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La siguiente obra de Dimitrov es de suma importancia. Aparte de ser un análisis de la situación nacional e internacional de 1948, y una exposición de las políticas de los países socialistas o de democracia popular de mediados de los años 40, es un informe que expone el carácter y las tareas de un frente en la etapa de construcción socialista. No hace falta decir la escasez de interés de los supuestos marxista-leninistas en la cuestión de clarificar que es un frente, mucho menos de diferenciar las tareas de un frente en la etapa antifascista de las tareas del mismo en la etapa de liberación nacional, cuando efectivamente su fisonomía, y la de las fuerzas dialécticas enfrentadas, no es la misma. Repasemos algunas cuestiones:
¿Qué es un frente más allá de la palabra?
«Actualmente tanto algunos revisionistas como los propios seguidores del «socialismo del siglo XXI» hablan de la utilización de frentes en sus estrategias y tácticas políticas, se llenan la boca hablando de la necesidad de apoyarse en frentes, aunque poco saben explicar que son o cuáles son sus objetivos. Cierto es que tanto para la lucha para la conquista de objetivos menores, como para objetivos máximos, es permisible la idea de un frente de lucha –sea de características y objetivos antiimperialistas, antifascistas, anticapitalistas, y otros– donde converja el partido comunista con otras organizaciones –teniendo estas una mayoría de elementos de las clases trabajadoras, sean obreros o elementos pequeño burgueses–, pero sólo tiene aplicación bajo determinadas condiciones, y el partido comunista siempre tendrá el deber de ser vanguardia de dicho frente si no quiere que fracasen los objetivos del frente y que esa alianza temporal caiga en manos burguesas para manejarla a su antojo». (Equipo de Bitácora (M-L); El revisionismo del «socialismo del siglo XXI», 2013)
¿Qué carácter tienen estos frentes?:
«Generalmente a este tipo de frente se ha llamado frente popular, con el calificativo de popular por el hecho de unir a obreros y el resto de clases trabajadoras para un fin concreto. También han existido históricamente los llamados frente único del proletariado, donde el partido comunista instaba al resto de organizaciones con gran afiliación de obreros, o de obreros sin partido, hacia un objetivo concreto. Este tipo de frente fueron comunes tras la Primera Guerra Mundial, y eran utilizados como métodos para frenar la ofensiva de la burguesía sobre los derechos laborales de los obreros y su nivel de vida, pues era común por entonces, que la burguesía intentara por ejemplo: pagar las reparaciones de guerra que debía a otros países cargando tal deuda a espaldas de las clases trabajadoras, por lo que muchas veces estos frentes, no eran sólo frente único del proletariado, sino que se extendían con las organizaciones no proletarias de artesanos, campesinos y demás, agraviados por la ofensiva de la burguesía; convirtiéndose en frente popular con diversos calificativos: frente del trabajo, frente de los trabajadores, frente anticapitalista etc., razón por la que en ocasiones estos dos tipos de frente se entrelazan. Los calificativos usados por cada frente no importan, lo importante, es comprender en cada experiencia de frente que alianza contraía el proletariado y con qué objetivo». (Equipo de Bitácora (M-L); El revisionismo del «socialismo del siglo XXI», 2013)
¿Qué funciones tienen?
«Erróneamente se ha creado el mito de que los frentes solo sirven para estrategias y tácticas de carácter defensivo, pero la historia ha demostrado que los frentes pueden tener dos funciones: tanto defensivo como ofensivo. Del mismo modo que un tipo de frente –uno anticapitalista por ejemplo– puede ser usado a veces como frente defensivo y otras como frente ofensivo El frente usado por los comunistas en Bulgaria mismamente durante los años 20 fue un frente anticapitalista defensivo, después durante la Segunda Guerra Mundial se utilizó un frente defensivo antiimperialista y antifascista, pero poco después tras la finalización de la guerra se uso un frente ofensivo anticapitalista para la construcción del socialismo. Hay que tener en cuenta que los frentes no tienen la misma función antes que después de la toma de poder por el partido comunista, una vez instaurada la dictadura del proletariado el frente sirve como correa de transmisión entre el partido y las organizaciones de masas bajo la regla del centralismo democrático, mientras que en el periodo previo servía más bien como una coalición de capas populares donde sus organizaciones no estaban sujetos a normas tan claras, ha de comprenderse que el rol, las normas, y carácter del frente cambian de una etapa a otra». (Equipo de Bitácora (M-L); El revisionismo del «socialismo del siglo XXI», 2013)
Dejemos una breve descripción del soviético Naum Farberov sobre el desarrollo de los frentes construidos por los partidos comunistas en los países de Europa central y del Este. Con esta cita podremos ver su desarrollo desde la Segunda Guerra Mundial hasta la toma de poder tras el fin de la ocupación ítalo-alemanes, y el programa y las primeras tareas de este frente:
«La situación actual en las democracias populares se caracteriza igualmente por la reorganización de los frentes populares –bajo el nombre de frente patriótico, nacional, etc–. Después del aplastamiento de los ocupantes alemanes por el ejército soviético y el derrocamiento de los antiguos regímenes por los trabajadores de los países en cuestión, las tareas fundamentales de los frentes populares eran: aniquilamiento de la reacción, lucha por la independencia nacional, democratización de la vida social y política. En lo fundamental estas tareas fueron realizadas en 1947-48 y hoy ya no constituyen una guía práctica para la acción». (Naum Farberov; Las democracias populares, 1949)
Del cambio de funciones en esos frentes tras resolver esas tareas antifascistas, antiimperialistas, antifeudales, y el paso a resolver otras de carácter socialista:
«Paralelamente, la organización inicial de los frentes populares ha dejado de corresponder a las tareas de la nueva etapa. Mientras que antes de 1947-48 los frentes populares eran una especie de coaliciones de partidos, la nueva etapa de desarrollo –marcha hacia el socialismo– exige una unión más estrecha de las fuerzas populares. Desde entonces ha sido necesario reorganizar los frentes populares, transformarlos en organizaciones con un programa preciso, con organismos dirigentes elegidos y una disciplina para todos sus miembros, en organizaciones dedicadas a edificar el porvenir bajo la dirección de los nuevos partidos obreros. Esta reorganización de los frentes populares fue realizada en 1947-48. Organizados según los principios del centralismo democrático, los frentes populares comprenden, además de los partidos políticos, los sindicatos, las organizaciones cooperativas, las organizaciones de mujeres, de jóvenes y otras organizaciones públicas, así como a título individual toda persona que reconoce los estatutos y el programa y que trabaja en una de sus organizaciones, haciendo resaltar el papel dirigente de la clase obrera, los nuevos programas de los frentes populares señalan como tarea esencial la edificación de la sociedad socialista. Con este fin es preciso reforzar y extender el sector de Estado de la economía, desarrollar las cooperativas agrícolas de producción, ampliar y profundizar la planificación de la economía, desarrollar el espíritu de iniciativa y la emulación en los trabajadores». (Naum Farberov; Las democracias populares, 1949)
Y la advertencia de mantenerse fieles a la esencia y tareas de un frente según el marxismo-leninismo:
«La fuerza dirigente de las democracias populares es el partido comunista –proletariado–. El partido comunista forma parte de los frentes populares, pero lejos de diluirse en ellos, el partido los dirige. Más aún, los partidos comunistas se presentan delante del pueblo abiertamente, con su propio nombre, como una fuerza política independiente que dirige la edificación socialista. Si el partido comunista abandonara su posición dirigente, se negaría a sí mismo como vanguardia de la clase obrera, la única capaz de inspirar y dirigir la emancipación de todas las demás categorías de oprimidos. Este abandono, del que se han hecho culpables los dirigentes del Partido Comunista de Yugoslavia, conduce necesariamente al oportunismo político, al abandono de la propia edificación socialista y, finalmente, a aliarse a la reacción. Los frentes populares han jugado un papel magnífico en la lucha contra los invasores fascistas y la reacción interior, y deben continuar siendo en el futuro un arma importante para la consolidación de las fuerzas democráticas. Pero no sustituyen ni pueden sustituir al Partido Comunista. Dado las clases que los componen, los frentes populares no pueden jugar un papel positivo más que bajo la dirección del partido comunista, vanguardia organizada de la clase obrera y de todos los trabajadores». (Naum Farberov; Las democracias populares, 1949)
Es aquí, en la presente obra, que Dimitrov nos aclarará de modo concreto el cambio que existe en las funciones de un frente de una etapa defensiva a la etapa ofensiva. Entiéndase que no todas estas características estarán presentes en otros países, esta es solo la descripción de como sucedió en Bulgaria según las condiciones nacionales e internacionales del momento.
