Única imagen pública tomada durante la firma
del pacto entre los dos caudillos –el liberal Alemán y frentista Ortega– en la
hacienda Los Chiles
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«No podemos completar la comprensión de este periodo sin hacer referencia a este pacto firmado en el 2000, pues este no solo supuso una nueva reforma de la Constitución de la República de 1987 sino una reforma de la ley electoral vigente del momento: la misma da origen al régimen dominado por el virtual «bipartidismo» que padece Nicaragua donde los demás partido fueron extinguidos bajo la exigencia de cuotas electorales, negándoseles la personalidad jurídica, en tanto que violando la disposición constitucional que da garantía a la libre organización partidaria así como a las candidaturas de suscripción popular; o fueron forzados a aglutinarse en torno a un partido político más fuerte. Esto se fraguó en los despachos de los partidos y del juego democrático burgués, es el punto que marca la partidización total de los demás poderes del Estado que pasan a estar completamente subordinados a los partido políticos, y en el caso concreto de Nicaragua eso supone que pasaron a estar al servicio de las castas que dirigen a esos partidos políticos. Para los actores fundamentales aquel pacto supuso: Arnoldo Alemán conseguía evadir la cárcel, Daniel Ortega conseguía la posibilidad de volver al poder por vía electoral.
Los cambios que originó el pacto pueden ser resumidos en: 1) Aumento del porcentaje de votos requerido en la Asamblea Nacional para destituir al Presidente de la República de un cincuenta por ciento más uno a dos tercios del total de diputados; 2) El porcentaje de votos requeridos para ganar la elección presidencial en primera vuelta se redujo del 45% al 40%. Un candidato puede ganar también con el 35% si tiene una ventaja de 5% sobre el candidato en segundo lugar; 3) Se modificaron los requisitos de residencia de los candidatos a cargos municipales. Un candidato para ser electo debe haber nacido y vivir actualmente en el municipio donde desea ser elegido; 4) Se estipuló como requisito para la formación de un partido, que éste debería de tener comités a nivel nacional, departamental y municipal. Es decir; que cada partido debe tener un órgano nacional, 14 órganos departamentales y 151 órganos municipales. Se debe presentar una lista de firmas de ciudadanos acompañada con el numero de cedula equivalente al 3% del padrón electoral usado en la última elección. Estas firmas deben ser otorgadas únicamente a un partido. No pueden aparecer repetidas en la lista de otro partido. Dicho proceso se ha de repetir para poder inscribir a candidatos a elecciones nacionales. En caso de que el partido no pueda reunir el porcentaje de votos pierde su personería jurídica; 5) Se elimina el derecho a candidaturas no partidarias. Es decir, candidaturas por suscripción popular; 6) Las alianzas partidarias deben presentar un porcentaje de firmas equivalentes a la suma del 4% por cada partido que integre la alianza. Si no se llegara a cumplir dicho requisito todos los partidos en la alianza pierden su personería jurídica; 7) Los partidos esta obligados a participar en todas las elecciones a las que convoque el CSE, de lo contrario pierden su personería jurídica; 8) El financiamiento de las campañas se dará únicamente después de los comicios y únicamente a aquellos partidos que hayan alcanzado más del 4% de los votos; 9) Se eliminó la representación proporcional; que es un principio de elección que consiste en asignar cargos de elección popular tomando como base el porcentaje de votos obtenidos por un partido político en una región geográfica. Busca asegurar que cada grupo o partido esté representado en la asamblea o comité elegido de acuerdo con el número de votos que obtuvo.
Como vemos pues, el pacto no fue más que la consolidación del régimen burgués partidocrático en favor de los dos partidos mayoritarios, y de sus dirigencias, que pasaron a controlar directamente todos los poderes del Estado. Y al contrario de lo que reza la propaganda oficial, en realidad el FSLN no vino a quebrar la lucha de las «paralelas históricas» –una pugna política histórica entre liberales y conservadoras por el poder–, sino que emerge con fuerza política que finalmente ocupa el espacio de los conservadores, anulándolos como fuerza política, como «paralela», y ocupando su lugar en la histórica pugna por el poder». (Equipo de Bitácora (M-L); ¿Qué fue de la «Revolución Popular Sandinista»?: Un análisis de la historia del FSLN y sus procesos, 19 de julio del 2015)
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