«Cómo comenzó todo esto es bien conocido. En la Alemania Occidental de 1972 querían comenzar la lucha armada, fiel a sus modelos a seguir: «Mao, Fidel, Giáp, Marighella», siendo la mayoría de ellos intelectuales provenientes en su mayoría del movimiento estudiantil revolucionario de finales de los años 60 que albergaban un odio justificado al imperialismo, los crímenes de guerra del imperialismo estadounidense en Vietnam y la dominación brutal del capitalismo. Se veían a sí mismos como una élite revolucionaria, que propagaba la guerrilla urbana según el modelo de América Latina –en ausencia de una situación revolucionaria y negando estar bajo dirección de un partido marxista-leninista– por lo que estaban fracasando antes de empezar a luchar. Esto no dice nada de su valentía personal, de su compromiso revolucionario pero sí de su juicio político. (...)
Desde el principio, el partido –contrariamente a lo que a propósito y mentirosamente ha difundido la prensa de Alemania Occidental– se ha distanciado de las RAF por sus llamadas teorías: del uso del terrorismo, expresado en intentos de asesinatos políticos sin conexión con la lucha revolucionaria de las masas; de su blanquismo, que espera que la abolición para la humanidad de la esclavitud asalariada con la lucha de clase del proletariado es a través de la conspiración de una pequeña minoría de intelectuales; de su teoría del «impulso externo», la pequeña rueda de intelectuales revolucionarios que impulsa la rueda grande, la clase obrera, para que funcione el engranaje; que establece que la clase obrera y los demás trabajadores, ya que son incapaces de elevarse a la lucha revolucionaria deben ser estimulados a través de acciones espectaculares; de su negación de la necesidad del partido marxista-leninista de vanguardia del proletariado y otras teorías oportunistas más. (…)
El límite entre un revolucionario pequeño burgués y un contrarrevolucionario pequeño burgués obviamente se alcanza donde sus acciones, sus ataques, su terror, se vuelve contra el pueblo. (...)
La historia de las RAF es un ejemplo clásico de la desesperanza de terrorismo pequeño burgués, como su principio revolucionario acaba en acciones contrarrevolucionarias». (Ernst Aust; Educar a las masas para la revolución; Discurso del camarada Ernst Aust en la reunión del Buró Político; Recopilación de citas de Ernst Aust sobre la cuestión alemana y sobre el revisionismo alemán,, 5 de diciembre de 1977)
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