En la etapa defensiva las características del frente fueron:
1) Promover tareas antiimperialistas, antifeudales y antifascistas bajo programas que contengan la lucha contra el invasor extranjero y la camarilla nacional que la sustenta, la libertad de asociaciones antifascistas y la ilegalización de las asociaciones fascistas y sus colaboradores, la creación de un ejército popular, y una reforma agraria que acabe con el latifundismo;
2) Amplitud en el número de clases interesadas en dicho programa y mayores alianzas –no solo la clase obrera, la pequeña burguesía, o la intelectualidad de mentalidad proletaria o pequeño burguesa–, sino incluyendo a parte de la mediana burguesía nacional y la intelectualidad burguesa que decide por sus intereses de clase momentáneos luchar contra el fascismo, o contra el imperialismo extranjero;
3) Vanguardizar en mayor o menor medida con el partido comunista frente aunque no se tenga aún todo el reconocimiento ni la legitimidad asegurada dentro de la coalición antifascista, lo mismo en el nuevo ejército popular que deberá ser creado y asegurado por los comunistas.
En la etapa ofensiva las características del frente fueron:
1) Resolución de tareas anticapitalistas y socialistas como son la confiscación o expropiación de industrias, bancos, transportes, etc., una industrialización –con la industria pesada como eje– y la colectivización del campo que se logrará gracias a toda la puesta en escena de una planificación socialista de la economía a través de bienales, después quinquenales, etc.;
2) Reducción del número de clases existentes y de alianzas del partido de la clase obrera –el partido comunista–pues la etapa es de clases trabajadoras contra clases explotadoras y cuyo objetivo es eliminar todas las clases explotadoras, incluyendo finalmente en la última etapa la pequeña burguesía, la última clase capitalista que debe proletizarse a través de los koljoses –granjas cooperativas– y sovjoses –granjas estatales–;
3) Consolidación del prestigio y autoridad del partido comunista en el ejército, reconocimiento de su rol de vanguardia y dirigente en el frente de modo incontestable por el resto de asociaciones, pudiendo imponer sus normas como el centralismo democrático y todo lo que ello supone, también se tiene vistas a la eliminación paulatina de partidos no proletarios en el frente según se avance en la destrucción económica de las clases explotadoras y según se proleticen las capas de trabajadores –como campesinos koljosianos o intelectuales–, quedando las asociaciones de mujeres, de juventud, los sindicatos en el frente como ruedas de transmisión entre esas capas de la sociedad y sus organizaciones y el partido comunista, partido de la clase obrera;
4) Utilización del frente para expandir la ideología proletaria que tiene su síntesis en el marxismo-leninismo a todas las capas trabajadoras que se están proletizando, llevar esta lucha de clases ideológica a todos los campos de la sociedad sin excepción, expansión y promoción por tanto de la cultura proletaria socialista, válgase para ello de la nueva estructura económica que se construye y de la nueva legislación ejemplificada en la nueva constitución socialista.
Sobra decir que el partido comunista debe aprovechar y si en la primera etapa puede poner en práctica características del frente en la segunda etapa –ofensiva–, debe aprovecharlo, e igual que es impermisible que en la segunda etapa se quede regazado con la fisonomía y funciones de la primera etapa –defensiva–.
En la etapa defensiva las características del frente fueron:
1) Promover tareas antiimperialistas, antifeudales y antifascistas bajo programas que contengan la lucha contra el invasor extranjero y la camarilla nacional que la sustenta, la libertad de asociaciones antifascistas y la ilegalización de las asociaciones fascistas y sus colaboradores, la creación de un ejército popular, y una reforma agraria que acabe con el latifundismo;
2) Amplitud en el número de clases interesadas en dicho programa y mayores alianzas –no solo la clase obrera, la pequeña burguesía, o la intelectualidad de mentalidad proletaria o pequeño burguesa–, sino incluyendo a parte de la mediana burguesía nacional y la intelectualidad burguesa que decide por sus intereses de clase momentáneos luchar contra el fascismo, o contra el imperialismo extranjero;
3) Vanguardizar en mayor o menor medida con el partido comunista frente aunque no se tenga aún todo el reconocimiento ni la legitimidad asegurada dentro de la coalición antifascista, lo mismo en el nuevo ejército popular que deberá ser creado y asegurado por los comunistas.
En la etapa ofensiva las características del frente fueron:
1) Resolución de tareas anticapitalistas y socialistas como son la confiscación o expropiación de industrias, bancos, transportes, etc., una industrialización –con la industria pesada como eje– y la colectivización del campo que se logrará gracias a toda la puesta en escena de una planificación socialista de la economía a través de bienales, después quinquenales, etc.;
2) Reducción del número de clases existentes y de alianzas del partido de la clase obrera –el partido comunista–pues la etapa es de clases trabajadoras contra clases explotadoras y cuyo objetivo es eliminar todas las clases explotadoras, incluyendo finalmente en la última etapa la pequeña burguesía, la última clase capitalista que debe proletizarse a través de los koljoses –granjas cooperativas– y sovjoses –granjas estatales–;
3) Consolidación del prestigio y autoridad del partido comunista en el ejército, reconocimiento de su rol de vanguardia y dirigente en el frente de modo incontestable por el resto de asociaciones, pudiendo imponer sus normas como el centralismo democrático y todo lo que ello supone, también se tiene vistas a la eliminación paulatina de partidos no proletarios en el frente según se avance en la destrucción económica de las clases explotadoras y según se proleticen las capas de trabajadores –como campesinos koljosianos o intelectuales–, quedando las asociaciones de mujeres, de juventud, los sindicatos en el frente como ruedas de transmisión entre esas capas de la sociedad y sus organizaciones y el partido comunista, partido de la clase obrera;
4) Utilización del frente para expandir la ideología proletaria que tiene su síntesis en el marxismo-leninismo a todas las capas trabajadoras que se están proletizando, llevar esta lucha de clases ideológica a todos los campos de la sociedad sin excepción, expansión y promoción por tanto de la cultura proletaria socialista, válgase para ello de la nueva estructura económica que se construye y de la nueva legislación ejemplificada en la nueva constitución socialista.
