domingo, 7 de abril de 2019

Los partidos comunistas, su organización y su funcionamiento


«14. El partido comunista debe estar basado en una centralización democrática. La constitución mediante elecciones de los comités secundarios, la sumisión obligatoria de todos los comités al comité superior y la existencia de un centro provisto de plenos poderes cuya autoridad no puede, en el intervalo entre los congresos del partido, ser cuestionada por nadie, esos son los principios esenciales de la centralización democrática.

15. Toda una serie de partidos comunistas en Europa y en América son puestos al margen de la legalidad por el estado de excepción. Es conveniente recordar que el principio electivo puede sufrir, bajo esas condiciones, algunos inconvenientes y que puede ser necesario acordar a los órganos directivos del partido el derecho a designar nuevos miembros. Así ocurrió en Rusia. Durante el estado de excepción, el partido comunista evidentemente no puede recurrir al referéndum democrático siempre que se plantee un problema grave –como pretendía un grupo de comunistas norteamericanos–. Por el contrario, debe darle a su núcleo dirigente la posibilidad y el derecho de decidir rápidamente en el momento oportuno, en nombre de todos los miembros del partido.

16. La reivindicación de una amplia «autonomía» para los grupos locales del partido en estos momentos no puede sino debilitar las filas del partido comunista, disminuir su capacidad de acción y favorecer el desarrollo de las tendencias anarquistas y pequeño burguesas opuestas a la centralización.

17. En los países donde el poder se halla todavía en manos de la burguesía o de la socialdemocracia contrarrevolucionaria, los partidos comunistas deben yuxtaponer sistemáticamente la acción legal y la acción clandestina. Esta última siempre debe controlar efectivamente a la primera. Los grupos parlamentarios comunistas, al igual que las fracciones comunistas que operan en el seno de las diversas instituciones estatales, tanto centrales como locales, deben estar totalmente subordinados al partido comunista, cualquiera que sea la situación, legal o no, del partido. Los funcionarios que de una u otra manera no se someten al partido comunista deben ser expulsados. La prensa legal –diarios, ediciones diversas– debe depender en todo y para todo del conjunto del partido y de su comité central». (Komintern; Resolución sobre el papel del partido comunista en la revolución proletaria, 1920)

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