domingo, 11 de febrero de 2018

Charla de Enver Hoxha con una delegación peruana sobre algunos aspectos de la revolución


«La lucha en los diferentes países del continente de Latinoamérica muestra que el movimiento revolucionario, dirigido por los marxista-leninistas, es muy grande. Lo importante es que esta lucha está en aumento a pesar de la influencia perniciosa de varias corrientes hostiles, algunas de las cuales pretenden posar como gente de izquierda. Pero a pesar de estas corrientes, los partidos marxista-leninistas, han levantado la correcta línea de la lucha armada contra el capital, los imperialistas yankees y han desarrollado una lucha despiadada en el campo ideológico contra las corrientes antimarxistas de todo tipo.

Hemos constatado con satisfacción que vuestro partido está organizando bien la aplicación de esta justa línea, creando bases, no solo en la ciudad sino también entre las filas del campesinado. Esto es absolutamente esencial, porque para el triunfo de la revolución proletaria no es suficiente tener línea correcta, también es necesario aplicar una práctica correcta, organizar su aplicación en conformidad con las condiciones concretas de cada país.

Nosotros los albaneses entendimos el rol del campesinado en el movimiento revolucionario particularmente bien, porque incluso hoy día, la mayoría de la población de nuestro país es campesina. Antes y durante el mismo tiempo de la guerra de liberación nacional el campesinado albanés fue una clase revolucionaria. Él estaba fuertemente oprimido, sufría privaciones y miseria, y al mismo tiempo era muy patriótico, valiente, resuelto y con un animado espíritu de sacrifico. Nuestro campesinado adoptó inmediatamente la línea proletaria de nuestro partido. A pesar del número todavía limitado de obreros en Albania, en ese momento el campesinado entendió que la línea del partido estaba basada en la clase obrera. Desde el principio el campesinado albanés vio que en las ciudades los comunistas golpeaban a los invasores a diario, que la lucha y el programa del Partido Comunista de Albania satisfacían sus deseos seculares. Nuestro partido instruyó continuamente a sus miembros a que, a la vez que desempeñaban las luchas contra los ocupantes en las ciudades, ellos debían trabajar y luchar en el campo, también. El fuego de la lucha se iluminó en Peza y en las montañas de Kruje, en Kurvelesh y Korça, en Vlora y Berat, en las regiones montañosas de Mat y Shkodra, Dibra y Tropoja. No solo encontramos fuertes bases de apoyo, sino que en todas esas partes los campesinos tomaron las armas y se unieron como partisanos.

Vosotros también, entendéis el problema básico propiamente, estáis mostrando especial cuidado sobre la cuestión del campesinado. Esto es un deber para el correcto liderazgo de vuestro partido. Tenéis gran experiencia con el campesinado. El hecho de que vuestro partido tenga una gran unión del proletariado rural, que agrupa a más de un millón de campesinos, significa que comprendéis la gran cuestión de los aliados del proletariado. Es por eso que las formas de trabajo que usáis y los resultados que se han logrado en la lucha por la aplicación y el desarrollo de la práctica del marxismo-leninismo en Perú es un gran tesoro para todos nosotros, los marxista-leninistas de otros continentes, y tenemos  la tarea de estudiarlo con gran atención.

De otro lado, nuestras reuniones que nos permiten el intercambio de opiniones y disfrutar mutuamente de nuestra experiencia, son para nosotros de enorme importancia. Cuando nos hemos reunidos con camaradas de otros países y hemos aprendido acerca de sus luchas y experiencias nos hemos fortalecido. Nos hemos reunido con muchos camaradas de diferentes partidos y grupos marxista-leninistas quienes trabajan en la legalidad o ilegalidad, acorde a las condiciones que existen en sus respectivos países. Hemos charlado con ellos sobre diferentes problemas. Durante nuestras charlas, o incluso por sus praxis, observamos que algunos de ellos conciben el rol y el deber de los comunistas de forma estrecha.

