martes, 10 de enero de 2017

Lenin hablando sobre la inestabilidad y la ambivalencia de la pequeña burguesía


«Mientras impere el capitalismo, no hay para el pequeño propietario más que esta alternativa: o convertirse en un capitalista posibilidad que, en el mejor de los casos, sólo se abre ante el uno por ciento de los pequeños propietarios o convertirse en un hombre arruinado, en un semiproletario y después en un proletario. Lo mismo ocurre en política; los demócratas pequeño burgueses, sobre todo sus líderes, tienden a arrastrarse tras la burguesía. Los jefes de los demócratas pequeño burgueses consuelan a su masa con promesas y seguridades acerca de la posibilidad de llegar a un acuerdo con los grandes capitalistas. En el mejor de los casos, obtienen de éstos, durante muy poco tiempo, ciertas concesiones insignificantes para una pequeña capa superior de los trabajadores, mientras que en todas las cuestiones decisivas, en todos los asuntos importantes, los demócratas pequeño burgueses se han encontrado siempre a la zaga de la burguesía, como un apéndice impotente, como un instrumento sumiso en manos de los magnates financieros. La experiencia de Inglaterra y Francia ha confirmado esto muchas veces.

La experiencia de la Revolución Rusa, desde febrero hasta julio de 1917, en que los acontecimientos, sobre todo bajo la influencia de la guerra imperialista y de la profunda crisis provocada por ella, se desarrollaron con extraordinaria rapidez, ha confirmado palpablemente, con una evidencia asombrosa, la vieja verdad marxista de que la posición de la pequeña burguesía es inestable». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Enseñanzas de la revolución, 6 de septiembre de 1917)

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