Pol Pot de visita a la China de los 70 |
«Un inciso. Tomemos un ejemplo al alzar para ver el grado oportunismo que existía a mitad del pasado siglo entre ramas revisionistas, y veamos como en mayor o menor medida todos los revisionismos a falta de principios, se apoyaban entre sí. Hagamos esto para comprender de una vez por todas porqué los revisionistas coreanos son, igual que otros revisionistas, oportunistas de campeonato que apoyan lo que sea con tal de recibir el mismo beneplácito. Con tal último ejercicio por tanto se verá porque merecen la etiqueta de enemigo de los pueblos, ya que como en el tema de los imperialismos, los revisionistas y en este caso el coreano apoyan a otros revisionismos internacionales donde los marxista-leninistas luchan contra tales revisionismos locales, es algo parecido a lo que pasa cuando los revisionistas se apoyan para sus fines nacionalistas-burgueses en un imperialismo y les trae sin cuidado los perjuicios que causan a los marxista-leninistas de aquel país y su lucha.
Cojamos como ejemplo el revisionismo camboyano del Partido Comunista de Kampuchea de Pol Pot.
El revisionismo camboyano encabezado por Pol Pot era un fiel seguidor del revisionismo chino, del llamado maoísmo, «pensamiento Mao Zedong» o como el lector lo conozca mejor o le guste más denominarle; esto era así ya que como los revisionistas coreanos, los revisionistas camboyanos tomaron las ideas de Mao Zedong para conformar gran parte de su teoría y práctica:
«En la concreta lucha revolucionaria de nuestro país, nosotros creativamente y exitosamente hemos aplicado el pensamiento Mao Zedong. (...) Este consiste principalmente en las enseñanzas sobre la construcción de un partido con un sólido núcleo dirigente, en el establecimiento de un poderoso frente único nacional, en la construcción de un heroico ejército revolucionario así como en los análisis de clases de la sociedad, en la contradicción, en la práctica, en el establecimiento de las bases rurales revolucionarias, en el rol del campo y la cuidad en la lucha revolucionaria, en la revolución violenta, sobre las estrategias y prácticas de la guerra popular, en la cultura, literatura y arte revolucionaria. (...) El presidente Mao Zedong también hizo una gran contribución a la revolución socialista china y a la construcción del socialismo. Él [Mao Zedong] correctamente planteó la cuestión de las contradicciones entre el pueblo y el enemigo. (...) Para la revolución de Kampuchea, la más preciada ayuda proveniente de Mao Zedong, el Partido Comunista de China y el pueblo chino ha sido el pensamiento Mao Zedong. El presidente Mao Zedong siempre personalmente nos ha apoyado y alentado. (...) La publicación y amplia distribución del V volumen de obras seleccionas de Mao Zedong fue el mayor evento político para el pueblo chino y el pueblo revolucionario del mundo». (Pol Pot; Discurso pronunciado en la recepción dada por los líderes chinos en Beijing, 28 de septiembre de 1977)
El revisionismo camboyano apoya al revisionismo yugoslavo:
«Estamos felices que la delegación de periodistas de Yugoslavia haya venido a la Kampuchea Democrática. Esta visita fortalece los lazos de amistad entre los dos países y pueblos. Como la Kampuchea Democrática, Yugoslavia es un país no alineado y siempre resolutivamente defiende su independencia. Por lo tanto la amistad entre nuestros dos países se presenta sobre esta base. Nosotros tenemos respeto y afecto por el camarada Presidente Tito y los amistosos pueblos de Yugoslavia. El camarada Presidente Tito y los pueblos yugoslavos siempre nos han extendido su apoyo y ayuda. Nosotros tenemos una gran simpatía por el Presidente Tito y los pueblos de Yugoslavia. Queremos expresarles a ellos las gracias» (Pol Pot; Entrevista con la delegación de periodistas yugoslavos en su visita a la Kampuchea Democrática, 17 de marzo de 1978)
