« d) Si hasta este punto el lector pudiera pensar que nuestros amigos «antirevisionistas» aprendieron finalmente la lección y se alejaron del maoísmo, es que desconocen su tozudez por su ídolo Mao Zedong.
Si bien RC se integró en la plataforma Colectivo Proletario Internacionalista (CPI) para apoyar a la guerrilla maoísta de los naxalitas en la India, también se integró a su vez en la Coordinación Internacional de Partidos y Organizaciones Revolucionarias (ICOR), una suerte de internacional de partidos como el Partido Comunista de India (Marxista-Leninista), el Partido Comunista de Colombia - Maoísta, el Partido Comunista Marxista-Leninista –conocido por sus siglas en turco como (MLKP)–, la Organización Comunista de Grecia –conocido por sus siglas en griego como (KOE)– o el Partido Comunista (Marxista-Leninista-Maoísta) de Bolivia, todos ellos partidos conocidos por sus conceptos, desfiles, simbología, y metodología maoísta. Esto no ha importado demasiado en RC, ya que su máximo dirigente ha dicho orgulloso que:
«En lo que a materia de relaciones internacionales se refiere, Reconstrucción Comunista es miembro de la ICOR, Coordinadora Internacional de Organizaciones y Partidos Revolucionarios, de la cual forman parte decenas de organizaciones y Partidos de todo el mundo. Algo público y visible. ¿Dónde están ellos?, Donde tienen que estar, con los suyos, apoyando a movimientos anticomunistas desde su ordenador». (Juan Mesana; Algunos apuntes sobre nuestra historia, 12 de octubre de 2014)
Sinceramente si alzamos la cuestión sobre qué es más contrarrevolucionario: ¿si apoyar a movimientos anticomunistas «desde el ordenador» como dice este charlatán, o estar «in situ» hombro a hombro junto a las organizaciones revisionistas como hace RC con su incorporación a la ICOR? Bastante claro está que esta práctica de RC hace mucho más daño al movimiento revolucionario y marxista-leninista.
Los cabecillas de RC se llenan la boca de hablar de «internacionalismo proletario», de que según dicen ellos, realizan «una gran labor internacionalista por todo el mundo». Esto no puede más que provocar la risa a diestro y siniestro, su «internacionalismo» no es más que un apoyo al revisionismo, a los mitos de la historiografía burguesa-revisionista, un apoyo indirecto a la burguesía en definitiva:
«El internacionalismo proletario es un componente del marxismo-leninismo y está indisolublemente ligado a él. Por lo tanto, no puede haber internacionalismo proletario fuera del combate para la defensa de la precisa aplicación del marxismo-leninismo. El marxismo-leninismo enseña a evaluar correctamente desde las posiciones marxista-leninistas las enseñanzas sobre las clases y la lucha de clases de nuestra época, a determinar correctamente cuales son las fuerzas y contradicciones principales del presente, cual es el enemigo principal, los aliados a los cuales debe unirse, a mantener la doctrina sobre el rol dirigente del partido revolucionario del proletariado, a preparar el proletariado y las demás masas trabajadoras para la revolución proletaria y el establecimiento de la dictadura del proletariado, a movilizar y conducirla a luchar por la construcción del socialismo y el comunismo, a apoyar a los verdaderos partidos marxistas-leninistas y la lucha revolucionaria del proletariado de las naciones oprimidas contra el imperialismo, el socialimperialismo y la reacción nacional e internacional. Cualquiera que se abstenga de todo esto, niega el internacionalismo proletario». (Radio Tirana; El internacionalismo proletario es la ideología y el arma del proletariado mundial para la victoria del socialismo y el comunismo, 1977)
Y no puede ser de otra forma, pues solo se puede ayudar a la causa revolucionarios de los pueblos, solo se puede ser internacionalista llamando a las cosas por su nombre, denunciando a todos los revisionistas –no uniéndose a ellos–, denunciando sus prácticas –no apoyando sus actos–:
«La polémica contra los renegados sobre los principios del marxismo-leninismo de uno u otro país no es una injerencia en los asuntos internos, ni supone provocar la escisión en la unidad, sino que supone el camino abierto de la lucha de clases para la exposición del revisionismo, para la defensa del marxismo-leninismo y el fortalecimiento del internacionalismo proletario. Esto ayuda a los comunistas y revolucionarios a distinguir la verdad de la falsedad, ya que se actúa de manera abierta y llama a las cosas por su nombre. La polémica abierta no deja a los revisionistas un solo momento en paz e impide la realización de su trabajo traicionero. (...) Los partidos marxistas-leninistas llevan en la teoría y la práctica de una lucha aguda e implacable para el fortalecimiento del internacionalismo proletario, contra cualquier distorsión revisionista. Sólo de esta manera, basada en el marxismo-leninismo, la causa de la clase obrera, la revolución y el socialismo puede ser llevada a la victoria». (Leonora Simo; El internacionalismo proletario se fortalecerá en la lucha contra las concepciones y prácticas revisionistas, 1978)
