«La historia del movimiento obrero iraní está llena de altibajos, pudiéndose extraer muchas lecciones. La clase obrera estaba todavía en una fase embrionaria cuando sus representantes políticos —influidos por la socialdemocracia en Rusia e inspirados por el Partido bolchevique— participaron en la «revolución constitucionalista» de 1906 (5) y jugaron un importante papel en la revolución y el levantamiento de Tabriz. La clase obrera acababa de constituirse y creado sus primeras organizaciones cuando participó en el movimiento «de la Jungla» y la «República de Guilan» (6) e incluso consiguió tomar la dirección de estos movimientos gracias a la inteligencia del destacado comunista iraní Heydar Khan Amu Oghli. La joven clase obrera en los movimientos de 1941-1953 fue una importante fuerza en todos los aspectos de la vida social e incluso a punto estuvo de tomar el poder, pero fue traicionada por algunos de sus representantes y salvajemente reprimido por el régimen sangriento que ocupó el poder tras el golpe de 1953. Más tarde, el imperialismo, que reconocía a esta gran fuerza social como su único enemigo real, desarrolló un ataque tan enorme sobre esta fuerza, que la historia de este período marcó la confrontación entre estas dos fuerzas. Los mercenarios del imperialismo abrieron fuego sobre un gran número de obreros y sus representantes comunistas. Varios oficiales, comunistas revolucionarios y valerosos obreros fueron ejecutados. Pero estas ejecuciones no fueron la causa principal del desastre –puesto que cada revolución necesita sacrificios–, más bien fue la corrupción en la dirección del movimiento. El revisionismo jruchovista dominó la dirección y causó la división en el Partido Tudeh (Comunista). Una serie de comunistas (7) se levantaron contra el revisionismo pero la situación de dictadura no les permitió crecer y su justa voz no se oyó. Especialmente en unos momentos cuando el sonido de las metralletas de los partidarios de otra línea desviacionista –el castrismo– estaba ocultando a los intelectuales rebeldes y a la juventud revolucionaria la posibilidad de escuchar esta justa voz –que entonces alzara la Organización Marxista-Leninista Toufan– su repercusión fue mínima.
El movimiento no se había recuperado todavía de los efectos del revisionismo jruchovista y el «guarismo» cuando fue golpeado por el maoismo y las tesis desviacionistas de la «teoría de los tres mundos». Esta teoría fue, de hecho, una barrera fin la reconstrucción de nuestro Partido.
Pero, finalmente, superamos estos obstáculos y antes de la revolución, en el verano de 1978, el Partido Comunista de Irán se reconstruyó bajo el nombre de Partido Comunista de los Obreros y Campesinos de Irán, ya que estábamos convencidos que sin un partido revolucionario, la lucha no alcanzaría el éxito y cumpliría sus objetivos.
Nuestro joven Partido nació justamente antes de la revolución, y con toda energía penetró en la lucha de masas. La historia de un año de lucha de nuestro Partido en esa etapa es un magnífico ejemplo de la organización de la clase obrera iraní. Estas luchas crecían diariamente. Nuestros camaradas organizaban huelgas y protestas en muchas fábricas y pueblos. En la fábrica Choka en Rasht, en la fábrica de acero en Isfahan, entre los mineros de Bafgh y los trabajadores del sector de la pesca de Mazandaran. En las fábricas de Alborz, Pars Electric, Alyaf y General Industry en Teherán y decenas de otras empresas. En todas partes la clase obrera se organizaba. Las ideas comunistas se extendían entre la clase obrera en un excepcionalmente corto espacio de tiempo. La juventud y los intelectuales iban a las fábricas a organizar a los obreros. Todos los grupos revolucionarios en Irán acentuaron su actividad, provocando el terror de los imperialistas. Para mostrar el terror del imperialismo a los comunistas podemos señalar algunos extractos de la conversación secreta entre el general Moghadan, jefe de la SAVAK y el general Yu Jin Tai, jefe de la Inteligencia del Departamento de Defensa norteamericano –documento publicado después de la revolución–:
«Los comunistas han penetrado en las instituciones vitales del país como el petróleo, energía hidráulica, telecomunicaciones, etc. y están utilizando al clero para resguardarse», o «Los comunistas habían preparado el terreno para sus actividades hace tiempo. Organizándose entre la juventud pusieron bajo su control gradualmente a todas las instituciones. Por ejemplo, tenían bajo su influencia los medios de comunicación como la prensa, radio y televisión, e incluso el Ministerio de Arte y Cultura», y «nuestra juventud es instigada por los comunistas al desorden, las huelgas y revueltas, y dado que los religiosos y los comunistas están mezclados, nos vemos muy limitados en nuestra acción».
