«En la actual «oposición» nos encontramos no sólo ante una tentativa de revisar el bolchevismo, no sólo ante un evidente alejamiento del leninismo, sino también ante una desviación claramente pequeñoburguesa. No cabe la menor duda de que esta «oposición» refleja objetivamente la presión de la pequeña burguesía sobre las posiciones del partido proletario y sobre su política”. (De la resolución del XIII Congreso del PCUS)
Hace poco, en el Pleno del Comité Central y de la Comisión Central de Control [13], Trotski declaró que la aprobación, por la conferencia, de las tesis sobre el bloque de oposición llevará inevitablemente a expulsar del partido a los líderes de la oposición. Debo decir, camaradas, que esta afirmación de Trotski carece de todo fundamento, que es mendaz. Debo decir que la aprobación de las tesis sobre el bloque de oposición sólo puede tener un objetivo: combatir enérgicamente los errores de principio cometidos por la oposición, a fin de extirparlos de raíz.
Todos saben que el X Congreso de nuestro partido aprobó una resolución sobre la desviación anarcosindicalista [14]. ¿Y qué era la desviación anarco sindicalista? No puede decirse que la desviación anarcosindicalista fuera «mejor» que la desviación socialdemócrata. Sin embargo, del hecho de que se aprobara la resolución sobre la desviación anarcosindicalista nadie ha llegado hasta ahora a la deducción de que se deba expulsar necesariamente del partido a los miembros de la «oposición obrera».
Trotski no puede ignorar que el XIII Congreso de nuestro partido calificó el trotskismo de «desviación claramente pequeñoburguesa». Sin embargo, nadie ha considerado hasta ahora que el hecho de aprobar tal resolución debía conducir necesariamente a expulsar del partido a los líderes de la oposición trotskista.
He aquí el lugar correspondiente de la resolución del XIII Congreso:
«En la actual «oposición» nos encontramos no sólo ante una tentativa de revisar el bolchevismo, no sólo ante un evidente alejamiento del leninismo, sino también ante una desviación claramente pequeñoburguesa. No cabe la menor duda de que esta «oposición» refleja objetivamente la presión de la pequeña burguesía sobre las posiciones del partido proletario y sobre su política”. (De la resolución del XIII Congreso)
Que nos explique Trotski en qué es mejor la desviación pequeñoburguesa que la desviación socialdemócrata. ¿Es difícil comprender, acaso, que la desviación socialdemócrata es una variedad de la desviación pequeñoburguesa? ¿Es difícil comprender, acaso, que al hablar de la desviación socialdemócrata no hacemos sino puntualizar lo que dijimos en la resolución del XIII Congreso? No decimos, ni mucho menos, que los líderes del bloque de oposición sean socialdemócratas. Decimos sólo que en el bloque de oposición se ha perfilado una desviación socialdemócrata, y advertimos que todavía no es tarde para abandonar esa desviación e invitamos al bloque de oposición a que así lo haga.
He aquí lo que se dice del trotskismo en la conocida resolución del Comité Central y de la Comisión Central de Control, de enero de 1925 [15]:
«En esencia, el trotskismo actual es un falseamiento del comunismo en el sentido de aproximarlo a los modelos «europeos» de pseudomarxismo, o sea, en resumidas cuentas, en el sentido de la socialdemocracia «europea». (De la resolución del Pleno del Comité Central y de la Comisión Central de Control, de 11 de enero de 1925)
Debo decir que estas dos resoluciones están escritas, en lo fundamental, de puño y letra de Zinóviev. Sin embargo, ni el partido, en su conjunto, ni el propio Zinóviev, en particular, han hecho de esto la deducción de que los líderes de la oposición trotskista deban ser expulsados del partido.
Quizá no esté de más señalar la opinión sobre el trotskismo sustentada por Kámenev, quien equipara el trotskismo y el menchevismo. Escuchad:
«El trotskismo ha sido siempre la forma del menchevismo más plausible, más encubierta, más adaptada para engañar precisamente a los obreros de espíritu revolucionario». (Lev Borísovich Kámenev; Recopilación de artículos «Por el leninismo». El partido y el trotskismo, pág.51.)
Trotski conoce todos estos hechos tan bien como cualquiera de nosotros. Sin embargo, nadie ha planteado todavía la expulsión de Trotski y de sus correligionarios sobre la base de las resoluciones, pongamos por caso, del XIII Congreso.
Por eso yo creo que la declaración hecha por Trotski en el Pleno del Comité Central y de la Comisión Central de Control es insincera y mendaz.