¿Quién puede entonces, tomarse en serio las demagógicas declaraciones sobre el «internacionalismo proletario» de RC cuando identifica abiertamente como aliados a parte de los maoístas nacionales y a la mayoría de los maoístas internacionales? ¿Como un verdadero marxista-leninista iba a tomarse en serio estas arengas al internacionalismo proletario cuando RC se junta hasta con los revisionistas más eclécticos y ultraoportunistas para atacar a los verdaderos marxista-leninistas que intentan derribar los mitos y la labor traicionera del revisionismo?
El interés que ha tenido RC desde sus inicios no ha sido la búsqueda de la unidad con los marxista-leninistas, sino con los revisionistas.
Aunque suene sorprendente y ridículo a partes iguales, RC desde sus inicios se ha hinchado el pecho declarando que militaban en la ICOR debido a que ¡era una plataforma de comunistas de «lucha contra el revisionismo»!:
Los cabecillas de RC se llenan la boca de hablar de «internacionalismo proletario», de que según dicen ellos, realizan «una gran labor internacionalista por todo el mundo». Esto no puede más que provocar la risa a diestro y siniestro, su «internacionalismo» no es más que un apoyo al revisionismo, a los mitos de la historiografía burguesa-revisionista, un apoyo indirecto a la burguesía en definitiva:
«El internacionalismo proletario es un componente del marxismo-leninismo y está indisolublemente ligado a él. Por lo tanto, no puede haber internacionalismo proletario fuera del combate para la defensa de la precisa aplicación del marxismo-leninismo. El marxismo-leninismo enseña a evaluar correctamente desde las posiciones marxista-leninistas las enseñanzas sobre las clases y la lucha de clases de nuestra época, a determinar correctamente cuales son las fuerzas y contradicciones principales del presente, cual es el enemigo principal, los aliados a los cuales debe unirse, a mantener la doctrina sobre el rol dirigente del partido revolucionario del proletariado, a preparar el proletariado y las demás masas trabajadoras para la revolución proletaria y el establecimiento de la dictadura del proletariado, a movilizar y conducirla a luchar por la construcción del socialismo y el comunismo, a apoyar a los verdaderos partidos marxistas-leninistas y la lucha revolucionaria del proletariado de las naciones oprimidas contra el imperialismo, el socialimperialismo y la reacción nacional e internacional. Cualquiera que se abstenga de todo esto, niega el internacionalismo proletario». (Radio Tirana; El internacionalismo proletario es la ideología y el arma del proletariado mundial para la victoria del socialismo y el comunismo, 1977)
Y no puede ser de otra forma, pues solo se puede ayudar a la causa revolucionarios de los pueblos, solo se puede ser internacionalista llamando a las cosas por su nombre, denunciando a todos los revisionistas –no uniéndose a ellos–, denunciando sus prácticas –no apoyando sus actos–:
«La polémica contra los renegados sobre los principios del marxismo-leninismo de uno u otro país no es una injerencia en los asuntos internos, ni supone provocar la escisión en la unidad, sino que supone el camino abierto de la lucha de clases para la exposición del revisionismo, para la defensa del marxismo-leninismo y el fortalecimiento del internacionalismo proletario. Esto ayuda a los comunistas y revolucionarios a distinguir la verdad de la falsedad, ya que se actúa de manera abierta y llama a las cosas por su nombre. La polémica abierta no deja a los revisionistas un solo momento en paz e impide la realización de su trabajo traicionero. (...) Los partidos marxistas-leninistas llevan en la teoría y la práctica de una lucha aguda e implacable para el fortalecimiento del internacionalismo proletario, contra cualquier distorsión revisionista. Sólo de esta manera, basada en el marxismo-leninismo, la causa de la clase obrera, la revolución y el socialismo puede ser llevada a la victoria». (Leonora Simo; El internacionalismo proletario se fortalecerá en la lucha contra las concepciones y prácticas revisionistas, 1978)
¿Quién puede entonces, tomarse en serio las demagógicas declaraciones sobre el «internacionalismo proletario» de RC cuando identifica abiertamente como aliados a parte de los maoístas nacionales y a la mayoría de los maoístas internacionales? ¿Como un verdadero marxista-leninista iba a tomarse en serio estas arengas al internacionalismo proletario cuando RC se junta hasta con los revisionistas más eclécticos y ultraoportunistas para atacar a los verdaderos marxista-leninistas que intentan derribar los mitos y la labor traicionera del revisionismo?