En esta conversación, el general Moghadam evaluaba la situación en favor, cada vez más, de los comunistas y el Dr. Bowie, asesor político norteamericano que acompañaba a Tai en su visita, estaba pensando en crear un Gobierno de carácter nacional-religioso. De hecho, el desarrollo de la revolución y la fuerza de los movimientos obrero y comunista aterrorizó al imperialismo y aceptó un Gobierno nacional-religioso. Se acordó que el traspaso del poder debería tener lugar sin derramamiento de sangre ni con levantamiento alguno.
Con este objetivo se celebraron una serie de contactos entre representantes de Jomeini de un lado y representantes del imperialismo yanqui y generales del Ejército iraní de otro. Esta decisión se aprobó por los líderes de las cuatro potencias industriales occidentales en la Conferencia de Guadalupe. Aceptaron el hecho de que dejarían de apoyar al régimen del Sha y, con el fin de impedir pérdidas mayores –a sus intereses– apoyarían a Jomeini. El general Hoyzer fue nombrado para esta misión para viajar a Irán y jugar el papel de intermediario entre ambas partes (8). Según los informes de los camaradas de nuestro Partido que en aquellos días dirigían la gran huelga de los obreros de «General Industry» (9), Jomeini, el actual Presidente, que era el máximo dirigente de la «oficina del Imán» antes de su llegada al poder y antes de la revolución de febrero, con el fin de terminar con las huelgas de los obreros y su desarrollo –que eran obstáculos en su camino– fue a la fábrica con millones de Tomans –moneda iraní equivalente al franco francés– para pagar los salarios adeudados a los trabajadores. Pero el Consejo Obrero no lo aceptó. Fue en estos momentos cuando se produjo el levantamiento y nuestros camaradas tuvieron que llamar a los obreros a poner fin a la huelga para acudir a las calles y ayudar a la revolución. (10) La revolución comenzó y estaba todo tan preparado que cualquier cambio iría en beneficio de Jomeini, y así ocurrió. El Ejército se unió al Gobierno Provisional y el Gobierno Provisional de Bazargan ocupó el poder. La burguesía nacional y la pequeña burguesía tradicional, bajo la dirección de Jomeini, tomaron el poder». (Partido del Trabajo de Irán; Cómo fue traicionada la revolución; Publicado en Teoría y práctica, Nº 7, 1985)
Anotaciones de la edición:
(6) Tras la derrota de la revolución constitucionalista, en 1914 comenzó en el norte de las provincias de Irán un movimiento antigubernamental. Este movimiento es conocido como el Movimiento de la Jungla, porque las fuerzas de este movimiento se encontraban inicialmente en los bosques. La dirección de este movimiento se encontraba en manos de un hombre llamado Mirzah Kochak Khan, que profesaba ideas religiosas. Este movimiento alcanzó un gran apoyo en sus indicios y los comunistas tomaron parte en él y lo apoyaron. Pero transcurrido un tiempo Mirzah, debido a sus creencias religiosas, ignoró los objetivos de la revolución y tomó una actitud hostil hacia los comunistas, intensificándose las diferencias que culminaron en una guerra civil. Heydar Khan, destacado comunista y líder del primer Partido Comunista de Irán, fue detenido al reunirse el Gobierno revolucionario, y finalmente asesinado por los seguidores de Mirzah. En 1921, este movimiento fue aplastado por Reza Sha debido a la falta de dirección mostrada por el gran comunista Heydar Khan.
(7) Del partido Tudeh, dos camaradas del Comité Central y del Buró Político, los camaradas Ghasemi y Frootan y otro camarada que era asesor del Comité Central, el camarada Saghaiei, junto con una serie de cuadros del Partido, se enfrentaron a la dirección revisionista y establecieron la Organización Marxista-Leninista Toufan (Tormenta) Estos camaradas lograron huir a Occidente y continuar su lucha en las más difíciles condiciones.
(8) El propio «Beheshti» confesó este hecho y declaró que con la aprobación de Jomeini se reunió en secreto en Teherán con el General Hoyzer. También oficiales del Ejército del Sha han respaldado la celebración de este encuentro.
(9) La huelga de los obreros de «General Industry» fue una de las huelgas más gloriosas del movimiento obrero iraní. Esta huelga, que fue organizada con la ayuda de nuestros camaradas una semana antes de la revolución, terminó con la detención del director de la fábrica y la creado de un consejo obrero. El consejo obrero era el encargado de dirigir la fábrica. Durante una semana de huelga, los estudiantes que ayudaban a los obreros pronunciaron discursos. Todos los días la fábrica era visitada por periodistas nacionales y extranjeros. Esta huelga pronto se extendió a otras fábricas y se crearon más consejos obreros. El movimiento crecía organizando un potente movimiento anticapitalista, hasta que los olores del capital lo frenaron.