Sobra decir que el partido comunista debe aprovechar y si en la primera etapa puede poner en práctica características del frente en la segunda etapa –ofensiva–, debe aprovecharlo, e igual que es impermisible que en la segunda etapa se quede regazado con la fisonomía y funciones de la primera etapa –defensiva–.
Esta obra, y el tratar un tema tan específico como tan pocos han sabido, certifica una vez más que:
«La obra de Georgi Dimitrov es inmortal para el proletariado mundial, y como tal hay que cuidarla». (Introducción del Equipo de Bitácora (M-L) a la obra del Partido del Trabajo de Albania: «El trabajo revolucionario de Georgi Dimitrov es inmortal», 29 de diciembre de 2015)
Recomendamos que pueden buscarse referencia sobre el concepto marxista-leninista del frente en otras obras de Georgi Dimitrov y también en las de su compatriota y discípulo Vulko Chervenkov.
El documento:
El pueblo búlgaro en lucha por la democracia y el socialismo
Informe en el IIº Congreso del Frente de la Patria
2 de febrero de 1948
[El camarada Dimitrov dedicó la primera parte de este informe a analizar la situación internacional, a la lucha de los dos campos; el campo democrático y el campo antidemocrático - Anotación de «¡Por una paz duradera, por una democracia popular!»]
Profundos cambios han tenido lugar en la arena internacional como resultado de la Segunda Guerra Mundial. A pesar de las expectativas de la reacción mundial la Unión Soviética emergió de la guerra más fuerte que antes, y con un prestigio internacional mucho mayor. Un número de países se separaron del sistema imperialista. Los pueblos de Yugoslavia, Bulgaria, Rumanía, Polonia, Checoslovaquia, Hungría y Albania, con el apoyo del victorioso Ejército Soviético, que derrocó al fascismo, abolieron la dependencia imperialista y tomaron el destino en sus propias manos. La aguda crisis en los países coloniales y dependientes es igualmente un gran factor de desmoronamiento para los pilares del imperialismo. Y las contradicciones dentro del campo imperialista, por ejemplo, en relación con el Plan Marshall, para la formación de un Bloque Oeste, etc. jugaran un papel no pequeño en el futuro.
Así, la relación de fuerzas entre el campo imperialista y el campo democrático, como resultado de la Segunda Guerra Mundial ha cambiado drásticamente en favor del campo democrático. En su lucha contra la reacción del campo antidemocrático se basa en la clase obrera, en las masas trabajadoras del campo y la ciudad, en la intelectualidad progresista, en el movimiento democrático de todas las tierras, en los movimientos de liberación nacionales de las coloniales y los países dependientes, en las nuevas democracias. A la cabeza de este campo se encuentra la poderosa Unión Soviética.
El campo democrático es una fuerza lo suficientemente fuerte como para mantener a raya a los ladrones imperialistas, para frustrar sus esquemas y salvar a la humanidad de las nuevas y sangrientas aventuras imperialistas.
El sistema imperialista que no puede ofrecer a los pueblos nada más que guerras devastadoras, está frenando el desarrollo de las fuerzas productivas, y es un freno para el progreso, la ciencia y la cultura. Históricamente, ha sobrevivido a sí mismo, pero su condena es inevitable.
Las fuerzas de la paz, la democracia y el socialismo, son invencibles. Si como se declara en la Declaración de la Conferencia de los nueve partidos comunistas en Polonia de 1947, si ellos ponen a su disposición la firmeza y determinación necesarias, la nueva agresión imperialista estará condenada al fiasco.
Estamos viviendo en un momento en el que el socialismo está a la orden del día, cuando es imposible avanzar sin avanzar hacia el socialismo. El camino al socialismo no es el mismo en todos los países. Difiere en consonancia con las particularidades históricas, nacionales de cada país, pero el camino socialista es inevitable, y es el único correcto para todas las tierras y pueblos.
[El camarada Dimitrov entonces habló de las raíces históricas del Frente de la Patria en Bulgaria - Anotación de «¡Por una paz duradera, por una democracia popular!»]
La creación del Frente de la Patria no era una cosa oportuna; tampoco fue importada desde el extranjero ni impuesta desde arriba. Esta saludable idea surgió del pueblo, cristalizándose como resultado de las luchas de las masas trabajadoras en contra de la traidora monarquía, la venal burguesía y sus grupos antipopulares.
Los principales factores en el desarrollo del Frente de la Patria
[El camarada Dimitrov describe los siguientes factores en el desarrollo del Frente de la Patria como un movimiento popular - Anotación de «¡Por una paz duradera, por una democracia popular!»]
Para empezar el Frente de la Patria organizó la resistencia del pueblo búlgaro contra los esclavistas alemanes y la dictadura monarco-fascista búlgara. El programa inicial del frente, en su difusión durante el 17 de julio de 1942 por la estación «Hristo Botjef» declaró que como tarea central era: la liberación del país del yugo alemán y la dictadura monarco-fascista, el acercamiento de Bulgaria al campo de la coalición antihitleriana y el establecimiento de una autoridad popular democrática. Guiado por el Frente de la Patria la resistencia ofrecida por el pueblo a la agresión de Hitler se extendió gradualmente, y la camarilla monarco-fascista fue incapaz de mandar tropas búlgaras en el frente soviético-alemán. Las victorias del valiente Ejército Soviético, las derrotas sufridas por los alemanes en todos los frentes, la capitulación de la Italia fascista, el crecimiento de la lucha de liberación de los pueblos de Yugoslavia, la marcha del Ejército Soviético en el Danubio, todo ello estimuló la marcha de la lucha de las masas popular para romper con la Alemania de Hitler, para salvar al país del desastre y establecer un genuino gobierno democrático-popular búlgaro. Los Comités del Frente de la Patria, encabezados por el Comité Nacional, surgieron en todo el país. Un extensivo movimiento partisano se puso en marcha. Las diversas unidades unidas en unidades partisanas y eventualmente en el Ejército Popular de Liberación con sus Cuarteles Generales. Un levantamiento armado contra el fascismo en todo el país comenzó a madurar y fue llevado a un punto crítico por la aparición del victorioso Ejército Soviético en la frontera noroeste de Bulgaria.
La amarga lucha de los búlgaros contra la reacción y el fascismo sería coronada, el 9 de septiembre de 1944, con su victoria completa. Esta era una victoria popular; la victoria de los obreros, los campesinos, los intelectuales progresistas y las unidades patrióticas del Ejército, en unas palabras, la victoria de todas las fuerzas sanas del pueblo, unidas bajo la bandera del Frente de la Patria. El poder fue retirado de las manos de la burguesía capitalista, la minoría explotadora monarco-fascista, y fue a parar a las manos de la gran mayoría del pueblo bajo la dirección y el activo apoyo de la clase obrera.