El interés que ha tenido RC desde sus inicios no ha sido la búsqueda de la unidad con los marxista-leninistas, sino con los revisionistas.
Aunque suene sorprendente y ridículo a partes iguales, RC desde sus inicios se ha hinchado el pecho declarando que militaban en la ICOR debido a que ¡era una plataforma de comunistas de «lucha contra el revisionismo»!:
«Estamos comprometidos con el internacionalismo proletario, somos miembros de la Coordinadora internacional de organizaciones y partidos revolucionarios (ICOR), porque entendemos que todos los partidos revolucionarios tenemos que coordinarnos, que en esta época de agudización del imperialismo es más importante que nunca la coordinación de todos los Partidos revolucionarios. La lucha contra el revisionismo es uno de nuestros pilares, el MCE fue destruido por los revisionistas, es nuestra obligación combatir tanto a los izquierdistas como a los revisionistas derechistas en todas sus formas y siglas, apostamos por la unidad de los comunistas, pero la de los comunistas, no la de los revisionistas que pudren todo lo que tocan. RC surgió en liza contra el revisionismo y lucha por reconstruir el MCE y reconstituir al Partido Comunista, ya que en el estado no existe el Partido Comunista, solo destacamentos desperdigados, nuestra misión es estrechar las relaciones entre los marxistas-leninistas y conducir hacia un proceso de unidad de acción, lucha ideológica y reconstitución del Partido del proletariado». (Reconstrucción Comunista; Qué es Reconstrucción Comunista, 10 de junio de 2013)
¡He aquí la fórmula mágica de RC: promover la «lucha contra el revisionismo» y «reconstitución del movimiento marxista-leninista» a través de la unión con los revisionistas maoístas a nivel internacional en la ICOR! Una lección de eclecticismo y lógica revisionista aplastante, ¡si señor!.