Algunos piensan que toda la atención del partido o el movimiento marxista-leninista debe concentrarse solamente en el trabajo con los obreros de las plantas y fábricas, ignorando así los aliados más cercanos del proletariado, el campesinado pobre y medio, en general, y el obrero agrícola, en particular. La situación del campesinado es común en todas partes. Cuando las cosas comienza a ser más cada vez más difíciles en las ciudades, las bases del partido y el movimiento que lidera, siempre en el camino marxista-leninista, pueden ser creadas en el campo de forma más rápida, y a veces, pueden ser más seguras.

Pero aquí también hay camaradas quienes hacen lo opuesto, de nuevo porque ellos ven los problemas de desde un punto de vista estrecho. Ellos concentran todo el trabajo del partido en el campo y olvidan la ciudad, donde está la gran organización capitalista y el poderoso proletariado quién tiene la misión histórica de derrocar la decadente sociedad capitalista a través de la revolución.

Hay «comunistas» quienes dicen que no hay posibilidad de seguir la línea de lucha. En nuestras charlas con ellos les hemos brindado ejemplos, de las actitudes revolucionarias de los camaradas del Partido Comunista Peruano y del Partido Comunista de Brasil quienes están siguiendo exitosamente el correcto camino de la lucha de la organización y movilización de la clase obrera y el campesinado. Los camaradas de Brasil han actuado como los camaradas de Perú estableciendo bases también en el campo. Muchos otros partidos, han luchado para preparar esta situación, la cual no es una aventura, sino una correcta acción marxista.

Cuando nos reunimos y charlamos con gente quienes confinan todo el trabajo de los comunistas a las ciudades solamente, como he mencionado arriba, les damos la experiencia de los partidos hermanos de Latinoamérica como ejemplo. Con esto no queremos en ningún modo decir que desafiando las condiciones concretas de su país, ellos deban emprender una aventura, tomando las armas prematuramente, no, pero creemos basándonos precisamente en las concretas condiciones, que el campesinado es una fuerza revolucionaria. En el campo de un país, por ejemplo donde viven millones de campesinos pobres, dominados por el feroz capital latifundista, los comunistas no deben concentrar su lucha solo en las ciudades, donde la reacción, por supuesto, siempre está mejor organizada, debe de llevar al mismo tiempo al lucha al campo. Puede que no sea el momento de comenzar la lucha armada, pero es necesario preparar esta situación para el momento, y esto es lo que hacen los camaradas comunistas en algunos países de Latinoamérica, donde comenzaron a preparar el terreno en esta dirección. Por eso, queridos camaradas, apreciamos su lucha marxista-leninista y nos regocijamos con ella. Al mismo tiempo nos sentimos muy obligados de prestar atención hacia los camaradas revolucionarios como vosotros, que están luchando en condiciones tan difíciles.

Nos alegra el hecho de que estés templando el partido purgando las filas de elementos revisionistas. Lo que estáis haciendo es otro gran trabajo. Todos nosotros hemos sufrido esta enfermedad, por lo que, vuestro partido no puede ser la excepción en esta dirección. Nosotros siempre debemos estar vigilantes en la lucha contra nuestros enemigos del partido porque siempre tratan de debilitarnos y liquidarnos si ellos ven la oportunidad, y si ven que bajamos la guardia. Quién cierra los ojos a este peligro y se duerme en los laureles acaba destruido. Lo que le sucederá es lo que ha sucedido en la Unión Soviética y en otros países revisionistas. Esto es por lo que es esencial que nuestra vigilancia político-ideológica debe ser fortalecida continuamente.