El levantamiento popular antifascista del 9 de septiembre de 1944 marcó un punto de inflexión radical en el desarrollo en nuestro país. Se abrió una nueva era en su historia, una época revolucionaria de profundas reformas políticas, económicas, sociales y culturales que despejaron el camino que conduce a un nuevo orden; el socialismo.
El segundo elemento importante en el desarrollo del Frente de la Patria fue la participación de la nueva Bulgaria en la Guerra Patria contra la Alemania de Hitler. La tarea principal del Frente de la Patria en el momento era: ¡Todo para el Frente de la Patria, para una rápida victoria sobre el fascismo!
Al tomar parte en la guerra de nuestro pueblo, luchando hombro con hombro con el glorioso Ejército Soviético hizo su contribución a la liberación de los Balcanes del yugo alemán y a completar la debacle total de la Alemania de Hitler.
Después de la conclusión victoriosa de la guerra del Frente de la Patria pasó por tener como tareas cardinales la lucha por una paz justa, la defensa de la integridad territorial y la independencia nacional del país, la rehabilitación de la economía nacional, la eliminación de los saboteadores reaccionarios y elementos perturbadores que, con la ayuda de la ayuda extranjera, estaban empezando a levantar cabeza.
Los esfuerzos del Frente de la Patria fueron coronados con el éxito. El Tratado de Paz fue firmado y el gobierno del Frente de la Patria fue reconocido también por Gran Bretaña y Estados Unidos. La oposición reaccionaria, la cual, fue denunciada sistemáticamente y los líderes de la cual, como se sabe, fueron arrestados en el acto de preparar un golpe de Estado contra el poder del pueblo, sufrieron una aplastante derrota y fueron neutralizados.
La Constitución de la República Popular de Bulgaria, adoptada por la Gran Asamblea Popular en 1947, aseguró las conquistas históricas de levantamiento popular de 9 de septiembre de 1944 y abrió el camino para un mayor desarrollo de nuestro país a lo largo del camino de la democracia y el progreso.
Durante los últimos cinco años, el Frente de la Patria ha recorrido un camino glorioso de lucha. Se ha desarrollado y fortalecido, ha purgado de sí mismo a los enemigos abiertos y encubiertos. Los diversos círculos y organizaciones democráticas que conforman el Frente de la Patria han aprendido a conocerse mejor, han establecido una buena relación de trabajo y han apreciado el papel dirigente de la clase obrera que es un elemento esencial en la consolidación del Frente de la Patria y la democracia popular. Hoy podemos afirmar con confianza que hay completa unanimidad, como nunca antes había habido en el Frente en todas las cuestiones vitales de la política interior y exterior de la República Popular.
La política exterior de Bulgaria
Aunque la historia del Frente de la Patria no data más que de cinco años de edad, este corto período ha sido un período decisivo. Durante estos cinco años las reformas fundamentales, económico, social y político-estatales y culturales se han introducido bajo el liderazgo del Frente de la Patria, reformas las cuales están literalmente transformando nuestro país.
Como ha sido acentuado una y otra vez, el Frente de la Patria ha salvado a Bulgaria de un tercer desastre nacional. El levantamiento victorioso del 9 de septiembre de 1944 y la llegada de las valientes tropas del Ejército Soviético a Bulgaria, previno a nuestro país de la ocupación anglo-estadounidense, con la posible participación de tropas turcas y griegas, planificadas en el Cairo con el consentimiento del gobierno de Muraffieff-Mushanoff-Buroff. El Frente de la Patria previno la desmembración de Bulgaria, como había sido proyectada para dar encuentro a las pretensiones chovinistas de los griegos y sus patrones de alto rango.
Gracias a esto, Bulgaria fue capaz de alcanzar a firmar términos de armisticio solemnes y de hecho aseguró su liberación de una ocupación militar extranjera. Las unidades soviéticas que permanecieron en Bulgaria protegieron nuestro país contra la degradación y la brutal ocupación y garantizaron al pueblo búlgaro el derecho a construir libremente su Estado sobre fundamentos genuinamente democráticos.
Gracias a la activa participación de Bulgaria en la guerra contra la Alemania fascista, nuestro país fue capaz de firmar en París una paz que, conteniendo un número de onerosas e injustas condiciones, por las que el pueblo de Bulgaria está luchando para su revisión, era sin embargo la paz más favorable que podría haber encontrado en aquellas condiciones de la situación internacional de entonces.
Nuestro mayor logro consistía en que fuimos capaces, gracias al generoso apoyo de la Unión Soviética y los fraternales países eslavos, conservar la integridad de nuestro país y asegurar nuestra independencia nacional.
El Frente de la Patria efectuó un punto decisivo en la política exterior de Bulgaria. De una vez por todas el Frente de la Patria arrebató a nuestro país de las garras del imperialismo alemán, se opuso resueltamente a todos los intentos de los círculos imperialistas extranjeros que buscan dictar su voluntad al país, y de conformidad con las traiciones y voluntades del pueblo de Bulgaria, dirigió al barco búlgaro en los canales de la paz y la cooperación con todos los pueblos amantes de la libertad y la democracia, siendo el primero de todos ellos, nuestro libertador, la gran Unión Soviética.
El acercamiento con Yugoslavia es de enorme importancia para el porvenir de nuestro país. Nuestros pueblos, a quienes los imperialistas alemanes con la ayuda de sus agentes incitaron a la guerra el uno con el otro y dividieron para gobernar, encontraron finalmente el camino verdadero que conduce a la fraternidad y la unidad, que fue asegurado con el pacto de amistad, cooperación y ayuda mutua firmada por los dos países [se refiere al Acuerdo de Bleed de 1947 - Anotación de «Bitácora (M-L)»].
Gracias a los nuevos sistemas democráticos recién establecidos la solidaridad entre los Estados eslavos que durante siglos habían vivido en el aislamiento y la discordia, se convierten ahora en un gran factor de la paz, democracia y el progreso social. La política del Frente de la Patria no es una política racial y no persigue el objeto de una Europa que se divida y un mundo de bloques; es una política que apunta a cooperar con todos los pueblos que aman de la libertad y la democracia para asegurar una paz universal y su desarrollo material y espiritual sobre la base de su independencia nacional y en el espíritu de los estatutos de la Organización de las Naciones Unidas.
Hemos demostrado esto en nuestros tratados de amistad, cooperación y ayuda no sólo con Yugoslavia, sino también con los países no eslavos de Albania y Rumanía, y por las conversaciones que negociamos con el mismo objetivo, con Checoslovaquia, Polonia y Hungría, y también por nuestra prestación a cooperar con los Estados que respeten nuestra libertad e independencia.
Como en el pasado, también en el futuro, el principio de nuestra política exterior continuara siendo la defensa conjunta contra cualquier agresión posible, asegurar nuestra independencia nacional, nuestra integridad territorial y la soberanía estatal. Hemos dedicado atención especial al fortalecimiento de nuestros mutuos lazos económicos y culturales, para la ayuda mutua en la promoción de nuestra economía, lo cual nos hará independientes de los trusts y bancos imperialistas.