Esta internacional, la ICOR, pone en sus estatutos sobre la ideología y organización de sus partidos:
«Una clara línea demarcatoria frente al revisionismo, trotskismo y anarquismo, así como a cualquier forma de anticomunismo como los ataques hostiles y la instigación burguesa contra el llamado «estalinismo» o «maoísmo». (...) Abogar activamente, sobre la base de la plataforma política común, por la unificación ideológica política paso a paso de la ICOR en todas las cuestiones esenciales, y promover la iniciativa para ello; de la solidaridad inquebrantable y la ayuda práctica mutua». (Coordinación Internacional de Partidos y Organizaciones Revolucionarias, Estatutos, 2010)
Hace poco, en el anteúltimo número de la revista hasta la fecha de RC, al explicar sus nexos históricos con el maoísmo han intentado defenderse de su militancia en la ICOR:
«La ICOR no es una internacional comunista, es una coordinadora de partidos revolucionarios que se organizan para realizar trabajo práctico, como puede ser el ecologismo o la solidaridad con Rojava. Volvemos a incidir en que los maoístas, al igual que la burguesía, pueden en ciertos momentos ser revolucionarios». (Revista de Acero; Nº6; Algunos aspectos sobre nuestra posición histórica frente al maoísmo, agosto de 2015)
Viendo esto, uno podría decir que RC no ha escarmentado sobre sus errores pasados frente al maoísmo, por lo que otras organizaciones como el Partido Comunista del Trabajo de España (PCTE) se hayan cansado de tener paciencia y han polemizado abiertamente, y con razón, la postura oportunista pusilánime de RC respecto a su participación en la ICOR –que encima bañan con excusas ridículas–:
«Algunos militantes de este partido «argumentan» que la ICOR no es una Internacional. No, en efecto, sólo es una coordinadora mundial de partidos y organizaciones que tiene unos estatutos a cumplir por las secciones de la misma –¡sí, sí! ¡secciones!–, celebra congresos, etc. En efecto, sus estatutos nos sorprenden con una serie de delegaciones internacionales que coordinan el trabajo entre unas secciones/partidos afiliados que sólo tienen que reconocer la autoridad de los Congresos de la ICOR, sus estatutos, etc... ¡Qué va a ser una internacional! Además, aunque digan que cada partido es de ideología diferente –lo que nos parece a su vez una desfachatez–, bien que arguyen en sus estatutos que «no vale atacar al maoísmo», equiparándolo falazmente al «estalinismo» cuando tantas mentiras y ataques burgueses, deformaciones teórico-prácticas, etc... se ha marcado el primero contra el segundo». (Partido Comunista del Trabajo de España; Resoluciones del I Pleno Ordinario, 17 de abril de 2016)
No haría falta añadir nada a este tremendo vapuleo teórico al que fue sometida RC con esta vigorosa respuesta que pone los puntos sobre las íes en cuanto a sus mentiras y carencia de principios. Pero estamos obligados a dar nuestra visión sobre el tema para no ser meros espectadores: RC argumenta que está dentro de la ICOR porque considera al maoísmo revolucionario, cosa que es totalmente falsa pues el revisionismo no es garantía de serlo ni siquiera en tareas de la revolución burguesa, segundo, ¿qué intereses puede tener un verdadero partido marxista-leninista al estar en una coordinadora –internacional– revisionista? Hay varias posibilidades que hemos visto usar:
La primera. Los líderes de RC podrían decir que tratan de influir y atraerse a los militantes de esos partidos maoístas en la ICOR. Bien, por todos es sabido que para influir y atraer a los militantes influenciados por los partidos revisionistas es necesario desenmascarar a los cabecillas y su línea política. Para esto no hace falta firmar documentos o programas de corte oportunista, sino que es contraproducente, pues se ayuda a alimentar la confusión y no ayuda a diferenciarse de los revisionistas, la crítica de la línea e ideología no marxista y de sus consecuencias es el axioma de las políticas de frente de los marxista-leninistas para convencer a los trabajadores de su error. RC no realiza esta labor de persuasión porque colabora con partidos maoístas y milita en una internacional maoísta que niega el derecho a criticar al maoísmo, es decir al no criticar al revisionismo se imposibilita llevar a cabo esa labor de persuasión. Esta opción está descartada.
La segunda. Los líderes de RC abogan en varias ocasiones que militan en la ICOR con el objetivo de que pretenden «intercambiar y aprender experiencias». ¿Qué pretenden aprender de los conceptos, metodología y teorías de estos partidos? ¿Reforzar su idealismo y la metafísica filosófica, reforzar el fraccionalismo y la lucha de líneas interna tan característica del maoísmo que ya ha sufrido RC en sus carnes? ¿«Comprender» y aplicar en España las teorías de la «nueva democracia», el «multipartidismo» y la «integración pacífica de la burguesía»? ¿El coqueteo con el «no alineamiento», el «tercermundismo» o la alianza con el imperialismo que se preste? ¿Díganos, que se pretende aprender del maoísmo y del intercambio con sus organizaciones? Esta opción es otra necedad.
¿Tan faltos están en RC de influencia y fondos que no critican a la ICOR, sus partidos y su ideología maoísta por miedo a que les cierren el grifo? Esto es vergonzante, y sabemos de sobra que parte de la escasa militancia de RC no comulga con sus excusas y no comprende su participación en la ICOR maoísta, así que estas polémicas no podrán hacer forzar su salida de ella, o el replanteamiento y posible deserción de los ya de por sí pocos militantes de esta organización.
