[Enlaces de DESCARGA del texto en PDF al final del documento]
«Nosotros cuando hemos comentado que RC no puede tener cabida dentro del antifascismo y debe ser rechazado –como ya ha sido vetado en varios lugares como universidades o agrupaciones antifascistas–, no es porque tenga unas concepciones erradas de cómo combatir al fascismo, ni porque sean unos revisionistas más del montón –ya que esto lo pueden reproducir varias corrientes y grupos–, sino porque han sido denunciado sistemáticamente desde asociaciones vecinales, feministas, organizaciones antifascistas, grupos revisionistas o exmilitantes por haber vertido calumnias y haber acosado hasta el punto de cometer agresiones. Esto no ha sido un episodio anecdótico, un error de algún jefe local, o algún malentendido, sino una constante desde su fundación y breve historia. Por tanto, consideramos que un grupo que pretende conquistar la confianza de los trabajadores a base de la intimidación y el terrorismo hacia otros colectivos o individuos, donde la violencia es su principal carta de presentación como «método de persuasión», no puede ser más que tachado de fascista, se presente bajo las siglas o símbolos que sean». (Equipo de Bitácora (M-L); Antología sobre Reconstrucción Comunista y su podredumbre oportunista, 2020)
Preámbulo
Desde 2016 hemos denunciado ideológicamente a la organización Reconstrucción Comunista (RC) por sus múltiples desviaciones, todo con el objetivo de evidenciar ante su militancia y el público en general el carácter antimarxista y oportunista de su cúpula y por ende la agrupación en su conjunto.
En los últimos años, la dialéctica de los acontecimientos nos ha dejado ver diferentes fenómenos muy interesantes; teniendo que hacer especial hincapié en dos de ellos:
1) La organización cambia de parecer sobre temas ideológicos de importancia con una periodicidad alarmante, a la par que claman al cielo que los «principios vencen». Si sumamos esto a su cíclica pérdida de militantes que dejan tras de sí una serie de testimonios sobre el funcionamiento interno de la organización, podemos llegar a concluir que el número de personas serias a las que son capaces de embaucar no deja de disminuir. Esto es, pues, un excelente indicador de que RC está perdiendo el poco apoyo que alguna vez pudo tener entre los revolucionarios más avanzados. Por ende, la única conclusión lógica que se puede extraer de lo anterior es que a RC solo le queda aspirar a reponer sus pérdidas a partir de «levas masivas» formadas por los elementos más incautos, oportunistas o volubles, ya que sus actitudes no pillan de sorpresa a nadie un poco instruido.
2) Cada vez más militantes y exmilitantes se atreven a alzar la voz contra el líder de esta organización, Roberto Vaquero –alias Juan Mesana–, como se puede corroborar gracias a los testimonios que han salido a la luz. Del mismo modo, más asociaciones antifascistas de todo tipo repudian las actitudes de RC, lo que está haciendo que su presencia en ciertos espacios sea insostenible, pues la mayoría de grupos y organizaciones de izquierda consideran que RC es una organización más cercana a los fascistas de Hogar Social que a los verdaderos comunistas.
La publicación de varias cartas de exmilitantes de RC que habían sido ocultadas a la militancia y al público general desatarán una ola de polémica que clarificará la verdad sobre la historia de RC, a la que asistiremos gustosos como espectadores de lujo. Además, el «Equipo de Bitácora (M-L)» ha podido entrevistar personalmente a varios exmiembros de la organización, cuyas aportaciones, junto a la de las cartas ya citadas, no solo confirman lo dicho en nuestros documentos previos sobre RC, sino que suponen una gran ampliación de la información que podemos aportar.
Huelga decir que el «Equipo de Bitácora (M-L)» no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus entrevistados ni por las cartas en cuestión, sino únicamente por sus propias palabras, que siempre estarán basadas en una crítica ideológica y nunca personal. A nosotros nos es indiferente la persona de Roberto Vaquero, pero no tendremos piedad con el aspirante a político demagogo, ni con el charlatán que pretende vivir a costa de los demás en nombre del comunismo.
Para tal fin, analizaremos los propios documentos de RC. Pero, como es normal, hay temas que no podemos abordar sin recurrir a quienes sí estuvieron presentes en los eventos que, aquellos que somos externos a la organización, no pudimos presenciar. En este punto, para suplir esta carencia, y tal y como hemos dicho anteriormente, nos valdremos de las cartas y testimonios de exmilitantes.