Ni que decir tiene, por supuesto, que nosotros no tenemos la menor intención de crear un Bloque del Este, en cualquier modo o forma, a pesar de todas las falsas interpretaciones de los iniciadores del Bloque Occidental y sus agentes. La prensa extranjera, así como las personas responsables e irresponsables en el extranjero hacen la acusación absolutamente infundada de que Bulgaria, Yugoslavia y Albania están interfiriendo en los asuntos internos de Grecia y avivan la guerra civil en ese país.
Esta alegación revela el intento de los sectores interesados de trasladar su responsabilidad. No hace falta decir que nuestra gente tiene vital interés en que su vecino del sur establezca un régimen democrático, la paz y el orden, para que entonces nuestro pueblo pueda seguir tranquilamente su trabajo creativo sin ser distraído por incidentes fronterizos artificialmente creados y por trastornos constantes. También es natural que nuestro pueblo simpatice con la lucha del pueblo griego y que esté dispuesto a ayudar a las víctimas del terror en Grecia, que buscan asilo en nuestra tierra. Pero yo rechazo categóricamente las acusaciones formuladas contra el gobierno búlgaro y enfáticamente declaro que la responsabilidad de la guerra civil en Grecia, que está causando inquietud en nuestro país, es en su totalidad del régimen terrorista de Grecia y de los círculos extranjeros los que proporcionan ayuda militar e interfieren flagrantemente en los asuntos internos del país, para imponer su voluntad sobre el pueblo griego amante de la libertad.
Los logros del pueblo búlgaro
El Frente de la Patria ha anotado grandes éxitos también en el ámbito de la política interior.
El Frente de la Patria resueltamente acabó con la camarilla monarco-fascista y los agentes de Hitler, suprimió todas las organizaciones fascistas, dio rienda suelta a la iniciativa y a la actividad de las masas en todas las esferas de la vida estatal y pública. Esto restauró, amplió, y garantizó los derechos democráticos y libertad del pueblo, otorgándoles la oportunidad de ser dueños de su destino.
Las mujeres búlgaras tuvieron ecuanimidad de derechos y dibujaron una activa actividad pública y política en la vida del país. El Frente de la Patria otorgó a la juventud del país, la que hubiera alcanzado los 18 años de edad, el derecho a elegir y ser elegido. Nuestros jóvenes son el orgullo de la República Popular de Bulgaria. Sus patrióticas hazañas en el frente laboral tienen una mención especial.
Nunca en el pasado el pueblo búlgaro tomó parte tan activa y conscientemente en las elecciones a los órganos supremos del Estado. En las elecciones de noviembre de 1945, unos 3.862.492 ciudadanos, es decir, el 86% del número total de electores, acudieron a las urnas, unos 4.129.544 electores, es decir, el 91% del número total de electores, participaron en el referéndum sobre la República Popular del 8 de septiembre de 1946, unos 4.244.377, es decir el 93,19% del número total de electores emitieron su voto en las elecciones a la Gran Asamblea Popular. Estas cifras hablan de los pasos gigantescos que han sido realizados por nuestra democracia popular, especialmente cuando se comparan con las elecciones en el pasado o con las elecciones en los países del de la cacareada democracia occidental.
En el pasado, los periódicos, por regla general, pertenecían a capitalistas individuales o a círculos capitalistas, o fueron subsidiados por dudosas fuentes para llevar a cabo una política y propaganda antipopular. Los periódicos y revistas progresistas no tenían ninguna oportunidad para desarrollarse. Las especiales leyes draconianas y la censura hicieron imposible que el pueblo se expresara. Bajo la democracia popular los principios de libertad de prensa fueron brillantemente realizados. Las organizaciones democráticas de nuestro pueblo, sus organizaciones de masas culturales adquirieron el derecho y la oportunidad de publicar su órgano impreso y expresar libremente su opinión sobre los asuntos estatales y sociales.
Nunca antes han tenido los obreros, campesinos, intelectuales, artesanos, y todos los ciudadanos progresistas, la oportunidad de disfrutar de tal libertad y oportunidades para reunirse, organizarse, usar las plazas, calles, salones, imprentas y radios para sus actividades políticas y culturales.
Los sindicatos en nuestro país, con su población de 7 millones, hoy funcionan libres y sin trabas. Hay cerca de 540.000 organizaciones industriales y oficinistas obreras, sin mencionar la Unión de Campesinos con 1.280.000 miembros, la Unión de Artesanos con 114.000 miembros, las organizaciones cooperativistas con más de 2.000.000 de miembros, la Liga de la Mujer con más de 600.000 miembros, la Liga de la Juvenil con cerca de 1.000.000 de miembros, la organización de Pioneros de la escuela con más de 600.000 miembros, etc.
La democracia popular ha realizado completamente el principio de libertad de conciencia. Los distintos ciudadanos pueden practicar la religión que profesen.
El Frente de la Patria ha otorgado a las minorías nacionales que habitan el país la ecuanimidad de derechos. Ciertos periódicos turcos han alegado calumniosamente que se ha negado esto a la minoría turca. Que en Bulgaria no disfrutan de plena igualdad. Esto es una falsedad fabricada desde fuera, la minoría turca tiene el irrestricto derecho de estudiar en su lengua nativa y practicar su cultural nacional.
La democracia popular, la cual fue ganada con la sangre de miles de valientes campeones contra el fascismo y los indecibles sufrimientos del pueblo búlgaro, no puede tolerar una libertad que vaya en detrimento de los intereses del pueblo búlgaro y que, sería en todo caso, un enemigo del pueblo. En nuestro país por ello no puede haber ninguna libertad para la camarilla monarco-capitalista, para aquellos responsables de los desastres nacionales, para los verdugos del pueblo, viejos fascistas, conspiradores y para los que quieren restaurar el viejo régimen. Todo el mundo sabe que si la prisión es el lugar para el bandido armado con un arma, el bandido que empuña la pluma no debe permitirle herir tampoco al pueblo.
El Frente de la Patria ha democratizado y consolidado el Ejército de nuestro amado pueblo. En el pasado, el Ejército era una herramienta en manos de la monarquía y la reaccionaria camarilla fascista, que era utilizada para oprimir al pueblo búlgaro, para defender sus intereses y que por tanto tenía un objetivo ajeno a lo popular. A día de hoy, este Ejército es un instrumento de paz, libertad e independencia para nuestro pueblo. Nuestro Ejército y nuestros valientes guardas fronterizos protegen la libertad de nuestra nativa tierra.
Bulgaria en el camino del progreso económico
Después del 9 de septiembre de 1944 Bulgaria afrontó serias tareas económicas. En el curso de la guerra tuvimos que satisfacer las demandas del frente y más tarde rápidamente curar las heridas infringidas a nuestra economía por la guerra en sí, resolutivamente tomamos el camino económica de asegurar la independencia nacional y el bienestar de nuestro pueblo. Para lograr esto nosotros tuvimos que ordenar nuestras fuentes materiales, morales y laborales a lo largo de líneas planificadas.
