«PRAGMATISMO — (Del griego: «pragma» - hecho, obra.) El pragmatismo es una tendencia idealista, reaccionaria, en la filosofía burguesa moderna que niega el carácter objetivo de la verdad y afirma que el valor de una teoría científica se determina no por el grado en que ella refleja correctamente la realidad, sino sólo por la utilidad o ventaja que dicha teoría comporta en tal o cual caso concreto. Partiendo de esta premisa, el pragmatismo considera las «verdades» de la religión –por ejemplo, los mitos de la inmaculada concepción de Jesús, de la existencia de dios, del infierno y del paraíso, etc.– como no menos verdaderos que las verdades de la ciencia. Al mismo tiempo, el pragmatismo renuncia a considerar las teorías matemáticas y científico-naturales como un fiel reflejo de las leyes objetivas de la Naturaleza: sólo ve en ellas hipótesis subjetivas, arbitrariamente construidas por los sabios, que han de permitirles con mayor o menor comodidad resolver determinados problemas prácticos. El contenido reaccionario del pragmatismo es de absoluta evidencia. Como doctrina filosófica, el pragmatismo se formó a fines del siglo XIX, logrando su mayor difusión en América y en Inglaterra, donde fueron sus representantes James, Dewey y otros». (Mark Rosental y Pavel Yudin; Diccionario filosófico marxista, 1940)
viernes, 10 de noviembre de 2017
Pragmatismo; Mark Rosental y Pavel Yudin, 1940
«PRAGMATISMO — (Del griego: «pragma» - hecho, obra.) El pragmatismo es una tendencia idealista, reaccionaria, en la filosofía burguesa moderna que niega el carácter objetivo de la verdad y afirma que el valor de una teoría científica se determina no por el grado en que ella refleja correctamente la realidad, sino sólo por la utilidad o ventaja que dicha teoría comporta en tal o cual caso concreto. Partiendo de esta premisa, el pragmatismo considera las «verdades» de la religión –por ejemplo, los mitos de la inmaculada concepción de Jesús, de la existencia de dios, del infierno y del paraíso, etc.– como no menos verdaderos que las verdades de la ciencia. Al mismo tiempo, el pragmatismo renuncia a considerar las teorías matemáticas y científico-naturales como un fiel reflejo de las leyes objetivas de la Naturaleza: sólo ve en ellas hipótesis subjetivas, arbitrariamente construidas por los sabios, que han de permitirles con mayor o menor comodidad resolver determinados problemas prácticos. El contenido reaccionario del pragmatismo es de absoluta evidencia. Como doctrina filosófica, el pragmatismo se formó a fines del siglo XIX, logrando su mayor difusión en América y en Inglaterra, donde fueron sus representantes James, Dewey y otros». (Mark Rosental y Pavel Yudin; Diccionario filosófico marxista, 1940)
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