En el primer documento sobre RC, publicado por Bitácora (M-L) en 2016, hacemos hincapié en el plagio de obras que realizaban debido a su falta de cuadros y capacidades teóricas. Un acto confesado por algunos de los antiguos implicados que, a todas luces, es muestra de la total falta de honradez y honestidad personal característica de su líder. Se trata de una práctica por completo repudiable no solo porque supone la usurpación del trabajo teórico de terceros presentándolo como propio, sino porque al tratarse de una organización que se pretende marxista-leninista, está incurriendo en una desviación terrible que demuestra su incapacidad para encabezar cualquier proyecto político de vanguardia.
En el segundo documento de 2016 analizábamos con profundidad las desviaciones ideológicas de RC, su maoísmo teórico y práctico, las terribles desviaciones doctrinarias de las que adolecen en cualquier tema y los graves defectos en materia de organizativa. De igual forma se exponían las vinculaciones de RC con el revisionismo a nivel internacional.
En el tercer documento, de 2017, quizás el más extenso, ahondábamos en los temas abordados en los dos documentos anteriores a la vez que presentábamos otros defectos de los que adolece esta organización: centralismo burocratismo, cooptación y caciquismo, cantonalismo, mentalidad aislacionista de secta, culto al líder, falsificaciones sobre la historia del partido, reclutamiento masivo sin exigencias ideológicas, moral machista y lumpen en el liderazgo, falta de autocrítica, etc.
Inmersos en el cuarto documento de 2017, mostrábamos que RC siempre ha estado sumido en un seguidismo hacia los mitos clásicos del revisionismo. Los temas eran sumamente variados: el llamado «feminismo de clase», el supuesto «antiimperialismo» de Cuba, el desarme de ETA, la evaluación histórica de Mólotov, Beria, Malenkov, el «Proceso de Paz en Colombia», el apoyo al nacionalismo kurdo, etc.
A partir del quinto documento, redactado también en 2017, demostrábamos que el subjetivismo y el voluntarismo en su trabajo, los insultos y las amenazas contra sus críticos, el perfil social de sus militantes y los referentes teóricos de RC no eran nuevos ni casuales. Todo esto era sacado de los viejos esquemas del viejo PCE (r). Se puede decir que el primero ha venido a competir por el despacio que estaba dejando el segundo al llevar décadas languideciendo poco a poco.
En el sexto documento de 2017, actualizado con algunos datos de 2019-20, analizamos los métodos de agitación y propaganda primitivos e infantiles de la organización, los cuales nada tienen que ver con un trabajo comunista serio ni con las tareas que necesita hoy el movimiento. Exponemos las técnicas de marketing engañosas que utiliza todavía hoy la organización para propagar una imagen positiva de sí misma, algo que ha aprendido del PCE (r), PCPE y otras organizaciones. Nos detendremos sobre el perfil medio del militante que entra a militar en RC.
Con el séptimo documento seremos testigos de la acusada derechización de esta formación, como se ve en su nuevo programa de 2020, fundamentado en el republicanismo pequeño burgués que ya irradiaba en 2017 y que, en realidad, es un calco del de otros partidos revisionistas históricos y presentes como el PCE (r) o el PCE (m-l) actual, negando la lucha por el socialismo como tarea de nuestra época.
En el octavo documento vislumbraremos el gran volantazo dado en la cuestión nacional. Si en 2014 difundían las teorías del nacionalismo catalán sobre los «Països Catalans», ya en 2020 han aceptado el término constitucionalista «nación de naciones», han pasado a atacar los locales de las organizaciones independentistas y, por último, valiéndose de algunos de los argumentos del chovinismo español como Armesilla y otros integrantes de la Escuela de Gustavo Bueno, han negado realmente el derecho de autodeterminación con sofismas baratos. También observaremos brevemente las ridículas opiniones de Roberto sobre Gibraltar, la inmigración o el ejército, todo desde su óptica nacionalista.
Llegando al noveno documento, escrito en 2020, se expondrá profundamente el trato vulgar y vejatorio que se da desde RC a la cuestión LGTB, con argumentos ridículos y desfasados. Sin olvidar tampoco el tema del posmodernismo, cuestión central del discurso de RC en estos momentos que irrumpe la carrera de Roberto como «youtuber». Evidenciaremos que la lucha que emprende RC contra este fenómeno es ineficaz cuando no de mero atrezzo.