El plan económico bienal adoptado en la primavera de 1947 es de una excepcional importancia para nuestro pueblo. Este plan proyecta la nueva dirección del desarrollo económico en Bulgaria. En el futuro la economía planificada será alcanzada, a una escala cada vez más amplia, en todas las ramas de nuestra economía nacional y, de una vez por todas, se acabará con la anarquía en la producción y distribución. Un sistema planificado que ha sido posible gracias a que el mando del Estado está en las manos del pueblo y porque bajo el nuevo poder el sector social –estatal y cooperativo– regularmente es ampliado.
En nuestro plan económico se alzan dos tareas básicas. La primera debe ser superar las dificultades que hemos heredado y liquidar las consecuencias de la guerra. La segunda debe ser sentar las bases para una rápida industrialización de nuestro país, el desarrollo de una poderosa industria de energía eléctrica, aumentar la producción de carbón, mecanizar la agricultura, promover la cría de ganado, mejorar y ampliar el sistema de transportes, desarrollar y perfeccionar los oficios artesanales, y extender y promover el comercio interior y exterior.
Nuestro país está muy atrasado. Sólo el 8% de la población que se encuentra remunerada se dedica a la industria. Sobre esto al respecto, prácticamente todos los países del Oeste y algunos países balcánicos nos han dejado atrás. La razón de esto debe ser encontrada en la dañina política antinacional de los antiguos gobiernos burgueses, reaccionarios y fascistas, que hicieron convertir a nuestro país en un apéndice agrario de los imperialistas alemanes y lo redujeron a un estado semicolonial. La clase capitalista en Bulgaria no se preocupó de construir la industria pesada. Estuvo interesada, en su mayoría, en el desarrollo de la industria ligera, la cual le otorgaba grandes y rápidos réditos.
Aunque el trabajo hasta ahora se ha realizado bajo las más difíciles condiciones –la pobre herencia recibida, los tres años de sequía, las dificultades del comercio exterior–, considerables logros pueden ser registrados en la esfera económica. La producción industrial de 1947 fue un 30,5% más alto que la de 1939, y un 16% por encima del nivel de 1946. La producción de carbón, en particular, se ha incrementado en un 80% con respecto a 1939.
El primer gran horno de trabajo de cemento «Vulkan» alojado en la ciudad de Dimitrovgrad entró en operación en 1947, y el segundo estará en funcionamiento este mismo año. El trabajo de construcción de la planta de fertilizantes nitrogenados en Dimitrovgrad también ha comenzando, la cual cuando esté a pleno funcionamiento, producirá unas 110.000 toneladas de fertilizantes por año. La planta también tendrá una sección especial que producirá ácido sulfúrico. Un acuerdo ha sido firmado con la Unión Soviética para construir una planta de combustible líquido.
Una medida particularmente importa en la esfera de nuestra economía política que promoverá enormemente el desarrollo de la economía ha sido la nacionalización de las empresas privadas y las industrias mineras. Mientas que a finales de 1946 el sector estatal y cooperativo contribuía con sólo un 30% de la producción industrial del país, a día de hoy solamente el sector estatal constituye más del 80% de la producción total. Así, el Estado popular ha ganado una de las posiciones claves de la economía, lo que permitirá el rápido y completo desarrollo de la industria de nuestro país.
La nacionalización, que ha encontrado la unánime aprobación del pueblo búlgaro, proporciona espléndidas oportunidades para ampliar y reconstruir la industria, para aumentar y mejorar la calidad de la producción industrial, y rebajar sus costes. Los nuevos ejecutivos de las empresas estatales, los obreros, ingenieros y técnicos ahora son contratados por la creación de empresas industriales a gran escala, mediante la agrupación de las empresas nacionalizadas más pequeñas, sobre todo las industrias ingenieras y químicas. Simultáneamente se procede a buen ritmo la construcción de nuevas empresas: 8.300 millones de lev han sido destinados en 1948 para este propósito.
El gobierno del pueblo dedica una considerable atención a la electrificación que en el pasado estuvo muy atrasada, este solo era permitido cuando su desarrollo ya satisfacía el interés comercial y especulativo de los capitalistas búlgaros o extranjeros. La producción de la energía eléctrica se elevó a 313 millones de kilovatios/hora en 1944, hasta lograr los 488 millones de kilovatios/hora en 1947. Un buen número de centrales eléctricas de vapor e hidroeléctricas están siendo construidas, las cuales para 1950 y 1951 satisfarán las necesidades de electrificación; cerca de 300 ciudades y para 1948 el plan proveerá electricidad a otros 280 lugares.
El Frente de la Patria ha tenido éxito en la agricultura. El área de cosecha ha aumentado de 43 décares en 1940, a 48 millones en 1947. Como resultado de la reforma agraria 127.000 familias recibieron 1.252.000 décares de tierra y 7.863 explotaciones familiares. También 381 economías de propiedad pública e instituciones recibieron 71.000 décares de tierra.
Un nuevo rasgo importante en la agricultura es las cooperativas de productores, de las cuales hay comprendidas 579 de aproximadamente 50,000 propietarios de tierras. Estas cooperativas poseen un total de 1.890.000 décares de tierra. A pesar de las dificultades causadas por tres años de sequía en sucesión, las cooperativas han mantenido un equilibrio firme. Los campesinos comienzan a considerarlos como el camino más seguro al desarrollo de nuestra economía y realce del bienestar de la población rural.
Estamos incrementando la producción de máquinas agrícolas como medio de promover la agricultura y en un futuro tendremos nuestra propia industria de producción de maquinaria agrícola. Estamos estableciendo 30 Estaciones de Máquinas y Tractores para abastecer a la agricultura con los implementos necesarios, máquinas y especialmente tractores para cultivar la tierra. En total tendremos 70 Estaciones de Máquinas y Tractores este año.
Cientos de miles de décares de pantano han sido drenados y convertidos en suelo fértil de primera clase por la erección de presas a lo largo del Danubio. Un embalse, cientos de kilómetros de nuevos canales, y la estación de bombeo están en construcción. El Frente de la Patria ha emprendido extensas actividades de construcción, los resultados de los cuales serán evidentes dentro de pocos años. Millones de décares de tierra serán irrigadas y la fertilidad incrementara un triple.
Esfuerzos considerables están siendo ejercidos para promover la ganadería, para cuyo objetivo han sido establecidas más de 922 granjas de ganadería. Se han aumentado los stocks de forraje. Hemos construido también una serie de incubadoras de distrito. La siembra planificada de otoño se cumplió al 100%, y sin duda, la siembra de primavera llevará a cabo el mismo éxito. Hasta el 9 de septiembre de 1944 el comercio exterior de Bulgaria se canalizó exclusivamente en interés de las granes empresas del imperialismo alemán y abastecía principalmente a Alemania.