Nuestro partido también ha pasado por todo eso. Él se ha esforzado pacientemente para explicar las cosas a aquellos que han cometido errores, para ayudarlos, una, dos, tres veces, empleando todas las formas de trabajo posibles, con el objetivo de corregirlos en interés del partido y de la revolución. Pero cuando se hizo evidente que este no era el interés de estas personas y que todos los esfuerzos realizados con estas personas no funcionaban, los excluimos del partido sin dudarlo, porque no debemos dejar el gusano en la manzana, de lo contrario, a pesar de su hermosa apariencia, esta manzana se pudrirá poco a poco, y después de un tiempo, si no se ha sido expulsado, incluso habrá contaminado a las otras manzanas. Por eso, al igual que vosotros, nosotros y todos los verdaderos partidos marxista-leninistas hacen bien en purificar sus filas de elementos antipartido, porque esta forma de actuar fortalece nuestras filas. Es cierto que necesitamos cantidad, pero en primer lugar, necesitamos calidad en la composición del partido. Un partido fuerte de una unidad monolítica que sea capaz de ganarse a las grandes masas del pueblo y no solo meramente para remplazar a uno, diez o cien personas individuos sin valor u enemigos hostiles expulsados, sino para ganar en lugar de ellos, a decenas de miles nuevos provenientes del pueblo y de la lucha y acción. Entendemos y nos alegramos de que se haya actuado como se debía, de la manera marxista-leninista, para hacer de vuestro partido uno genuinamente bolchevique como Lenin y Stalin nos aconsejaron. En mi humilde opinión, pienso que si se hubiera actuado de otro modo la causa revolucionaria en Perú no habría progresado.

El fortalecimiento el Partido Comunista Peruano es la garantía de que él siempre avance seguro en sus pasos. La actividad que habéis emprendido es muy valerosa. Al menos hasta donde sabemos, vuestro trabajo básico no está guiado por tendencias subjetivistas sino que se basa en las ideas revolucionarias marxista-leninistas que tienen el objetivo de temblar el partido.

Como nosotros hemos oído, los elementos a quienes vosotros habéis purgado estaban influenciados por el izquierdismo aventurerista castrista, cuyos esfuerzos fueron especialmente concentrados entre los estudiantes. De lo que sabemos, leyendo las «teorías» de Castro y otros como él sobre el partido, la lucha armada, el rol del campesinado y la confianza que debe tener en él, vemos que todas estas «teorías» no son para nada marxistas. Leyendo el cuaderno de Guevara el cual ha sido publicado en Cuba nosotros nos alzamos la cuestión: ¿qué clase de marxista puede vivir como un salvaje en la sierra y organizar el trabajo en secreto de las masas, en las cuales él no confía?

Por lo tanto, vosotros habéis actuado muy bien en atacar a las tendencias aventureristas-castristas y purgar a los elementos insanos de vuestras filas, porque ellos tenían ciertamente su plan para sabotear las sanas bases del Partido Comunista de Perú entre las masas campesinas.

Los reaccionarios y capitalistas no son tontos, ellos ven que en el campo de los diversos países latinoamericanos existe una vigorosa fuerza, como son los campesinos medios y pobres, los cuales día a día comienzan a organizarse y ser una fuerza que los aterroriza. Esta es la razón porque la que están haciendo todo lo posible desde el poder para establecer la calma en la parte trasera de la industria. Ellos saben que si no tienen calma en el campo, si no son capaces de explotar la tierra sin dificultades, y si ellos no dirigen con mano dura a quién trabaje estas tierras, donde el grano, el algodón, la remolacha, y la fruta se producen, donde se cría ganado, etc., la industria podría paralizarse y los capitalistas ciertamente se verían frente a desórdenes y disturbios. Los capitalistas y la reacción están bien al tanto de todo esto.

Hoy, el imperialismo estadounidense ha extendido sus raíces en las cuatro esquinas de la tierra para asegurarse materiales primas agrícolas y minerales para su economía. En orden de proteger estos privilegios, mantiene un gran ejército con el que suprime forzosamente a los obreros de su país y de otros y, en efecto, incluso ha logrado comprar los cerebros de las personas de esos países a los cuales considera «aliados». Suministra créditos y armas para todas las camarillas reaccionarias en el poder que han traicionado los intereses nacionales, para que ellas puedan mantener a sus pueblos maniatados. Por estas razones, el movimiento campesinado está jugando un gran rol en cualquier parte contra los objetivos predadores de los imperialistas, y por lo tanto, los partidos marxista-leninistas deben confiar en este movimiento. Estos partidos tienen su principal apoyo, como debería ser, en la clase obrera en el primer lugar, pero ellos deben también tener bases en el campo donde los campesinos son el objetivo y el aliado natural del proletariado.