En el décimo documento, los anexos, se recogen todas las cartas de los exmilitantes de RC durante 2015-17, el intercambio de cartas entre Bitácora (M-L) y RC-UO por sus plagios. Aquí están también la entrevista completa realizada por Bitácora (M-L) a dos de exmiembros de la cúpula de RC en 2016 así como una entrevista realizada a otro exmilitante de Llíria en 2019, militante que, como es costumbre en esta mafia, fue amenazado y agredido por sus exdirigentes. Es en este documento donde además adjuntamos la reciente sentencia judicial –de verano de 2020– de otra exmilitante, agredida también por una integrante actual de RC, desmontando el falso argumento de que «No hay pruebas de las agresiones de RC».
El objetivo de esta obra es, pues, recopilar toda esa documentación en una antología donde el lector podrá encontrar todo lo relacionado con la organización, de modo que pueda leer a placer las partes que más le interesen.
Como ya hemos afirmado en otros documentos, la unidad de los marxistas-leninistas, la reorganización del movimiento, pasa necesariamente por combatir al revisionismo en lo teórico-práctico. Esto supone que las organizaciones revisionistas deben ser un blanco primario de nuestra crítica con tal de revelar ante la militancia y las masas su carácter contrarrevolucionario.
Es nuestro deber evidenciar que este tipo de sectas ni siquiera profesan amor hacia alguna ideología revisionista concreta, sino que persiguen únicamente el sostenimiento de los intereses personales de sus líderes, en este caso, los intereses de Roberto Vaquero.
Para ello, como todo líder farsante, ha creado todo un entramado económico a su alrededor dirigido por una camarilla personal que gestiona su patrimonio, el «partido».
Todo es un chiringuito montado a través de los negocios personales que se edifican gracias a la aportación de sus militantes, gracias a las subvenciones estatales que piden a través de sus sindicatos estudiantiles y otras plataformas. Recientemente, este «encantador de serpientes» ha iniciado su carrera como «youtuber», vendiendo «sus» libros, e incluso pidiendo «la voluntad» para su comunidad «patreon», para de estar manera poder financiar mejor su estilo de vida decadente, mientras tanto al militante de base se le insiste en la compra-venta de merchandising del partido y se le exige pagar religiosamente las cuotas de militancia. Este diezmo que se pide a los fieles para mantener a la parroquia robertista es cuanto menos graciosa, dado que el señor obispo vive en el parasitismo a la par que predica una vida de lucha y sacrificio. Militantes de base de RC, ¿qué más hace falta para daros cuenta que sois parte de una farsa dirigida por un estafador con ínfulas de salvador del proletariado? Cuando se cierre el telón el único que habrá disfrutado con la actuación será vuestro líder, que se habrá llenado los bolsillos con vuestra candidez. ¡Despertad!
Para nosotros es un tremendo orgullo que se nos relacione, e incluso se nos conozca, a raíz de la crítica a esta infame organización.
Hemos decidido reeditar, por cuestiones de estética y riqueza léxica, algunos de los artículos anteriormente enumerados. Eso sí, sin alterar ni un ápice lo esencial.
Vaya Vaya, el "partido"- secta más desenmascarado si cabe. Era de esperar que las vergüenzas de este personaje aflorasen...se tirará semanas sin salir de casa por el disgusto?
ResponderEliminarPor una cuestión del paso del tiempo, conozco a RV desde que militaba en las supuestas Juventudes de un Partido revisionista, "revolucionario", al servicio del capital para "amortiguar la lucha de clases" bajo su aparente protagonismo "comunista". Ya entonces, y en colaboración con el partiducho en cuestión separó a las juventudes del partido, actuando por libre y sin coordinación con el partido. Lo más destacable entre otras cuestiones, es que estableció por su cuenta relaciones "internacionalistas" con la pequeña-burguesía kurda y sin tener en cuenta que opinaba el partido, que lo cierto es que nada opinaba, y dejando a su criterio tal relación social, no política ni ideológica. Personalmente, era un personaje que tenía "un alto concepto de sí mismo" y que se erigía en líder al que había que seguir obligatoriamente. Sobrado de ambición pequeño-burguesa, vanidad y arrogancia, se permitía "dar la espalda" a quienes le cuestionaban o bien decidía cuando y como las juventudes debían respaldar al partido. Otros militantes de su "secta" acudían a todo llamamiento que el partido realizaba, RV no. Tenía "patente de corso". Me dejó de interesar en cuanto le conocí, pero sí puedo garantizar algo: su baja formación y comprensión del M-L, su arrogancia pequeño-burguesa y su afán de protagonismo, a él solo le interesa él mismo. Y es una opinión objetiva porque a mí este personaje no me afecta en absoluto pues desde hace mucho está borrado de la "lista revolucionaria", dicho metafóricamente.
ResponderEliminar