Sólo expresar que precisamente esa inestabilidad, esa ingobernabilidad, esa crisis económica cuasi perpetua, etc; no solo crea condiciones objetivas para procesos revolucionarios al «socialismo», sino que en ausencia de un verdadero «partido de clase proletaria», de un verdadero «partido comunista» guiado por el «marxismo-leninismo» esas condiciones juegan a favor de la instauración del fascismo. Ucrania asiste a ese proceso sin que al momento hayan reacciones apropiadas para rechazar un mal de tan elevada envergadura. De ahí que nos atrevemos a asegurar que el revisionismo reinante en el Partido Comunista de Ucrania –PCU– ha hecho del mismo un indigno heredero de las «luchas bolcheviques», aunque no le sorprende a nadie, pues su burocratismo y revisionismo viene de lejos.
El documento:
Manifestantes ucranianos del partido Svoboda, con la
foto del principal colaboracionista de los nazis, el fascista ucraniano; Stepán Andríyovich Bandera
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Héctor Vicente: El primer tema que queríamos consultarle es la situación que se está viviendo en Ucrania, con la orden de arresto que se dictó contra el destituido presidente Víktor Fédorovich Yanukóvich. Hay declaraciones del primer ministro ruso Dmitry Medvedev, cuestionando la legitimidad de las nuevas autoridades ucranianas. ¿Qué nos puede decir en torno a todo esto?
James Petras: Es claro que la Unión Europea y los Estados Unidos han conseguido un gobierno que está a la orden de su política. Y está empezando ahora una purga, de toda la oficialidad del régimen democrático para poner en su lugar a representantes de los diferentes sectores de la oposición.
A partir de la toma de poder de los golpistas, empieza la segunda guerra entre los colaboradores para ver quién consigue qué puesto y qué puede conseguir del gobierno y a partir de las negociaciones con la Unión Europea.
Lo que hay que entender es que Ucrania, a partir de esta violencia, es un país en bancarrota, no tiene ningún acceso a los fondos que Rusia desplegó ni tampoco recibe financiamiento del mundo occidental. En esa situación, los europeos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) encabezando las negociaciones, exigen lo que ellos llaman ‘reformas’. Esto significa que el FMI va a dictar la política económica, y les va a ordenar que ellos deben terminar con las subvenciones a la calefacción, al gas, etc.; que deben eliminar muchos de los gastos sociales; deben imponer un plan de austeridad; y van a imponer una serie de medidas de privatizaciones con el consecuente aumento del desempleo.
Esto a la vez, va a crear otros conflictos entre los golpistas, porque un sector golpista está dispuesto a aceptar los mandatos del FMI y otro sector va a decir ‘para qué luchamos si estamos peor que durante la época de Yanukóvich’. Incluso tiene como candidata a la presidencia a Yulia ‘la ladrona’ Timoshenko que estuvo encarcelada por robar más de 400 millones y ahora la presentan como honesta.
Ahora, más allá de la situación precaria de los golpistas y de la nueva situación frente al FMI; hay otros problemas. Ayer los golpistas eliminaron el bilingüismo, nulificaron la lengua rusa en la parte Este del país, donde la gran mayoría de las personas hablan ruso; y eso puede provocar la división del país entre el Este ruso parlante y el resto, los ucrano parlantes.
También hay un sector fascista que está tumbando los monumentos que se erigieron celebrando la derrota de los nazis, y quieren volver a imponer las doctrinas que apoyaron durante la Segunda Guerra Mundial cuando colaboraron con los nazis.
El peligro es que tratan de expulsar a la flota rusa del Mar Negro, particularmente de Sebastopol; tratando de eliminar los derechos de los ciudadanos rusos. Entonces, si tratan de expulsar la flota rusa, es muy posible que Rusia intervenga y apoye la separación de Crimea y el Este ucraniano, lo que aumentará las tensiones entre los países occidentales y los simpatizantes de la posición rusa.
En todo caso, el golpe de estado no ha solucionado ningún problema económico y ha provocado nuevas divisiones y luchas entre los golpistas.
HV: Se genera más inestabilidad en la zona. ¿Se puede generar alguna reacción rusa?
JP: Bueno, por el momento la respuesta es cautelosa. Están estudiando que políticas van a adoptar los golpistas, que sector va a quedarse con el poder y qué política impondrán.
En todo caso Rusia no va a prestar los 15 mil millones de dólares que habían acordado con el presidente Yanukóvich ni va a rebajar el precio del gas; además Ucrania tiene una deuda de 73 mil millones y este año está obligada a devolver 12 mil millones y en este momento no tiene ni una mínima fracción de ese dinero. Los países occidentales, encabezados pro Estados Unidos y el FMI, ya adelantaron que no van a prestar ni un centavo si no comienzan a aplicar un plan de austeridad y terminan con la política nacionalista. Tienen que entrar en la onda neoliberal como lo hicieron España, Irlanda o Grecia, donde se aplicaron fuertes recortes públicos y se profundizaron las privatizaciones de toda la riqueza.
Entonces, dicen primero reformas y luego préstamos. Primero neoliberalismo y luego financiamiento. Y eso inevitablemente va a crear condiciones muy graves para las mayorías en Ucrania, no saben lo que se les viene porque la dictadura del FMI es la peor forma de gobernar un país.
Diario Octubre
Fragmentado por Bitácora
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