El 9 de septiembre de 1944 nos encontramos con una Bulgaria aislada. El gobierno tomó medidas inmediatas para restaurar y ampliar las relaciones comerciales con el mundo exterior. Fue capaz de firmar un acuerdo comercial con el Estado soviético, que prestó una inestimable ayuda económica en la rehabilitación de nuestra economía nacional. La Unión Soviética nos suministró una seria de máquinas y materiales básicos para la industria, prestando una amplia asistencia en el suministro de alimentos mediante el envió de 13.000 toneladas de grano y forraje y 30.000 toneladas de heno. Estaremos recibiendo otras 75.000 toneladas de trigo de la Unión Soviética durante la primera parte del año en curso. Aparte de esto la Unión Soviética nos ha concedido un crédito de 5.000.000 de dólares, nos ha ayudado en nuestros planes de industrialización acordando construir, sobre un sistema de pago diferido, una fábrica de productos químicos con una central eléctrica en Dimitrovgrad y una planta de combustible líquido en la zona de Burgas.
Acuerdos comerciales se han firmado también con Checoslovaquia, Polonia, Yugoslavia, Rumanía, Hungría, Austria, Suiza, Francia, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Alemania, Finlandia, Italia y Suecia. Centros especiales de importación-exportación –estatales y mixtos– han sido organizados, que ahora controlan el comercio exterior.
Así, el comercio exterior que en el pasado era el medio para robar al pueblo búlgaro ha sido convertido en un factor importante en el desarrollo de la economía nacional del país.
Nuestros enemigos trataron de asustarnos diciendo que la política financiera del Frente de la Patria nos conduciría al desastre y que el pueblo búlgaro no confiaría en la nueva institución financiera. Sin embargo los hechos dicen una historia bien diferente: los depósitos en las cajas de ahorros y los bancos agrícolas y cooperativos de Bulgaria se han incrementado considerablemente.
Con la nacionalización de los bancos el pueblo de Bulgaria ha eliminado los restantes parásitos bancos privados del sistema bancario, y se ha hecho el Estado el amo de los créditos del país.
Mientras en el pasado las masas trabajadoras eran obligadas a trabajar para el Estado fascista, ahora, que ellas son los dueños de su país, estas trabajan con gran entusiasmo, a pesar de que todavía las insatisfactorias condiciones materiales, estando seguras de que sólo así tendrán la capacidad de mejorar sus vidas.
El trabajo de emulación y el trabajo de las brigadas de choque son un nuevo impulso, hasta ahora desconocido en la historia de Bulgaria. Cientos de miles de personas son expuestos de ejemplos de cómo trabajar en nuestra tierra nativa. Podemos decir que la emulación consigue ser un factor esencial en el frente del trabajo. Ahora tenemos innovadores y racionalizadores en la industria, quienes facilitan los procesos de trabajo e incrementan la producción.
Uno de los mejores ejemplos del genuinamente popular y democrático carácter del Frente de la Patria es el hecho de que todos los miembros realmente talentosos de la intelectualidad capaces del trabajo creativo están o bien activamente participando en la edificación de nuestra República Popular, o bien facilitando está edificación cada uno a su modo. Nadie puede negar que no haya ni un solo trabajador realmente prominente en las esferas de ciencia, arte y cultura que no contribuya al gran trabajo constructivo del Frente de la Patria.
Las principales tareas del Frente de la Patria
Las principales tareas que el Frente de la Patria programó en su línea de 1942 han sido, en su mayoría, realizadas. El Frente de la Patria debe ahora renovar su programa y definir sus nuevas tareas conforma a los vitales intereses del pueblo y el próximo desarrollo del país. En breves líneas, estas son las siguientes tareas:
Primera, educar a las masas populares en el espíritu de la constitución popular de 1947, para inculcar y reforzar el conocimiento de que ellos son fuertes y son los propios dueños de su destino; para educar a las masas políticamente, de manera que todos los ciudadanos de la República Popular tomen parte activa en el gobierno del país; desarrollar entre la gente un sentido de dignidad nacional, de deber patriótico de defender los intereses del Estado y el pueblo.
Segunda, facilitar por todos los medios el desarrollo de las fuerzas productivas, tanto en la industria como en la agricultura; industrializar y electrificar el país y así aumentar su poder económico, para transformar Bulgaria en un país moderno industrial-agrario con una industria altamente desarrollada, con una abundancia de energía eléctrica e irrigación, con un sistema de transporte bien desarrollado y una agricultura mecanizada; ampliar y desarrollar el sector estatal, es decir, el sector de la economía nacional del pueblo y establecer una red de cooperativas agrícolas y artesanales, rindiendo, al mismo tiempo, una versátil ayuda y protección a los productores individuales agrícolas, a los artesanos, etc., y mejorar el bienestar general del pueblo.
Tercera, fortalecer la capacidad de defensa del país mediante la preparación del pueblo para defender su libertad y su independencia de cualquier invasión extranjera.
Cuarta, asegurar la continuación de una consistente política exterior basada en los correctos principios de una duradera y democrática paz y siempre sobre la base genuina e indestructible amistad con la Unión Soviética, que es la clave de esta política; asegurar también la política de fraternidad y amistad con los pueblos de Yugoslavia, y cooperación con todos los pueblos cercanos y distantes que aman la libertad, basándose en la igualdad, el respecto de la independencia nacional, sobre un completo sistema de alianzas mediante tratados de amistad, cooperación y ayuda mutua con todos los países democráticos eslavos y no eslavos en pro de la defensa contra la agresión imperialista y en pro de la prosperidad económica.
La realización de estas tareas llama a la eliminación de los remanentes del sistema capitalista de explotación en nuestro país.
La estructura organizativa del Frente de la Patria
Las nuevas tareas llaman a una reorganización del Frente de la Patria. El Frente nunca ha sido simplemente una coalición de partidos, un acuerdo entre los líderes de los diferentes partidos para objetivos y tareas temporales. Desde el inicio nuestro Frente de la Patria fue un movimiento popular. Sin embargo, anteriormente debido a la necesidad de su liderazgo albergaba ciertos rasgos de coalición de partidos que el Frente de la Patria en el proceso de su desarrollo, gradualmente abandona. Hasta ahora el Frente de la Patria no tenía ninguna organización y carecía de órganos de elección de sus líderes.
La realización de nuestras nuevas tareas es imposible sin la máxima unidad y sin la soldadura de las fuerzas populares, sin el incremento de la conciencia y participación activa de los ciudadanos de la República Popular, sin la dirección unificada y autorizada de la creciente actividad del pueblo trabajador. Por estas razones es necesario reorganizar el Frente de la Patria en una organización socio-política popular unificada, con las normas de disciplina obligatorias para todos sus miembros, y con un programa general unificado y un liderazgo elegido.
El proyecto de los estatutos del Frente de la Patria contienen los principios organizativos fundamentales para esta organización socio-política popular unificada.
El principal principio de la nueva organización del Frente de la Patria será el centralismo democrático. Esto quiere decir que todos los órganos del Frente de la Patria, desde el más alto hasta el más bajo, serán elegidos, que ellos harán informes a sus organizaciones correspondientes, que los órganos inferiores se someten a los órganos superiores, la minoría a la mayoría, que las decisiones de los órganos principales son vinculantes para todos los miembros de las organizaciones del Frente de la Patria; esto significa también el amplio desarrollo de la constructiva, crítica y autocrítica creativa. Todo esto garantiza que el Frente de la Patria va a poseer una buena organización capaz de guiar a nuestro pueblo en su gran obra de construcción.