Al aprobar, en lo fundamental, las tesis sobre el bloque de oposición, el pleno de octubre del Comité Central y de la Comisión Central de Control no se guiaba por un espíritu de represalia, sino por la necesidad de sostener una lucha ideológica contra los errores de principio de la oposición, a los que ésta todavía no ha renunciado y en favor de los cuales piensa seguir luchando en el marco de los Estatutos, según dice en su «declaración» del 16 de octubre. El Pleno del Comité Central y de la Comisión Central de Control partía, al proceder así, del criterio de que la lucha contra los errores de principio de la oposición es el único medio para acabar con ellos, y de que la liquidación de esos errores es el único camino para conseguir la verdadera unidad en nuestro partido.
Al derrotar al bloque de oposición y al obligarle a abandonar el fraccionalismo, el partido ha logrado el mínimo necesario, sin el cual es imposible la unidad en el partido. Esto, naturalmente, no es poca cosa. Pero no basta. Para conseguir la unidad completa, es necesario dar un nuevo paso y procurar que el bloque de oposición renuncie a sus errores de principio, salvaguardando de tal modo al partido y al leninismo de las arremetidas y de los intentos de revisión. Tal es la primera conclusión.
Al recusar la actitud de principio del bloque de oposición y al rechazar sus intentos de imponer una nueva discusión, las masas del partido han dicho: no es éste el momento de disquisiciones; ahora hay que acometer de lleno la edificación socialista. De ahí la conclusión: menos disquisiciones, más trabajo creador y positivo, ¡adelante, por la edificación socialista! Tal es la segunda conclusión.
Y la tercera conclusión consiste en que el partido, en el transcurso de la lucha en su seno y en el período en que ha debido repeler las arremetidas de la oposición, se ha unido más estrechamente que nunca sobre la base de las perspectivas socialistas de nuestra edificación. Tal es la tercera conclusión.
El partido unido estrechamente sobre la base de las perspectivas socialistas de nuestra edificación: ésa es la palanca que tanto se necesita ahora para impulsar la edificación socialista en nuestro país.
Esta palanca la hemos forjado en la lucha contra el bloque de oposición. La lucha ha unido a nuestro partido en torno a su Comité Central sobre la base de las perspectivas socialistas de nuestra edificación. La conferencia debe refrendar esta unidad dando su unánime aprobación –y yo espero que así lo hará– a las tesis que le ha presentado el Comité Central.
No dudo de que la conferencia cumplirá dignamente esta tarea que le ha correspondido. (Clamorosos y prolongados aplausos; todos los delegados se ponen en pie y estalla una ovación)
Notas
[13] Se refiere al pleno conjunto del Comité Central y de la Comisión Central de Control del Partido Comunista (bolchevique) de la Unión Soviética, celebrado el 23 y el 26 de octubre de 1926.
El pleno examinó la cuestión de cubrir la vacante producida en el Comité Central por el fallecimiento de F. E. Dzerzhinski, las cuestiones a presentar al examen de la XV Conferencia Nacional del partido, la notificación del Buró Político del Comité Central y de la Comisión Central de Control con motivo de la disposición del Buró Político del 4 de octubre sobre la labor fraccional del bloque de oposición trotskista-zinovievista después del pleno conjunto de julio del Comité Central y de la Comisión Central de Control del Partido Comunista (bolchevique) de la Unión Soviética, y las tesis de Iósif Stalin sobre «El bloque de oposición en el Partido Comunista (bolchevique) de la Unión Soviética».
El 26 de octubre, Iósif Stalin hizo uso de la palabra en el pleno, en defensa de las tesis.
[14] Véase: «El Partido Comunista de la Unión Soviética en las resoluciones y acuerdos de los congresos y conferencias y de los plenos del Comité Central», parte I, págs.530-533, ed. en ruso, 1953.
[15] Se alude a la resolución aprobada en la reunión conjunta de los plenos del Comité Central y de la Comisión Central de Control del Partido Comunista (bolchevique) de Rusia del 17 de enero de 1925 respecto a la notificación de Iósif Stalin sobre las resoluciones de las organizaciones locales del partido con motivo del ataque de Trotski contra el partido (v. «El Partido Comunista de la Unión Soviética en las resoluciones y acuerdos de los congresos y conferencias y de los plenos del Comité Central»”, parte I, págs.913-921, ed. en ruso, 1953; I. V. Stalin, Obras, t.7, págs.6-10, ed. en español).
Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin;
1926
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