lunes, 21 de septiembre de 2020

Lenin contra la teoría del terrorismo excitativo


«En la octavilla tampoco falta la teoría del terrorismo excitativo. «Cada desafío del héroe despierta en todos nosotros el espíritu de lucha e intrepidez», nos dicen. Sin embargo, sabemos por lo pasado y vemos por lo presente que sólo las nuevas formas del movimiento de masas o el despertar de nuevos sectores de las masas a la lucha independiente despiertan de verdad en todos el espíritu de lucha e intrepidez. En cambio, los desafíos, precisamente porque no pasan de ser desafíos, de los Balmashev, causan solo de momento una sensación efímera y llevan a la larga incluso a la apatía, a la espera pasiva del desafío siguiente. Se nos asegura más adelante que «cada relámpago de terrorismo da luz a la inteligencia», lo cual no advertimos, lamentablemente, en el Partido de los Socialistas-Revolucionarios, que preconiza el terrorismo. Se nos ofrece una teoría de la labor minúscula y de la gran obra. «Quien tenga más fuerzas y mayores posibilidades y decisión no debe darse por satisfecho con la labor minúscula (!), debe buscar y entregarse a una gran obra: la propaganda del terrorismo entre las masas (!), la preparación de complicadas –¡se ha olvidado ya la teoría de la calidad de incapturable!– empresas terroristas». ¿Verdad que resulta inteligente a maravilla? Entregar la vida de un revolucionario para vengarse del canalla Sipiaguin y sustituirlo por el canalla Plehve es una gran obra. Pero preparar, por ejemplo, a las masas para una manifestación armada es una labor minúscula. Revoliutsionnaya Rossia explica esto en su número 8, al declarar que de las manifestaciones armadas «es fácil hablar y escribir como de algo perteneciente a un futuro lejano e impreciso»; «pero todas estas peroratas han tenido hasta ahora un carácter solo teórico». ¡Qué bien conocemos este lenguaje de quienes se sienten libres de las incomodidades que implican las firmes convicciones socialistas y de la gravosa experiencia de todos los movimientos populares, cualesquiera que sean! Esas personas confunden lo tangible y los resultados inmediatos sensacionales con su importancia práctica. Para ellas, la exigencia de sustentar con firmeza el criterio clasista y velar por el carácter masivo del movimiento es «teorización imprecisa». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Aventurerismo revolucionario, 1902)

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