«No podemos colocar en el centro de nuestro trabajo de cara a las masas nuestra relación con esos grupos u organizaciones que representan la línea oportunista a la que hemos de esforzarnos por aislar y denunciar implacable y hábilmente ante las masas. Se trata de aplicar una política de principios en la que no abandonemos en ningún caso ni la iniciativa ni la dirección política a la zaga de cualquiera de ellos, pues ello supone confundir a las masas y arriar nuestra propia bandera para colocarnos de hecho a la zaga de la línea oportunista. En definitiva, la posición de los fraccionalistas antipartido y complotadores consistía en diluir la política del Partido en el conjunto de la política de los grupos oportunistas, practicar la unidad sobre la base de mezclar y confundir posiciones, abandonando nuestra condición de partido dirigente en el actual proceso revolucionario que se desarrolla en el movimiento de masas. Es evidente que subsiste, y es inevitable, en el seno del Partido, enquistados algunos camaradas y organizaciones, actitudes ideológicas próximas al oportunismo de derecha que hemos combatido. Es preciso, por ello, profundizar y desarrollar aún más la lucha ideológica en este terreno y dilucidar y comprender mejor la base objetiva de la política de masas del Partido, y también el papel y la naturaleza objetiva y subjetiva de colaboraciones con la reacción de las corrientes, grupos y fuerzas oportunistas. Otro aspecto de nuestra labor en el frente de masas en los momentos actuales, es el de que hemos de comprender la importancia ideológica de dedicar lo esencial de nuestras energías y preocupaciones a nuestra labor revolucionaria entre el proletariado, en especial en las grandes fábricas y en las grandes concentraciones proletarias, así como también entre el proletariado agrícola. Es preciso comprender adecuadamente, desde el punto de vista ideológico, que en la actual coyuntura el proletariado de la ciudad y del campo constituye el terreno en el que han de chocar y romperse las maniobras de las oligarquía y de los oportunistas; pero ello a condición de que nuestro Partido implante allí su línea, levante su propia bandera y sea capaz de orientar, movilizar y dirigir el impetuoso movimiento obrero que ya está en marcha. De no hacerlo así, las masas proletarias caerán en actitudes espontaneístas que, tarde o temprano, podrán ser recuperadas por las corrientes revisionistas, oportunistas y contrarrevolucionarias. (...) ¿Cuál es la línea para la formación de un Frente? ¿Basarse en la fuerza real o aparente de este o aquel partido y fijar una línea «que no cree» contradicciones, que «permita» la alianza con ese partido? ¿O basarse en los intereses del pueblo y de la revolución, fijar un programa que corresponda a los intereses populares y oponerse implacablemente a quienes de hecho actúan en el campo del pueblo al servicio del enemigo, por grandes y fuertes que sean –o aparenten ser–? Esta es la cuestión. Es bien sencilla, aunque algunos pretenden embrollarla. (...) Es posible que algunos obreros honrados no entiendan esta actitud, opinen que los dirigentes revisionistas no son todos unos canallas, que exageramos, etc. A veces se escuchan opiniones de ese tipo entre sectores atrasados de las masas. Pero la cuestión es: ¿nosotros debemos basar nuestra política en los principios y en el análisis político científico o en las opiniones de los sectores atrasados de las masas? ¿Tenemos que ir a remolque de las masas atrasadas en las cuestiones ideológicas y políticas o somos el Partido de vanguardia de la clase obrera que tiene que marcar el camino en las cuestiones ideológicas y políticas sobre la base del marxismo-leninismo? ¿Tenemos que crear claridad entre las masas o sembrar la confusión? Esta es la cuestión. Es preciso hoy tener la máxima claridad sobre la cuestión del revisionismo y combatir todas sus manifestaciones. Revisionismo no es solamente renegar de los principios del marxismo, renunciar a la dictadura del proletariado y a la revolución violenta, revisionismo es también predicar la unidad con los revisionistas descarados, revisionismo es también no tener una práctica consecuentemente revolucionaria, por muchas frases marxista-leninistas que se pronuncien y por muchas poses revolucionarias que se quieran tomar. (...) Es preciso hoy tener la máxima claridad sobre la cuestión del revisionismo y combatir todas sus manifestaciones. Revisionismo no es solamente renegar de los principios del marxismo, renunciar a la dictadura del proletariado y a la revolución violenta, revisionismo es también predicar la unidad con los revisionistas descarados, revisionismo es también no tener una práctica consecuentemente revolucionaria, por muchas frases marxista-leninistas que se pronuncien y por muchas poses revolucionarias que se quieran tomar». (Partido Comunista de España (marxista-leninista); Documentos del IIº Congreso del PCE (m-l), 1977)
lunes, 26 de noviembre de 2018
Un partido de vanguardia no va a la zaga de las opiniones de los grupos oportunistas ni de los sectores atrasados de las masas