Ahora hablemos en serio. ¿Sería lícito que un partido marxista-leninista en los 70 se metiera en una internacional titoista, eurocomunista, bajo excusas variopintas? ¿Alguien respetaría a un partido que se dijera marxista-leninista y militara en cualquiera de las otras internacionales revisionistas actuales? ¿No verdad? ¡Que despropósito! ¿No pretenderá RC crear entonces una teoría revisionista de que hay «revisionismos revolucionarios» y «revisionismos no revolucionarios» y hacerla pasar por marxismo-leninismo? ¿Acaso no es de una similitud pasmosa que RC diga que el «maoísmo es revolucionario» al igual que cuando Kim Il Sung decía lo mismo del eurocomunismo? ¿Cuándo se van a dar cuenta que no se ayuda al avance de la revolución estando apoyando bajo la excusa del «mal menor» a los revisionistas de otro país, sino que el deber es impulsar a los marxista-leninistas que precisamente sufren la hegemonía de los revisionistas en el movimiento obrero en sus tierras? ¿No ha demostrado ya demasiadas veces la historia que el revisionismo no es garantía de cumplir ni quiera con las tareas de la revolución burguesa, que trafica con ellas y las deja a medio camino, que incluso adopta un carácter socialfascista cuando llega al poder cuando el pueblo demanda una profundización? ¿No está claro que en nuestra época un partido revisionista sólo puede aportar a la solución de las funciones antiimperialistas, antifeudales o antifascistas de la revolución cuando es guiado y liderado por el partido comunista local que evita sus titubeos? ¿No es claro que aún así puede abandonar y traicionar al partido marxista-leninista antes incluso de que empiece la construcción socialista? No vendamos que el revisionismo es revolucionario y que por ello nuestra unión y colaboración en sus crímenes es permisible». (Equipo de Bitácora (M-L); El maoísmo solapado de Reconstrucción Comunista (RC) es una negación de las luchas y lecciones de los marxista-leninistas, 2016)
Ahora hablemos en serio. ¿Sería lícito que un partido marxista-leninista en los 70 se metiera en una internacional titoista, eurocomunista, bajo excusas variopintas? ¿Alguien respetaría a un partido que se dijera marxista-leninista y militara en cualquiera de las otras internacionales revisionistas actuales? ¿No verdad? ¡Que despropósito! ¿No pretenderá RC crear entonces una teoría revisionista de que hay «revisionismos revolucionarios» y «revisionismos no revolucionarios» y hacerla pasar por marxismo-leninismo? ¿Acaso no es de una similitud pasmosa que RC diga que el «maoísmo es revolucionario» al igual que cuando Kim Il Sung decía lo mismo del eurocomunismo? ¿Cuándo se van a dar cuenta que no se ayuda al avance de la revolución estando apoyando bajo la excusa del «mal menor» a los revisionistas de otro país, sino que el deber es impulsar a los marxista-leninistas que precisamente sufren la hegemonía de los revisionistas en el movimiento obrero en sus tierras? ¿No ha demostrado ya demasiadas veces la historia que el revisionismo no es garantía de cumplir ni quiera con las tareas de la revolución burguesa, que trafica con ellas y las deja a medio camino, que incluso adopta un carácter socialfascista cuando llega al poder cuando el pueblo demanda una profundización? ¿No está claro que en nuestra época un partido revisionista sólo puede aportar a la solución de las funciones antiimperialistas, antifeudales o antifascistas de la revolución cuando es guiado y liderado por el partido comunista local que evita sus titubeos? ¿No es claro que aún así puede abandonar y traicionar al partido marxista-leninista antes incluso de que empiece la construcción socialista? No vendamos que el revisionismo es revolucionario y que por ello nuestra unión y colaboración en sus crímenes es permisible». (Equipo de Bitácora (M-L); El maoísmo solapado de Reconstrucción Comunista (RC) es una negación de las luchas y lecciones de los marxista-leninistas, 2016)
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