viernes, 22 de marzo de 2019

Lo que los «comunistas» olvidan hoy al relacionarse con otros comunistas


«Los miembros del partido no deben ser meramente luchadores, sino primeramente luchadores de primera clase. Para ello deben aumentar regularmente su nivel ideológico, político y cultural marxista-leninista, de lo contrario no serán capaces de trabajo con las masas sin partido y no serán capaces de aumentar la influencia del partido en las masas. No debe haber lugar en nuestro partido para las agrupaciones y fracciones. No debemos permitir que el partido se convierta en un refugio para los oportunistas, captituladores y arribistas. La crítica y la autocrítica es el arma más poderosa del partido para la prevención en su organización, que los líderes y funcionarios cometan errores de mayor calado, para rectificar rápida y correctamente los errores y evitar cualquier mínima desviación del marxismo-leninismo. El partido sólo puede avanzar si aplica el ejercicio de la crítica y autocrítica. Debemos fortalecer constantemente los enlaces del partido con las masas, pero no mediante la aceptación de nuevos miembros al partido de forma indiscriminada. Aquellos que quieran unirse al partido pasarán en un futuro por un periodo de prueba para lograr su afiliación. El proyecto de los estatutos del partido prevén que un camarada que no es concienzudo en realizar asignaciones de partido, no asiste reuniones de partido y no trabaja para levantar su nivel de partido no será aceptado como un candidato de partido». (Mihály Farkas; Discurso en el Congreso de Unificación del Partido de los Trabajadores Húngaros, 12 de junio de 1948)

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