«A Mikoyan:
Transmitir el contenido de este telegrama a Mao Zedong.
Primero. Estamos encantados con que los camaradas chinos controlen a la mayoría del campesinado y de los estudiantes, pero estamos apenados con que no tengan la mayoría entre la clase obrera. Nos explicamos esto por el hecho de que los camaradas chinos no han tenido experiencia en los grandes centros industriales.
Se debería liquidar este defecto como sea y tan pronto como sea posible. Las grandes ciudades deben convertirse en bases para el comunismo. No solamente se debe no tener miedo de ocupar las grandes ciudades, sino que se debe, por contra, intentar ocuparlas lo más rápido posible para transformarlas en su fortaleza. La base de la independencia de China es la industrialización, pero no se puede industrializar China sin poseer las grandes ciudades y otros centros industriales.
De acuerdo con una bien conocida directriz del marxismo-leninismo, los comunistas no pueden encargarse de su país ni dirigirlo sin contar con la mayoría entre la clase obrera. Se deberían crear grupos de obreros comunistas y de simpatizantes comunistas en las fábricas e industrias, y en los ferrocarriles. Se debería abrir la membresía del partido comunista a obreros probados y a miembros de la intelectualidad obrera. Se debería ayudar a los obreros a mejorar sus condiciones materiales con o sin huelgas. Se debería promulgar una ley laboral y sobre el seguro de los trabajadores ante la enfermedad, discapacidad y vejez. A la cabeza de los sindicatos profesionales se deberían encontrar comunistas probados, quienes no desertarán del comunismo en caso de dificultades, sino que mantendrán firmemente posiciones comunistas. Los sindicatos provisionales deben encontrarse en manos de los comunistas.
Todas estas medidas os ayudarán a tomar el control de la clase obrera.
Podemos ayudaros en el desarrollo de leyes laborales». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Cable de Filippov [Stalin] a Anastasas Mikoyan, 3 de febrero de 1949)
Anotaciones de Bitácora (M-L):
Stalin comentando a los comunistas indonesios la vía china en la cuestión militar
Stalin advirtiendo a Mao Zedong de las consecuencias de no apartarse de su visión revisionista de «marxismo nacional» y «socialismo chino»
Stalin reprendiendo la falta de autonomía y seguidismo de los dirigentes chinos; o la refutación de las calumnias de los revisionistas modernos sobre Stalin y las relaciones con los partidos hermanos
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«¡Pedimos que se evite el insulto y el subjetivismo!»