Cualquier persona, independientemente de su afiliación de partido, nacionalidad, religión o posición social, puede ser miembro del Frente de la Patria, a condición de que acepte los estatutos y el programa del Frente de la Patria, se someta a su disciplina, trabaje en una de sus organizaciones y pague las cuotas de afiliación. Las puertas del Frente de la Patria están cerradas para quienes sirven a la reacción directa o indirectamente, para quién haya participado en la persecución o asesinato de antifascistas o que hayan alentado y apoyado activamente la tiranía fascista.
De esta forma el Frente de la Patria se convierte en una genuina organización popular abierta a todos los ciudadanos honestos listos para trabajar en beneficio de nuestro país.
La transformación del Frente en un cuerpo popular unificado socio-político no excluye la existencia y la actividad de los varios partidos que conforman el Frente. La idea de que ha llegado el tiempo para liquidar a los partidos y que estos partidos han acabado su rol es un prejuicio dañino. Hay buenas razones para la existencia de partidos separados en el Frente aún en las condiciones de la organización unificada popular socio-política del Frente. Estos partidos tienen mucho trabajo tras de sí en cuanto a atraer al Frente los círculos donde tienen influencia y contacto, y haciéndolo así ayudaran al fortalecimiento del frente y a completar la unidad política de nuestro pueblo, que es la principal garantía de nuestro éxito futuro.
La nueva cosa para los partidos es que ahora ellos desarrollarán sus actividades dentro del marco del programa del Frente y estarán obligados a rendirse a su disciplina.
El desarrollo del progreso social de nuestro país no se mueve hacia atrás, hacia una multitud de partidos y agrupaciones, sino hacia la eliminación de todos los remanentes del sistema capitalista de explotación, y esto conducirá al establecimiento de un partido político unificado que dirigirá el Estado y a la sociedad.
Nuestro pueblo que tiene aún fresco los amargos recuerdos del pasado, nunca estará de acuerdo en que la dirección de nuestro Estado y la sociedad se asemeje a la del cisne, el cangrejo, y el lucio de la fábula de Krylov, quienes a pesar de sus esfuerzos no pudieron mover el carro, ya que el cisne empujaba hacia arriba el cangrejo retrocedía hacia atrás, mientras el lucio se hundía hacia abajo en el río.
Pero la formación de un partido político unificado de nuestro pueblo clama un duro trabajo. Un número de cambios radicales son necesarios para eliminar completamente el sistema capitalista de explotación y acabar con la existencia de clases antagónicas; es necesario también para ello realizar un trabajo considerable en materia de reeducar a nuestra gente. Pero todo esto será hecho por el Frente de la Patria, la organización unificada popular socio-política, que nuestro congreso establecerá.
Hay gente deshonesta que dice que esto es totalitarismo, la dictadura de un sólo partido. El fascismo ciertamente representó un sistema totalitario, pero como es sabido que el sistema fue impuesto al pueblo desde arriba, mediante el terror y la violencia, y era la expresión encontrada de la dominación sin restricción y la dictadura de un puñado de grandes capitalistas, magnates financieros, empresarios y aventureros políticos sobre la enorme mayoría del pueblo con el objetivo de saquear y esclavizar al pueblo.
El Frente de la Patria no guarda en absoluto ninguna relación con tal sistema. El Frente de la Patria representa la unificación de las fuerzas populares, unificación traída por el pueblo y para el pueblo. Juntos con el Partido Obrero (comunista) Búlgaro, que es el principal partido, hay otros cuatros partidos en el Frente; los partidos que rompieron con el sistema capitalista, que se adhirieron a los principios progresistas del Frente y se declararon así mismos para el pueblo y para el país. Expresando los deseos del pueblo estos partidos aceptan la disciplina política general y el programa unificado que prevé el trabajo constructivo, una paz duradera y la construcción de un orden social justo que asegure a las masas trabajadoras el bienestar que se merecen. Claramente esto no es totalitarismo. Esto es la unificación del liderazgo político de la República Popular en aras de los intereses de la paz, la democracia y el progreso.
A la reacción interna y a los agentes en nómina del imperialismo les gustaría evitar la creación de una dirección política de este tipo, porque ellos están interesados en dividir al pueblo. Su consigna es: ¡divide y vencerás! Pero los viejos partidos burgueses han sido rechazados por nuestro pueblo. Su existencia, no es, ni puede ser, justificada. En el nuevo orden social no sólo se han vuelto superfluos, sino también perjudiciales por ser agencias de la reacción interna e internacional. El Frente de la Patria ha sido llamado a gobernar el país y sólo el Frente de la Patria gobernará de acuerdo con la voluntad expresada por el pueblo. Naturalmente a los enemigos de nuestra República Popular les gustarían tener su quinta columna en nuestro país, para socavar las bases de la democracia popular. Pero el pueblo que ha tomado el destino en sus propias manos, no apoyaran ninguna quinta columna; la agencia de los imperialistas extranjeros, las herramientas de los consejos capitalistas y monopolios.
Estoy convencido que todos los partidos en el Frente y las otras organizaciones también, tras este congreso, reorganizarán su trabajo a lo largo de las nuevas líneas, no escatimaremos para hacer firme e inquebrantable al Frente de la Patria, para hacerlo un vasto, unánime, leal, unido y disciplinado ejército victorioso socio-político de nuestro pueblo. (Aplausos)
Cuidadosamente y críticamente analizando el difícil y tortuoso camino de nuestro pueblo, bajo la dirección del Frente de la Patria, podemos decir con confianza que lo peor ha quedado atrás. Sin duda, en el futuro también, nos encontraremos con un buen número de dificultades pero las dificultades son inevitables, son un fenómeno concomitante de crecimiento y de desarrollo. Al mismo tiempo las condiciones y oportunidades para vencer las dificultades existen.
Con la organización del Frente de la Patria en una organización socio-política unificada, esta organización socio-política, equipada con un nuevo programa, hará que el pueblo de Bulgaria avance con seguridad hacia el futuro final de su gran causa, independientemente de todos y cualquiera de sus dificultades y obstáculos.
Nuestras tareas se hacen mucho más fáciles gracias al hecho de que el pueblo se inspira, y está dispuesto a aprender de la experiencia de la fraternal Unión Soviética, cuyo pueblo, a pesar de enormes dificultades y enormes sacrificios, han creado, bajo la dirección del gran Partido Comunista (bolchevique) de la Unión Soviética, y de su brillante líder el Generalísimo Stalin, una nueva sociedad socialista y ahora están marchando con confianza hacia adelante al comunismo. (Prolongados aplausos)
Nuestro pueblo tiene sus enemigos, pero el pueblo no está solo. Ellos tienen también amigos pequeños, grandes y verdaderos amigos desinteresados. Firmemente reuniendo alrededor del Frente de la Patria del pueblo de Bulgaria dirige su nave social del Estado a través de los arrecifes a puerto seguro.
¡Viva la indestructible e invencible Frente de la Patria!
¡Viva la república de Bulgaria de la gente! (Todos de pie, tormentosos y prolongados aplausos)
Notas
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