Konstantín Rokossovski, Bolesław Bierut y Jakub Berman |
«La crítica también tocó el tema de que los franceses e italianos no comprendían bien cuando algunos dirigentes de los partidos comunistas en el poder hablaban de «camino pacífico al socialismo», y que este lema difícilmente podía ser dicho con credibilidad por los partidos comunistas que no estaban en el poder:
«Nos parece que los camaradas franceses e italianos han oído a menudo hablar del camino pacífico al socialismo de boca de los representantes de los partidos comunistas de los países de democracia popular, y parece que han sido hasta cierto punto hipnotizados por esta vía pacífica. A este respecto hay que destacar, en primer lugar, que la vía pacífica en los países socialistas es un camino de agudo e incluso sangriento conflicto con el enemigo de clase, y segundo, que se puede hablar de camino pacífico solo cuando el partido ya tiene una fuerte posición en el gobierno y en la maquinaria del Estado». (Władysław Gomułka; Informe en la Iº Conferencia de la Kominform, 26 de septiembre de 1947)
Como hemos dicho anteriormente, tribulaciones sobre el «camino pacífico» daba lugar a varias interpretaciones, incluyendo a esta «aclaración» de Gomułka. ¿El camino pacífico al socialismo del país era asegurado con la toma de poder y la construcción de la nueva maquinaria estatal por el partido comunista? ¿O acaso se pensaba pero no se decía que a pesar de la toma de poder seguía existiendo el riesgo a más choques de clases como decía la teoría y demostraba la práctica marxista-leninista-stalinista y la propia experiencia soviética? ¿Entonces para qué se introducía el término «camino pacífico» si como dice el polaco no se descartaba la agudización de la lucha de clases e incluso el derramamiento de sangre? Este tipo de ambigüedades, confusiones y contradicciones era con la que jugaba en exceso Gomułka, y precisamente cuando no pudo disimularla sería una de las razones de su caída en desgracia en 1948, cuando ante la tesitura de una agudización de la lucha de clases en Polonia sus medias tintas sonaban claramente oportunistas, además de que se solidarizaría con la causa del revisionismo yugoslavo y rechazó las tesis de la Kominform de la IIº Conferencia de 1948. De todos modos estas vacilaciones fueron corregidas en los partidos comunistas en el poder donde se conocieron tales teorizaciones, y se demostró que lo mejor que se podría haber hecho es eliminar el término camino pacífico para no crear estériles debates teóricos que fueran aprovechados por oportunistas para establecer sus neoteorizaciones reformistas.
Alejándonos un poco del tema, Władysław Gomułka era un delegado que tampoco tenía mucha autoridad para críticas los errores derechistas de los franceses e italianos. Él era el clásico ejemplo de dirigente que no superó nunca los vestigios nacionalistas y socialdemócratas en su ideología política, razón por la que cuando se destapó más abiertamente tuvo que ser apartado de la dirección del partido. En el caso concreto de Polonia las tendencias como el gomułkismo suponían el azuzar o permitir el nacionalismo reforzando el frente antisoviético, la iglesia católica, y el reformismo. Esto se traducía en que los marxista-leninistas polacos del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP) tuvieron que tener mucha paciencia en refutar los mitos nacionalistas anticomunistas y el viejo odio antisoviético, combatir el idealismo religioso y cuidar la formación ideológica de los trabajadores provenientes del ala izquierda del partido socialista polaco que se unificó con el partido comunista aceptando las normas marxista-leninistas. En todos estos casos la educación ideológica era fundamental y no se podía realizar sin superar las deficiencias en la formación ideológica y sin apartar sin piedad a elementos que no daban la talla e incluso que jugaban con el destino del país como Gomułka:
«En Polonia el Partido Obrero Polaco ha sido capaz en los últimos siete años, y especialmente después de la liberación del Ejército Soviético de superar las debilidades ideológicas, políticas y organizativas de sus predecesores en el movimiento obrero polaco, y al frente de la liberación nacional de Polonia, en alianza con la Unión Soviética, y la liberación social del pueblo trabajador, convertirse en el partido líder de la clase obrera polaca, en la fuerza principal de todo el pueblo. (...) Sería un error sin embargo, creer que se podría en pocos años liquidar el nacionalismo polaco, formado en el curso de muchas décadas y que había sido mantenido caliente por el odio de clase de los terratenientes y burgueses polacos contra la Unión Soviética y en favor de los servicios de inteligencia imperialistas. La influencia de los sentimientos nacionalistas pequeño burgueses