domingo, 3 de mayo de 2020

Engels sobre el arte socialista...


«Usted siente probablemente la necesidad de tomar públicamente partido en este libro, de proclamar ante el mundo entero sus opiniones. Está ya hecho, es pasado, y no necesita usted repetirlo en esa forma. No soy adversario de la poesía de tendencia como tal. El padre de la tragedia, Esquilo, y el padre de la comedia, Aristófanes, fueron los dos vigorosamente poetas de tendencia, lo mismo que Dante y Cervantes, y lo que hay de mejor en La intriga y el amor de Schiller, es que se trata del primer drama político alemán de tendencia. Los rusos y los noruegos modernos, que escriben novelas excelentes, son todos poetas de tendencia. Mas creo que la tendencia debe surgir de la situación y de la acción en sí mismas, sin que esté explícitamente formulada, y el poeta no  está obligado a dar hecha al lector la solución histórica futura de los conflictos sociales que describe. Tanto más cuando en las circunstancias actuales la novela se dirige, sobre todo, a los lectores de los medios burgueses, es decir, a medios que no son directamente los nuestros, y entonces, a mi juicio, una novela de tendencia socialista cumple perfectamente su misión cuando, por una pintura fiel de las relaciones reales, destruye las ilusiones convencionales sobre la naturaleza de tales relaciones, quiebra el optimismo del mundo burgués, obliga a dudar de la perennidad del orden existente, incluso si el autor no indica directamente la solución, incluso si, dado el caso, no toma ostensiblemente partido. Su conocimiento exacto y sus descripciones maravillosamente frescas y vivientes del campesinado austriaco y de la «sociedad» vienesa encontrarán aquí una rica materia, y usted ha probado en Stefan que sabe tratar a sus héroes con esa fina ironía que da fe del señorío del poeta sobre su creación». (Friedrich Engels; Carta a Minna Kautsky, 26 de septiembre de 1885)

1 comentario:

  1. Buenas tardes. Me atrevo con toda la humildad y respeto a compartir mis pensamientos -también anhelos, quizás un tanto ingenuos o utópicos-. Me ilusiona una sociedad en la que sus ciudadanos puedan formular sus objetivos colectivamente, siempre respetando la premisa de que no puede generar en el proceso de formulación, de consecución y de evaluación continua de su consecución, la vida indigna, sin respeto de sus derechos humanos básicos (la vida, el amor de los que le aman, el alimento, la vivienda, la educación, la sanidad, el trabajo y los ingresos suficientes para procurárselos con un grado de dignidad suficiente).
    Pienso que en la actualidad el ser humano, en todos los continentes, individual y colectivamente, ha alcanzado lo formación e información suficientes para comprender que la forma de vida que elijamos para nosotros, no puede ocasionar mal a ningún otro ser humano ni al planeta... Todos tenemos que estar a salvo.

    Hasta la actualidad el ser humano ha justificado los medios -la explotación, la violencia, hasta la extinción parcial de seres vivos y la insostenibilidad del sistema...-para lograr su bienestar y el de "los suyos". Hoy disponemos de conocimiento, tecnología y experiencia para intentar hacer realidad los cambios sin sacrificar voluntariamente a ningún ser humano. Por esta razón no entiendo la persistencia en utilizar un sistema capitalista "canalla", ni una dictadura del proletariado ni otra cualquier forma violenta de orden. Un abrazo. Gracias por ofrecerme la posibilidad de expresarme y de medios para aprender.

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