Hicisteis bien en purgar de las filas de vuestro partido a los elementos antipartido quienes usaban todo tipo de métodos para debilitar y liquidar el partido. «¿Por qué necesitamos el partido?», «Lo primero de todo es que tengamos un ejército», dice Fidel Castro. El lenguaje usado en algunos de los discursos de él muestra que nunca ha sido un marxista. ¿Pero cómo se va a mantener el ejército del pueblo sin el liderazgo del partido? Hubo un ejército en Albania en tiempos del ex-Rey Zog, pero este era débil y reaccionario, mientras nuestro ejército de hoy es fuerte y un ejército del pueblo precisamente porque es guiado por un partido marxista-leninista. En pocas palabras, es por esto que los conceptos de Castro sobre el rol del ejército no son marxistas». (Enver Hoxha; Para alcanzarse los objetivos se necesitan acciones revolucionarias y no discusiones estériles; Entrevista con el Secretario General del Partido Comunista del Perú, Saturnino Paredes Macedo, (Extractos), 12 de julio 1969)

Anotaciones de Bitácora (M-L):

Para la traducción hemos recurrido tanto a la versión inglesa como francesa para que fuese lo más rica y completa posible.

Por desgracia ni el llamado Partido Comunista Peruano - Bandera Roja fundado en 1964 como reacción al jruschovismo ni tampoco después el Partido Comunista de Perú (marxista-leninista) como reacción al maoísmo supieron extraer las lecciones de los consejos del líder albanés de este tipo de entrevistas. Estos partidos nacieron y se desarrollaron en condiciones muy complicadas, acentuadas todavía más por lidiar con unas desviaciones teórico-prácticas derivadas de su influencia del castrismo-guevarismo y el maoísmo, las cuales superaron a duras penas en algunas ocasiones, unas veces para volver a ellas tiempo después y otras para tomar otras diferentes. Nunca se llegaron a temblar como verdaderos partidos bolcheviques como se confirmaría poco después. 

El propio líder del partido Saturnino Paredes jamás hizo una autocrítica profunda del la influencia notable del maoísmo que introdujo en su programa, estrategia y tácticas hasta aproximadamente 1978; dicho líder no tuvo iniciativa en desmontar el maoísmo, simplemente se adaptó a las pruebas irrefutables que los marxista-leninistas albaneses y otros exponían en el exterior, lo que indica que la desmaoización del PC (m-l) de Perú fue más mecánica que consciente como en tantos otros casos:

«Muchos otros partidos en cambio se sumaron a la denuncia en coro del revisionismo chino por la evidencia de las pruebas históricas y presentes del revisionismo chino, pero negaron en cambio otra evidencia histórica: que el revisionismo chino había penetrado en su propio partido durante años, que muchos de sus miembros habían estado influenciados por sus conceptos y teorías –y eso incluía una denuncia superficial del revisionismo–. A veces no negaban pero si infravaloraban este pasado: con ello se logró que la incompleta incluso a veces falsa «autocrítica» maoísta de estos partidos, y en parte significó un factor que a la postre influenciaría en la degeneración de estos partidos e incluso en su liquidación. (...) Esto demuestra que el seguidismo incluso en cuanto a posiciones revolucionarias, no sirve de nada, coloca al partido o individuo en una posición correcta, sin ser consciente de porqué se ha llegado allí, el mismo fruto de azar que hoy le ha colocado allí le pueda mañana hacer desplazar a otra posición, ya que no sabe qué principios salvaguardar para seguir ahí». (Equipo de Bitácora (M-L); Las luchas de los marxista-leninistas contra el maoísmo: el caballo de Troya del revisionismo durante los 60 y 70 en el movimiento marxista-leninista, 1 de noviembre de 2016)

La confirmación vino al poco tiempo de la muerte de Enver Hoxha en 1985, cuando el PCP (m-l) empezó a reconciliarse con las antiguas corrientes que antes combatía como el maoísmo o el propio castrismo-guevarismo, hasta reducir su influencia en las masas y postrarse como una plataforma ideológica y no un partido como tal, como puede verse [aquí] con sus restos actuales. Grupo que además cumple con el fetiche revisionista de ocultar todos los documentos históricos del partido para que puedan ser estudiados, criticados o alabados por los revolucionarios del mundo.

