miércoles, 7 de diciembre de 2016

La esencia de las reformas económicas a partir de 1953; Equipo de Bitácora (M-L), 2016


«Creemos que el tema es bien sencillo.

Todas las grandes y pequeñas reformas económicas a partir de 1953 estaban encaminadas a restaurar las leyes de producción capitalistas: todas las «nuevas» teorías económicas estaban encaminadas a hacer pasar como marxista-leninistas las teorías que años antes se combatieron en el mundo comunista. Es decir, por ejemplo: las tesis de Voznesensky o Yaroshenko basadas en la promoción de la «ley del valor» como rectora en todas las esferas de producción y distribución; basar los planes en torno a los caprichos espontáneos del mercado; la «descentralización económica»; la «autonomía y rentabilidad de las empresas»; la «predominancia del estimulo material al estimulo moral»; la «venta de los medios de producción en las cooperativas»; negar el carácter objetivo de las leyes de la economía política para satisfacer objetivos políticos subjetivos y un sinfín de tesis similares.

Como ejemplo veamos lo que expresa Voznesensky:

«La ley más elemental que rige los costos de producción y distribución de bienes es la ley del valor. (...) En la economía socialista la ley del valor significa la necesidad de calcular y planificar en términos de dinero el costo de producción. (...) El plan del Estado en la Unión Soviética como sistema económico hace uso de la ley del valor para establecer las proporciones necesarias en la producción y distribución del trabajo social y el producto social. (...) La ley del valor opera no sólo en la producción, sino también en el intercambio de productos. En los precios en la economía socialista también son otro campo de la expresión monetaria del valor del producto, o su coste de producción y, en última instancia, de la cantidad de trabajo socialmente necesario invertido en su producción. (...) La ley del valor opera también en la distribución del trabajo mismo entre las distintas ramas de la economía nacional de la Unión Soviética. (...) Las siguientes características distintivas deben tenerse en cuenta en cuanto a la planificación y organización de la producción en empresas industriales soviéticas durante el período de economía de guerra: la contabilidad de costes estricta, la ganancia y la pérdida contable, y reducción de los costes de producción. (...) Para lograr un nivel importante de la producción, es importante crear un sistema de premios de incentivo personal para elevar la producción. (...) El socialismo científico no niega la importancia en la economía socialista de la ley de valor, de los precios de mercado, de las ganancias y pérdidas en la contabilidad. (...) En cuanto a la contabilidad de pérdidas y ganancias que se representan en la economía soviética, no sólo no es contraria al sistema socialista de economía, sino que sirve como un estímulo importante para el desarrollo de la producción socialista, en la medida en que contribuye al crecimiento de las ganancias». (Alexander Voznesensky; La economía de guerra de la Unión Soviética durante la Gran Guerra; 1947)

Stalin en su obra: «Problemas económicos del socialismo en la Unión Soviética» de 1952 se lanzaba en implacable lucha contra las tesis revisionistas del soviético Voznesensky en el interior, a la vez que era una lucha al exterior contra las teorizaciones de Tito en Yugoslavia; ya que ambos autores recuperaban las tesis de Bujarin en la economía, tesis que precisamente Stalin ya había refutado en los años 30. Vale decir además que Stalin criticó en varias reuniones de los años 50 el insuficiente nivel en general de formación de los cuadros comunistas incluyendo teóricos y economistas, y no solamente aludía esta situación a los países donde los comunistas no estaban en el poder y tenían poca influencia, sino que se refería en particular a los países donde los partidos comunistas ejercían el poder, incluyendo a la Unión Soviética:

«Nuestros cuadros no tienen una educación económica profunda». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Actas de la discusión, 22 de febrero de 1950)

Stalin veía:

«Es necesario que nuestros cuadros tengan un profundo conocimiento de la teoría marxista». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Actas de la discusión, 24 de abril de 1950)