Y entonces, el revisionismo coreano, del mismo modo que a los revisionistas chinos y a los revisionistas yugoslavos, apoyaba sin problema alguno al revisionismo camboyano. No le suponía ninguna contradicción que Pol Pot fuera un maoísta convencido y protitoista, promotor de la teoría de «los países no alineados», era sí porque Kim Il Sung en efecto, también lo era:
«Después de la victoria de Camboya, las relaciones entre el Partido del Trabajo de Corea y el Partido Comunista de Camboya se han desarrollado mucho. Pol Pot ha visitado la República Popular Democrática de Corea y ha tenido largas discusiones con Kim Il Sung, quién, lo consideró completamente como un camarada». (Minutos de conversación en el encuentro oficial entre la delegación rumana –liderada por Nicolae Ceaușescu–y la delegación coreana –liderada por Kim Il Sung–, 20 de mayo de 1978)
Es decir, mientras los marxista-leninistas denunciaban al revisionismo camboyano, sus vínculos con el socialimperialismo chino y el imperialismo estadounidense que lo financiaban, además de criticar sus desviaciones anarquistas, eseristas, maoístas, y demás:
«En Camboya el pueblo, los comunistas y los patriotas camboyanos se han levantado contra el bárbaro gobierno de Pol Pot, el cual no es más que un grupo de provocadores al servicio de la burguesía imperialista y en especial de los revisionistas chinos, que tenía como objetivo desacreditar la idea del socialismo en el área internacional». («Zëri y popullit»; El liderazgo chino con Deng Xiaoping a la cabeza ha iniciado un ataque militar contra Vietnam, 21 de febrero de 1979)
Por otro lado, los revisionistas coreanos apoyaban a Pol Pot como un «camarada». ¡Tal era la lucha antiimperialista y antirevisionista de los norcoreanos señores!
Pol Pot, como los marxista-leninistas albaneses habían detectado en los 70, era un lacayo a servicio de la burguesía imperialista mundial:
«Cuando yo muera, mi único deseo es que Camboya permanezca como Camboya y pertenezca a Occidente. (...) Se acabó el comunismo, y quiero hacer hincapié en eso». (Pol Pot, Entrevista con Nate Thayer, 28 de octubre de 1997)
Esta orgía de apoyos sin límite de revisionismos a revisionismos, tendría grandes aspectos negativos en el desarrollo ulterior de la lucha de clases en estos países, pero también tendría aspectos positivos ya que el apoyo tan claro de los revisionistas norcoreanos, tan directo, tan oportunista, a revisionismos tan descarados, ha proporcionado a los marxista-leninistas del mundo, y a todo antiimperialista consecuente, pruebas y argumentos suficientes para condenar la actividad de estos renegados, de condenarlos como personas non gratas para los pueblos:
«El liderazgo del Partido Comunista de China traicionó [el marxismo-leninismo - Anotación de Bitácora (M-L)]. Podemos decir que en Corea la dirección del Partido del Trabajo de Corea nada en las mismas aguas. En cuanto a Tito, se sabe que es un viejo traidor. Esto, naturalmente, es un gran mal para la revolución, es una regresión y una grave pérdida para el marxismo-leninismo. Pero esta desgracia que se produce y que no depende de nosotros, tiene también sus aspectos buenos, consistentes en que estas personas, estos grupos, estas camarillas se desenmascaran y los auténticos marxista-leninistas, los revolucionarios, el proletariado mundial, que están sufriendo, que luchan y caen en las manifestaciones, en las huelgas, ven como sus opresores, los capitalistas, los imperialistas y sus agentes, que posan de comunistas, de marxista-leninistas, complotan a costa de la revolución, a costa de los pueblos». (Enver Hoxha; ¿Por qué va Tito a China?; Reflexiones sobre China, Tomo II, 7 de junio de 1977) (Equipo de Bitácora (M-L); El revisionismo coreano: desde sus raíces maoístas hasta la institucionalización del «pensamiento Juche», 2015)
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