«No podemos colocar en el centro de nuestro trabajo de cara a las masas nuestra relación con esos grupos u organizaciones que representan la línea oportunista a la que hemos de esforzarnos por aislar y denunciar implacable y hábilmente ante las masas. Se trata de aplicar una política de principios en la que no abandonemos en ningún caso ni la iniciativa ni la dirección política a la zaga de cualquiera de ellos, pues ello supone confundir a las masas y arriar nuestra propia bandera para colocarnos de hecho a la zaga de la línea oportunista. En definitiva, la posición de los fraccionalistas antipartido y complotadores consistía en diluir la política del Partido en el conjunto de la política de los grupos oportunistas, practicar la unidad sobre la base de mezclar y confundir posiciones, abandonando nuestra condición de partido dirigente en el actual proceso revolucionario que se desarrolla en el movimiento de masas. Es evidente que subsiste, y es inevitable, en el seno del Partido, enquistados algunos camaradas y organizaciones, actitudes ideológicas próximas al oportunismo de derecha que hemos combatido. Es preciso, por ello, profundizar y desarrollar aún más la lucha ideológica en este terreno y dilucidar y comprender mejor la base objetiva de la política de masas del Partido, y también el papel y la naturaleza objetiva y subjetiva de colaboraciones con la reacción de las corrientes, grupos y fuerzas oportunistas. Otro aspecto de nuestra labor en el frente de masas en los momentos actuales, es el de que hemos de comprender la importancia ideológica de dedicar lo esencial de nuestras energías y preocupaciones a nuestra labor revolucionaria entre el proletariado, en especial en las grandes fábricas y en las grandes concentraciones proletarias, así como también entre el proletariado agrícola. Es preciso comprender adecuadamente, desde el punto de vista ideológico, que en la actual coyuntura el proletariado de la ciudad y del campo constituye el terreno en el que han de chocar y romperse las maniobras de las oligarquía y de los oportunistas; pero ello a condición de que nuestro Partido implante allí su línea, levante su propia bandera y sea capaz de orientar, movilizar y dirigir el impetuoso movimiento obrero que ya está en marcha. De no hacerlo así, las masas proletarias caerán en actitudes espontaneístas que, tarde o temprano, podrán ser recuperadas por las corrientes revisionistas, oportunistas y contrarrevolucionarias. (...) ¿Cuál es la línea para la formación de un Frente? ¿Basarse en la fuerza real o aparente de este o aquel partido y fijar una línea «que no cree» contradicciones, que «permita» la alianza con ese partido? ¿O basarse en los intereses del pueblo y de la revolución, fijar un programa que corresponda a los intereses populares y oponerse implacablemente a quienes de hecho actúan en el campo del pueblo al servicio del enemigo, por grandes y fuertes que sean –o aparenten ser–? Esta es la cuestión. Es bien sencilla, aunque algunos pretenden embrollarla. (...) Es posible que algunos obreros honrados no entiendan esta actitud, opinen que los dirigentes revisionistas no son todos unos canallas, que exageramos, etc. A veces se escuchan opiniones de ese tipo entre sectores atrasados de las masas. Pero la cuestión es: ¿nosotros debemos basar nuestra política en los principios y en el análisis político científico o en las opiniones de los sectores atrasados de las masas? ¿Tenemos que ir a remolque de las masas atrasadas en las cuestiones ideológicas y políticas o somos el Partido de vanguardia de la clase obrera que tiene que marcar el camino en las cuestiones ideológicas y políticas sobre la base del marxismo-leninismo? ¿Tenemos que crear claridad entre las masas o sembrar la confusión? Esta es la cuestión. Es preciso hoy tener la máxima claridad sobre la cuestión del revisionismo y combatir todas sus manifestaciones. Revisionismo no es solamente renegar de los principios del marxismo, renunciar a la dictadura del proletariado y a la revolución violenta, revisionismo es también predicar la unidad con los revisionistas descarados, revisionismo es también no tener una práctica consecuentemente revolucionaria, por muchas frases marxista-leninistas que se pronuncien y por muchas poses revolucionarias que se quieran tomar. (...) Es preciso hoy tener la máxima claridad sobre la cuestión del revisionismo y combatir todas sus manifestaciones. Revisionismo no es solamente renegar de los principios del marxismo, renunciar a la dictadura del proletariado y a la revolución violenta, revisionismo es también predicar la unidad con los revisionistas descarados, revisionismo es también no tener una práctica consecuentemente revolucionaria, por muchas frases marxista-leninistas que se pronuncien y por muchas poses revolucionarias que se quieran tomar». (Partido Comunista de España (marxista-leninista); Documentos del IIº Congreso del PCE (m-l), 1977)
Este documento político data de un análisis del año 1977 y que recoge la fuerza necesaria de 1975 al 1977... En la actual coyuntura, en enfoque de la realidad se plantea diferente. En esos momento se contaba con una organización de comunista, aunque con muy poca incidencia si era un referente. En la actualidad, sin ese Estado Mayor la cuestión pasa por su edificación. En momentos como el piji 15M o en lo que surgió a posteriori rentabilizado por la socialdemocracia en pudimos, donde si bien es cierto que "trabajadores" pocos, más bien funcionarios (que hicieron que el discurso se terciara elitista y los pocos trabajadores que se acercaban salían huyendo) donde medraron el troskismo con otras fuerzas, se tuvo una oportunidad que no se rentabilizó como trabajo en un frente amplio y político que nacía y ha jugado un papel desmovilizador para el avance de posiciones de clase. A un tanto de lo mismo de lo que ocurrió en los sindicatos hoy convertidos en asesorías de conciliación o de rentabilización de unas monedas más para un gremio enfrentando muchas veces con otros de su condición de clase. Se necesita la dirección política coordinada, no hagamos que esas palabras que se exponen en el documento sean acusatorias para todos... CONSTRUIR LOS PILARES... y REFORZARLOS es el punto de mira necesario. La debilidad numérica no es condición de freno, al contrario, levantar la organización es la fortaleza. Negar que ante el piji 15/M o las asambleas de podemos (en muchas de las cuales participé y organicé) pudieron ser escuela y campo de refuerzo pues en muchos años no existió una movilización social parecida, pero la evidencia de la debilidad del campo de clase conllevó a la situación de debilitamiento aún más profundo. Salud.