(10) Jomeini y compañía estaban temerosos de la revolución y cuando el pueblo se echó a las calles, envió grupos propagandísticos contra el pueblo que recorrieron la ciudad en autos y motos, llamando al pueblo a regresar a sus hogares, según consejo de Jomeini. Tras la revolución, Jomeini calificó el levantamiento y los ataques contra comisarios de policía como una conspiración del imperialismo para distribuir armas entre el pueblo.
El Partido del Trabajo de Irán (PTI), mantuvo una valerosa lucha en unas condiciones altamente complicadas en cuanto a represión. Lamentablemente al igual que otros partidos marxista-leninistas, empezó a desviarse de los principios más básicos a finales de la década de los 80. Esto puede verse por ejemplo en sus especulaciones teóricas, poniendo en cuestión el modelo económico de la URSS de Lenin y Stalin, en concreto rechazando la necesidad de la industrialización, volviendo con ello a teorías más cercanas del populismo ruso o del maoísmo sobre el papel de la industria y su relación con la agricultura. Véase el artículo de Hamid Taghvaee: «Tesis introductorias sobre la cuestión de la Unión Soviética» publicado en Bolshevik Message, No. 8, mayo de 1987.
Actualmente los restos del partido iraní, como ocurrió con muchos otros que se convirtieron progresivamente en socialdemócratas, ha acabado formando parte de la internacional de renegados de la CIPOML:
«El PC de C-ML es miembro de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista-Leninistas (CIPOML), lo que ya dice mucho de esta organización colombiana, pues comulga con una internacional de partidos en su mayoría eclécticos y revisionistas. Es esta una plataforma en la que cualquiera que se diga marxista-leninista y firme un par de declaraciones y que mande mensajes de solidaridad, puede decirse miembro de la misma, no existiendo unidad ideológica ni corroboración del cumplimiento de las demandas ideológicas. La CIPOML es un centro donde reina el formalismo y el liberalismo, hartamente conocido por dedicarse a conferencias, declaraciones juntas de sus miembros donde enuncian cuatro cosas sin ahondar demasiado en la cuestión –por miedo a equivocarse teóricamente o perder influencia– y sin la necesidad de aplicar estos principios y tareas que dicen enunciarse –muestra de ello es que cada partido tiene un concepto diferente sobre los mismos temas–, dando la apariencia de que hacen algo significativo, aunque por sus propios documentos se ve claramente que no hacen nada relevante. Igualmente algo que salta a la vista es la poca preparación teórica de los dirigentes de los respectivos partidos donde eluden realizar análisis –o si lo hacen pasan de puntillas– en torno a cuestiones políticas pasadas o presentes, incluyendo cuestiones de la propia historia del movimiento comunista internacional y de sus partidos, dejándonos en la incógnita de su posición sobre algunas cuestiones o de como explican algunos fenómenos importantes, dedicándose más bien a meras declaraciones cortas donde intentan no pillarse los dedos ni disgustar a nadie como decimos, sumado alguna ocasional cita de algún clásico del marxismo-leninismo. Entre las filas de esta especie de internacional encontramos partidos vergonzantes con los que el PC de C-ML comparte sitio en esta internacional como el Partido Comunista Marxista Leninista de Venezuela que pese a recitar formalmente varios de los principios marxista-leninistas sufre en cambio una ausencia de trabajo con las masas y alimenta ilusiones sobre el viejo revisionismo soviético y alemán; el Partido Comunista de Ecuador Marxista-Leninista que aplica desde hace décadas unas tácticas de frente popular basadas en un cheque en blanco hacia cualquier líder y organización con tal de ganar algo de simpatías e influencia, donde apoya las candidaturas de los candidatos más derechistas y reaccionarios de los viejos partidos tradicionales con tal de contraponerse al socialismo del siglo XXI en el poder, y cuando se aburre, vuelve a apoyar a Correa, y así va cambiando de táctica cíclicamente; o como el abiertamente revisionista Partido Comunista de España (marxista-leninista) que sufre de un legalismo y republicanismo burgués, además de un apoyo a revisionismos como el cubano, chino, y nicaragüense entre tantos otros, traicionando su propio legado de combate contra estas corrientes». (Equipo de Bitácora (M-L); Una reflexión necesaria sobre las FARC-EP, los acuerdos de paz y la historia de las guerrillas en Colombia, 2016)
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