es fuerte en el Partido Socialista Polaco (PSP), pero también ha penetrado en el Partido Obrero Polaco (POP). Entre algunos camaradas esta influencia se entrelaza con la teoría del crecimiento «pacífico» de los elementos capitalistas en el socialismo, fallando en comprender las formas concretas en que se agudiza la lucha de clases y las diversas formas de penetración de las influencias imperialistas y los propios preparativos para la intervención imperialista. No podemos cerrar los ojos al hecho de que la unificación con el PSP, que aún está insuficientemente consolidado ideológicamente, pues una parte considerable de sus miembros permanecen bajo la influencia del nacionalismo y el reformismo, y si esto no queda superado, creará un grave peligro de oportunismo derechista y naturaleza nacionalista. La unificación de los partidos dará los resultados positivos deseados, en el sentido de fortalecer la actividad de la clase obrera en el camino al socialismo y su papel de liderazgo en el Estado democrático-popular, a condición de que el nuevo partido unificado se endurezca lo suficiente ideológicamente y que durante el proceso de unificación se lleve a cabo una lucha intensificada contra las supervivencias del nacionalismo y el oportunismo en el PSP. Solo entonces el socialdemocratismo podrá ser erradicado en Polonia, esto no se logra mecánicamente, sino a través de la creación de las condiciones necesarias para que sea totalmente eliminado y desarraigado, ideológicamente, políticamente y organizativamente. (...) Pensamos que la condición más importante en la actualidad para la consolidación de la democracia popular y la salvaguardia de las influencias hostiles es elevar el nivel ideológico del partido sobre la base del marxismo-leninismo y combatir todas las manifestaciones de nacionalismo y oportunismo». (Jakub Berman; Informe en la IIº Conferencia de la Kominform, 21 de junio de 1948)
¿Por qué se descubren las debilidades teóricas de Władysław Gomułka y otros revisionistas en la etapa concreta de paso a la etapa socialista, a la etapa de la construcción económica del socialismo y la eliminación por tanto de las clases explotadoras como tales? Por la sencilla razón de que a los oportunistas y vacilantes les es mucho más fácil camuflar su pelaje revisionista, o su debilidad teórica, en periodos «defensivos» como puede ser la lucha antiimperialista o la lucha antifascista, es decir, cuando las tareas del partido comunista son más generales y generalmente «más sencillas», en las que además se necesita de la alianza con amplias capas de la población y sus organizaciones; ese camuflaje les resulta imposible cuando el partido está a la «ofensiva» como puede ser en la toma de poder y sobre todo en la construcción económica del socialismo, cuando las tareas se tornan más complejas y es necesario tener los conocimientos teóricos concretos que rigen la praxis, cuando ciertas capas de la población y sus organizaciones antes aliadas ahora vacilan o se niegan a avanzar. Por ello, muchos de los revisionistas históricos han podido pasar desapercibidos durante ciertas etapas «defensivas», destapándose poco después en las ofensivas». ¿Cuál era el caso concreto de Władysław Gomułka?
«¿Cuál es la explicación plausible para el hecho de que estos errores se hicieron evidentes desde hace muy poco? Mientras que nuestro partido estaba luchando contra las fuerzas fascistas reaccionarias que trataban con frecuencia restaurar el gobierno terrateniente capitalista de forma violenta y directa, el oportunismo ideológico del pensamiento del camarada Gomułka obviamente no era evidente. Durante ese período, sin duda, el camarada Gomułka prestó un gran servicio al partido. Sin embargo, a medida que fueron aplastadas las fuerzas esenciales de la reacción fascista, la democracia popular en Polonia entró en una nueva fase de desarrollo. Pero desde el momento en el que los capitalistas y los elementos especuladores sacaban provecho de las dificultades del período de posguerra y explotaban al campesinado pobre comenzando ellos a reforzarse, apareció una contradicción fundamental entre las fuerzas populares y profundamente democráticas, es decir entre los obreros y los campesinos trabajadores, de una parte, y las fuerzas capitalistas de las ciudades y de los campo, de la otra. La cuestión de la afilada lucha de clases contra los elementos capitalistas, especialmente en el campo, se hizo entonces el orden del día». (Bolesław Bierut; Para lograr la completa eliminación de las desviaciones derechistas y nacionalistas, 1948) (Equipo de Bitácora (M-L); La crítica al revisionismo en la Iº Conferencia de la Kominform de 1947, 13 de agosto de 2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
«¡Pedimos que se evite el insulto y el subjetivismo!»