Y defendía que era necesario que dicha formación ideológica no se aprendiera de forma dogmática a través de terceros o a simple «golpe de citaciones», sino en base a un estudio profundo y tomando las obras de los clásicos de primera mano. Decía que esta profunda educación era necesaria ya que:

«Si esto sigue de esta manera, la gente pronto podría degenerar». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Actas de la discusión, 24 de abril de 1950)

Por todo esto, Stalin comentaría sobre la publicación del futuro «Manual de economía política» que era necesario:

«Debido al insuficiente nivel de desarrollo marxista de la mayoría de los partidos comunistas de los demás países, un manual así sería también de gran utilidad a los cuadros comunistas no jóvenes de esos países». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Problemas económicos del socialismo en la Unión Soviética, 1 de febrero de 1952)

Stalin tenía pues razón de combatir como enemigos a los que, presentándose como autoridades teóricas autorizadas del marxismo-leninismo, carecían de una preparación teórica válida mientras caían en claros errores antimarxistas y se mostraban incapaces de comprender y corregir sus errores. A la muerte de Stalin, en marzo de 1953, se dieron a toda prisa una serie de reformas económicas, muchas de ellas se implementaron incluso antes de la coronación oficial de Jruschov como líder indiscutible de la lucha de poder entre corrientes revisionistas. Veamos un ejemplo de algunas de ellas:

«En mayo de 1953 la circulación monetaria fue extendida y, antes de esto, en abril del mismo año, el papel de planificación centralizada –Gosplan– resueltamente fue reducida dando más poder a los ministerios económicos. En la sesión plenaria del Comité Central de septiembre de 1953, las mercancías abastecidas por los koljoz al Estado vieron sus precios aumentar, la cantidad de las mercancías que debían ser abastecidas fueron reducidas y se dieron en general un papel reducido a los koljoz en el plan central: «Las presiones de la ideología burguesa sobre la teoría económica, ya presentes durante la vida de Stalin, se aumentaron después de su muerte. En mayo de 1953 estuvo decidido a extender «el comercio soviético», los poderes de los directores de empresa fueron aumentados y su papel y poder sobre la economía y la mano de obra se volvían preponderantes. Después de la eliminación de los últimos reductos de resistencia –Mólotov, Kaganóvich y Saburov– en julio de 1957, la maquinaria agrícola fue vendida a los koljóses y en septiembre de 1957 fue introducido el principio según el cual las empresas públicas debían crear rentabilidad. La ofensiva burguesa alimentaba la teoría del valor –es allá dónde las leyes burguesas encuentran su base. La teoría del valor es el principio cardinal de la producción de las mercancías– colocándola en el centro de la económica política del Estado soviético, tomando medidas que iban en contra del progreso hacia el comunismo». (Ubaldo Buttafava; El Termidor de Jruschov, Una contribución al análisis crítico que concierne a la vuelta del URSS al capitalismo, 1997)

Es decir las tesis que Stalin combate en su libro de 1952: «Problemas económicos del socialismo en la Unión Soviética», ¡son las tesis que Jruschov y cía. introdujeron! La reforma de Kosygin de 1965 trajo nuevas teorías y prácticas o institucionalizó algunas que se habían venido practicando desde los años de Jruschov como plantear la rentabilidad por encima de todo, dar mayor autonomía a las empresas, o dar el poder a los directores de empresa de manejar los fondos a su antojo e incluso despedir trabajadores.

De hecho, el lenguaje puramente capitalista a la hora de tratar la economía por parte de los revisionistas soviéticos sería el rasgo común en sus revistas, informes y demás. Por supuesto este lenguaje incluía una crítica burguesa a los conceptos económicos de 1917-1953 denominándolos como «obsoletos» y «dogmáticos».

Seguramente habrá más de un desconfiado, así que explicaremos esto paso a paso con la voz de los propios revisionistas soviéticos sobre el objetivo y el resultado de sus reformas económicas». (Equipo de Bitácora (M-L); Algunas cuestiones económicas sobre la restauración del capitalismo en la Unión Soviética y su carácter socialimperialista, 2016)

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