[Publicado originalmente en 2020 y reeditado en 2021]
«¿En dónde descansa la demagogia nacionalista de todos estos intelectuales de poca monta? ¿Cuáles son sus referentes ideológicos y trampas argumentativas?:
«Una de las armas favoritas históricas del fascismo español −como de todo fascismo− ha sido la de establecerse y proclamarse como una «tercera vía» entre el marxismo y el liberalismo, entre comunismo y capitalismo, entre el proletariado y la burguesía, pretendiendo ser mediador entre el primero y la segunda, o como reconciliador de ambas clases sociales. Esto se veía reflejado al hablar del régimen a establecer, donde se negaba que el Estado fuese el instrumento de represión de una clase dominante sobre el resto, sino que pretendía valerse de su «neutralidad» para conciliar a todas las clases sociales, evitando las fricciones y consiguiendo la tan ansiada armonía social. En este discurso hay un implícito pretendido fin de las ideologías, exactamente el mismo discurso recuperado por el neoliberalismo hoy a efectos de perpetuar artificialmente la explotación capitalista y los modos de producción, primando la producción a la ideología, o reduciéndola esta a conceptos abstractos bañados en un humanismo hipócrita e irreal. Un discurso que ha hecho suyo desde siempre la socialdemocracia −así como todos los revisores del marxismo−, poniendo por delante el misticismo idealista de una conjunción de intereses artificiales como la llamada «comunidad de destinos de la nación» y su naturaleza «benévola de progreso para todos», anteponiendo un pragmatismo con el fin de mitigar las contradicciones de clase, que una exposición científica del origen de esas contradicciones para resolverlas consecuentemente. (…) Como ya se ha repetido mil veces, el fascismo español recoge la influencia más reaccionaria de filósofos y políticos extranjeros como Fichte, Hegel, Nietzsche, Kierkegaard, Schopenhauer, Bergson, Sorel, Mussolini, Gentile, Marinetti, Hitler, etc. Mientras que en el ámbito nacional recurre a los políticos contrarrevolucionarios de un pasado próximo y a los filósofos modernos entonces de moda: Miguel Primo de Rivera, Unamuno, Ortega y Gasset, Pérez Ayala, Pío Baroja, etc. Todos ellos se hacen notar en cuanto a sus conceptos de moral, bondad, aristocratismo, libertad, progreso, nación, militarismo, individualismo, colectivismo, vitalismo, etcétera». (Equipo de Bitácora (M-L); ¿Era el fascismo español una «tercera vía» entre capitalismo y comunismo?, 2014)
Vinculaciones directas con la más negra reacción
Para empezar, ¿cómo ha sido posible para el gustavobuenismo construir esta égida con una base tan retrógrada como zafia en lo político-filosófico? Muy fácil, gracias a la publicidad con la que todos sus representantes han contado en los medios de comunicación más derechistas del país, más ultras. Por su parte, el periodista Hermann Tertsch, quien con su historial de barbaridades tampoco necesita mucha presentación, antes de incorporarse a Vox comentaría lo siguiente en relación a lo que, según él, han sido dos de las «mayores figuras intelectuales» que ha dado este país:
«En menos de dos años se nos han ido las dos cabezas más brillantes y libres de España, que eran Gustavo Bueno y Antonio Garcia-Trevijano». (Hermann Tertsch; La honradez intelectual y sus enemigos, 2 de marzo de 2018)