ResponderEliminarNo he entendido que quieres transmitir.
ResponderEliminarEl documento explica cuestiones básicas para cualquier autodenominado marxista-leninista: un partido de vanguardia no va a la zaga de las opiniones de los grupos oportunistas ni de los sectores atrasados de las masas, esto sirve tanto en una situación con la existencia de un partido comunista como sin él. ¿O acaso los marxista-leninistas van a construir su "fortaleza" (como has calificado) sin aplicar estos dos conceptos que aquí se explican? Por tanto lejos de no tener vigencia, la tiene completamente.
Compañero… así de prisa y corriendo te digo: en ningún momento lleva el sentido que interpretas. Me limito a “reseñar” un momento histórico que viví plenamente pues en aquel momento era un comunista (ahora nos diferenciamos como M-L) pues era militante y con responsabilidades políticas. Yo no estoy negando en ningún momento la vigencia de un documento histórico del Partido con el que me formé y la situación del conjunto de España era cuasi un período pre/revolucionario como más de una vez se manifestó en Vanguardia Obrera y en los plenos ampliados del CC y en conferencias estatales. Trato sólo de aportar una visión de quien sin ser comunista (los comunistas militan en el partido y está por reconstruir) pero si firme y estudioso permanente del Marxismo-Leninismo y al contrario que parece ocurrir por los que publicitan su renuncia y no vigencia, entre más profundizo; más convencido de su vigencia. Pero hay momentos que requieren tácticas astutas en base a los principios y el análisis… el participar en movimientos como el que yo denomino “piji15M” del cual estoy cada vez más convencido de que todo fue teledirigido y sobre la marcha el reformismo junto al troskismo tuvieron la oportunidad que venían trabajando desde hace años y formando los cuadros de los “chicos listos” el profesorado de inspiración troskista y otros… el 15/M al igual que Pudimos surgen de operaciones estudiadas y no por generación espontánea. En esos momentos, el carecer de organización política capaz de poder intervenir en lugares “donde se participaba” las asambleas eran multitudinarias… y el debilitamiento organizativo nos restó una escuela práctica en un frente que si bien no era el caso “del entrismo Trosko” se hubiesen aprendido muchas lecciones de acción práctica… pero jamás a la saga de nadie y menos de los oportunistas y reformistas de capas medias… pero sí que los comunistas deben intervenir, pasó en los sindicatos al no intervenir acertadamente, para tratar de hacer avanzar posiciones de clase. Trato de crear conciencia militante y la necesidad no sólo de reforzar y divulgar el frente ideológico tan vil mente vituperado para confundir y que la labor de BITACORA está resultando más que fundamental… y paralelamente la reconstrucción del Estado Mayor que es el Partido se hace cada día más necesario para plantar cara al enemigo de clase de manera amplia y contundente… Salud. – defiendo el Marxismo/Leninismo pero los comunistas son los militantes del Partido… que pueden ser cuadros momentáneos, permanente y combatientes que no deben nunca nunca nunca obviar el participar en movimientos frentistas y crear alternativas.
EliminarRgh Ramongz parece tener cuentas pendientes con los funcionarios y con PODEMOS. A de estar al tanto de cómo los gobiernos de PODEMOS y tripartitos varios (Caso de Oviedo) tienen también cuentas pendientes con los funcionarios.
ResponderEliminarComo hijo de trabajadores de correos y nieto de ferroviario me sigue asombrando éste tipo de cosas que comentan ciertos "comunistas". Dentro del estado hay trabajadores de base y dentro de la empresa privada hay cuadros y aristocracia obrera también. No es blanco o negro, por desgracia. Ya quisiera yo que mis padres fueran jueces, heraldos o empresarios ( como es o fué más de uno en PODEMOS).
Además de ello. El 15-M no fué un movimiento elitista -por tanto pijo-, no entiendo a éste hombre.
No será que no consiguió convencer a nadie en las asambleas mientras los Palos Iglesias y los Troskistas sí?.
Todo lo que le está pasando a la izquierda es culpa de las carencias de los comunistas. De ahí que puedan crecer libres otros... .