descontentos de otros partidos todavía más a la derecha, no pueden siquiera persuadirles de su visión del mundo reaccionaria ya que no tienen una ideología en que apoyarse ni tienen preparada una formación ideológica específica para sus cuadros; de la misma forma que su discurso prometiendo el fin de la crisis no puede ser más que el discurso que promete la panacea a los problemas del capitalismo bajo recetas económicas de viejos programas socialdemócratas, pero son problemas que precisamente la historia ha demostrado que son imposibles de superar bajo tales programas, que deja todos los cabos sueltos respecto al capitalismo y su estructura de explotación y polarización de clases intacta.
¿Cuáles eran los puntos de coincidencia entre SYRIZA de Alexis Tsipras y el Partido Comunista Italiano de Enrico Berlinguer?
Notas
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[2] Todos los documentos en PDF editados por el Equipo de Bitácora (M-L) en el apartado BIBLIOTECA.
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