Otro rasgo palpable del oportunismo más rancio al que ha llegado esta organización se refleja en participa en la internacional de la CIPOML, la misma que agrupa a los grupos que a finales de los 80 adoptaron métodos y tácticas reformistas de tipo socialdemócratas, renegando así del legado Enver Hoxha y el Partido del Trabajo de Albania (PTA). Muchos de ellos como sabemos renegaron abiertamente incluso, de identificarse con nada de su antiguo «periodo albanés», otros lo reivindican como formalidad.

Véase como no solamente Bandera Roja en Venezuela, sino también de otros restos de estos partidos históricos como el refundado PCE (m-l) de España o el PCE (m-l) de Colombia, hace largo tiempo que se han convertido en una vergüenza para el proletariado nacional e internacional, actualmente son grupos que pese a lo que digan los maoístas y brezhnevistas, no son «hoxhistas», es decir no son marxista-leninistas, sino que se han convertido en organizaciones podridas ideológicamente, donde sus reducida cúpula está compuesta por líderes pseudorevolucionarios igual de oportunistas que los propios maoístas-brezhnevistas, ya que precisamente han adoptado sus ideas y referentes.

Durante la entrevista de Enver Hoxha con la delegación peruana se hace mucho énfasis en refutar las ideas del revisionismo cubano. He aquí para el lector una serie de obras, capítulos y reflexiones de autores marxista-leninistas sobre el castro-guevarismo para estudiar sus desviaciones teórico-prácticas para entender su importancia:

1) Obras:



2) Capítulos:

Equipo de Bitácora (M-L); La estupidez altiva de los pseudorevolucionarios cuando sacan pecho al decir que fueron instruidos en el «socialismo» cubano, 2013

Equipo de Bitácora (M-L); ¿Qué nos enseña una vez más las experiencias históricas sobre la «guerra popular prolongada» maoísta y el «foco» guevarista?, 2015

4 comentarios:

  1. Hay una cuestión concreta que se oculta o desconoce aquí. Y es que los elementos del BR no han descuidado jamás la lucha contra el maoísmo.
    Muchos de los Comités de Autodefensa y Rondas Campesinas que combatieron al lastre paramilitar, terrorista y maoísta de Sendero Luminoso fueron organizadas por los elementos de BR.
    Mientras en esas décadas los maoístas apostaban ciegamente por apoyar al 'presidente Gonzalo' y los partidos revisionistas como Patria Roja o Unidad deponían las armas y se sometían a la labor exclusiva de defenderse más no de desarrollar tareas de masas en la liquidación de SL, dejando a las masas populares sin referentes, los elementos de BR si desarrollaban esas tareas principalmente en el campo, en dónde perdieron elementos valiosos.
    Y fue obviamente una lucha atroz no solo contra SL como un grupo liquidacionista en el seno del movimiento revolucionario gestado por la CIA, sino también contra el Estado y demás grupos oportunistas y revisionistas.
    Lo otro es que en la actualidad también hace sentir su presencia en la lucha ideológica frente a las tesis que el maoísmo intenta insertar en el movimiento popular, que no hayan documentos o se oculten no es un fetiche revisionista, sino un criterio de seguridad.

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  2. No creemos que exponer una crítica al maoísmo suponga poner en tela de juicio la seguridad de una organización. Es más, si hay pasajes "sensibles" se suprimen y listo.

    El problema es cuando la lucha contra el maoísmo se deja de lado y precisamente se busca la conciliación con la antigua corriente que se criticaba. Eso se puede ver en los partidos de la CIPOML no solo en el tema del maoísmo sino del brezhnevismo y sobre todo el castrismo...

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  3. Si supieran, sabrían que escribir esta vez. Que pena que no vivan en Perú.

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  4. William Wrestler2 de mayo de 2018, 5:38

    Anónimo, eres peruano está bien, pero desconoces que la crítica la organización de Paredes al revisionismo maoísta-senderista fue superficial y nada científica,
    además la posterior deriva claudicante y revisionista del PCP (ML) de Saturnino, ya que al ser parte de la CIPOML, acepta al revisionismo cubano, que tanto crítico inicialmente.

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