sábado, 21 de marzo de 2020

Sobre la cuestión nacional; ¿es, sin embargo, la separación la solución posible, conveniente, justa?


«¿Es, sin embargo, la separación la solución posible, conveniente, justa? Ateniéndonos a los principios de la teoría nacional leninista-estalinista, no hay nada que discutir: los catalanes tenemos el derecho de hacer de Cataluña un Estado independiente. Por tanto, la clase obrera de Cataluña no puede ser antiseparatista, ni puede opinar que la separación, en cualquier circunstancia, sería una aspiración o realización reaccionarias. ¿Se deduce de esto que la clase obrera de Cataluña es o tiene que ser separatista? ¡En absoluto! Quiere decir que la clase obrera de Cataluña, dada una situación histórica concreta, podría ser e incluso debería ser separatista, sin deformación nacionalista y contra la burguesía nacional. El desarrollo del capitalismo es desigual, nos ha dicho Lenin. Cada país es característico, cada país capitalista es dirigido por una burguesía característica. (...) Por tanto, cada clase obrera nacional debe aprovechar toda coyuntura nacional o internacional para realizar su revolución, independientemente de la situación o de las perspectivas o posibilidades revolucionarias de la clase obrera de un país vecino o lejano. Por tanto, si un conjunto de hechos peninsulares o determinados por una realidad internacional concreta hicieran posible la victoria proletaria en Cataluña, aunque no en los demás países hispánicos, la clase obrera catalana tendría el derecho y el deber de construir un Estado independiente y dispuesto a unirse, a federarse con otros estados populares o socialistas. Y lo mismo ha de decirse de Euskadi, de Galicia y de Castilla. Porque la comunidad de destino de los proletarios es internacional y no estatal, cuando un Estado multinacional practica el genocidio, el aniquilamiento sistemático de las nacionalidades más débiles. Es el caso de España. Y no admitirlo se filisteísmo, como diría Lenin. Lo que no debe ser la clase obrera de Cataluña es separatista por anti-castellanismo. Ciertamente, el pueblo castellano es proclive a maniobras genocidas. Sin embargo, también es la víctima. Porque, de las naciones hispánicas, fue la primera en perder sus libertades y ha sido después y es ahora carne de cañón de un enemigo común y al que, hermanados, tenemos que combatir y vencer. La separación por anti-castellanismo es una concepción burguesa totalmente opuesta a la concepción proletaria del problema nacional. Para la clase obrera de Cataluña, pues, el problema de la separación o no separación no es de principio, si no dialéctico. (Joan Comorera; ¿Es, sin embargo, la separación la solución posible, conveniente, justa?, 1953)

Posts relacionados:



















El cosmopolitismo usado por el socialimperialismo soviético para imponer su chovinismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

«¡Pedimos que se evite el insulto y el subjetivismo!»