«El camarada Stalin fue muy justo y prudente, y se atenía a los principios en estos problemas tan delicados y complejos. Cuando las relaciones con la Yugoslavia titoista habían entrado en el período más grave de la crisis, cuando la enemistad entre nosotros y los titoistas había llegado al punto culminante, cuando todos luchábamos contra los revisionistas de Belgrado, que se oponían al socialismo y al movimiento comunista, en una conversación que tuve con Stalin, entre otras cosas me dijo que la Federación yugoslava, en tanto que unión de diversas repúblicas, en su aspecto formal, es progresista. Considerándola desde este punto de vista, no hay razón alguna para que ella se disgregue, pero el titoismo y los titoistas, en tanto que traidores al marxismo-leninismo, deben ser combatidos ideológica y políticamente. La lucha contra ellos no debe ser desarrollada desde las posiciones chovinistas y partiendo de las reivindicaciones territoriales, y tampoco debe llevarse a cabo contra los pueblos de Yugoslavia, sino que es preciso ayudar a las naciones que la integran, para que gocen del derecho a la autodeterminación e incluso a la misma separación de la Federación. A Yugoslavia y al pueblo yugoslavo no debemos tocarlos ni atacarlos, sino convencerlos de que a su cabeza se encuentra una dirección traidora que los lleva hacia el precipicio. Que sea el propio pueblo yugoslavo quien pronuncie su palabra, que sean los propios comunistas yugoslavos quienes pronuncien su palabra.
Esta era la actitud de principios de Stalin y nosotros siempre hemos estado completamente de acuerdo con ella. Entonces se podrán exponer los problemas fronterizos, conversar como hacen los marxista-leninistas y, en el espíritu del internacionalismo proletario, encontrar soluciones justas, que vayan a favor, no sólo de los intereses pura y simplemente nacionales, sino también de los intereses del comunismo mundial». (Enver Hoxha; La lucha contra el jruschovismo no debe perderse en reivindicaciones territoriales; Reflexiones sobre China, Tomo I, 6 de marzo de 1964)
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